19 años atrás.

Después de la guerra civil, Steve huyó mientras Tony trataba de asimilar todo lo que había pasado en la helada Siberia.

Su cuerpo se congelaba poco a poco pero fue justo en ese momento antes de caer desmayado cuando T'Challa apareció para ayudarlo.

—No cierres los ojos Tony—pidió el príncipe de Wakanda.

Al llegar al hospital, rápidamente lo atendieron, pero no era el dolor físico lo que estaba acabando con él ni siquiera el frío que aun seguía en su sistema, era la forma en que Steve lo había dejado, la forma en la que el amor de su vida había preferido a su mejor amigo antes que a él.

Confío en el soldado, hablando de sus miedos, uno precisamente era el abandonó. Steve prometió que jamas lo haría y al final como todos rompió esa promesa que ahora se hacía pedazos junto a su corazón.

—Sr. Stark—lo llamó el doctor interrumpiendo sus tan dolorosos pensamientos—. Hemos detectado algo—Tony frunció el ceño.

—¿Algo?

—Mas bien alguien dentro de usted.

Stark quedo sin habla. Sabía a lo que se refería.

Steve y él tan enamorados habían querido tener un hijo propio y Tony había trabajado tanto para que el bebe se desarrollara en él y ahora estaba confirmado en que lo había logrado pero... ¿sería bueno ser padre/madre? ¿Ahora que estaba destruido? ¿Ahora que Steve no estaba a su lado?

Sí, fue la única respuesta en su mente. Por supuesto que iba a querer a ese bebe con las mismas fuerzas en que lo deseo. No importaba si el maldito de su esposo no estaba a su lado, el iba a amar a ese pequeño por los dos.

(...)

Tras enterarse meses después que era un niño, solo pudo pensar en el nombre de Peter.

Todos los días hablaba con su abultado vientre y le reconfortaba saber que su pequeño lo escuchaba pues le respondía con una patadita.

Peter sin duda había sido el pequeño rayo de luz en su vida. Probablemente sino estuviera ahí, el hubiera echo muchas locuras en contra de su salud pero ahora lo mas importante era que su hijo estuviera en perfectas condiciones.

—¿Como va ese pequeño?

Natasha llego a sentarse a un lado de Tony y acarició su vientre recibiendo respuesta por parte del pequeño. La pelirroja sonrió emocionada.

—Un poco inquiero pero bien—sonrió Tony— Nat, ¿Has pensado en tener hijos?

Natasha bajo su cabeza, escondiendo el dolor.

—Con Bruce he pensado muchas cosas, seria lindo tener a nuestros hijos pero es imposible.

—Yo también pensé que sería imposible y ya ves—Tony río haciendo que la espía también lo hiciera—. Natasha.

—Mmm.

—Si algún día me pasará algo... ¿Me prometes que Bruce y tu cuidarán a mi pequeño? ¿Incluso de su mismo padre?

—Eres el hombre de hierro, resistente de ataques alienigenas... no digas esas cosas.

—¿Nat?

—Te lo prometo Tony. Bruce y yo vamos a querer a ese niño como si fuera nuestro.

Y con esa respuesta Tony quedo satisfecho.

Unos minutos después que la espía se fuera y quedará totalmente en soledad, tomo el teléfono que su marido había mandado, tan anticuado como el, y piensa en llamarle a Steve, muere de ganas por contarle que espera a su hijo sin embargo recibe una patada de su bebé como advertencia de lo que hace no esta bien. Vuelve a dejar el teléfono en su chamarra desistiendo ante esa estupida idea.

Steve no merece nada.

(...)

El parto fue atendido con éxito y finalmente tuvo a esa pequeña bolita que tanto espero entre sus manos. El bebe lloró sin cesar y lo amo de inmediato.

—Peter, es papi—acaricio su mejilla y el menor se calmo—. No llores mi amor, de ahora en adelante mientras estes a mi lado, nada malo ni nada te faltara.

El infante se acomodo en sus brazos y con eso hizo un esfuerzo por abrir sus ojos pero la luz le molesto y vuelvio a dormir.

Tony jamás pensó poder amar tanto a una persona como ahora lo hacía.

(...)

14 años atrás

—Peter no corras tan recio porque te puedes caer.

El golpe se escucho y el llanto del pequeño también. Stark dejo de inmediato sus papeles y se apresuro donde a su hijo.

—Papi...—lloriqueo Peter tallando sus ojitos con sus manitas— Duele.

—Te dije que caerías amor—Tony lo cargo entre sus brazos y busco el botiquín para curar al pequeño.

—¡Quiero mis banditas del Capitan America!—sugiere Peter con entusiasmo.

El hombre de hierro se congela, justo como aquel día en Siberia.

Por una extraña razón Peter amaba al Capitán America y Tony sabía cual era, tal vez de cierta forma Peter sentía una conexión con el rubio pues se trataba de su padre, aunque Stark se encargaría de que nunca lo supiera. Tal vez era egoísta pero no soportaría que su hijo lo odiara por ocultarle a su otro padre o que Steve le quitara al pequeño. Peter era todo para él.

El pequeño castaño nunca se perdía la caricatura del ídolo americano que pasaban justo a las 4 en punto, tenía su traje del capitán e inclusive el escudo, el verdadero lo había encontrado en el laboratorio de su padre cuando jugaba junto a su primo Fenrir. Cuando le pregunto a su padre este solo evadió el tema y dijo que podía quedárselo. Él tan inocente y feliz por tenerlo no hizo mas preguntas.

—Si amor, tendrás tu bandida del Capitán America—dijo con amargura. Aun dolía recordar al rubio—. Listo.

—Gracias—chilló Peter colgándose del cuello de su padre—. Te quiero papi.

Y con un beso en la mejilla dejo a su padre, sonriendo.

(...)

12 años atrás

—Pet, escucha, algo esta sucediendo, no lo entenderás mi amor, aún eres muy pequeño pero papi tiene que ayudar a este mundo—grabo Tony el video tratando de que sus traicioneras lagrimas no salieran de sus ojos para darle fuerzas a su bebe y que este se sintiera orgulloso de él—. Te amo tanto hijo, siempre estaré orgulloso de ti y espero que también lo estes de mí. Si no vuelvo... si no lo hago perdóname mi niño. La tía Nat y el tío Bruce, cuidarán de ti. Te amo hijo.

Y con esas palabras, Tony se despidió de su hijo para siempre. Nunca volvió del espacio.

—¿Donde esta mi papi? ¡Tía quiero ver a mi papi!—el pequeño de 7 años comenzaba a desesperarse y a experimentar algo así como un ataque de pánico.

—Peter, cariño... tenemos que hablar contigo.

Después de esa charla, la vida de Peter cambio para siempre. Su papi, se había ido como un héroe, uno que jamas volvió.

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Ayyyy estoy muy emocionada por esta historia.

Voten y comenten.

Xoxo.