~VEINTICUATRO'🤞🏻
✞
Una semana después.
Louis no tenía la clase de Comunicación, y era muy temprano como para hacer otra cosa mejor que ir a la biblioteca. Además, era un día muy frío para estar paseando por el colegio.
El omega se sorprendió al ver a Bebe cabizbaja mirando su teléfono en una de las mesas.
Caminó hacia a la alfa.
- Bebe, hola - saludó sonriente.
- Hola Louis - susurró en un tono triste.
- ¿Qué pasó?, ¿Sucedió algo malo? - preguntó el omega sentándose junto a ella.
- No, yo solo... - murmuró - ¿Crees que soy extraña? - preguntó.
- ¿Por qué preguntas eso? - respondió Louis confundido.
- Creo que hay algo malo en mí - susurró torciendo los labios.
- No hay nada malo en ti, eres alguien increíble - animó el castaño.
- No. Hay algo malo, lo sé. Puedo sentirlo. Sé que no está bien y mis papás van a decepcionarse tanto de mi - dijo triste.
- Bebe...
- Estoy enferma.
- Yo creo que...
- Louis - volvió a interrumpir - ¿Es normal que te guste alguien que sabes que no puede ser tuyo?
El omega frunció el ceño y miró a la alfa confundido.
- ¿De qué hablas? - preguntó.
- Louis yo... realmente vas a pensar que soy anormal - dijo rendida.
- Nunca pensaría eso - negó.
- Puedo confiar en ti, ¿verdad?
- Por supuesto - animó.
- Yo conocí a alguien hace unos días, realmente nos llevamos muy bien, es muy lindo y compaginamos, pero hay un problema.
- ¿Tiene novio? - interrumpió Louis.
Bebe negó con la cabeza.
- ¿Ya está marcado?.
Volvió a negar.
- ¿No es tu destinado? - preguntó muy dudoso de su propia pregunta.
- No - siguió negando.
- ¿Entonces?
- Louis creo que... estoy enamorada de un alfa.
El omega abrió los ojos de golpe y miró a la chica.
- ¿Qué? - dijo aturdido el omega.
- Sé que es algo extraño y no está bien, pero de verdad, cada vez que lo miró siento algo especial.
Louis sonrió de lado y suspiró.
- Bebe, no está mal lo que sientes. Tú amas a ese chico y está bien, el amor no le hace daño a nadie, no tienes por castigarte por sentir algo tan lindo como es el amor. No haces nada malo amando a alguien, es absolutamente normal, tan normal como yo y Harry, o cualquier otra pareja. No te sientas obligada a cumplir los estándares de la sociedad omega-alfa, solo se tú y se feliz. Creo que es lo más importante.
La chica lo miró triste.
- ¿De verdad lo crees?
- Claro que sí - animó - Tú vas hacer la que va amar a ese chico, la que va estar con él, no la sociedad, se feliz y si alguien no le gusta que se joda, es tu vida no la de ellos. La sociedad siempre va a juzgarte por cualquier cosa, nunca van a estar satisfechos con lo que eres o con lo que finges ser. Aquí lo importante es si tú dejas que manipulen e influyan en tu vida o no y si tú realmente estás satisfecho con lo que eres.
- Pero mis padres...
- Si tus padres no te apoyan en lo que quieres, ¿Realmente los necesitas? O ¿De verdad son tu familia? Tal vez lleves su sangre, pero una familia no solo es el lazo sanguíneo, también es el respeto, el amor incondicional y el apoyo, si tus padres no te dan eso, no se merecen llamarse padres.
- Yo no quiero decepcionarlos - susurró.
- Tú no vas a decepcionar a nadie. Amas a alguien, eso es bueno y muy lindo, no tienes por que odiarte por eso.
Bebe sonrió y abrazó al omega.
- Gracias, muchas gracias - susurró sin soltarlo, la chica comenzó a llorar.
- Tranquila, todo va a estar bien, yo voy apoyarte - susurro consolando a la chica.
Bebe lloró por varios minutos, ella realmente tenía miedo de lo que sentía por aquel chico.
[...]
- Hueles muy bien - murmuró Harry contra su cuello abrazándolo por la cintura.
Louis sonrió y recargó su cabeza en el hombro del alfa.
- Te he traído algo - dijo el rizado.
- ¿En serio? - preguntó Louis sonriendo.
- Si, ven - habló tomando la mano del omega y lo guió a su habitación.
El omega de Louis estaba muy feliz.
- Vi esto y no pude evitar pensar en ti - dijo Harry sacando una caja forrada con papel metálico azul.
- Harry... - susurro sonrojado.
- Ábrelo - murmuró feliz el alfa.
Louis estaba sonrojado y no podía dejar de sonreír.
Con las manos temblorosas comenzó a romper el papel con cuidado, con miedo a maltratarlo.
Louis abrió la caja lentamente y muy emocionado, su corazón se aceleró y su respiración se cortó por un segundo al ver lo que había adentro.
El omega sintió lágrimas de felicidad recorrer sus mejillas, se sonrojo aún más si era posible, la sonrisa en su rostro haciéndose aún más grande.
- Dios, Harry - sollozó feliz - Yo no sé...
- Tómalo - sonrió el alfa.
Louis asintió e hizo lo que dijo el alfa.
Era un suéter de lana suave, era de un color azul, como sus ojos, tenía pequeños destellos plateados que lo hacían aún más hermoso, era grande, pero era justo como le gustaba al omega.
- Combina con tus ojos. Aunque tus ojos son aún más hermosos.
- Basta. Yo no sé qué decir - sollozó de nuevo limpiando las lágrimas que tenía en su rostro.
Harry rió y colocó sus manos en la cintura del omega.
- ¿Te gustó? - preguntó.
- Por supuesto que si tonto - sonrió - Esto es lo más bello que me han dado en mi vida.
- Una vez te dije que iba a llenar a mi omega de regalos y pienso cumplir eso.
- Eres un cursi - susurró.
- Sé que te gusta lo cursi - sonrió.
- ¿Cómo lo compraste? - preguntó mirando los ojos jade de su alfa.
- Yo... digamos que le hice un favor a alguien.
- ¿Qué clase de favor?.
- Le rente mi moto a alguien. Nada importante.
Louis rodó los ojos y sonrió.
- Te quiero mucho alfa - susurró tiernamente Louis antes de juntar sus labios.
Harry lo abrazó fuertemente de la cintura y acercó aún más su cuerpo a él.
- ¿No quieres ponerte tu suéter nuevo? - preguntó sonriendo.
- Si, pero quiero hablar contigo primero.
Harry frunció el ceño confuso.
- No es algo malo - tranquilizó Louis.
El alfa camino a su cama y se sentó, palmeo la cama invitando al omega a sentarse junto a él, Louis aceptó.
- ¿Tú tienes planeado marcarme algún día? - preguntó Louis en un susurro.
- Por supuesto. Seria estúpido no marcarte.
Louis sonrió.
- ¿Cuándo exactamente?.
- Bueno... no lo sé - respondió inseguro rascando su nuca nervioso.
- ¿Quisieras marcarme ahora?.
- ¿Qué? - dijo confundido.
- Si yo te dijera que quiero que me marques, ¿Lo harías?
- Louis... no sé... ¿No crees que eres muy joven para ser marcado?.
- Pero somos destinados, Harry.
- Si, pero eso no significa que tengas que estar atado a mi siempre.
- Quiero estarlo.
- Yo igual, pero creo que eres muy joven.
- ¿Qué hay sobre tener hijos?
Harry rió.
- Si somos muy jóvenes para marcarte, aún más para tener hijos, ¿no crees? Además, no tiene mucho que te presentaste, puede que se complique el embarazo - habló calmado.
Louis se puso cabizbajo.
- Pequeño, claro que quiero tener hijos contigo. Eres mi omega, pero no quiero hacerte daño, eres muy joven, no creo que sea una buena opción tener hijos ahora.
- Cierto - murmuró.
- Un día cuando ambos terminemos la universidad y tengamos un buen empleo, ahí será el momento de tener hijos.
- ¿Eso significa que no pasaremos nuestros celos juntos? - preguntó avergonzado
Harry rió enternecido por la acción de su omega.
- Podemos pasar el celo de muchas formas sin que te quedes embarazado. Para eso existen los supresores, omega - dijo abrazando al omega por los hombros.
- Niall dijo que era mala idea que estuviéramos juntos en mi celo.
Harry hizo una mueca con labios y pareció meditarlo.
- Tiene razón. Es tu primer celo oficial, yo podría lastimarte o algo. Lo mejor es que estés solo.
Louis negó.
- No, no quiero estar solo. Quiero pasarlo contigo.
Harry rió de nuevo.
- Bueno, no se que decir a eso - rió - Creo que tu hermano va a matarme antes de que eso suceda, así que, no deberías preocuparnos por eso - habló tranquilamente.
- ¿Si tomo los supresores no quedó embarazo? - cuestionó.
- Es muy poco probable. Es muy raro el omega que ha quedado embrazo en su celo aunque tomará supresores.
- Pero si los tomo, mi aroma va a disminuir - dijo triste.
Harry rió.
- Disminuye para los demás alfas, no para tu destinado. Además, te ayudan a que te duela menos. Debes tomarlos.
Louis sonrió y asintió.
- Te quiero - susurró enterrando su cabeza en el cuello de su alfa.
- Te quiero - respondió Harry en un susurro.
[...]
Rexha estaba nerviosa y ansiosa, miraba a todos lados del parque.
Ella y el chico que había conocido en la reunión de Liam y Zayn por lo de su bebé, quedaron en reunirse en el parque.
- Hola - habló el chico tocando su hombro.
La chica dio un pequeño brinco.
- Hola - susurró sonrojada.
- Creo que tenemos que hablar.
- Martín, esto está mal. Somos dos alfas, no creo que sea bueno para ninguno de los dos.
El alfa negó.
- Si ambos queremos esto, no tiene por qué importar lo que digan los demás.
- ¿Qué pasa si tú encuentras a tu omega? - preguntó asustada.
- ¿Qué pasa si tú encuentras al tuyo? - repitió - Yo creo en el amor más allá de nuestra forma natural, creo que podemos enamorarnos de la persona y no de su lobo interior.
- Yo realmente no estoy muy segura de esto - murmuró.
- Podemos intentarlo, no te niegues al amor antes de intentarlo.
Bebe suspiro y miro a su alrededor, pensando en lo que le decía el alfa y las palabras que le dijo Louis.
Tal vez intentarlo no era tan mala idea.
- Está bien. Vamos a intentarlo - dijo tomando la mano del chico, sintió una conexión en ese momento, algo que nunca había sentido.
El alfa sonrió.
- Lo haremos en nombre del amor. - dijo Martín besando la frente de la alfa.
Bebe sonrió feliz.
[...]
Viernes.
Louis no quiso ir a la escuela, tenía flojera y se sentía muy cansado, así que, decidió quedarse en casa a dormir.
El omega despertó de su largo sueño y miro la hora en el reloj junto a él, falta menos de una hora para que Harry regresara de la Universidad.
Su panza gruñó, tenía hambre.
Louis se levantó y fue hacia la cocina por algo de comer.
Estaba muy cansado para hacer un desayuno muy elaborado, es por eso que decidió solo hacerse cereal con yogur y regresó a su habitación.
Louis solo vestía el suéter que Harry le había regalado, que le quedaba un poco menos que la mitad de sus muslos, junto con su ropa interior y unas calcetas blancas.
Era su forma favorita de dormir.
Louis terminó su desayuno y prendió su televisión, esperando encontrar algo bueno para distraer su mente.
No había nada en la televisión, como siempre, Louis comenzó a sentirse extraño, demasiado.
Sintió como un punzante dolor se hacía presente en su interior y comenzó a tener calor.
Louis gimió.
Su visión comenzó a tornarse un poco borrosa, fue ahí cuando recordó las palabras de su hermano el día anterior.
"No olvides tomar tus supresores Tommo."
Con sus piernas temblando y el dolor dentro suyo se levantó débilmente caminó a la cocina por un vaso de agua y con todas sus fuerzas corrió a su habitación para tomar los supresores que estaban en su mesa de noche.
Las pastillas pasaron difícilmente por su garganta, parecía que el calor comenzaba aumentar.
El omega se tiró en la cama y se aferró a sus sábanas, jadeando, retorciéndose de dolor, pidiendo algo o alguien.
- Si, está bien. Yo mañana te aviso - habló Harry por teléfono terminando con la llamada.
El alfa entró a la casa.
El omega abrió las piernas inconscientemente.
Harry sintió algo extraño al momento de entrar en la casa, miró hacia todos lados, y sin entender porqué su alfa gruñó.
- Louis - susurró dejando su mochila en el piso y caminó buscando al omega.
- Harry - jadeo el omega en su habitación.
El alfa sintió el aroma de Louis incrementar y caminó hacia su habitación.
El omega sintió la presencia de su alfa.
Harry abrió la puerta de la habitación de Louis.
Louis abrió un poco más las piernas.
El alfa tragó en seco y gruñó.
Louis estaba en celo.
✞
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