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Un mes después.

- Louis. - llamó Shawn, pero el castaño no respondió - Louis, amor. - nada. Parecía que el ojiazul no estuviera a su lado, como si estuviera en otro mundo - ¡Louis! - gritó logrando llamar la atención del pequeño.

- Lo siento, lo siento. - murmuró Louis avergonzado, se había dejado llevar por sus pensamientos olvidando por completo a su novio.

- ¿Qué te sucede? - preguntó Shawn.

- ¿A mí? - preguntó el castaño - Nada, solo estaba pensando en algo - contestó negando con la cabeza y regresó su mirada a los libros que estaban frente a él en la mesa.

Se suponía que estaban estudiando.

- No me mientas. Desde hace semanas estás actuando raro, siempre estás como en otro mundo.

Louis no dijo nada, fingió estar concentrado en su lectura, pero en realidad ni siquiera estaba leyendo.

- ¿Vas a ignorarme? - preguntó Shawn indignado. Se estaba cansando de la actitud del castaño.

- No Shawn. Ya te dije que no es nada, mejor hay que seguir estudiando, por favor.

- Y yo ya te dije que no me mientas, algo te pasa, lo sé. Dime ahora mismo qué es lo que te tiene tan distraído y preocupado.

Louis cerró su libro con un golpe delicado y suspiró resignado, Shawn era su novio y no podía mentirle.

- Cuando te lo diga te vas a reír de mí - murmuró avergonzado sin alzar su mirada de la mesa.

- No lo haré. Ten confianza en mi pequeño - alentó Shawn.

Louis volvió a suspirar - La novia de Harry... - comenzó a hablar pero su novio lo interrumpió.

- Ya sabía que Harry tenía algo que ver con que tu estado de ánimo esté así.

- Déjame terminar, él no tiene nada que ver. - contestó Louis molesto - Es Melanie, ella me dijo algo que no me puedo sacar de la mente.

- ¿Qué te dijo?

- Vas a reírte - se avergonzó el ojiazul cubriendo su rostro con sus manos, resignándose a no decir nada más.

- No lo haré. Vamos, dime - insistió el chico.

- Te lo advertí. En donde te rías voy a enojarme mucho. - advirtió el pequeño antes de continuar - Ella me dijo que tiene como una especie de don. Que puede sentir cuando alguien va a tener su primer celo.

Shawn se esforzó para no soltar una fuerte carcajada.

Louis continuó hablando - Me dijo que yo estaba cerca de presentarme, aproximadamente en un mes.

Shawn sostuvo la carcajada que se atoró en su garganta.

- ¿Acaso quieres reírte? - preguntó Louis dándose cuenta de lo que hacía su novio.

Shawn se soltó a reír.

Louis se puso rojo.

- Lo siento. - susurro Shawn entre risas tratando de controlarse - Lo siento, lo siento. - trataba de callar su risa pero no podía.

Louis lo miró enojado y con el ceño fruncido, el ojiazul estaba molesto y avergonzado.

Shawn logró parar de reír - Lo siento. No puede evitarlo. - se disculpó - Pero vamos amor, no puedes creer que eso es real. Con algo así era imposible no reírse.

Louis no dijo nada, desvió su mirada, mirando a cualquier lugar menos a su pareja, se sentía tan enojado y avergonzado.

Shawn comenzó a reír de nuevo.

El castaño no lo soporto más y se levantó de su lugar y se fue directamente a su habitación.

- ¡Louis! - gritó Shawn dejando de reír, se levantó para ir detrás del pequeño.

- ¿Problemas en el paraíso? - preguntó una voz profunda y ronca, haciendo que Shawn se detuviera en su camino.

Harry estaba ahí, recargado en la puerta de la cocina, con los brazos cruzados en su pecho, tan relajado, mirando a Shawn desafiante.

- ¿Qué te importa? - escupió Shawn - ¿Desde cuando estás ahí? - preguntó.

- ¿Qué te importa? - imito el rizado y comenzó a reír.

- No tengo tiempo para pelear contigo idiota.

- Cierto. Deberías de estar arreglando lo que hiciste. Louis odia que se burlen de él.

- ¿Tú qué sabes?.

- Vivo con él y su hermano es mi mejor amigo, creo que debo de conocer cosas básicas de él, ¿no? - contestó con simpleza encogiéndose de hombros, como si hablar de Louis no fuera importante para él.

- Claro - contestó Shawn no muy convencido por el alfa.

Y sin decir nada más el chico corrió hacia la habitación de Louis.

- Louis. - llamó Shawn tocando la puerta de la habitación del castaño.

- ¡Déjame en paz! - gritó el ojiazul del otro lado.

- Vamos amor, perdóname, no fue mi intención, solo que eso se me hace algo muy difícil de creer.

- ¿Vas a seguir burlándote de mí? - preguntó el castaño.

- No, no, no amor - negó el chico repetidas veces con la cabeza, aunque Louis no podía verlo.

Después de unos segundos de silencio la puerta de la habitación se abrió.

- Perdón, no fue mi intención hacerte enojar - se disculpó el chico.

Louis sonrió levemente y abrazó a su novio.

- ¿Realmente crees en eso? - preguntó Shawn respondiendo al abrazo del pequeño.

- No lo sé, estoy confundido y asustado. Eso me lo dijo hace un mes, no sé qué sentir. - susurro aferrándose al cuerpo de Shawn.

Louis realmente tenía miedo.

¿Qué pasaría si Melanie tenía razón?.

[...]

Louis leía uno de sus libros favoritos en la sala de su casa, él siempre fue un apasionado de la lectura, leer lo hacía salir del mundo real y entrar a una fantasía.

- Cachorro. - habló Harry entrando a la casa.

Louis no contestó, solo se limitó a rodar los ojos. Harry sabía que a él le molestaba que lo llamara cachorro, pero aún así lo seguía haciendo e incluso lo hacía a propósito para molestarlo.

- ¿Qué haces? - preguntó el alfa detrás de él, recargándose en el sofá.

- Leer, ¿Qué no ves? - contestó el ojiazul irritado.

- ¡Uy, qué carácter tienes! - se burló el rizado - Ya me imagino cuando ya seas omega, nadie va aguantar, cachorro - dijo recalcando la última palabra en un tono burlón.

Louis se molesto cerrando su libro de golpe, ahora resultaba que ni leer en paz lo iba a dejar Harry.

- ¿Omega?, ¿Qué te hace pensar que seré omega? - pregunto ofendido girando su rostro para enfrentar al alfa.

El alfa acercó más su rostro al de Louis, dejando pocos centímetros de distancia.

Harry rió antes de responder - Seré todo lo estúpido que quieras, pero no ciego, puedo apostar que sea porque serás omega. - dijo mirando al pequeño directamente a los ojos, "un omega muy lindo" pensó, pero no lo dijo.

Louis rodó los ojos y se alejó del alfa, la cercanía de sus labios con los del rizado no era buena, él era débil y si Harry quisiera besarlo, de seguro él lo dejaría, pero él tenía novio, Shawn no se merecía que le hiciera eso.

- Te odio. - murmuró.

- No lo haces. - contestó el rizado riendo de nuevo - Vamos, que no te enoje la verdad, es obvio que serás omega, hasta tú lo sabes. - dijo Harry al ver al ojiazul molesto alejándose de él.

- Todo puede pasar.

- Niall es tu hermano y es omega, eso aumenta la probabilidad de que tú seas uno.

Louis frunció el ceño - Claro que no. ¿No recuerdas a Lottie? - preguntó cruzando de brazos y mirando al alfa.

- Claro que la recuerdo.

- Ella es alfa. Qué mis hermanos sean un omega y una alfa, no significa nada. Eso no me define, no tienes que ser igual a toda tu familia.

- ¿Lottie es alfa? - preguntó el rizado sin creerlo, tenía mucho sin ver a la chica Tomlinson, la noticia de que fuera alfa lo tomó por sorpresa.

- Si, no hace mucho que tuvo su primer celo - murmuró sintiéndose incómodo.

Lottie era la del miedo por así decirlo.

Niall fue el primero de la familia en tener su primer celo a la edad de dieciséis años, presentándose como omega, toda la familia había adorado la noticia y desde ese día Louis envidio a su hermano y ahora Lottie se había presentado como alfa hace unos meses, ella tan solo era un año mayor de él y ahora también había tenido su primer celo. Él era el único que faltaba y eso lo hacia sentir aún más fatal.

- Vaya, no me lo esperaba - dijo el rizado sorprendido.

- Eres muy estúpido para haberlo esperado.

Harry rodó los ojos - Cómo sea, cachorro. Ahora te molesto con que te largues de aquí, mi novia no tarda en llegar.

Mi novia.

Eso le dolió a Louis, tragó el nudo que sentía que se estaba formando en su garganta, se negó a llorar, el alfa no valía sus lágrimas ni su amor.

Pero por más que intentara no sentir algo por él, le era imposible.

- Es mi casa también. Tengo derecho a estar donde yo quiera - reclamó Louis.

- Quédate si quieres, tú eres el que nos mirará, haciendo... ya sabes - contestó el alfa encogiéndose de hombros, restándole importancia a Louis, como siempre.

El alfa se sentó en el sofá, ignorando al ojiazul por completo.

- ¡Te odio!, ¡Eres un idiota! - gritó Louis lleno de dolor y coraje - ¡Alfa estúpido! - grito aventándole el libro que tenía en las manos en la cara y salió corriendo de ahí.

Pero Louis no lloró, porqué se lo había prometido.

No más lágrimas por un amor que solo podía existir en su mente.

El alfa sintió el golpe del libro en su rostro - Mierda. - maldijo, iba a salir detrás del castaño, pero el timbre de la casa sonó.

Melanie había llegado.

Harry algún día iba a arrepentirse por tratar a Louis así...

[...]

- Melanie. - susurro el rizado.

- ¿Qué? - preguntó la omega dejando de besar el cuello del alfa.

- ¿Es verdad lo que le dijiste a Louis?.

- ¿Qué cosa? - contestó contra la piel del alfa, mientras dejaba marcas en el cuello del rizado.

- ¿Qué tienes un don?

- Si - se limitó a contestar la chica.

- ¿Por qué le dijiste eso?, ¿Es una especie de broma? - preguntó el alfa, para él también le era imposible la idea del don de su pareja.

La omega se apartó por completo para mirar al alfa a los ojos.

- Yo no miento. - dijo firmemente - Tampoco bromeó. Le dije eso a Louis, por qué es verdad, lo sentí. Él va a tener su celo en unos días.

Harry tragó en seco.

- ¿En serio?, ¿Y qué será?.

- Omega.

El alfa se quedó mudo, no es que fuera que le sorprendiera eso, porqué realmente el que Louis fuera omega era algo muy obvio, pero de cierta manera el escucharlo había hecho que se quedara sin palabras.

"Louis omega", murmuró para sí mismo.

"Louis omega" repitió su alfa.

[...]

Sábado, una semana después.

El sol estaba demasiado fuerte, traspasando las cortinas de su habitación, lastimando sus ojos, obligándolo a despertar.

Desorientado por la luz del sol buscó con dificultad su teléfono, al encontrarlo miro la hora.

2:00 pm.

Era bastante tarde para apenas haber despertado, pero era sábado y era válido hacerlo.

Se levantó de su cama y se estiró, sus músculos estaban tensionados por haber dormido tanto.

Solo Louis era el único adolescente de preparatoria que despertaba con dolor de cuerpo por dormir tanto el Viernes y no por tanto consumo de alcohol.

Más raro no podía ser.

El ojiazul se colocó sus pantuflas y decidió ir a la cocina por algo de comer.

Louis amaba despertar los sábados, porqué eso significaba estar en casa, ver series y películas y hacer una que otra tarea, por qué todas las tareas terminaba haciéndolas el Domingo en la noche, como todo un buen estudiante.

Además la casa normalmente estaba sola para él, Niall y Harry siempre llegaban alrededor de las seis de la tarde, la mayoría de veces estando crudos.

Louis no podía entender cómo su hermano omega podía ser tan despreocupado sobre su celos y su condición de omega.

¿Qué no le preocupaba que en alguna borrachera un alfa lo marcará sin su consentimiento?, o peor aún, que un alfa lo anudara.

Al parecer no.

Mientras bajaba las escaleras para ir a la cocina, Louis pudo percibir ruidos provenientes de la sala.

Con mucha cautela terminó de bajar los escalones y miró sigilosamente hacia todos lados, con mucho cuidado caminó hasta la cocina.

- ¿Niall? - preguntó al entrar a la cocina y ver una cabellera rubia de espaldas a él.

- ¡Mierda! - chilló el omega dando un pequeño brinco, girándose rápidamente para mirar quien lo había llamado - Hermano, me sacaste un susto de muerte. - dijo poniendo una mano en su pecho exagerando su respiración.

Louis rió.

- ¿Qué haces aquí un sábado a las dos de la tarde? - preguntó el castaño - ¿Qué no es para que estuvieras despertando en la cama de algún alfa o en la casa de un desconocido?.

- ¡Cielos cariño, no! - contestó el rubio regresando a su trabajo de cocinar - ¿En qué concepto me tienes? - preguntó fingiendo estar ofendido.

Louis volvió a reír.

- En ninguno. - contestó tomando un vaso y vaciando un poco de café que estaba en la cafetera.

- ¡Oye! - chilló Niall - Ese café era mío, no me mato haciendo café para qué te lo tomes tú.

- Pues mírame como lo hago - reto Louis divertido llevando la taza a su boca y bebiendo - Iré a mi habitación - informó el castaño caminando hacia la salida de la cocina.

- Claro, el esclavo Niall hará el desayuno - dijo el rubio entre ofendido y divertido.

Louis rió.

La risa del castaño fue reemplazada por un grito de dolor de un segundo a otro, sintió un fuerte dolor en el estómago, sus piernas fallaron, siento como si las fuerzas que tenía abandonaran su cuerpo, se sentía tan débil que la taza se resbaló de sus manos, cayendo directamente en piso, esparciendo el líquido en todo el piso.

- ¡Tommo! - gritó Niall.

El rubio apagó rápidamente la estufa y corrió a ayudar a su hermano que se encontraba de rodillas en el piso, con las manos en el estómago.

- Niall. - chillo de dolor - Me duele, me duele, me está doliendo mucho.

La respiración de Louis se estaba volviendo irregular, le estaba costando respirar.

- Tranquilo, tranquilo. Respira, respira hondo. - dijo Niall tratando de ayudar a su hermano - Intenta levantarte Tommo - pidió tomando la mano y cintura del castaño para ayudarlo a levantarse.

- No puedo, Niall - sollozo.

- Si puedes hermanito, vamos, levántate para que pueda llevarte a tu cuarto.

- Duele - chilló sosteniéndose fuertemente del agarre de manos del rubio y con una fuerza sobrehumana trató de levantarse.

Sus piernas temblaban, él comenzaba a sudar, el dolor dentro de él incrementaba.

Louis logró ponerse de pie, fue una obra más de la fuerza de Niall que de él mismo, pero lo había logrado.

- ¿Qué me está pasando Niall? - preguntó el castaño con el dolor consumiéndolo.

- No lo sé Tommo, yo...

La respuesta de Niall se cortó cuando sintió el olor.

El aire comenzó a llenarse de hormonas, apestaba a celo.

Fue cuando la mente del omega rubio hizo clic.

Louis estaba teniendo su primer celo.

Louis por fin se estaba presentando.

- Debo llevarte a tu habitación Tommo, vamos, hazlo por mí, no soy muy fuerte. Tenemos que hacerlo los dos.

Louis juntó las pocas fuerzas que tenia y comenzó a caminar débilmente, sin soltarse de su hermano.

Por un milagro ambos lograron llegar a la habitación del castaño.

Niall acostó a su hermano lentamente en la cama.

- Voy a llamar a mamá, ella debe saber que debemos hacer.

El dolor de Louis incrementó y el deseo de ser llenado se hizo presente, hizo que sintiera más miedo y confusión.

El castaño cerró sus manos en puños en las sabanas de su cama, comenzó a retorcerse deseando algo.

Deseando que su dolor y fuego dentro de él fuera apagado.

- ¿Qué me está pasando? - preguntó.

- Louis... - la voz del rubio tembló - Estás teniendo tu primer celo. Llamaré a mamá, no te muevas.

Niall cerró la habitación y corrió a la sala para llamar a su madre.

Mientras el rubio marcaba el número de su madre en el teléfono lo sintió o mejor dicho, lo olió.

Vainilla y canela.

La casa comenzó a llenarse de ese dolor, ese era el aroma de Louis.

Louis era omega.

- Dios, huele estupendo - murmuró el omega. Saliendo de su aturdimiento por el aroma de su hermano, comenzó a marcar de nuevo.

Antes de que el teléfono fuera contestado la puerta de la casa fue abierta.

Harry había llegado.

- Niall, hubieras visto el estúpido de Justin... - el alfa se calló. Las palabras se quedaron atoradas en su garganta de nuevo.

Niall colgó el teléfono.

Oh no.

Harry aquí.

Un alfa y un omega en celo no era un buena combinación.

- Harry debes irte - ordenó Niall.

El alfa comenzó a respirar hondo, su respiración se incrementó volviendo casi salvaje.

- ¡Harry, vete! - volvió a decir el omega.

- No. - contestó.

- Harry, hermano, debes irte.

El alfa de Harry soltó un gruñido.

- Omega - gruño Harry - Omega - repitió, pero esta vez no fue Harry, si no su alfa el que habló.

Niall estaba en serios problemas...

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