El movimiento era preciso, suave, rígido y al mismo tiempo elegante. La respiración era su única concentración.

Sin distracciones, sin objeciones.

Podía sentir un par de gotas de sudor bajar por su frente, pero eso no le detendría. Movía sus manos agraciadamente por el aire, como un baile al mismo tiempo que le ayudaban a mantener el equilibrio.

Su respiración salía en suspiros suaves que le ayudaban a marcar los tiempos y los pasos.

«Media vuelta y zancada grande»

Se ordenó a su misma cerrando los ojos, logrando el efecto deseado.

Caminar agraciadamente por la cuerda floja era realmente un desafío para cualquiera, el miedo a perder el equilibrio, a caerse y a sufrir un impacto fatal contra el suelo llenaba de adrenalina siempre al cuerpo, haciéndolo concentrarse y no fallar.

Con gracia logró llegar hasta el otro lado de la cuerda, haciendo que finalmente abriera sus ojos, soltara todo el aire que había acumulado y diera un respiro.

Escuchó aplausos sin compañía, que hicieron eco por todo el solitario y gran espacio. Ella buscó con la mirada al emisor hasta dar con una mujer de ya 50 años, arrugas y cabello casi plateado en su totalidad.

—¿Cuánto tiempo llevas observándome? –preguntó con una sonrisa.

—Desde la mitad de la cuerda floja –respondió la anciana.

—De haber sabido que tenía público me hubiera lucido más –comentó con altanería bajando ágilmente de la cuerda cuya altura apenas y sobrepasaba la de ella.

—Te traje un par de bocadillos, toma un descanso –la anciana mostró su bolso carmesí de cuero.

La peli-___ mostró una sonrisa de lado.

—Si no lo hacía ibas a regañarme otra vez, ¿verdad? –preguntó alzando una ceja.

—Creo que la respuesta es más que obvia –dijo y la joven de 21 años caminó hacia ella para sentarse a su lado–. Un día de estos si no comes ni descansas llegarás a desmayarte y te caerás de la cuerda floja _______.

—No si yo lo permito, eso nunca va a pasar Amelia, lo prometo.

La anciana oji-azul curveo los labios a modo de sonrisa para ella. Después sacó de su bolso una caja con macarrons de varios colores, la oji-___ se relamió los labios y tomó uno de la caja.

Mientras la joven comía tan exquisito postre, la mujer de cabellos plateados observó su cuerpo; notó hematomas, raspones y costras en su cuerpo, además de varios moretones que le preocupaban bastante.

—______, ¿cómo te hiciste eso? –preguntó con notoria preocupación, sacando de su lindo trance a la peli-___.

La menor volteó a verle alzando una ceja sin entender, pues estaba masticando el macarron. La mujer de ojos azules le señaló una hematoma en su clavícula, morada y circular.

Ella trago su aperitivo y habló.

—Ah eso.

—No sólo digas “ah eso” –reclamó con preocupación–. Dime por dios santo como te lo hiciste _______.

—Fue mientras ayudaba a Belmont a armar su carpa y la de su señora –habló mientras comía otro macarron restándole importancia, como si eso fuera lo más normal del mundo.

—Pero él es el hombre fuerte, se supone él puede hacerlo solo y no tienes porqué ayudarle –exigió sonando ahora molesta–. ¿Y los demás?

—Ayudando a Vito y a los demás –respondió con naturalidad–, estamos cortos de gente así que ayudamos todos en todo.

Abrió la boca para decir algo, pero al mismo tiempo, nada salió de ella, ni un reclamo, mejor apretó los labios, chisto la lengua y se quedó callada un momento.

—Ugh, ese viejo desdichado, pero me va a oír –murmuró mordiendo una de sus uñas.

La joven lo noto y le detuvo, tomó su mano y le miró.

—Amelia, estoy bien, yo decidí ayudar, hago esto por este circo y el show –se excuso frunciendo levemente el ceño aún teniendo la mano de Amelia atrapada entre las suyas.

Amelia suspiro pesadamente, con su otra mano libre acarició la mejilla de la oji-____. Le miró con nostalgia.

—Solo quiero que no te sobreesfuerces –chisto la lengua–, las cosas serían más fáciles si dejaras este circo.

—¿Y defraudar a mis admiradores y a la gente que le gusta mi show? ¿Abandonar a Vito y a los demás? –se acabó el último de los macarrones, y bebió agua de una cantinflera–. Jamás, a la gente le gusta ver mi show, admira mi talento –mostró una sonrisa de lado–, supongo que es por algo, ¿no?

Camino nuevamente hacia la cuerda floja, trepándose en ella y volviendo a practicar su nuevo número, un ballet improvisado en la cuerda floja.

Sus manos se paseaban por su cuerpo a modo de baile, agraciado, precioso y pulcro. Su respiración se suavizaba con cada toque lizo que se daba en su rostro, y sus pies, se movían delicadamente por la cuerda floja.

Amelia le miraba pasearse por la cuerda floja, y no pudo evitar tener un pensamiento, que soltó al aire; pues su preocupación le invadió.

—¿Sabes? Te pareces mucho a él –soltó con un tono disimulado.

_______ paró su caminata, y volteó la mirada hacia ella, alzando una ceja extrañada.

—¿Hmm? ¿A quién?

—A Jason, él era algo como tu, cuando te veo, veo algo de él en ti –respondió la anciana.

Le costó un momento reaccionar, buscar en su cabeza una persona llamada Jason de la que Amelia le haya contado.

—¿El demonio asesino? ¿Ese monstruo que los padres les cuentan a sus niños cuando son berrinchudos y para que no pidan juguetes demás? –preguntó con extrañeza–. Amelia no lo se, él y yo no somos ni por un pelo similares –volvió a su caminata.

—Él era algo como tu, a veces egocéntrico, obstinado en cierto modo… Y no les gusta escucharme –murmuró lo último bajo pero fue escuchada.

—Pero Jason se volvió… Lo que sea que es ahora –respondió _____–. Él y yo somos muy diferentes –empezó mientras ahora sólo se dedicaba a caminar en la cuerda floja–, yo aún soy humana por ejemplo, yo no he matado a nadie, yo no lastimaría a un niño –prosiguió extendiendo los brazos para ganar equilibrio–; yo no manipularía a alguien ni sería posesiva, y para concluir –volteo a ver a la mujer mayor–, yo no estoy loca como para hacer todo lo que él hizo.

Amelia ante su respuesta apretó los labios, apretó su pecho y miró con preocupación. Recordaba que algo parecido le dijo él, esperaba en ella realmente no pasara lo mismo.

—Espero sea así _______, y que él se aleje de ti.

🖋️༆━━ Y con eso, bellezas de persona que leen esto, es como empieza la nueva novela a la que acabamos de dar vida.

¿Qué les parece?

Espero dejen bonitos comentarios, lindas estrellitas y recuerden que todo esto que hago, es por ustedes, y para su complacencia.

Los amo, recuerdenlo siempre.

Gracias por darle una oportunidad a esto.

Se despide

🖋️༆Miss Writer
💋