Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 4•

Leah Johnson

El insomnio me gano esa noche, no podía procesar lo que estaba ocurriendo, como el mismo chico que deja a otro golpeado en los baños era el mismo que se había ganado mi corazón cuando era niña, como era el mismo que confiaba plenamente me pego una apuñalada por la espalda y ahora vuelve, vuelve a querer encontrar algo que el destruyo completamente.

Los ojos me dolían por tantas lagrimas demarradas al recordar esa noche, esa noche que perdí a las dos personas que tanto amaba.

A pesar de escuchar la alarma hace media hora, mi cuerpo no respondía, no tenia las fuerzas para levantarme de la cama, me enrolle entre las frazadas para acomodarme aun mas y estaba pensando demasiado en si salir de mi habitación por el resto del día, pero eso solo llegaría a tener a mis padres encima de mi preguntándome lo que ocurre y conociéndolos, no van a parar hasta saber lo que pasa.

Unos golpes en la puerta me sacan de mi cabeza.

— Cariño, ya está el desayuno — se escucha del otro lado de la puerta.

— Bueno ma, ya voy — contesto.

Agarro impulso y me levanto de la cama, me miro por el espejo, encuentro mis ojos hinchados, al estar en constantes bajones suelo tener en mi habitación, un vaso de agua con hielo y dos cucharas, me los apoyo por un tiempo sobre los ojos hasta que estos se vean menos hinchados.

Me visto con rapidez y salgo hacia la cocina, en la mesa estaban mis padres, junto con Noah, no le tomo mucha importancia a este último estoy tratando de evitarlo todo lo posible. El desayuno transcurso bastante tranquilo hasta que se fue todo a la mierda cuando mi mama me da la noticia.

— Cariño, come tranquila, Noah te llevara ya que van para el mismo lado — casi me atraganto al escuchar eso, mi mal humor aumenta, parece que a partir de ahora los días serán así de tediosos. Solo asiento en forma de respuesta no tengo ánimos de pelear.

Una vez terminamos nos dirigimos a su coche, el camino se hizo eterno y silencioso, obvio tenia ganas de preguntarle sobre lo que sucedió en el baño, tenia curiosidad de por que golpear de esa manera a alguien pero como ya recordaba su temperamento, esa curiosidad desaparecía, además eso incluía saber más de el después de tantos años y no puedo permitirle sufrir de esa manera a mi corazón. El aparca y yo atino a bajarme pero este bloquea las puertas.

— Déjame bajar, Noah — digo tratando de no perder la paciencia.

— Debemos hablar — me agarra el mentón para que lo mire — por favor.

— ¿Para qué?, para seguir escuchando mentiras — le digo ya enojada y cansada de la situación.

— Solo déjame contarte como fueron en verdad — me ruega.

— Ya no importa cómo fueron, nunca vas a poder enmendar el error de cagarla cuando más te necesite — digo con todo el rencor.

Larga un suspiro y peina su pelo, desbloquea el coche y salgo sin mirar atrás, tratando de contener las lágrimas.

El transcurso en clase fue tranquilo y tedioso a la vez, no tenía la cabeza donde debería estar, solo se mantenía en Noah y mi pasado, aquella que solía ser, lo que perdí, creí haberlo superado, pues parece que no, en mi mejor momento vuelve a atormentarme, con lo tanto que me costo salir adelante. Pero esta vez no será igual, no volveré a caer ahí, a pesar de que extraño tanto ese pasado, una parte de mí se quedó allí.

Salimos con Isabela al pateo, mientras ella fuma, yo me encuentro con mi celular, de pronto siento como si me observaran, levanto la mirada y me doy cuenta que se trata del tipo que lleve a enfermería, me sonríe y yo solo frunzo el ceño, luego mis ojos van a unos marrones hipnotizantes que no despega su vista del tipo, al notar la sonrisa que me dio, este aprieta la mandíbula y manos para contenerse.

No les tomo importancia y vuelvo a mi celular, junto a la charla que mantenía con Isabela, un tono de llamada suena, por la música que deprende sé que es el mío, sonrió al notar de quien se trata.

— Hasta que al fin te acuerdas de mí, mugriento — digo apenas contesto.

— Si porque si no llamo, tu no llamas, verdad, renacuajo — contesta Andrew — apuesto que ya me cambias por algún puto de ahí.

— Cierra la boca, quieres, eso no sucederá, no soy como vos que seguro me cambiaste por la primera que se te paso por enfrente — lo peleo, ya que no estamos en la misma universidad, pero por lo menos si en la misma ciudad.

— Ya quisieras desacerté de mí, no se te será tan fácil — rio — bueno, a lo que llamaba es que hay carrera, por lo cual te esperan en el mismo lugar de siempre.

La alegría por primera vez en estos últimos días vuelve a aparecer, era justo lo que necesitaba, olvidar mis problemas con un poco de adrenalina.

— Llamas en el momento indicado, estaré ahí.

— Que te puedo decir tengo un sexto sentido, prepárate una mochila que paso por ti cuando salga de cursar, dile a tu madre que te quedas conmigo, tenemos que ponernos al día.

— De una, justo necesitaba eso, salir de mi casa, tengo que contarte muchas cosas que pasaron en estos días.

Como habíamos acordado, apenas llegue a casa, prepare mis cosas, por suerte volví caminando y no tuve que hacerlo con Noah, bajo con rapidez y voy hacia mi mama que esta en sala de estar, allí también estaba el susodicho.

— Hola familia, ya llego a quien extrañaban — Andrew entra por la puerta sin tocar como solía hacer desde pequeños y así siguió pasando hasta ahora, va directo a mi madre a abrazarla, esta responde gustosa, es como un segundo hijo para ella, además de que los padres de él y los míos son amigos.

— Mi niño, tanto tiempo — mi madre le dice mientras lo abraza.

— Por dios, que exagerados son, no se vieron por una semana — volteo los ojos, acostumbrada que vivan haciendo estas escenas.

— Celosa, porque me quiere más a mí que a ti — me saca la lengua, a lo que yo se lo devuelvo. Pero su rostro cambia de expresión a una más seria al ver quien más se encontraba aquí. — ¿Noah?

— Andrew, un gusto volver a verte — este le tiende la mano y se la acepta serio.

— ¿Vamos? — me dice a mí, yo asiento.

— Ma, hoy me quedare en donde Andrew — le aviso a mi madre.

— Está bien cuídense mucho y no hagan ninguna cagada por favor — nos lanza una mirada de advertencia a los dos.

— Como crees, si somos unos santos — responde Andrew.

— Si, si como no, ya váyanse — nos hecha.

Salimos de mi casa y nos dirigimos hacia las carreras. 


NOTA DE AUTOR:

Holaa espero les guste perdón por tardar en actualizar es que estaba bloqueada, dejen su opinión y si les gusta voten.♥︎

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro