Navidad || Winterpanther
Para nadie había sido sorpresa alguna que el Rey de Wakanda, T'challa, anunciara su compromiso junto a Bucky Barnes o mejor conocido por los ciudadanos de Wakanda como Lobo Blanco.
Desde que el ex soldado del invierno había despertado de su congelamiento voluntario en Wakanda, el Rey y él habían hecho una gran amistad, la cual se había vuelto más fuerte con el paso del tiempo hasta llegar a mantener una relación sentimental.
Después había llegado el matrimonio y con él, su único hijo y heredero al trono, Azari.
A su hijo realmente le encantaba explorar el mundo y lo había hecho durante su adolescencia mientras estudiaba en una de las universidades más prestigiadas de Europa, fue ahí donde conoció al amor de su vida, Anne, con quien había procreado a una pequeña niña, quien era la adoración de sus abuelos.
El Rey T'challa observo desde la puerta de sus aposentos como Bucky, su reina, le daba su biberón a la pequeña morena de cabello rizado, justo como el suyo, mientras ella, feliz en los brazos de su abuelo, trataba de resistirse a cerrar sus ojos y quedarse dormida.
El americano le cantaba una bonita canción que la reina Ramonda le había enseñado cuando tuvo a Azari, esa misma canción que le cantaba a sus hijos cuando eran unos críos. El Rey sonrió con nostalgia. Jamás se arrepentiría de haber decidido casarse con aquel soldado de cabellos y ojos bonitos. Gracias a él tenía una familia y ella era toda su felicidad, lo que lo complementaba.
Vio como Ania cayó rendida ante los brazos de su abuelo y finalmente cerró sus ojos dejando que el biberón cayera en el piso.
—¿Ha sido difícil?—pregunto el moreno entrando a la habitación y recogiendo el biberón de su nieta.
—Para nada, Ania me ama mucho—Bucky acaricio los cabellos de la pequeña bebe de casi tres años.
—¿Quién no te amaría cariño?—el Rey, ahora era quien acariciaba los cabellos de su nieta y a su vez los de su reina— Eres un esposo, padre y abuelo amoroso.
El soldado se sonrojó.
—No puedo evitarlo, ustedes son mi debilidad.
—Y tú la nuestra—contestó con ternura en su voz.
El Rey T'challa solía ser alguien de semblante serio y frío, sin embargo, cuando se trataba de su familia, todo cambiaba, era amoroso y muy divertido.
—¿Azari se fue?—Bucky acomodo a la niña al centro de su gran cama mientras T'challa asentía.
—Apenas estuvo lista Anne, ambos partieron—sonrió.
—Estoy feliz de que ella haga feliz a mi pequeño.
—Lo sé, creció muy rápido—el moreno no sabía que pasaba con él que se sentía muy sentimental.
—Quedan pocos días para navidad—dijo Bucky viendo a su esposo— ¿Lo festejaremos este año?
No era una tradición típica de Wakanda, pero, T'challa había aprendido que aquella época le hacía feliz a su marido y si él podía ponerle una bonita sonrisa en su rostro celebrando aquella festividad, lo haría.
—Por supuesto cariño—asintió el heredero al trono acariciando la blanca mano de su marido—. Se lo mucho que te hace feliz festejar navidad, además, a Ania le encanta ver todas esas luces que adornan el palacio.
Bucky asintió, sonriendo.
—Ahora me voy, tengo asuntos pendientes.
T'challa le dio un suave beso en las mejillas a su nieta, con cuidado de no despertarla y otro al soldado en sus labios.
No había duda que los reyes de Wakanda estaban más que enamorados.
(◦◦◦)
Durante la siesta que habían compartido Bucky y Ania, el Rey T'challa se había encargado de mandar adornar el castillo con todas luces que encontró.
El palacio se miraba hermoso, un árbol gigante estaba en la sala principal a unos cuantos pasos del trono, con esferas grandes y luces de colores, realmente podía sentirse un espíritu navideño ahí.
Shuri sonrió viendo a su hermano cumplir el capricho de su esposo solo por verlo feliz. En realidad, desde que ambos se conocieron, especialmente desde que su hermano se había enterado de la situación de James Barnes con HYDRA, su propósito había sido reincorporar al soldado a la vida normal, fuera de su pasado y los recuerdos amargos que traía consigo.
La pantera negra le había enseñado al ex soldado del invierno todo lo nuevo que había traído el mundo moderno y no pudo evitar enamorarse de esa alma tan pura y hermosa que James Buchanan Barnes tenía.
—Es hermoso, ¿no crees?—el moreno admiró la obra de arte que habían hecho las decoradoras.
—Lo es—asintió la princesa de Wakanda—. Realmente te has esforzado, estoy segura que Bucky y Ania lo amaran.
—Eso espero, ahora... ¿podrías ayudarme a pensar en algún regalo para ambos?
Shuri sonrió emocionada.
—¡Por supuesto!
(◦◦◦)
Ania y Bucky estaban recostados en la cama viendo Frozen. De pronto, una canción comenzó y la pequeña, emocionada, se paró cantando fuertemente imitando a Elsa.
—¡i goo! ¡i goo!—cantaba la morena el coro de la canción.
El soldado la siguió cantando de igual manera mientras miraba como su nieta bailaba con entusiasmo.
—¿Te gusta Elsa cariño?
La niña asintió.
—O shoy Esha. Ello uno catillo wello—pidió a su manera que, Bucky entendió.
—¿Un castillo?—volvió a asentir.
—Con eve.
—Está bien, veremos qué podemos hacer amor—la tomo estrechándola entre sus brazos.
Y siguieron mirando la película animada que, Bucky ya se había aprendido y la amaba en secreto.
Cuando la película termino, la niña comenzó a señalar los dibujos del brazo metálico de su abuelo, unos que ella misma había hecho con marcador morado, ella siempre expresaba su amor por ese brazo que el soldado tenía sin saber la historia detrás que tenía.
Vio como Ania abrazaba a Bucky y él le devolvía aquella muestra de cariño. Sin duda era una imagen que al Rey le encantaba ver del soldado.
—Todo esté listo hermano—anunció Shuri—. Estoy seguro que a Ania le encantara su regalo y a Bucky también.
T'challa asintió emocionado.
Los días pasaron hasta que el día de noche buena llego. Azari y Anne habían estado quedándose en el palacio por unos días antes de regresar a Europa.
Bucky miraba el resplandeciente sol de Wakanda con la pequeña niña en sus brazos. No era que no amara estar ahí, era su hogar y se sentía bien, aunque a veces extrañaba los días frías de su ciudad, Brooklyn, especialmente, los días nevados como en Navidad.
—¿Piensas en algo papá?—la voz de Azari se escuchó en sus espaldas y el de cabello largo volteo sonriendo.
—En lo afortunado que soy de tener esta familia.
—Papi—chillo la pequeña con emoción.
Ania, al ver a su padre, no dudo ni un segundo en estirar sus bracitos para con él. Azari la tomo apegándola a él y dándole un sonoro beso en su regordeta mejilla.
—Hola cariño—saludo con entusiasmo el príncipe de Wakanda—. Y yo estoy orgulloso de tener un padre tan valiente como tú y Ania de tenerte como abuelo, ¿verdad amor?
La pequeña morena asintió como si supera de qué hablaban los mayores.
—¿Hay reunión familiar sin mí?—dijo T'challa indignado.
—Solo estábamos un poco sentimentales—respondió Bucky.
—Bien, tengo una sorpresa para ustedes—tomo en brazos a Ania mientras abrazaba al castaño.
—¿Qué...?—Barnes trato de buscar respuesta en su hijo pero él solo se encogió de hombros.
Caminaron por el largo pasillo fuera de su habitación, encontrándose con Anne en el camino, ella abrazó a Azari mientras miraba a sus suegros.
Aún podía recordar la primera vez que llegó al palacio de Wakanda, nerviosa y con temor de no ser aceptada pero, sin duda alguna Bucky había sido el primero en aceptarla y demostrar lo feliz que estaba por conocer aquella mujer que traía vuelto loco a su pequeño niño.
Y cuando anunció la llegada de Ania, simplemente se volvieron todos locos. Estaban muy emocionados de tener un bebe nuevamente en el palacio después de tanto tiempo.
Los abuelitos de su hija la consentían de una manera casi exagerada, tal vez por ser su primera y única nieta pero realmente el amor que le tenían era inmenso.
T'challa abrió las puertas del palacio y el cielo se miraba obscuro, Bucky lo miro confundido pero solo unos segundos después, copos de nieve comenzaron a caer por montón.
El soldado puso una expresión sorprendida y Ania aplaudió, feliz.
—¡Eve!—pronunció la pequeña.
El de cabello largo volteo hacia su esposo y le sonrió ampliamente.
—¡Esto es hermoso mi amor, muchas gracias!—dijo James yendo a abrazar a su esposo y dándole un corto beso en sus labios—. Yo... no sé qué decir.
El moreno acomodó un mechón de pelo de su reina detrás de su oreja para poder observar mejor los ojos emocionados del castaño.
—Te escuché hablando con Steve el otro día... sobre lo mucho que extrañabas los días nevados de Brooklyn y sé que a mi princesa le encanta la nieve.
—A veces me pregunto si merezco todo lo que has hecho por mi—Bucky acaricio la mejilla del moreno.
—A veces me pregunto si te merezco a ti amor—T'challa volvió a unir sus labios y Ania los miro con dulzura.
—Awww—pronunció la más pequeña de la familia.
—Ahora, hay muchas más sorpresas.
Estiro la mano del soldado haciendo caminando hasta el patio trasero donde se quedó asombrado por lo que vio.
Era un palacio hermoso y de tamaño considerable. Ania lo vio y grito emocionada, ahí también había montones de nieve y tenía luces relucientes.
—¡catillo!—apuntó al castillo mientras miraba a sus abuelos y padres.
Inmediatamente pidió que la bajaran y corrió hasta dentro de este, donde no dudo ni un minuto en cruzar la puerta. Azari asomó su cabeza hacia dentro y vio como estaba amueblado y hasta un pino de navidad tenía, su padre esa vez si había ido demasiado lejos.
—¡Oye! No recuerdo que me hubieras regalado algo así—dijo indignado mientras se cruzaba de brazos.
—Te regale la vida cariño—T'challa lo abrazo con ternura mientras soltaba esas palabras llenas de burla.
Una vez todos adentro, el Rey repartió un sin fin de regalos, incluso Shuri y su madre estaban ahí también disfrutando de la cena y el ambiente familiar.
Bucky recibió un regalo más, una pintura casi parecida a una fotografía por lo gran hecha que estaba.
Eran sus padres junto a él. Recordaba esa fotografía, solía estar cerca de la cama de su madre.
—¿Cómo... cómo lo conseguiste?
—Conseguiría todo lo que me pidieras, mi reina.
Bucky golpeo su hombro con suavidad y se acurrucó en los brazos de su marido antes de regalarle un gran beso.
—Buellos—dijo Ania corriendo hacia ellos y extendiendo sus bracitos para que alguien la tomara.
T'challa lo hizo y ella disfruto del abrazo cálido que sus abuelos le daban.
Sin duda, Bucky Barnes jamás había esperado tener un futuro así, no cuando HYDRA controlaba su mente y solo había destrucción y muerte, sin embargo, T'challa Udaku había creído en él y le había dado tanto amor que, sin duda alguna no tenía como agradecer.
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La idea surgió luego de ver la casa que Kris le regalo a Stormi y la emoción de mis sobrinitas por la navidad.
Este OS lo tenía planeado para navidad pero por cosas como corregir algunos diálogos y lo apurada que andaba ese día no pude subirlo (es por eso del siguiente mensaje 👇🏼👇🏼👇🏼)
Algo con temática de navidad para estas fechas.
¡Feliz navidad!
¿Qué les pareció?
¿Qué pareja les gustaría que siguiera?
Xoxo,
L🥀.
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