—No—negó Quill moviendo su cabeza de un lado a otro—. Esto no está funcionando—frunció el ceño un poco frustrado por la situación que estaba lidiando—. Jason—llamó a uno de sus nietos pero no escucho respuesta alguna— ¡Jason!—ahora grito más fuerte hasta que finalmente una cabellera casi rubia se hizo presente.

—¿Ahora que pasa abuelo?—entró corriendo quedando justo a un lado de él.

Peter le enseñó el celular y lo volteó.

—Ha estado así, no quiere elegir ningún animal en la pantalla. Esta roto o dañado, no lo sé, el caso es que no funciona—volvió a poner el aparato frente a su rostro y volvió a quedar solo su reflejo y aquel anuncio en su frente sin moverse.

Jason rodó los ojos, rio por lo bajo y negó.

—¡Ay abuelo!, ¿cómo sabes manejar una nave espacial y no poder con los filtros de Instagram?—el guardián lo pensó por unos segundos preguntándose nuevamente que era Instagram, se encogió de hombros. El niño suspiro— Solo tienes que poner tu dedo en la pantalla y comienzas a grabar.

—Oh—jadeó el mayor. Siguió las instrucciones de su nieto con ansiedad y una sonrisa en su rostro que se desvaneció casi de inmediato siendo reemplazado por un ceño fruncido al ver la respuesta—. ¡¿Qué?! ¡Dice que me parezco a un cerdo!—exclamo ofendido—. Y-yo no soy uno. Soy atractivo.

—Ajá—asintió Jason tratando de aguantar la risa—. Puedes intentarlo otra vez. Puede ser que se haya equivocado.

Quill no se dio por vencido y volvió intentarlo. Aquello se había vuelto personal contra aquel aparato de luz que reflejaba su rostro, pero nuevamente el resultado no fue como lo esperaba.

—¡¿Un oso?!—grito indignado— ¿Pero qué demonios le pasa a esta cosa?

—Tal vez avisa que es hora de hacer dieta, una buena rutina de ejercicio y afeitarte un poco mi amor—Scottie entro con una amplia sonrisa al salón. Había escuchado cada palabra de Peter desde la cocina y no aguanto las ganas de reír a carcajadas evitando que su marido lo viera—. Te comiste todas las galletas que había preparado para los niños, sin contar el pastel y la tarta que había hecho, ¿no crees que debes moderar un poco?

—¿Ahora tú también estas con esta cosa hormiguita?—pregunto entre molesto y angustiado el mayor.

El castaño solo acaricio los cabellos rubios del guardián y deposito un suave beso en sus labios.

—Solo digo que debes cuidarte un poco más cariño. Sé que ya estamos fuera de combate pero eso no quiere decir no debas cuidarte, ¿por tu salud?

Peter lo pensó por unos segundos y asintió decidido.

—Tienes razón—se paró como todo un líder. Su vista puesta al horizonte y sus manos en su cadera—. Ahora creo que iré a jugar futbol con Harris Jr y Jason para empezar un poco.

El hombre hormiga asintió.

—No sean tan rudos con su abuelo, ¿entendido?—advirtió a Jason y este asintió.

Cuando salieron Meredith y Emma bajaban las escaleras corriendo para encontrarse con su abuelo Scott observando desde la gran ventana del patio trasero como Peter perseguía la pelota y a cada 3 segundos trataba de tomar un descanso.

—Abuelo—la pequeña Meredith, nombre que Harris le había puesto a su hija en honor a la madre de Peter, lo llamo.

—¿Pasa algo amor?

—¿Crees que podamos jugar con Anthony?—los ojos azules de la pequeña rubia lo miraban de manera tan tierna que no podía negársele—. La tía Cassie dijo que solía jugar con ella y contigo, incluso que tenían una casa de cartón.

Scott casi quiso llorar al recordar aquellos momentos de su arresto domiciliario donde Cassie y él solían tener tiempo juntos y jugaban horas sin parar.

Cuando Harris llego a sus vidas todo había sido muy diferente, realmente había una gran línea de diferencia entre lo vivido con su hija e hijo, porque con Harris había sido un padre casi perfecto mientras que con Cassie había sido un padre primerizo, inexperto, la había cagado un par de veces, con arrestos por robos, por involucrarse en peleas estúpidas como la Guerra Civil, siendo separado de la niña de sus ojos como solía llamarla, y aunque Peter le había ayudado en todo, había sido un idiota siendo padre.

Agradecía que Cassie no pensara eso, ella lo amaba, sus dos hijos lo hacían y aunque Harris no era tan efusivo como la castaña, siempre que había oportunidad le decía cuanto lo quería. Realmente amaba a su familia.

—Juguemos entonces mientras las galletas que el abuelo Peter se comió terminan de hornearse—dijo riendo mientras iba a buscar aquella casa de cartón que se encontraba en el ático.

La tarde pasó más rápido de lo que hubieran imaginado, entre risas por parte de Scott junto a sus nietas y la hormiga Anthony recreando misiones de los vengadores y por lado de Peter con su rostro rojo y respiración agitada casi al borde del colapso debido al cansancio de jugar un partido de futbol con sus nietos mayores.

—¡El abuelo Peter parece un tomate!—Emma grito entre risas, los demás, incluso Scott la siguió.

—Tienes razón Em—secundo su hermano Harris.

—Pero es un tomate lindo—Meredith corrió hasta él y se sentó a su lado abrazando a su abuelo con ternura.

—Te amo estrellita—le dijo a la niña que era tan parecida a su madre.

—Les dije que no fueran tan rudo con su abuelo pequeños demonios—Scott los tomo a los dos revoloteando con fuerza sus cabellos—. No ven que ya es un anciano.

—Oye Scottie, no necesito tanta ayuda—una mueca se puso en su rostro para después dejar notar el cansancio—. Además estas actividades de Terra son muy aburridas, me gustaba jugar futbol, cuando era pequeño y mi espalda no solía dolerme todo el tiempo—coloco sus manos detrás y la sobo despacio—. Deberíamos mejor ir al espacio y explotar un par de lunas, eso sí es divertido.

—¡Sí!—gritaron sus cuatro nietos emocionados.

Cuando el abuelo Scottie no estaba y solían quedarse con el abuelo Peter él los llevaba al espacio en el milano para explotar algunas lunas o simplemente para contemplas una lluvia de estrellas. Luego, al ir al colegio contaban sus divertidas aventuras en el espacio haciendo que todos se emocionaran.

También, su abuelo Quill les había contado de su padre, Yondu, quien lo había criado y le había enseñado a ser un forajido, las increíbles historias de aventuras visitando otros planetas con él y su equipo siempre se las solía contar cuando iban a dormir, podían jurar que mientras relataba aquellos recuerdos que guardaba con recelo en su mente le sacaban un par de lágrimas, aunque solo dijera que era por una pequeña basura en su ojo.

—¡No! Nada de explotar lunas—negó el castaño mayor—. ¿Ya olvidaste que casi te arrestan por eso Peter?

El rubio lo recordó casi de inmediato, sobre todo por el escándalo que se había creado por su persecución y el cómo Gamora lo había salvado luego de electrocutar a aquellos policías espaciales.

—Pero es divertido abuelo—se quejó Jason.

—No los voy a poner en riesgo.

—¿Una lluvia de estrellas tal vez?—Meredith propuso emocionada.

—Eso suena lindo—respondió Scott—. Pero no lo creo.

—¡Entonces visitemos Xandar!—Jason hablo esta vez.

—O visitemos el reino cuántico—a Harris le emocionaba todo lo relacionado con aquello, por eso, le emocionaban ir a la casa del bisabuelo Hank quien solía hablarle sobre ello.

—¿Por qué mejor no comemos las galletas que hizo el abuelo Scott?—la pequeña vocecita de Em intervino en la discusión.

—Finalmente alguien tiene un plan tranquilo—Ant Man la carga y besa su mejilla.

—¿Alguien dijo galletas?—Quill trato de buscarlas con la mirada pero se topó con la de Scott—. Solo bromeaba amor—rio—. Yo comeré una fruta.

—¿Y si comemos galletas mientras vamos a ver una lluvia de estrellas?—Meredith insistió.

—Vamos Scottie—Peter y sus nietos pusieron una cara demasiado tierna mientras agitaban sus pestañas. No pudo resistirse y cedió rendido.

—Está bien, creo que tal vez podemos ir.

Todos se abalanzaron hacia el abrazándolo mientras festejaban felices.

Tomaron las galletas y lo necesario para pasar un momento en el espacio. Luego subieron al auto y manejaron un par de kilómetros hasta llegar aquel campo que habían tenido que comprar para estacionar el milano.

Una vez dentro de él, tomaron sus respectivos asientos y con Peter de piloto partieron hacia el espacio. A veces era un poco mareador dar el salto pero siempre era muy divertido.

Un poco de tiempo después, se encontraron finalmente con una hermosa lluvia de estrellas que pudieron presenciar frente a sus ojos por el gran ventanal del milano, sin duda una maravilla del universo.

—Es hermoso—susurraron sus nietos.

—Lo es—confirmo Scott maravillado sin apartar la vista.

—No lo creo—Peter atrajo las miradas de todos—. Porque la estrella más hermosa la tengo yo—él castaño sonrió entendiendo las palabras de Quill—. Su abuelo Scottie irradia una luz tan brillante como una. Él ilumina mis días con esa resplandeciente sonrisa y... te amo mucho hormiguita.

—Peter...—arrastro su nombre casi quebrándose por lo romántico que podía llegar a ser su marido—. Te amo mucho más Star Lord.

Unieron sus labios en un tierno beso que todos presenciar con un tierno "awww" de fondo.

Luego de presenciar la lluvia de estrellas bailaron un poco con la música de los casetes que el abuelo Peter guardaba en la nave. Definitivamente pasar tiempo con los abuelos era de sus momentos favoritos pues las risas y aventuras inesperadas jamás faltaban.

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Me lo venían pidiendo desde hace muchos OS atrás so... aquí esta.

¿Algo de diversión entre los abuelitos que para mí serían los más divertidos de Marvel?

Por si no se entendió:

Jason (8) y Emma (5) son hijos de Cassie.

Harris (9) y Meredith  ( 7) son hijos de Harris.

¿Les gusto?

Xoxo,
L🥀.