Jungkook tomaba con lujuria los labios de su novio disfrutando el sabor de estos.
Taehyung solo se limitaba a gemir o jadear por los besos bruscos y necesitados de su alfa.

Omega y alfa se encontraban envueltos en sábanas de la gran cama matrimonial.
Tae tomaba el cabello de Jeon
profundizando el beso sin llegar a lastimarlo.

La pareja sentía que la adrenalina y calor corporal subía, prontos a quedar desnudos, el lloriqueo de un bebé los interrumpió rompiendo la burbuja de placer que estaba comenzando a formarse.

— Voy yo.— dijo Taehyung preocupado porque sus cachorritos lloraban, caminando apresurado llegó a la cuna rosa, tomando a sus bebés en sus brazos.

— Ya mis cachorritos ¿Quieren dormir con sus papis? — sugirió Tae con voz cariñosa y repentinamente el llanto de los bebés seso, gimoteos suaves le dieron la respuesta a Taehyung quien con ambas criaturas volvía a su habitación.

— ¿Qué? — Jungkook pregunto tomando en sus brazos a Hoseok.

— Solo cállate alfa y cuida a tus cachorro.— Tae le miro amenazante y Jeon solo puchereo mimando a Hoseok mientras Tae se encargaba de Sana.

Y así los cuatro se durmieron creando inconscientemente un nido familiar que hacía sentir protegidos a los menores de la familia Jeon.

A la mañana siguiente, Tae se levantó para dejar a los bebés en la cuna, el día se veía muy bonito, con cariño se puso ropa de entre casa, abriendo las ventanas y dejando un cariñoso
beso en la frente de Jeon.

La casa Jeon era muy hogareña y risueña, Taehyung amaba su pequeño hogar, el cual están un poco alejado de la cuidad, dónde los fuertes ruidos no eran molestia para el.

Con cuidado entro en la cocina lista para preparar el desayuno, tomó algo de fruta picandola con cuidado, colocó el yogurth, las tostadas y la mermelada de piña. También preparo un poco de leche de banana, la favorita de su Alfa.

Minutos después de tener todo terminado, Jungkook aparecía por la cocina tomándolo desprevenido en un beso mañanero.

— Hola principito.— Tae sonrió ante el apodo a pesar de que su rutina seguía igual, amaba los inesperados besos y cariños de su alfa.

— Hola alfa gruñon.

— Tengo hambre Tae — Taehyung asintió dejándole un vaso de leche de banana.

— Listo Kookie, ¿Irás a trabajar?

Jungkook arrugó su nariz un poquito disconforme al mirar aquel vaso.

—Si, amor aunque yo me refería a que quiero comerme a un bonito Omega, con una pijama de patitos y ligero tono cerezo en sus labios

Tae miro la cocina con el ceño fruncido.

— Jungkook. Solo estoy yo.

Jeon le dió un trago a aquel vaso de leche de banana y luego miro con picardía al mayor.

—A quien quiero comer es a ti Taehyung— el castaño sonrió.

— No puedes, debes ir al trabajo y yo debo cuidar a los cachorros y terminar un conjunto de ropa pedido.

Jungkook puchereo terminando de desayunar, si no fuera por el trabajo o los lloriqueos de sus hijos, estaría entre las piernas de Taehyung.

El alfa se despidió de su Omega, yendo directamente a su trabajo. Mientras que Tae se quedó con sus cachorritos.

Dándolos de comer de su seno, sin quejarse, eso le habían enseñado en el hospital y el simplemente presto suma atención.

Los cachorritos se durmieron.

Taehyung los acostó en la cuna notando el parecido de Sana con Jungkook y Hoseok con el.

Suspiro enamorado de sus bebés, se veían muy bonitos y cuando nacieron fueron la cosa más chiquita del mundo. Algo arrugados pero bonitos.

Siguió con su trabajo, poniendo mucha atención, Tae solía estresarse si algo no le salia bien, y en su trabajo que sus vestidos o ropa nueva que creaba no salieran perfectos le fastidiaba muchísimo.

Unos lloriqueos lo sacaron de su estado de concentración, con pasos apresurados se fue a ver lo sucedido. Topándose con un Hoseok boca abajo y una Sana encima de su hermano.

— Sana, Hoseok es tu hermano, no un juguete de montar.— replico el Omega poniéndolos en buena posición, tocando sus pañales viendo que ya estaban sucios.

— Bien ustedes serán trabajo duro.— Tae sintió el olor fétido, tomando aire, decidió sacar el pañal bambi y unas toallitas húmedas olor a cereza.
Limpiando a sus hijos y dejándolos más cómodos.

Un suspiro salió de su boquita listo para volver a su trabajo.

Y los bebés volvieron a llorar.

Taehyung cerro los unos segundos y  regreso, viendo que tenían hambre, así que los alimento de nuevo.

Volvió a su trabajo. Pasando toda la tarde ocupado con sus hijos y su trabajo, para su suerte Jungkook ese día llegó temprano ayudándolo con los bebés
mientras el acababa su última pieza
de colección.

— Jeon Jungkook la próxima te juro que te castrare.— amenazo Tae y Jeon lo
miro asustado.

— Pero T-Tae.

— Sin peros alfa, ahora deja a esos mocosos en la cuna y regresa para mí sesión de mimos.— el azabache sonrió viendo las adorables mejillas y
cabello desordenado de Taehyung.

El mayor estaba estresado y cansado, era comprensible que este de mal humor.

Los bebés por su suerte se durmieron profundamente.

Y la pareja retomo una larga sesión de mimos, besos y cariños.

Taehyung se fijó que la vida de papa, sería dura. Sin embargo decidió dormir tranquilo, ya retomando algunas cosas que sus hijos comenzaron hacer.

¿Y Jungkook? .El quería vestir de mariquita a Hoseok.

Mañana iría de compras con su familia así compraría lo que falta para sus hijos.

Un capítulo medio corto pero ¡Hey! Preparen sus vestidos, ropa de gala y regalos 😈
Porque en el siguiente capítulo hay boda mis queridos hermanos