▬ act four
El hombre con el niño en los ojos
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En mi cabeza pasaban trescientas cosas al mismo tiempo. El asesino de Kevin, mis padres de acogida, el trío curioso... siempre acababa en este tipo de situaciones cuando ayudaba a Edwin, pero este me estaba tocando demasiado cerca.
Estaba conduciendo de camino a casa y paré en un semáforo que, para mi suerte, era el que más duraba en rojo. Me acomodé al asiento, apoye una mano en mi frente y con la otra agarré el volante, siguiendo con el dedo el ritmo de la música que sonaba. Escuché motores, acelerones y mucho ruido de coches en mi dirección, las luces de los autos me cegaban a tal punto que cerré mis ojos.Me encogí asumida de que todos esos coches me iban a arrollar e iba a acabar dando vueltas de campana por la general, los coches pasaron a tanta velocidad que movieron mi todoterreno, di un grito que salió de mi boca y ya no se oía nada. Alcé mi cabeza con miedo para encontrarme con absolutamente nadie y algo que había en mitad de la carretera que antes no estaba.
—Putos locos. —respiré hondo con las manos temblando todavía y abrí la puerta para ver qué se había caído, era una cartera.
Una vez que recogí lo del suelo, una luz me cegó y más ruidos de motores en mi dirección, procesé el salir corriendo, pero estaba segura de que no me daba nada de tiempo, así que me agaché y me tapé mi cabeza a la vez que escuchaba chillidos de ruedas, un viento acalorado y el sentimiento de unas luces en mi cara apareció de repente, miré al frente y encontré esos ojos azules que hacían que todas mis visiones llenas de fuego fueran bonitas, él estaba agarrado al volante con su pelo castaño despeinado con magulladuras en la cara, entrecerró los ojos para visualizar mejor lo que estaba viendo"¿Blair?", rompí mi promesa y pude escuchar dentro de su cabeza. Yo no pude evitar apartar la mirada hacia su compañero que, ahora, estaba haciendo gestos a Gael. Me fijé en la vena de su cuello que se hinchaba con cada grito que daba. Volví a ojear a Gael, que tenía su cara de estar maldiciendo a todo lo que veía, puso marcha atrás y con una última mirada hacia mí bajó la ventanilla
—Sube —exigió Gael
—¿Cómo!?
—Blair, si no subes vas a ser puré en el asfalto —miró por el retrovisor— Sube ya!—Y el inútil no mentía.
Sirenas, ruidos de motor y chirridos de ruedas se escuchaban cada vez más y más cercanos. Nerviosa y sin saber qué narices hacer, cerré los ojos y recé internamente mientras miraba hacia arriba, dando tumbos rápidos entre al coche y antes de que cerrara la puerta, Gael ya había acelerado a fondo llevándome hacia la otra parte del coche gracias a que no llevaba el cinturón puesto, giró dos calles agresivamente hasta que llegamos a una recta y aceleró.
—¿Me vais a explicar que coño está pasando!!!??? —grité asomando mi cabeza entre los dos
—Tú solo ponte el cinturón. —Me contestó Gael.
Refunfuñando me coloqué el cinturón sin dejar de mirar a ninguno de los que estaban en el coche conmigo. El chico rubio le salían poros verdes y el aura de Gael era naranja muy oscuro, podía sentir que estaba aterrorizado... ¿Pero por qué? Solo podía ver los brazos fornidos de Gael jugando con las marchas del coche y sus ojos verdes atravesando cada parte de mi alma. Seguimos la recta hasta que giró de golpe para entrar en un terreno de tierra, oscuro y tierra mojada, era lo único que se podía ver, solo las luces que había en un punto específico más adelante de nosotros.
—¿Qué estás haciendo? —pregunté
—Mira guapa, si no te callas vamos a tene-
—No estoy hablando contigo. —interrumpí— ¿Gael?
—Es complicado. Cuanto menos sepas, mejor —bajó la velocidad— Por nada del mundo salgas ahí afuera. — me hubiera encantado que hubiera sido una advertencia y no una amenaza.
Había tres coches aparcados con las luces apagadas, solo Gael las llevaba encendidas, el chico rubio salió del coche junto a Gael, el rubio andaba muy confiado, mascaba chicle y saludó a todos como si fueran hermanos. Dos chicos con pistolas anduvieron por cada puerta del coche de Gael y yo me quedé helada sin saber qué hacer.
Los cristales estaban tintados lo cual ayudaba en cierta parte, no me podía esconder muy lejos, ya que uno de los dos me vería por la parte delantera. Decidí plantarme en el asiento del medio sin mirar a ninguno de esos dos hombres con pistolas. Gotas de sudor empezaron a aparecer en mi frente y mi saliva no tragaba como solía hacer, todo me estaba saliendo más difícil de lo que me salía antes, mi pecho subía y bajaba como una bomba a punto de estallar.»Si no los miro, no se darán cuenta de que estoy aquí.« Pensaba y rezaba por qué de verdad, fuera así. Las ventanillas estaban bajadas y aun no queriendo saber nada de lo que estaban hablando, no me dejaban otra.
—Ahí la tienes, hemos tenido unos percances con ella, pero aquí está —dijo Gael agarrando a una chica del brazo
—¿Te ha hecho correr, eh? —respondió el hombre más mayor— Muy bien, hijo. Te dejaré saber la siguiente.
—Como siempre, Kol. —Gael cogió algo de la mano del anciano con vestimenta elegante y volvieron de camino al coche. Pude ver como el aura de Gael pasaba de Azul a Naranja en cuanto vio a los dos hombres con pistolas que estaban en cada puerta del coche donde me encontraba
—Buenas noches, Lobo. —dijo Gael al hombre de su puerta
—No nos has dicho que traerías a una amiga. —sonrió el hombre armado y miró hacia mí, Gael había abierto la puerta, pero la cerró de golpe cambiando por completo su aura que ahora era negra
—¿Quién? ¿Ella? La encontré en la carretera tirada, será alguna drogadicta. —sonrió de lado— No creo que mañana recuerde nada.
—Entonces compártela con nosotros un rato. —alzó sus manos al aire— Si mañana no recordará nada como tú dices. ¿No? Su aura era tan negra que apenas podía ver el aura roja que salía del hombre con el que hablaba
—Ni de coña.
—¿Por qué no, Gato? No será tan diferente a lo que acabas de hacer.
»¿Gato?«
—A ver, a ver... ¿Te has perdido en algo? Cuando el jefe de tu jefe me pida que la traiga, la traeré —dio una vuelta en él ojeando de arriba abajo a ese hombre con una sonrisa fría— Y no olvides, que el jefe de tu jefe soy yo.
Alguien disparó un tiro y yo di un salto breve mientras mordía mis labios llenos de sudores, nuevas lágrimas y temblores
—Es que pareces tonto, tío —pude visualizar que el rubio había dado el tiro al aire hablándole con burla
—Solo llevas un arma y ya te crees la puta hostia —Gale dio una pausa— ¿Y sabes qué? Los guaperas chulos son los primeros en morir.
Gael se alejó de él y abrió la puerta del coche, se sentó y bajo la ventanilla para dirigirse al hombre mayor que ahora estaba riéndose del panorama. ¿Qué les hacía tanta gracia?
—Haz lo que tengas que hacer con este —miró al tal Lobo— Por su bocaza ya no es útil.
Dio marcha atrás y salimos del terreno sano y salvos. Bueno, a mí me estaba dando una taquicardia de cuidado. Sus auras se relajaron muchísimo más, el rubio seguía con su aura verde durante todo el tiempo y Gael ahora tenía el aura naranja
—¿Bueno y vamos a habla —intentó preguntar el rubio?
—No. —contestó Gael
—¿Puedo hablar sin que me interrump-?
—No! —pero esta vez fuimos los dos
Pude notar que alzó su cabeza para mirarme por el retrovisor, pero no lo miré, estaba intentando tranquilizarme de mis temblores y los pensamientos del rubio eran muy persistentes en mi cabeza. Quizá suene gracioso o no tan creíble para algunas personas, pero cuando una persona tiene tantos pensamientos juntos es como el sonido de un reloj... tic...toc... tic...toc... así sucesivamente, la aura también ayudan a saber si de verdad quieres saber lo que piensan o no.
Ahora tenía la suerte de poder controlar un poco más eso, pero cuando era pequeña podía escuchar todos los pensamientos de todas las personas con las que estaba... por eso nunca salía de mi habitación
Luché conmigo misma para no meterme en su cabeza, pero para variar sin éxito de nuevo»Tengo un hambre... pero para decirle a Gato de pasar a por comida rápida...«
»A ver si cuando llegué está mi hermanita y puedo sorprenderla con el juguete que le compré ayer, tengo muchas ganas de ver su reacción...«
»Cómo hará Gael para hacer de tío duro, malote y sexy a la vez? ¿Me veré así?«sonreí al ver que se acomodó en su asiento al mirar de reojo a Gael
»¿Blair? «miré hacia Gael y él maldijo para sus adentros al ver que lo miré.
Mierda.
Estaba tan relajada que me dejé por completo.Lo había visto por primera vez hoy desde que lo acogieron y ya había roto la promesa que le hice, dos veces. Maldita sea.
Nota de la autora;
✿︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶✿
Bueno bueno!!!! ¿Cómo vais hasta ahora?
¿Primera impresión de Gael?
¿Que creéis que está metido?
No os olvidéis del voto y comentarios para dejarme saber cómo os gusta! 🍷
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