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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 5

Arim;

Cuando salimos de la escuela, luego de despedirnos de Jungkook que parecía aturdido por algo, Yoongi me secuestró y me trajo a un jodido centro comercial, obligándome a que le ayudara a escoger un regalo ñoño de gusto para una chica con gustos ñoños. Era oficial, estaba enamorado y aunque actuaba como si no, lo estaba, me emocionaba porque era la primer vez que lo iba a ver atontarse con alguien, también descubrí que era un romántico de primera y daba por hecho que la canción del otro día era para esta afortunada chica.

En nuestro camino al centro comercial pensé un poco en Jungkook y en lo apagada que estaba su mirada luego de la hora del almuerzo, el no quiso comentar nada con nosotros, tampoco podíamos exigirle a que lo hiciera, habían cosas que eran mejor no remover.

— ¿Arim? — Yoongi con su voz áspera rompió el silencio — ¿cual crees que sea la mejor opción de regalo?

— ¿para quién es? — con un atisbo de esperanza pregunté por la afortunada, pero Yoongi era mojigato aveces y puede que no soltara nada.

— Te mueres de curiosidad, ¿cierto?

— Pues sí, imagínate, mi amigo, al que jamás he visto si quiera parpadear en dirección de alguna chica de la noche a la mañana me muestra una canción más romántica que la historia de Romeo y Julieta, y que además de eso me pide que le ayude a comprar un regalo para alguien del sexo femenino — pude ver un leve color rojizo en sus mejillas — pues claro que estoy curiosa, tonto — le di un pequeño golpe en el brazo y Yoongi sonrió.

— Te lo diré solo si prometes no reírte — parecía bastante serio en esto — te conozco.

— Yoongi, jamás haría chiste de tus sentimientos, una verdadera amiga te apoya en cualquier estupidez y creo yo que tu ya sabes que yo soy ese tipo de amiga. — mis palabras parecía que le brindaban esperanzas y con un poco de pena se aclaró la garganta dispuesto a hablar.

— Puede que no la conozcas — para mis adentros murmuré un 'puede ser' — es Hanuel, la mejor amiga de la novia de Jungkook.

— ¿Shin Hanuel? ¿La gemela de Dong Min? — Yoongi asintió. Joder — Min Yoongi, si Dong Min se da cuenta que estas enamorado de su hermana te partirá el hocico, Jesús.

— No le tengo miedo.

— Pues yo sí tengo miedo de quedarme sin mejor amigo. Nadie se mete con ella por miedo a su hermano, no creo que tu seas la excepción.

— Arim, el menor de mis problemas es su hermano, lo malo aquí sería que ella me rechace — sentí el temblor en la voz de Yoongi al pensar en ser rechazado — ya se que no soy el más atractivo, pero tengo mi corazoncito, y si Hanuel me rechaza todo se va a la mierda.

— Yoongi — la ternura había invadido mi corazón — eres lo mejor que podrá pasarle. Si te rechaza, solo demostrará que es una tonta por no quererte.

— ¿Y si me rechaza por que no le gustó?

— Bueno, eso no significa que tenga que rechazarte — Yoongi parecía confundido —solo significa que aplazarán el noviazgo hasta que ella esté dispuesta a estar contigo, claro, luego de que te permita conquistarla.

— En mis sueños yo no tengo que ir tras ella.

— Bueno pues, bienvenido a la vida real.

— No entiendo como es que sabes de esto si cuando mucho has sido besada una sola vez, y no cuenta porque fui yo, y si hablamos de tu historial con los chicos, bueno, no hay.

— Yoongi, yo de verdad ya había olvidado la vez que nos besamos — solo volver a recordarlo me daba vergüenza — no tenías porque decirlo.

— Enana, está bien, fue hace mucho y si no mal recuerdo, solo duro como cinco segundos.

— Da igual, fue un beso. En todo caso, sí he besado a más personas — Yoongi levantó una ceja con curiosidad.

— ¿A quién?

— No te lo diré — Yoongi se echó a reír y aceleró hacia el centro comercial.

Cuando llegamos Yoongi parecía ya conocer la tienda exacta donde ir, la dependienta nos ayudó mostrándonos todos los artículos que tenían disponibles. En realidad mi trabajo no fue mucho, Yoongi parecía saber que darle a su 'casi chica', él solo me mostraba lo que escogía esperando a que yo diera mi opinión pero  después de todo el que terminó escogiendo fue él. No escatimó en los precios, parecía que no le importaba si era para esa chica.

Salimos del centro comercial cargados de un enorme oso de al menos un metro con cincuenta, por nueve centímetros más y es de mi tamaño, cosa que nos costó meter en el auto, además de un enorme banner con una frase ñoña, palabras de Yoongi, y una caja de rosas, si esa chica despreciaba a mi gatito, le partiría la cara.

Yoongi me dejó en la puerta del orfanato, se despidió como siempre lo hacía, con un beso en la cabeza. Yo pasé directo a ver a mi abuela, sabía que cada día perdía más energía pero yo trataba de hacerla sentir bien, de que supiera que tenía a alguien  que la amaba.

— Hola, abu — ella solo abrió los ojos y me dio una media sonrisa — ¿te desperté?

— No mi niña — su voz era apenas reconocible — esperaba que vinieras a verme.

— Lamento no haber venido más antes, Yoongi y yo tuvimos algo que hacer.

— No te preocupes mi niña. Aún está pendiente lo de plantar las nuevas plantas que tenemos en el jardín.

— Abu, es mejor que descanses, eso podría ser muy agotador.

— Arim, no me trates como a una liciada, lo espero de todos pero no de ti — la tristeza de su voz provocó la mía, saber que algún día ella ya no iba a estar me partía en corazón.

— Esta bien abuela, mañana vendré corriendo luego de clases para que lo hagamos. — le sonreí para mostrarle un poco de fuerza — Descansa, abu — le di un besito en la frente y esperé a que volviera a cerrar sus ojos para irme a mi habitación.

Cuando llegue a mi recámara Susan ya dormía, me fijé en el calendario de mi pared, me mostraba que en realidad solo me quedaban unos cuantos meses en este lugar, un poco tiempo más y tendría que decirle adiós, y lo que más quería era que nana aún viviera para ese tiempo.

(...)

Cuando desperté por la mañana sentí un fuerte dolor en el vientre, eso solo significaba que mi útero recordó que era mujer. No me agradaba mucho cada vez que mi periodo tocaba mis puertas, era molesto, doloroso sobre todo y viscoso, uh. Pero gracias a eso podía saber que todo funciona bien dentro de mi, no me quejaba por tener que sangrar por cinco días seguidos (seis cuando mucho), el único problema es que en lugar de enojarme mucho durante esos días, yo lloraba.

Me adentre al baño sosteniendo mi mano en mi vientre en busca de una pastilla para el dolor, el maldito dolor era algo que no se podía explicar, no es como cuando tienes migraña y sabes que el sentido te pulsa, este dolor era diferente, no sabes donde comienza, no sabes cual es el núcleo, solo sabes que te duele todo, hasta la espalda y te dan unas tremendas ganas de ir al baño constantemente y por alguna razón cuando estás ahí sentada en el váter es el único lugar en el que sientes que el dolor es menos, de ahí, no importa que posiciones hagas para sentir menos dolor, nada funciona, nada.

Me di una ducha rápida, pero bien, hoy mi sangrado era abundante por ende tenía que usar una toalla nocturna, cubrían todo, no había manchas y eso era bueno. Recordé que hoy tenía deportes, lo que era para mi un contratiempo, con mi útero doliendo era casi imposible que yo hiciera algo de ejercicio.

Salí disparada de mi habitación cuando Yoongi me dijo que estaba esperándome afuera desde hace veinte minutos.

— Buenos días Yongo. — le saludé como siempre con un beso en la mejilla.

— Buenos días enana. ¿Desayunaste?

— No Yoongi, hoy es uno de esos días en los que no quiero saber nada del mundo. — Yoongi pareció comprenderlo. Me tendió una leche chocolatada y un sobre de galletas ordenando silenciosamente que lo comiera porque él se había tomado la molestia de pensar en mi y en mi desayuno.

— Gracias Yoongi.

En el camino a la escuela tocamos diversos temas, uno de ellos fue Jungkook, sabíamos que al chico algo le había atormentado ayer pero sabíamos que no debíamos inmiscuirnos, sin embargo lo haríamos, para eso éramos amigos, para que uno se apoyara en el otro cada vez que lo necesitaba, sin importar que lleváramos pocos días conociéndonos, Jungkook ya era de los nuestros y nosotros cuidamos y amamos a los que son de los nuestros. Llegamos a la conclusión que teníamos que hablar con él sin tratar de forzarlo.

(...)

Yoongi aparcó el auto en el área de estacionamiento, como a dos coches de distancia estaba Jungkook en su Jaguar negro, con la mirada perdida en algún lado y de lejos se miraba que la procesión no iba solo por dentro, también por fuera. Yoongi también se dio cuenta de su estado, ambos compartimos una mirada y entendimos que talvez este no era el mejor momento para hablar.

Era increíble ver como Yoongi se había acoplado bastante bien a Jungkook desde la primer vez, con mis otros dos amigos jamás fue así, intenté por activa y por pasiva que se llevaran bien, pero simplemente no lo logré, en cambio a Jungkook no le discutió, ni le cuestionó, simplemente lo vio como un amigo, y si algo sabía bien yo es que Yoongi podía resultar muy mezquino a la hora de escoger amigos.

En silencio los dos nos dirigimos hacia nuestros respectivos salones, Jungkook no se presentó, ni a la primera, ni a la segunda clase, preocupada esperaba desesperadamente la hora de la comida para poder buscarlo y darle mi apoyo, Yoongi dijo que talvez era mejor dejarlo solo, pero yo me negué diciéndole que lo que menos necesitaba ahora Jungkook era soledad. Luego de unos minutos la estupida campana sonó, aliviada recogí mis cosas y desperté a Yoongi que yacía dormido en su pupitre, como siempre me reprendió, sin embargo me acompaño a buscar a Jungkook.

Cuando salíamos del salón nos encontramos a Soojin, nos preguntó por Jungkook pero dado a nuestro poco conocimiento de su paradero solo nos encogimos de hombros, fue ahí que supimos que lo que sea que atormentaba a Jungkook estaba relacionado con su novia.

Lo encontramos en la azotea, con la cabeza hundida entre sus piernas, probablemente llorando, mi corazón se hizo pequeño, disminuimos nuestro paso y nos acercamos a él con cuidado.

— Jungkook... — trate de tocar su brazo, pero no me atreví por miedo a que me apartar.

— ¿Qué? — pregunto levantando la cabeza y confirmando nuestras sospechas, lloraba, mucho.

— Supongo que no estás bien — dije sonando obvia, Yoongi se mantuvo en silencio — pero puedes hablarlo con nosotros.

— Jungkook, puede que no seamos los más indicados para estas mierdas del corazón, o bueno, yo no sea el más indicado, pero si algo sé, es que prefiero caer yo antes que un amigo mío lo haga — la voz áspera de Yoongi irrumpió en Jungkook — pero dado que ya has caído te aseguro que te ayudaré a levantarte.

— Yoongi, no se que hacer... — Jungkook soltó un grito lastimero pero no pudimos comprenderlo — me ha mentido en mi cara, todo un jodido año — mi mente solo formuló 'Soojin', dejando de un lado mi enojo lo abracé, él no se resistió — se suponía que me amaba, yo no tenía dudas de que lo hacía con ella.

Yoongi tomó asiento del otro lado de Jungkook mientras yo abrazaba al chico.

— ¿Qué fue lo que pasó? — Yoongi se encargó de hacer la pregunta difícil mientras yo me encargaba de dar apoyo físico al chico — puedes hablarlo, dolerá menos.

— No estoy seguro de si dolera menos incluso si lo cuento a toda la escuela — había lástima y decepción en su voz — pero ya puestos, toda la escuela debe de saberlo, todos lo hacían menos yo.

— Explicate, porque joder no estoy entendiendo nada, si hay que partirle la cara a alguien solo dime, conozco gente. — eso sacó una sonrisa en el chico pero el nego con la cabeza.

— Soojin, mi novia, estaba embarazada — abrí mis ojos tanto como pude, incluso sentí que se saldrían de los bordes — todo bien, lo había aceptado y estaba más que feliz porque creía que el bebé que tenía dentro era mío — el asunto parecía que ahora agarraba forma — me engañó por un año con Dakho, el imbécil del presidente del equipo de Fútbol — Soojin era mala, y Jungkook no debería de estar derramando lágrimas por quien no las merecía — fruto de eso era el pequeño que se desarrolla, o desarrollaba porque piensa abortar.

— Joder, no hay más que decir hermano, estáis jodido.

— Lo sé, Yoongi. Lo que más me molesta es que su razón para hacerlo era tan puñetera como sus acciones.

— ¿Que te dijo?

— Prácticamente, que mi pene no estaba a la altura — yo casi me ahogo con mi propia saliva y pude sentir mis mejillas calentándose, Yoongi por otro lado solo hizo una media sonrisa — y lo peor de todo, es que estoy aquí llorando como una mariquita en lugar de celebrar porque el destino me libro de una mala mujer.

— Llorar no es de mariquitas, todos tenemos que hacerlo alguna vez, te duele, la amabas, lo anormal sería que no llores porque interpones a tu orgullo de hombre antes que a tu sensibilidad de ser humano — mmmm Yoongi era sabio — eres humano, sentir y querer llorar es parte de ello.

— Pero ya he llorado anoche, no es necesario que lo haga ahora también, ni siquiera puede entrar a clases.

— Llora lo que tienes que llorar — Yoongi encogió sus hombros — lo que si no permito es que creas que tu pene to estaba a la altura, eso sí que no. — Dios mío, después de esto no miraría a Yoongi igual.

— Se como soy, y se lo que tengo entre las... — los interrumpi.

— Alto chavales, eso sí que no. Hay una dama aquí — señale mi cara pareciendo obvia.

— Arim, esta sufriendo ¿sí?, diría cualquier cosa para hacerlo sentir bien. — Jungkook soltó una sonrisita y me envió una mirada de disculpa por su anterior comentario.

— Lo importante aquí, Jungkook, es que puedes estar seguro de que vas a estar mejor de lo que alguna vez creíste. He visto a Dakho, y no es ni la sombra de lo que tu eres, no hablo solo de los físico, también de lo humano, un humano con sensibilidad jamás se metería con otro que ya esta ocupado. Ella ha cambiado el más por menos — lo abracé más fuerte — y por más, me refiero a ti.

— Yo, solo creo que tomaré este día completo para relajarme, ya mañana estaré bien.

— Tómate los días que quieras, cuando el corazón está dolido lo que menos necesita es un plazo para recuperarse.

— Bueno sí, hay que regresar a clases — Yoongi se puso de pies y yo hice lo mismo, le tendi mi mano a Jungkook para que se pusiera en pie pero se negó — Arim, te lo decía a ti, Jungkook está de vacaciones.

— Ah. Bueno entonces, adiós — me despedí de Jungkook con un apretón de mano.

Lo dejamos ahí solito, para que pudiera reflexionar y llorar más si quería, nosotros teníamos que regresar a clases.

(...)

Deportes, odiaba deportes, mis pies no eran tan coordinados y siempre terminaba en el suelo, uh. Pero aquí estaba yo, tratando de quitarle el balón a MinYoung, que por cierto me miraba con odio, mientras ella parecía una máster en esto, yo era un bebé que apenas y se sentaba solo. Como era de esperar, y por su cara de odio hacia mi, me golpeó varias veces, en el pie, en la pierna y "accidentalmente " con su mano en mi cara, no dije nada por miedo a que me golpeara otra vez, yo era una gallina, jamás peleaba y tampoco quería empezar a hacerlo ahora.

Después de nuestra exhaustiva sesión de Fútbol yo fui por un poco de hielo para ponerlo en la pierna, se haría un moretón, pero  al menos el hielo disminuirá la hinchazón. Cuando pasaba por los pasillos vi a Jaehyung de espalda, dispuesta a hablar con el le toque el hombro.

— Hola Jae — cuando se dio la vuelta pude ver a MinYoung, que puso los ojos en blanco ante mi presencia — ¿Como estás?

— ¿Aún hablas con esta perdedora? — la manera tan grosera en que lo dijo me envió una fuerte sacudida que se concentró en mi corazón — se suponía que ya no somos sus amigos.

— Y así es — respondió Jaehyung — mira Arim...

— Ya, dile de una vez. Arim no queremos pretender que somos tus amigos cuando nunca lo fuimos.

— No comprendo.

— Como siempre, deja te explico. Jaehyung está conmigo y ya se que tu gustas de él, así que como comprenderás no dejaré que te acerques a él.

— Ya sé que está contigo, pero eso no tiene que ver con nuestra amistad.

— Entiendelo de una vez, yo jamás fui tu amiga, solo me acerqué a ti porque eras cercana a Jaehyung, y él lo hizo por lástima — el desprecio en sus palabras era palpante.

— No es cierto — dije en apenas un susurro.

— Claro que sí, mírate, quien querría ser amigo de una huérfana y sobretodo pobre — las lágrimas se acumularon en mis ojos amenazando derramarse — nadie te quiere cerca, eres huérfana.

— ¡Callate! No sabes jodidamente nada, soy un ser humano, merezco amigos...

— No no lo haces, acéptalo, para mi fuiste un pase de suerte para un favor y para Jaehyung simplemente su obra de caridad. — esperaba que Jaehyung dijera algo diferente, pero no, sus palabras incluso fueron peores.

— Jamás quise ser tu amigo, solo me diste lástima, te vi salir del orfanato y por eso quise hablarte, solo era lástima — sus palabras terminaron por romperme y ni siquiera intenté contener mi llanto.

— Aceptalo, nadie quiere se amigo de una huérfana — pensaba decir algo más, pero no tenía palabras, alguien habló por mí.

— Te equivocas, yo si quiero ser su amigo. — la voz de Jungkook se alzó fuerte entre el eco que formaron los pasillos.

— ¿Tu? — Jaehyung preguntaba con asco — el idiota al que engañaban, no me sorprende, perdedores con perdedores.

— No me hagas hablar, sabes que puedo arruinarte — la respuesta de Jungkook era amenazadora, pero eso no pareció hacer nada en ellos dos.

— ¿Ya sabes que es huérfana? — las palabras de MinYoung eran asquerosas.

— Sí y no me preocupa, yo solo puedo ver a una persona que merece el mundo entero, pero en cambio de cuando los veo a ustedes yo solo puedo ver a dos contenedores enormes de basura.

— No te metas conmigo Jeon...

— Sí no, ¿qué?

— Me aseguraré de que te arrepientas. — la amenazadora voz de Jaehyung no era nada ante la presencia poderosa de Jungkook.

— Jaehyung, Jaehyung — la voz de Yoongi sono en los pasillos — parece que la otra vez no obtuviste suficiente.

— ¿Tantos salvavidas necesita una huérfana?— la voz de MinYoung pareció molestar a Yoongi.

— Si te metes con esa chiquilla que está ahí, también lo haces conmigo, por si no ha quedado claro, estoy dispuesto a hacer lo que sea por Arim y si eso incluye quitarlos del camino, lo haré.

— No entiendo que le ven, ustedes son iguales que nosotros, con el mismo estatus.

— El estatus me lo paso por el arco del triunfo si eso significa que tengo que convivir con ustedes dos — las palabras de Yoongi sonaron contundentes, Jungkook puso su brazo sobre mis hombros y me arrastró los los pasillos con Yoongi tras nuestro.

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Este capítulo lo escribí desde el año pasado JAJAJA😬

Nada que ver con la situación, pero:

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