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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 4

Arim;

La abuela de Yoongi nos recibió con mucho cariño, besó nuestras mejillas y las apretó, para Jungkopk fue tan confuso el hecho de que Yoongi se dejase hacer por su abuela cuanto ella quisiese sin renegar, yo solo le sonreí. La abuela nos llevó al comedor donde ya tenía toda la mesa puesta, la verdad era una pena que utilizaran esa mesa tan grande solo ellos dos, lo bueno es que ahora éramos cuatro. La abuela se sentó en la esquina, Yoongi a su derecha, Jungkook a la izquierda y yo junto a Jungkook.

— Cuentame querida Arim, ¿cómo están las cosas por el orfanato? — Jungkook al escuchar esa palabra se sorprendió, pues nadie en la escuela conocía mis orígenes, solamente Jae, MinYoung y Yoongi.

— Bueno, todo a ido bien — comenté, atención de Jungkook estaba completamente dirigida a mi — pero la abuela ha estado enferma — le dije con preocupación.

— ¿Qué le pasa? — Yoongi se mantenía callado, observando las expresiones de Jungkook.

— Bueno, se le ha dicho que es cáncer — las ganas de llorar me golpearon terriblemente  — pero ella está tomando sus medicamentos.

— Arim, cualquier cosa que necesites no dudes en decirme, sabes que siempre estoy pendiente de ti — la señora Min me sonrió y apretó mi mano.

— Gracias Seunmin. — Jungkook me veía con preocupación y Yoongi también. No había hablado con nadie la situación de la abuela, mientras más ignoraba su enfermedad mejor era para mi asimilarlo todo.

Comimos en silencio, solo se escuchaba el tintineo de los cubiertos sobre los platos de porcelana. Recordé con pena la terrible muerte de los padres adoptivos de Yoongi, pudo afrontarlo bien, pues no lo vi ni una sola vez desmoronarse, en mi caso yo habría llorado a mares todos los días, también mi alma hubiese muerto de tristeza, pero supongo que cada uno llevábamos el dolor como mejor nos resultara.

La cena se desarrolló tranquilamente, entre risas y viejas anécdotas que la abuela de Yoongi contaba sobre nosotros, pudimos hacer que Jungkook estuviera más relajado durante el tiempo que compartimos. Todos ayudamos a limpiar las mesa, Yoongi discutía con su abuela porque mostraba unas fotos de él cuando era más pequeño, fotos que el aseguraba que eran vergonzosas, pero en ese momento en lo único que podía pensar era en cuán afortunado era Yoongi al haber sido acogido por una familia que era desmesurada con el, mi corazón se alegraba al saber que uno de los dos fue amado por padres, porque incluso si sus papás no están vivos el aún tiene a su abuela, tiene más de lo que alguna vez yo tuve o tendré.

Nos despedimos de la abuela y de Yoongi, quien le pidió amablemente a Jungkook que me llevara a mi hogar porque aseguraba que el estaba demasiado cansado como para ir y regresar, como era de esperar Jungkook aceptó sin ningún problema, incluso fue tan caballeroso al abrirme la puerta. Mientras él conducia cuidadosamente hacia la dirección que le había dado rompió el silencio.

— Oye, yo... yo no sabía que vivías en un orfanato — dijo la última palabra casi en un susurro, pensando que talvez yo me sentiría mal por oírla, pero era mi realidad y ya había aprendido a vivir con ello.

— Sí, es como secreto de confesión. Nadie lo sabe.

— ¿Nadie? — preguntó extrañado — pero la escuela...

— A los maestros no les interesa quiénes son mis padres, los pagos llegan puntuales. Eso es todo lo que importa — Jungkook pareció meditarlo un poco.

— Supongo que tus amigos sí lo saben. ¿No?

— Pues sí, son o eran mis amigos después de todo. — suspiré con pesadez al recordar a esos dos.

— Y yo, ¿qué soy?

— Supongo que ahora eres un amigo — traté de sonreír para hacerle ver que todo estaba bien — así que como sabrás, me gustaría que quedara entre nosotros.

— No tienes que pedirlo, son tus asuntos, jamás haría algo para entrometerme en ellos, pero... — con la duda clavada en sus ojos y su vos trato de formular la frase que seguía — ¿porqué lo ocultas?

— Porque entre menos personas lo saben, menos personas tienen derecho a lastimarme — no sabía si mi proceder era el correcto — se que no es para tanto, y te puedo asegurar de que hace mucho acepté mi realidad, pero las personas pueden ser muy crueles a veces.

— Sí, las personas somos así. Te aseguro que también mantendré esto solo para mí. — confiaba en su palabra, incluso si solo tenía poco tiempo tratándolo, pero la sinceridad que había en sus ojos me aseguro que el era de las pocas personas que son leales.

— Gracias — dije en apenas un susurro. Mientras pensaba que más decir, vi la foto de una chica, la misma de los otros días — ¿Tu novia? — le pregunté mientras señalaba la foto que estaba sobre el estéreo del auto.

— Sí — me respondió con una sonrisa — se llama Soojin.

— ¿Siempre cargas con una foto de ella aquí?

— Sí, es que no puedo dejar de pensar en lo hermosa que es, así que traigo una foto como recuerdo de lo más valioso que está conmigo. — su mirada risueña me confirmó  cuán enamorado estaba — supongo que la conocés.

— Sí, la he visto, pero hasta ahora se su nombre. Es muy bonita.

— Lo sé. — me sonrió otra vez y yo aparte la vista hacia el vidrio de mi ventana.

La noche estaba tranquila y no había demasiado tráfico, sentí que mis ojos se cerraban justo cuando Jungkook aparcó en la entrada al edificio donde vivía.

— Llegamos — informó luego de que parecía que yo no quería perder la cómoda posición que había encontrado en el asiento de su auto.

— Muchas gracias por traerme — luego de que le dije eso me bajé del auto y cerré la puerta. Jungkook no dijo nada y solo arrancó su auto.

Cuando entre al edificio pase por el cuarto de la abuela a ver que tal estaba, pero cuando entré ya estaba dormida y tenía una bandeja de comida a la par, lastimosamente estos últimos tiempos tenían que obligarla a comer algo, sabía que perdía fuerzas pero ella parecía ignorarlo y querer hacerse la fuerte, incluso cuando sabia que no debía.

Si yo llegaba a perder a la abuela jamás en mi vida podría llegar a soportarlo por esa razón intentaba con todas mis fuerzas hacer que ella se tomara sus pastillas para que recuperara fuerzas. Le di un beso en la mejilla y la dejé sola en su habitación, yo me dirigí a la mía donde todo estaba en silencio y a oscuras, rápidamente me cambié y cepillé mis dientes para dormir, tan pronto como lo hice me dormí.

Jungkook;

Me desperté tan temprano como los otros días, emocionado por el día de hoy, anoche hablé hasta tarde con Soojin, hablamos de nosotros y de nuestro futuro como pareja, ahora que algo había cambiado en nuestras vidas trataba de darle todo mi respaldo para que sintiera que podía apoyarse en mi todo lo que quisiera, le aseguraba que ella no iba a caer mientras estuviera conmigo.

Estaba embarazada. La noticia me golpeó un poco cuando recién me di cuenta, pero en lugar de salir corriendo le di todo mi apoyo, claro que eso me costó un regaño de mamá y papá pero al final del día ellos dos se alegraron y me dijeron sin palabras que para lo que necesitara ellos iban a estar de mi lado.

Anoche le informé a mi novia que está mañana pasaría a buscarla, no quería que tuviese que preocuparse por tomar el autobús, cualquier cosa en estos primeros meses podía lastimar al bebé, era crucial que se cuidara tanto como pudiera. Aún teníamos la conversación pendiente con sus padres, ella aún no quería que yo me presentase ahí, debo de admitir que tenía un poco de miedo al pensar en su reacción, pero ahora era mi responsabilidad.

Cuando baje de mi habitación a la cocina mi mamá estaba ahí, aparentemente esperándome con mi desayuno.

— Buenos días madre — le di un beso en su mejilla y ella me abrazó — ¿papá?

— El salió temprano cariño, pero aseguró que estaría aquí para cenar.

— Genial. Supongo que está trabajando en algo verdaderamente difícil ahora.

— Sí, un asesinato — mi papá era uno de los mejores abogados de Busan, parecía que siempre sabía lo que hacía y siempre resolvía todos los casos que se le presentaban, por más difíciles que fueran.

— Wow, está grueso.

— Ya sabes cómo es papá — me obligó a sentarme y a que me comiera el desayuno que preparo para mi — por cierto, ahora tienes que traer a Soojin a cenar, tu papá lo pidió.

— No se si quiera, está un tanto difícil ahora, ya sabes, el embarazo es difícil, supongo.

— Claro que lo es, todo en ti cambia. — mamá creyó que yo podía comprenderlo pero no fue así, no era una mujer, lastimosamente jamás podría comprender lo que Soojin sentía ahorita.

— Tratare de convencerla — termine de comer todo tan rápido como pude para poder salir a la casa de mi novia.

Conduje con cuidado por la avenida que llevaba a la Villa donde mi novia vivía, sus padres eran adinerados por ende vivía en una de las mejores y más alejadas zonas de Seúl.

Cuando llegó al auto pude ver su preciosa sonrisa y sus hermosos ojos, era la niña más preciosa que alguna vez había visto y no solo hablaba de su exterior. Algo que llamó mi atención fue lo hinchado que se encontraban sus ojos, con aparentes signos de haber llorado, cuando le pregunté que había pasado ella solo dijo que eran sus hormonas que estaban cambiando, no podía creer que le afectaran tan rápido, pero yo no sabia mucho de embarazos, por lo que hice una nota mental de buscar cualquier tipo de información para poder tratarla como ella lo merece.

Entre nuestras charlas y risas llegamos al instituto, cuando salimos del auto ella caminaba un poco cohibida y nerviosa.

— ¿Sucede algo amor? — le pregunté deteniendonos un momento.

— No, Kooki. Solo es que me siento diferente.

— Es normal supongo — trate de reconfortarla dándole un fuerte abrazo.

— Antes de ir a clases tengo que pasar por el baño, ahora parece que también padezco de incontinencia urinaria.

— Entiendo amor, si quieres que te acompañe, puedo hacerlo.

— No, está bien, puedes irte a clases — me dio un suave beso en los labios y nos despedimos.

Me quedé ahí viéndola unos segundos, meditando sobre nuestro futuro. Segui con mi camino adentrándose en los pasillos de la escuela, en el camino me encontré con mis dos nuevos amigos, Yoongi y Arim, con ellos a mi lado la situación parecía mejor, Arim con su inocencia alegraba los corazones de las personas que la rodeaban y Yoongi él... bueno él era Yoongi, era genial solo por ser él.

Tuvimos nuestro primer bloque de clases, el día parecía transcurrir bastante normal y monótono, Yoongi y Arim discutiendo como dos pequeños niños, MinYoung enviándole miradas de odio a Arim y Jaehyung siendo arrogante como siempre. Me distraje un momento para enviarle un mensaje a Soojin.

Yo:¿Vamos a comer juntos?

Muñeca💘: Claro mi amor, nos vemos en el almuerzo. Te amo.

Yo:Te amo más de lo que nunca sabrás.
Nos vemos.

Sonreí ante la pantalla de mi celular, contando los minutos para poder ver su preciosa cara.

Cuando la clase de Biología terminó salí disparado hacia el comedor, ni siquiera me despedí de los muchachos, solo me concentré en Soojin, pero antes de llegar al comedor decidí hacer una parada técnica por los baños, pero al pasar por el baño de las chicas, las paredes eran muy finas, pude escuchar la voz de mi novia.

— Joder, no se que hacer. — podía escuchar el nerviosismo de su voz. Sabia que no tenía que escuchar pero algo en mi corazón me impidió irme — cuando se de cuenta Jungkook va a odiarme.

— Te lo advertí Soojin, jugar a dos bandas no siempre es bueno.

— Lo sé. Pero yo jamás pensé que esto iba a pasar. — mi novia estaba preocupándome.

— Bueno es algo natural, te acostaste con Dakho sin condón — mi corazón se hundió — no entiendo como pudo pasarte. Sin gorrito no hay fiesta, es algo así como un mandamiento.

— Lo sé, Hanna, pero es qué tener sexo con Dakho era tan adictivo — las lágrimas se acumulaban en mis ojos incapaz de soportar esta mierda — sentía que Jungkook ya no me estaba dando lo que necesitaba, él era lindo pero Dakho era más caliente.

— Soojin, dudo mucho que Jungkok no sea caliente, lo que pasa que a ti él te trataba como a una princesa. Ahora estás embarazada y vas lista si piensas que Dakho se va a hacer cargo. — sentia que ya no podía respirar, mis pulmones y corazón estaban a tope y ya ni siquiera me preocupé por evitar que las lágrimas cayeran.

— Jungkook cree que es su bebé.

— Pero no lo es, y si tu de verdad eres humana le dirás la verdad. Jungkook no merece esto, lo engañaste por un año, no pienses en mentirle con esto — un jodido año Soojin, mi Soojin, se había estado acostando con otro — arreglatelas y dile la verdad.

— Va a odiarme.

— Es lo que mereces. Admítelo fuiste un perra y este es tu castigo. Si no le dices cuando esté bebé nazca Jungkook se dará cuenta que no se parece ni un solo pelo a él — de no haber escuchado esta conversación no me hubiese importado que ese bebé no se pareciera a mi, lo iba a amar sin tan siquiera fijarme en su físico, pero todo estaba jodido — pero si no le dices tú, se lo diré yo. Y es mejor que no me hables, no mereces tener amigos.

— No, Hanna, no me dejes — Soojin parecía estar llorando.

— Vete a la mierda — cuando Hanna salió de los baños me vio ahí, de pie, llorando y lo único que hizo fue una reverencia y me ofreció una mirada de disculpas y se fue.

Destrozado me dirigí hacia los baños de los hombres y me encerré en un cubículo a meditar todo. Era una mierda, todo había sido mentira, el bebé no era mío, ella me engañó por un año entero, jugó con algo precioso para mi, hizo que yo con emoción se lo contara a mamá y papá y lo que es peor, destrozó mi corazón en la manera más terrible en la que se puede destrozar un corazón. Mi teléfono vibró en mis pantalones.

Muñeca💘: Ya estoy en la cafetería, ¿ya vienes?

     Yo: Si cariño, ya estoy en camino.

Con un terrible nudo en la garganta me encamine a la cafetería, traté de actuar con normalidad cuando le vi la cara, sentí que la despreciaba, incluso saber que compartíamos el mismo aire me asfixiaba.

Comimos en silencio, o bueno al menos yo lo hice, ella habló tanto sobre nosotros y el bebé que las náuseas me incomodaron pero no dije nada, hablaría con ella cuando estuviera más calmado, cuando estuviera listo para hablar sin decir algo hiriente, porque si había algo que mi corazón no me permitía era tratar mal a una mujer, no podía hacerlo con ella.

Le pedí que nos encontráramos luego de la escuela, en el patio trasero. Esta vez sí me despedí de los chicos que trataron de hacer preguntas pero yo solo dí respuestas ambiguas, no quería agobiarlos, prefería ahogarme solo.

La vi aparecer luego de unos minutos, venía tan sonriente pero esta vez yo no sonreí solo me quedé sentado en una banca, ni siquiera me levanté a abrazarla como antes.

— Hola amor — me saludó con alegría y falsedad — ¿te pasa algo? — pregunto al ver que yo ni siquiera me inmute ante su saludo.

— ¿De quién es el bebé, soojin? — su cara se volvió roja y su boca se abrió ligeramente sin poder articular una palabra — ¿vas a responder?

— Jungkook, no se de que hablas amor, sabes que... — no la deje terminar.

— Amor mis bolas — trate de sonar calmado pero no pude — jodidamente me mentiste, Soojin, ¿por qué?

— Puedo explicarlo — susurro nerviosa y a punto de llorar.

— No, ya se que mi pene no estuvo a la altura, conozco la razón pero dame la lógica — sus ojos se abrieron y se llevo la mano a su pecho — ¿no era mejor terminar?, dame tu lógica para no hacerlo.

— Jungkook, las cosas no son así, solo se dio y cuando me di cuenta ya no podía parar.

— Es la lógica más mierda que alguna vez he escuchado. Pero ya que jamás espero volverte a ver quiero que seas sincera, ¿de verdad ibas a dejarme criar a un niño que no es mío?

— Yo... yo planeaba abortar — oficialmente la despreciaba — se que es cruel pero...

— Tu mejor opción, porque como madre serías una mierda Soojin.

— No me trates así, respetame. — exigió enojada — se que no es lo mejor pero no puedo hacerlo, es un bebé no deseado de un idiota, de no haberte dado cuenta probablemente yo no...

— No lo habrías hecho — termine la oración por ella. Me puse de pie y cogi mi mochila — ya se que darte para tu próximo cumpleaños...

— Jungkook, aún podemos arreglarnos. — pidió suplicante.

— ... te daré un protector solar, el fuego en el infierno es terrible. — me fui de ahí dejándola sola, probablemente triste, pero yo regresaba a casa con el corazón partido.

Conduje tan rápido como pude a casa y cuando llegué fui a buscar a mamá para hablar con ella y tratar de consolar mi corazón un poco. Cuando le conté lo que había pasado desgraciadamente ella también lloró conmigo en nuestra de apoyo, me abrazó y besó, luego me dijo la frase más sabia que alguna vez había escuchado.

— No hay mal que por bien no venga, no le entiendes ahora, más lo comprenderás después, mi niño — mamá me consoló como solo una madre podía hacerlo.

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Este capítulo me causa mucha risa, creo que es por la parte de Soojin y Jungkook.

Escribí esto antes del escándalo de Soojin(g-idle), así que no crean que la puse de mala solo por eso.

Yo después de escribir este capítulo:

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