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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 26

Arim;

Era increíble ver como el tiempo pasaba, Septiembre parecía volar al igual que mi tiempo con Jungkook. Cada día que se sumaba a nuestra relación era mejor que el anterior. Me acompañaba en cada cosa que hacía, no cuestionaba mis acciones sin embargo me decía cuando algo no le agradaba y eso me tenía completamente feliz.

Jungkook no era el típico novio celoso, más le gustaba marcar territorio, la semana pasada me reí de él muchas veces. Estábamos en un festival de la escuela recibiendo a visitantes de otros institutos y practicar compañerismo. Todo marchaba bien hasta que uno de los otros estudiantes se acercó a mi e intentó hablarme, desde lejos pude sentir la intensa mirada de Jungkook sobre mi cuerpo, entrecerró los ojos hacia mi y luego se acercó para rodearme la cintura con sus manos, en un agarre bastante fuerte.

Espanto al chico, prácticamente le dijo "vete a la mierda" pero con palabras más suaves como, "creo que tu coordinador te busca" después, pensé que ya estaba más tranquilo y el mismo chico se acercó a mi y me pidió mi número telefónico, una vez más Jungkook estaba cerca de mi y le dijo que el único que tenia teléfono celular era él. Le regañe y le dije que no debía hacer eso, que esos arranques se cavernicolas no me gustaban mucho, se disculpó conmigo y me prometió no volver a hacerlo aunque no le creo mucho.

Se veía muy tierno cuando aparentaba estar enojado, la vena de su cuello se hinchaba y sus mejillas y orejas se podían de color rojo, además de que sus fosas nasales se abrían mucho.

Mientras estaba acomodando mis cosas en mi mochila el perfume de Jungkook se colo por mis fosas nasales.

— ¿Te vas ya? — aun estábamos en la escuela, él salio al baño mientras yo trataba de recuperar mi aliento luego de hacer educación física — ¿Esta vez si vamos a ir juntos?

— No, Jungkook, aun no me voy. Sin embargo me gustaría informarte que tengo que hacer unas cosas antes de ir a casa.

— ¿Qué cosas? — preguntó, tomando mi mochila e impidiendo que siguiera con mi marcha.

— Iré al médico — abrió los ojos y puso su mano en mi frente.

— No tienes fiebre...

— Ya lo sé, genio, no todos vamos al médico solo porque estamos enfermos — abrió su boca en una pequeña "o" y luego sonrió.

— ¿Entonces a qué vas?

— Son cosas de mujeres — le quite la mochila y seguí guardando mis cosas.

— ¿Qué cosas? Entiendo mucho de mujeres.

— Sin duda que lo haces — quería reírme, pero ver su cara me dio ternura — Te diré para que estés tranquilo. Las mujeres tenemos que hacernos chequeos periódicamente y ver si todo anda bien ahí abajo — sin querer, mis mejillas se calentaron porque no era fácil tratar de explicarle eso a tu novio — ¿Satisfecho?

— No del todo... ¿Qué quieres decir exactamente?

— Quiero decir, tonto, que iré al médico a que me haga un chequeo y me diga si estoy apta para probar métodos anticonceptivos — solté las palabras con toda la pena en el mundo.

— Pero tu...

— Es cosa de la abuela... ella tiene esta idea de que ahora que tengo novio, pues algunas cosas son inevitables a pasar y bueno... — una sonrisa boba apareció por su cara.

— ¿La abuela tiene esa confianza conmigo? — me dijo mientras me tomaba de la cintura y me acercaba a él.

— No te emociones, Jungkook — me solté de su agarre para darle la espalda porque no quería que notará el nerviosismo en mi cara.

— Dile a la abuela que no hay nada de que preocuparse, que no estamos en ese nivel... por ahora.

— Ni ahora ni después, hago esto porque ella me lo pide — traté de controlarme y encararlo — Así que no te hagas ideas. Vamos — tome más cosas y su mano ñara sacarlo del salón y marcharnos.

Le había dicho una verdad a media, sí iba para el médico, sin embargo mi cometido era ir a buscar un obsequio que mande a hacer para él, algo que quería que obtuviera antes de su partida a la universidad, y dado que era una sorpresa no podía decirle. Además que, aunque me gustaba pasar tiempo con él algunas veces podía parecer un pequeño chicle.

Se despidió de mi con un beso, yo me quedé a esperar a que la abuela pasara por mi y me llevara a la cita con el doctor. Yoongi se marchó temprano porque tenía algo importante que hacer, según él, aunque yo lo dudaba mucho porque algo me decía decía que eso "importante" tenía mucho que ver con su novia Hanna.

☁️

Una hora más tarde salí del consultorio del médico con pastillas anticonceptivas y una paleta por mi buena conducta. Lo de las pastillas no me agradaba mucho, pero él me dijo que es mejor estar preparadas a tener visitas inesperadas, además me aseguró que no había nada de malo con tomarlas, no le creí mucho pero no iba a resistirme. No es muy normal que una chica de casi dieciocho años tome anticonceptivos si aún no ha empezado una vida sexual, pero dado que era una recomendación de la abuela haría caso, además en algún momento puede que me sean útiles.

Pasé por la joyería donde había encargado el obsequio de Jungkook, estaba justo a como yo lo quería y con la única frase que hacía que de verdad nos conectaramos. Era perfecto y no me importaba si le gustaba o no, él lo iba a usar.

Se marchaba a finales de octubre, mucho antes del fin del ciclo escolar, mucho antes de que la graduación se diera, no iba a poder verlo junto a mi, celebrando que terminábamos un capitulo utilizando las últimas líneas de este para un poco de nuestra historia.

A final de año siempre hacia una lista de las cosas que me habían hecho feliz, este año la lista tendría un solo puesto y ese era Jungkook. Estaba muy segura de que lo sería, muy jodidamente segura.

☁️

Estaba haciendo mi tarea cuando alguien invadió mi habitación.

— Hola, novia — Jungkook se acercó a mi y me dio un beso profundo — Cuanta felicidad — me dijo cuando vio que no reaccioné.

— ¿Qué haces aquí?

— Ya sé que me extrañarte mucho, yo también lo hice — torció los ojos y se acercó hasta el televisor que tenia en mi habitación — Tu y yo tenemos algo que hacer.

— Mira, cariño, primero necesito que salgas de mi habitación y luego hacemos todo lo que tu quieras — lo señale con un dedo mientras trataba de acomodarme.

Estaba en una situación un tanto complicada, bajo la sabana de mi cama se encontraba mu cuerpo medio desnudo solo con mis bragas y la camisa del uniforme.

— ¿Por qué? — se dio la vuelta y empezó empezó conectar un montón de cables que saco de su mochila.

— Estoy desnuda bajo la sabana...

— Me quedaré aquí, puedes cambiarte — se quedó de espaldas a mi y me dio tiempo para buscar algo con que cubrirme.

Rodé los ojos y busque al lado de mi cama un short.

— Puedes darte la vuelta — le dije cuando ya me había cubierto — ¿me dirás que haces aquí?

— Sí, estoy aquí para cumplir otro de tus deseos. El número diez — se quito de donde estaba y me dejó ver la pantalla de mi televisor.

— ¿The big bang theory?

Maratón de mi serie favorita — tomó lugar al lado mío en mi cama y me abrazó — Empecemos por la primera temporada, cuando de verdad podamos ser tu y yo por la eternidad miraremos las que faltan.

No dije nada, ¿qué podía decir? Estaba conmovida por sus palabras y por la manera tan ciega en la que creía en ellas, si el creía en una eternidad juntos es porque la habría.

Ambos estábamos muy pendientes de la serie, comiendo algunas cosas que nos dio la abuela y riéndonos de Sheldon y Leonard.

— Arim, nuestros hijos también serán hermosos e inteligentes — me susurró susurró el oído mientras mirábamos el cuarto capítulo.

— No quiero hijos.

— Serán hermosos e inteligentes — me robó un beso pequeño y me abrazó más más su pecho.

Mientras más capítulos de la serie pasaban, más segura estaba de que este era mi lugar correcto. Me gustaba estar con él y me gustaba la idea de que él intentase estar en mi vida.

Estuvimos viendo la serie por al menos unas cuatro horas y decidimos parar porque ya se había hecho demasiado tarde y el tenía que volver a su casa.

Se despidió de mi pero no estoy segura si dijo algo como "no sabes lo difícil que es estar cerca de ti y saber que no puedo tocarte de más"  pudo haber sido solo mi imaginación porque estaba muy adormilada como para recordarlo por completo.

☁️

29 de Septiembre

Era oficialmente mi cumpleaños y estaba siendo una completa basura. Esta mañana me caí de la cama y me golpee la rodilla por lo que ahora tenía un gran golpe de color morado en mi pálida rodilla.

Puede haber tenido suficiente con el eso pero derramé leche sobre mi falda de uniforme, una basura por completo.

Lo único bueno de esta mañana fue que Yoongi y la abuela me hicieron un desayuno muy agradable, me cantaron feliz cumpleaños y los dos me dieron un beso en mis mejillas. Yoongi me dio un regalo.

— Dado que sé que seras una gran ilustradora, no dudo que esto será un gran regalo — me dio una caja y dentro de ella había una tableta para ilustrar caricaturas — Feliz cumpleaños.

Me dio un abrazo más y jure que quería decir algo más pero él siempre se guardaba las palabras a su conveniencia. Luego de que me dejo en la sala para ir a su cuarto me envió un texto.

Yoongi: Sabes que me da mucha vergüenza decirlo pero te quiero mucho, y nada me alegra más que el hecho de que cumplas un año más.

De verdad no cómo decirte que te amo, y que para tu vida solo espero que haya felicidad.

Casi lloro con sus palabras, pero planeaba molestarlo más tarde con cada una de ellas.

Me fui a la escuela y cuando llegué Jungkook me esperaba con una flor en la mano.

— Feliz cumpleaños — me abrazó muy fuerte y me dio un suave beso en los labios — Tienes suerte, es tu cumpleaños y estás recibiendo un beso mío.

— Eso no hará que te libres de mi regalo.

— No dije que lo haría.

Me tomó de la mano y me arrastró hasta el salón de clases. En el camino nos encontramos con Soojin y ella nos dio una mirada de odio, especialmente a mi. La ignore y pase de su lado, Jungkook gruñó al lado mio seguramente molesto por tener que verla.

De la última vez que lo había besado no se volvió a acercar a Jungkook, y cada vez que parecía tratar de hacerlo Jungkook se encargaba de alejarla de una manera poco sutil.

Mientras estaba en clases mi mamá me envió un mensaje diciendo que tenia un presente para mi y que lo iba a enviar a casa de la abuela, se disculpo por no estar hoy y aunque tenía intenciones de responderle no pude porque de hacerlo me supondría un problema.

Las horas de clases pasaron, los maestros me felicitaron y de sorpresa también recibí un pequeño regalo por parte de MinYoung, no me lo esperé, también puso una carta de disculpas.

Yoongi me dijo que aún seguía sin creer  en su arrepentimiento pero no tenía mucho sentido guardar rencor, era mejor olvidar las cosas y seguir adelante porque no iba a negar que ella si fue una excelente falsa amiga porque mientras estuvo a mi lado siempre fue amable ya sea que lo hacía por Jaehyung o no. Ese otro, me dio felicitaciones pero no dijo mucho ya que Jungkook se acercó a mi, ellos aún se odiaban y no había nada para hacer que pararan.

Yoongi me distrajo gran parte de la última hora de clases, quien sabe que era lo que pasaba por su mente pero de verdad se le veía muy abatido, le pregunté en voz baja que le pasaba pero me respondió con otra pregunta.

— ¿Qué se puede hacer si tienes una novia pervertida? — me preguntó de manera bajita, tratando de que la maestra no nos escuchase.

— No lo sé, Yoongi — el suspiró y tuve intenciones de reírme pero lo evite — Prueba con hacerle caso a sus perversiones.

— Son muchas, y todas están en una escala inimaginable de pervertidas  — la maestra quedó viendo en nuestra dirección pero no nos regaño — Espero y a Jungkook no se le crucen esas cosas por la cabeza.

— No lo hacen... — le dije volteando a ver a mi novio que estaba bastante concentrado en la clase.

Dudaba mucho de que en la mente no se le pasarán cosas "pervertidas" pero hasta ahora no se había atrevido a compartirlas conmigo y eso estaba bien.

La semana pasada se había insinuado al menos unas tres veces y estuve tentada tentada ceder sintiendo confianza por mi plática con el doctor pero no fui valiente como para decirle que sí.

Sabía que él lo hacía solo para molestar, o eso quería creer.

☁️

Mientras regresaba a mi casa con Yoongi, Jungkook me empezó a enviar muchos mensajes.

— Tu novio es un poco molesto — me dijo Yoongi quien iba al volante — Ya sé que es lo que tengo que hacer.

— ¿Y eso es...? — le pregunté curiosa.

— Verás, mi pequeña, nosotros no vamos a casa, bueno, tu no vas a casa. Tu novio es chicle, me dio la orden de llevarte a un lugar para que puedan procrear hijos.

Casi me ahogue con mi propia saliva por lo que el me dijo.

— Esta bien, ya hablando en serio, al parecer él tiene una sorpresa para ti, me dijo que no te dijera pero soy malo para esto. Lo siento, tendrás que hacerte la sorprendida.

— Le diré para que te golpee.

— Tu novio podrá ser más grande que yo pero no olvides que practico boxeo de vez en cuando.

— Yoongi paraces un niño, por si no te has dado cuenta Jungkook tiene músculos del tamaño de una peña, así que por tu bien...

— Ni siquiera pega fuerte...

— ¿Y tu como sabes eso?

— Olvídalo. Llegamos.

Aparco el carro en una pequeña plaza que estaba en el centro.

— Le advertí a ese bastardo que es mejor que mantenga sus manos y su... eso, alejado de ti.

— Cálmate, eres peor que un papá celoso — le di un beso en la mejilla derecha y empecé a caminar hasta donde se podía distinguir la silueta de Jungkook.

— Diviértete — pude escuchar la voz de Yoongi cuando ya estaba a unos metros lejos.

Pude ver la sonrisa de Jungkook adornada por las luces de la plaza y toda la belleza de su cara parecía ser todo lo que existía a mi alrededor.

— Yoongi se tardo más de lo normal — me tomó entre sus brazos y me dio un beso en la frente — ¿ya te he dicho que me gustas mucho?

— No lo suficiente...

— Bien, pues me gustas mucho — me dio un beso en los labios mientras susurraba cuanto le gustaba.

— ¿Qué es todo esto?

— Pues es tu cumpleaños y dijiste que nunca antes habías tenido una fiesta, quería hacerte la primera. Además, siento que es una ocasión lara cumplir más deseos de esa lista. Ya casi acabo — sonreí.

— Este es el mejor cumpleaños, Jungkook. Pudiste haberme dado solo felicitaciones y dado que vienen de ti las habría tomado con la misma emoción.

— Dejemos las palabras profundas para el final de la velada.

Me tomó de la mano y me llevó hasta donde habían muchas mesas.

— Él deseo número once era uno de los que más me gustaban porque unían dos de mis cosas favoritas, tu y la comida.

— No recuerdo ese deseo...

Deseo número once, "tour gastronómico" — no recordaba haber escrito eso, pero sin duda estaba más que dispuesta.

— Creo que es mucha comida — le dije viendo en dirección a las dos mesas que estaban llenas de comida.

— Pues tendrás que comer todo porque he llamado personalmente a todos los restaurantes de comida extranjera para esto — me dio una cuchara que tenia mi nombre grabado y un plato con mi cara — Eso fue idea de Yoongi.

Me reí y empecé por tomar del primer platillo que estaba en la mesa.

— Ese es de Japón, se que te gustará — empecé por probarlo y de verdad sabía delicioso así que gemi de satisfacción — No hagas esos sonidos, me meterás en apuros.

No le hice mucho caso y seguí comiendo, en al menos dos horas yo había probado platos de todo el mundo.

Para mi satisfacción no solo comí yo, él también me acompañó y de vez en cuando nos dábamos comida en la boca del otro. Dado que estábamos solos a Jungkook se le ocurrió la grandiosa idea de que una buena manera de probar los dulces era de la boca del otro.

Cuando tomamos una cereza caramelizada me obligó a solo tragarla, porque me dijo que quería averiguar cuanto era capaz de tragar, no entendí, sin embargo lo hice y casi me atore.

Una hora más tarde ya tenía el estómago lleno al igual que mi corazón, no tenía idea de cuanta comida había revulto, solo esperaba que esto no mostrará efectos secundarios.

— ¿Estás cansada? — me preguntó viendo cómo me estiraba en la silla — Aun falta algo.

— ¿Qué cosa? No doy para más.

— Era algo que quería hacer el día de la graduación pero dado que no estaré — la sonrisa que tenia en mi cara se borró — voy a hacerlo ahora.

— Solo espero que no sea nada físico.

— Él deseo número doce concuerda muy bien con esto... — se puso de pie y me dio su mano — Compartir un baile.

— No voy a bailar... — le dije tratando de safarme de su agarre.

— Sí vas a hacerlo — me tomó fuerte de la cintura y puso mis pies sobre los suyos — Yoongi me dijo que no sabias bailar.

— Ese bocon... — Jungkook empezó a moverse, mientras la baja balada de photograph sonaba.

— No sabes lo bonita que te ves a través de mis ojos y dudo que algún día puedas averiguarlo.

— Eso es cursi — le dije riéndome — La manera en la que brillan tus ojos es fantástica — parecían cientos de luces amontonadas entre sí.

— Eres como la magia, Arim — Juntó su nariz con la mía y fue dijo suavemente: — Y todo aquel que cree en la magia está destinado a encontrarla. Yo te encontré a ti.






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