Jungkook;

Estaba en el salón esperando pacientemente a Arim. Esta mañana tenia intenciones de pasar a recogerla pero mamá me pidió llevar a Somi, entonces ponerla a ella en el mismo espacio que a Arim sería peligroso.

Aun no les había dicho que oficialmente tenía otra novia, pero estaba esperando por parte de Somi su desagrado y por parte de mis padres talvez una sonrisa, porque Arim si les había agradado. De todas formas no había prisa, estaba pensando en hacer una cena para presentarla formalmente, solo tenia que arreglar detalles.

Anoche hablamos mucho, después de que ella visitó a su mamá me pidió que la llevara a su casa, pero aproveché para tener una cita rápida. Muy a mi pesar mi tiempo aquí era corto, no iba a poder llevarla a más citas, habían tantos lugares en los que ambos podíamos estar y pasar el rato juntos, solo eso.

Mientras pensaba en mi chica ella entró en el salón, tan sonriente como siempre y bonita por supuesto. Pensé que no se iba a acercar a mi pero en cuanto me vio en el salón vino hacia mi.

— Hola casi cumpleañero — me saludó con mucho entusiasmo y me dio un pequeño beso en la mejilla.

— Hola, novia — un leve rubor apareció apareció su rostro.

— No digas eso aquí — me dijo en el tono más bajo que podía.

— Ya ya, eres mi novia y quiero que lo sepan todos — le dije emocionado — Y ya que mencionaste mi cumpleaños... ¿me darás un pre-regalo?

— No, sin embargo me gustaría que me dijeses que prefieres — me dijo con una sonrisa.

— Sorprendeme, cualquier cosa que elijas me va a gustar porque viene de ti — me acerqué a ella rápido y le di un pequeño beso en los labios, no me importo las miradas que nos dieron los demás que estaban en el salón, todo lo que importaba era ella.

— Ay no, ya empezaron — Yoongi entro con cara de desagrado al salón. Paso por nuestro lado y se llevó a Arim con el — Me llevó a Arim, la necesito más que tu — mi novia solo se despidió con su mano y una sonrisa.

Miré hacia donde estaba Yoongi y él me sacó el dedo medio y después le sonrió a Arim porque ella le dio una mirada de desaprobación. Lindo par.

La profesora entró al salón y empezó a dar la clase, no estaba ñara nada interesante, nadie quiere discutir si en realidad venimos del mono o estamos aquí por gracia divina, ya no es relevante y honestamente me da igual. Filosofía era una de mis clases menos preferidas porque me hacía cuestionar mi vida y odiaba hacer eso.

Continúe la clase apenas prestando atención o fingiendo que lo hacía dando pequeñas miradas al pizarrón y asintiendo de vez en cuando.

En medio de la clase recibí un correo electrónico por parte de la universidad a la que estaba aspirando, era el correo de resultados de mi aplicación. Segurandome de que la profesora no estaba viendo lo abrí.

-Asunto: Resultado de aplicación.

La dirección de la universidad de medicina de Seúl tiene el placer de anunciarle que usted ha sido seleccionado como uno de nuestros futuros estudiantes. Usted ha completado el proceso de inscripción y gracias a sus impecables calificaciones consideramos que era el ejemplar perfecto para desarrollar esta materia con excelencia.

Esperamos su visita de campo este Noviembre 26 del corriente año, para así prepararlo para su ingreso.

— KAIST, dirección central.

Cerré el correo, este era el mensaje que me abría las puertas de un nuevo mundo, pero me cerraba la posibilidad de estar con quien yo consideraba explorarlo. No voy a negar que en algún momento desee que no me aceptaran pero dado que la respuesta era sí, solo me quedaba aceptar mi destino y aprovechar el tiempo que aún tenía.

Mientras meditaba en todo eso se me ocurrió una idea grandiosa, ya que Arim y yo no teníamos mucho tiempo había que apresurar ciertas cosas y las citas que podían ser periódicas tenían que ser movidas a diario.

☁️

Lastimosamente hoy no pude salir con Arim, mamá me exigió estar temprano en casa porque según ella había algo importante que anunciar por parte de Suni, por eso, en lugar de estar pasando mis más preciados días con mi novia estoy en casa sentado y aburrido como una ostra.

— Familia — Suni empezó a hablar, con mucha emoción a decir verdad — hay algo importante que decir.

Mi papá sonrió, Somi suspiró, aun seguía anojada, y mi papá simplemente siguió comiendo.

— ¿Por qué siento que esto será difícil? — dijo mi papá mientras se atoraba con un pedazo de pan.

— Me voy a casar — mi mamá aplaudió, yo deje los palillos en la mesa, Somi torció los ojos y papá suspiró profundamente.

— Se los dije — dijo mi papá, talvez pensando que era una broma pero la cara de Suni estaba muy lejos de serlo — ¿Y se puede saber con quien?

— Pues con Namjoon, Papá. ¿Con quien más sería?

— Pobre hombre — dije, sintiendo el pobre futuro de mi hyung.

— Cuida lo que dices, Jungkook — me apunto con sus palillos y luego sonrió para poder seguir hablando con Papá — Queremos hacer una cena formal, ya saben... con su familia y con ustedes.

— No he dicho que sí...

— Cariño, no seas así, en el fondo todos sabemos que Namjoon te agrada — papá podía decir que no, pero todos sabíamos que el chico si le agradaba.

— Ya veremos...

Yo pensé que era momento para anunciar lo mio, puesto que aunque no tenía que pedir permiso para salir con alguien siempre he considerado importante este tipo de comunicación con mi familia.

— Ya que estamos hablando de compromisos... — empecé diciendo, mientras jugueteaba con mi comida — yoyatengonovia — dije muy rápido. Todos me miraron sin comprender, o bueno casi todos, porque Somi tiró un grito de frustración.

— Cariño — me dijo mi mamá — no entendimos.

— Él idiota tiene novia — dijo Somi muy enojada.

— Ah, así qué la otra chica, ¿eh? — Suni me codeo y me sonreía.

— Así es... y ya se que van a decirme que muy rápido, que las cosas no se hacen así y un montón de cosas más, pero es mi decisión — les dije firmemente.

— En realidad nadie va a decirte algo — me dijo mi papá simplemente.

— ¿Por qué no eres así conmigo? — le pregunto Suni cruzándose de brazos.

— Lo tuyo es una boda, algo de por vida porque sabes que en esta familia está prohibido el divorcio y quiero que estés segura de que Namjoon y tu van a durar hasta la muerte juntos.

— Papá... eso es por mucho lo más tierno tierno alguna vez me has dicho — dijo Suni.

— No te acostumbres...

Seguimos comiendo en medio de nuestro drama familiar, tratando de hacer las cosas más llevaderas y hablar de como Suni haría sufrir a Namjoon una vez hechos marido y mujer. Pobre hombre.

Por otro lado también hablamos de mi y de Arim, Somi lanzó miradas de disgusto y dijo una que otra palabra desagradable pero mamá sabe como controlarla y logró hacer que se callara.

En todo caso solo les dije lo esencial de mi relación, que apenas estábamos empezando y que quería hacer las cosas bien, papá me dijo que lo bueno toma tiempo y que debía ser paciente. También hablamos de la universidad, se alegraron mucho cuando les dije que sí había sido aceptado y que estaban esperando a viajar allá para el recorrido en unos meses, a pesar de no seguir los pasos de papá, él me dijo lo orgulloso y feliz que se sentía por mi y que esperaba que todas las cosas marcharan bien.

Somi en medio de eso pregunto que qué iba a pasar con mi relación con Arim, le dije que planeaba mantenerla y venir aquí periódicamente, mamá dijo que eso era un gran peso y que era muy maduro de mi parte, mi papá me dijo que si yo estaba seguro todo saldría bien.

Antes de irme a dormir hable con Arim y trate de conseguir información sobre mi regalo de cumpleaños, sin embargo no hubo éxito, no dijo nada, solo me dijo que me quería y que al día siguiente me daría mi sorpresa.

☁️

1 de Septiembre.

Lo primero que escuché a las cinco de la mañana fueron las felicitaciones de mi familia y una horrible música que yo había hecho cuando tenía cinco años que insistían en repetir anualmente a pesar de que ya les había dicho cuanto la odiaba ellos estaban decididos a hacerme burla con ello.

Me dieron obsequios, ropa y otras cosas más, el de Somi fue el más significativo, ella y yo compartíamos una marca de nacimiento en nuestra espalda, así así fotografió la suya y me la enmarcó para que recordará que más allá de las peleas seguíamos siendo familia. No quería seguir enojado con ella pero tenia que aprender a dar disculpas sinceras.

Quedé de verme con Arim en la tarde, debido a que hoy no fui a clases por petición de mis padres, no pude verla, ella solo me dio un simple "feliz cumpleaños" Nada más, no me dijo que me quería ni nada por el estilo. En cambio Yoongi, el me envió un montón de imágenes que solo las señoras utilizan estos días, para desearme feliz cumpleaños y me envio un audio de una pista grabada en donde cantaba un verso de felicitaciones.

No hice mucho en el día, solo me concentre en estar con mamá y papá, que se había quedado para estar conmigo, vimos algunos documentales sobre los nazis y luego disfrutamos de la deliciosa comida de mamá.

Suni llegó con Namjoom y papá se encargo de molestarlo con miradas frías, el pobre no se miraba muy a gusto.

En todo en lo que podía pensar era en estar con Arim, no me importaba que tipo de regalo era, todo valía la pena si venia de ella.

Cuando dieron las cinco de la tarde me di cuenta de que había llegado el mejor momento. Fui hasta su casa donde ella me esperaba y desde lejos podía ver el jardín lleno de muchas luces y globos.

Cuando llegué Yoongi estaba sentado a un lado de Hanna mientras tomaba un jugo, Arim no se miraba por el patio, también estaba Jimin. Todo se veía espectacular, rodearon los árboles con luces y colgaron muchos globos de color morado y dorado, pusieron las sillas alrededor de una pequeña fogata donde Hanna estaba asando un malvavisco.

— ¡Jungkook-ah! — Hanna se acercó a mi corriendo lara darme un abrazo y un beso — Feliz cumpleaños.

— Gracias, Hanna.

Yoongi y Jimin también se acercaron a mi y me dieron el típico abrazo masculino con dos golpes en la espalda.

— ¿Y Arim? — les pregunté.

— Fue por comida — Yoongi me respondió y se acercó de nuevo a Hanna.

— Debería... ir con ella — Yoongi negó, me tomó de la mano y me obligó a sentarme.

— Ya viene. Mientras tanto puedes abrir tus regalos o asar malvaviscos.

Hice caso a su oferta y tome una bolsa de malvaviscos y empecé a asarlos, algunos quedaron demasiado quemados mientras otros estaban demasiado crudos.

Después de unos minutos Arim apareció con su deslumbrante belleza frente a mi, mostrándome una sonrisa y extendiendo sus brazos para que le diera un abrazo. Dejé los malvaviscos a un lado y fui hasta donde ella.

— Hola — le dije, me acerqué a su cuerpo y la abracé — te extrañé mucho hoy.

— Yo también, la escuela no es lo mismo sin ti — sonreí y le di un beso en la frente — Feliz cumpleaños, Jungkook — ella me dio un pequeño beso en los labios.

— Ese beso estaría bien su fuese un poco más largo — ella rió mientras la acercaba a mi para un beso.

— Pueden hacer eso después, vamos a comer — Yoongi como siempre nos interrumpió.

Al final si fuimos con ellos hasta sentarnos a su lado y empezar a comer mientras reíamos, Arim estaba a mi lado y de vez en cuando apretaba mi mano y me miraba solo a mi, justo como yo lo hacía con ella.

A estas alturas no podía definir con exactitud cuánto me gustaba Arim, solo sabía que era mucho y que dudaba que algún día pudiera dejar de pasar. Ni siquiera sabía cuándo había empezado a gustarme, pero al final de mis días ella era todo en lo que podía pensar.

Mientras estábamos ahí juntos, me di cuenta de que muchas cosas habían cambiado, Yoongi estaba cada vez más cerca de Hanna y eso era señal de que ya habían avanzado en algo, Arim y yo ya no solo eramos platónicos, ahora también éramos novios sin importarnos si esto iba a durar mucho o poco, lo que fuera, un día con Arim también era una eternidad para mi.

Una hora más tarde los cinco nos reunimos en la mesa donde estaba el pastel, como no era de sorprenderse Jimin tomó casi todo el betún y me lo paso por la cara.

— Feliz cumpleaños, niñita — el siempre decía eso, cada cumpleaños.

— ¡Jimin! — Chilló Arim por la manera en la que él había destruido el pastel — Te voy a matar.

— Bueno chicos, aquí se rompió una taza y cada quien para si casa — Jimin tomó sus llaves y le dio un beso a Hanna — La cuidas, Yoongi.

— ¿Por qué te vas? — le pregunté.

— Me están esperando, ya sabes — me dijo cerrando uno de sus ojos — Feliz cumpleaños una vez más. Y Arim, lo siento por lo del pastel.

Se fue de manera apresurada y los que quedamos seguimos en lo nuestro.

— Había hecho este pastel para ti — me dijo Arim con pesar — y no pude tomar una foto de ti con el.

— Hey, el pastel me encantó — ella entrecerro sus ojos hacia mi — Sí, ya se que apenas y lo vi pero puedo jurar que me encantó.

— Te haré otro — negué y cogi sus manos para besarlas.

— Este es más que suficiente.

Todos comimos un poco del pastel que quedaba después de que Jimin lo pusiera todo sobre mi cara. Y que bueno estaba.

Luego de unos momentos Yoongi se marchó con Hanna, según lara dar la vuelta, pero algo me decía que harían algo más que eso, pero debía agradecerles porque me dejaron a solas con Arim.

— Sigo esperando mi regalo — le dije. Ella negó con la cabeza y coloco una de las fresas que habían y la coloco en mis labios — Me has hecho esperar todo el día.

— No es mucho lo realidad — me dijo.

— Pero es de tu parte y estoy seguro de que me va a gustar.

Ella se acercó hasta donde estaba una bolsa negra y sacó lo que parecía ser un retrato con un moño de color azul.

— No sabía que darte, supongo que ya tienes todas las cosas materiales en las que pensé, pero creo que no hay nada mejor que el día en que naciste y dado de que estás obsesionado con las estrellas y esas cosas — me dio el cuadro y lo tomé en mis manos, intentando observar cada detalle —  Se supone que así estaban las estrellas el día en que naciste.

— ¿Cómo lo has hecho? — le pregunté aun observando el cuadro.

— Tengo mis contactos — ella me sonrió — Sí me lo preguntas creo que las estrellas no han estado nunca tan bonitas como en ese día.

— Te equivocas, seguro lo estaban el día en que naciste — la acerqué a mi cuerpo y la rodee con mis brazos — me encanta el regalo, es lo mejor que alguna vez me han dado.

— ¿De verdad?

— Lo juro, Arim. ¿Me dejas besarte?

— ¿Desde cuando preguntas?

Cogi su cara entre mis manos y empecé una  de las mejores conexiones que podía haber entre nosotros, unir sus labios con los míos siempre era lo mejor que podía haber, la manera tan rítmica con la que se movían contra los míos, y la perfección de encaje entre nosotros.

Saboree sus labios mientras movía mis manos por su cuerpo, sin pasar ciertos límites en donde aún no podía explorar, sin embargo el beso se volvió más exigente y tentador y por obvias razones tuve que separarme de ella.

— No debemos propasar ciertos límites — le dije mientras trataba de recuperar mi aire — No hasta que estés lista.

— ¿Y que te hace pensar que no lo estoy? — tenía las mejillas coloradas y podía apostar a que no era la única.

— Solo lo se, porque se que si algún día me muevo más, no voy a detenerme hasta tomar todo de ti y se que por eso aun no estas lista.

Tome sus labios una vez más en los míos y la mordí de manera brusca pero sin llegar a lastimarla. Su lengua y la mis se tocaron y pude jurar que después de eso cierta parte de mi cuerpo estaba empezando a despertar. Sin embargo no era capaz de soltar sus labios, no podía ella sabía bastante bien y su boca era toda una tentación, seguimos en nuestro ataque mutuo, sin detenernos y provocando sonidos para nada puritanos, una tentación en toda la regla. Tuve que parar porque lo que mi cuerpo estaba empezando a sentir era mucho, y puedo jurar que Arim lo noto. Rayos.

— Es mejor que... que hagamos otra cosa — ella asintió aun aturdida por la brusquedad del beso.

— Lo que tu digas.

Estuvimos un rato más juntos y ella me habló sobre como habían sido sus cumpleaños anteriores, ninguno fue a comí ella lo merecía, pero este año estaba yo y ne iba a encargar de que tuviera el mejor cumpleaños del mundo.

— Ah, se me había olvidado decirte algo — me dijo de repente.

— ¿Qué cosa?

— Que te quiero, Jungkook.

Esas palabras fueron como un oasis en medio del desierto para mi, así que no pude evitar besarla una vez más, bajo un cielo estrellado y dos corazones que latían al mismo ritmo.

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