𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 23
Jungkook;
Trataba de recapitular los sucesos ocurridos en esta mañana para encontrar donde me había equivocado ya que era de suma importancia saber.
Un lunes normal como todos, me levanté, tomé una ducha y desayuné, nada fuera de lo normal. Me dirigí hacia la escuela, feliz, porque me encontraría con Arim, pero desde ahí mi día empezó a ser una mierda.
En la entrada me encontré con Soojin, me distrajo por unos momentos para hablarme de su mierda familiar en la cual no estaba interesado en absoluto, sin embargo la escuché, mala mía. Luego de eso fui a la oficina del rector para lo de la propuesta de universidades en Seúl, otra cosa que me trae dudando, se suponía que estaba por empezar algo con Arim, y eso podía interferir en mis planes.
Desgraciadamente ni siquiera pude saludar a Arim porque cuando llegué al salón la clase ya había empezado, y no podía hablarle en medio de clase, por suerte me sonrió. Mentiría si dijese que en toda la clase no pase observándola, lo hice, como un acosador, cada movimiento de ella y su rostro lo grabé en mi mente.
Para cuando el primer periodo de clases acabó tuve que salir al baño, necesitaba ocuparme de mis cosas con urgencia. Para mi mala suerte en el camino de regreso al salón me encontré con Soojin, trate de pasar a su lado pero no me lo permitió.
— Jungkook, por favor, no me ignores — torcí los ojos y suspiré cansado de su actitud — necesito hablar contigo.
— ¿Y de qué? Porque se suponía que tu y yo ya habíamos dicho todo lo que necesitábamos — ella no me dijo nada solo me arrastró por los pasillos hasta un rincón de la escuela, muy cerca de los baños.
— Se que me he comportado terrible — dijo en cuanto hizo que me arrinconara a una esquina del pasillo — pero, te extraño...
— No me importa Soojin, yo ya no quiero nada contigo. Por favor entiendelo y déjame tranquilo.
— ¿Cómo es posible que me hayas olvidado tan pronto? Fueron dos años de noviazgo.
— Uno en realidad, si le restas el año en que me emgañabas con Dakho — ella suspiró — no lo he olvidado, Soojin.
— ¿De verdad te gusta Arim? No puedo creer que me hayas olvidado tan rápido.
— Sí, me gusta, mucho. Y por si no te ha quedado claro, necesito que nos dejes tranquilos para que yo pueda seguir con mi vida sin estorbos — le espeté molesto — Y recuerda que no tengo que guardar luto a algo que me trajo desgracias, fue un jodido noviazgo no un matrimonio.
— No seas insensible. Se que metí la pata, no debí hacerlo, pero ¿no puedes considerar perdonarme?
— No, me lastimaste, no es fácil, si fueses tu en mi situación no me querrías ni ver, entonces no — suspiré cansado y harto de lo mismo — sin embargo, puedo perdonar que seas tu.
— Te necesito, todo en mi familia se está desmoronando — sin previo aviso ella me abrazó, traté de apartarla pero estaba fuertemente agarrada a mi — de verdad.
— Sueltame, y déjame tranquilo, de verdad necesito paz, ya lo nuestro se acabó... — y como no podía ser de esta forma tan rastrera me besó.
Ni siquiera me inmuté o hice el intento de mover mis labios, no lo quería, sin embargo la aparté, porque sin duda no deseaba besarla, desde que besé a Arim por primera vez supe que sus labios eran lo que quería por el resto de mi vida.
— No vuelvas a hacerlo — la aparté de manera brusca y me pasé la mano por la boca — no quiero nada contigo, entiendelo.
— Se que te gusto todavía, y no voy a descansar hasta lograr que vuelvas conmigo.
— ¡Y con una mierda Soojin! Ya supera lo que pasó entre nosotros — empecé a alejarme de ella, enojado sin duda.
— Y vendrás a mi, porque puede que le diga de esto a Arim — voltee a verla y estaba sonriendo.
— Puede que no lo hagas porque se lo diré yo. No juegues conmigo, que te puedes encontrar con el infierno — me alejé caminando con desesperación.
Joder, de todo me pasaba, no era suficiente lo que me había hecho antes, también tenía que molestar de esta forma.
Ahora tenía otro problema porque tenia que encontrar la forma de hablar con Arim, me sentía tan mal, porque aunque él beso no fue de mi parte me sentía como si era de esa manera. Una traición de punta a punta, sin duda tenia que encontrar las palabras correctas de explicar esto, porque aunque ella no lo vio, tengo que decirle antes de que de la boca maliciosa de Soojin salga alguna otra mierda que no es cierta.
En el salón de clases noté a Arim un poco más apagada de lo normal, no podía verla a los ojos sin embargo sabía que no estaba bien. Esta mañana no pude hablar con ella, y ahora verla de esta manera me daba mucho que pensar.
No podía correr hasta donde estaba ella porque la profesora de Biología estaba aquí, y de hacerlo de seguro me sacaba de clases. Preste atención tanto como pude, pero de nuevo me sentía enojado por lo que Soojin había hecho, y presionado de igual forma por tener que decirle a Arim, pero si quería empezar algo serio tenía que hacerlo con sinceridad, eso era primordial.
Esperaba que ella no se enojara, o bueno, que al menos no lo hiciera tanto, porque tenía una cita prevista y no quería que me mandara a paseo, de verdad no quería perder la oportunidad de decirle lo que significaba para mi sabiendo que me quedaba poco tiempo en este lugar.
☁️
Las clases acabaron y me apuré para hablar con Arim, al menos saludarla, pero me fue imposible ya que fue más rápida que yo y salio del salón corriendo, sin despedirse si quiera de Yoongi.
— ¿Qué le pasa? — le pregunté a Yoongi.
— No lo sé, pero lo voy a averiguar ahora mismo — él también salió disparado del salón, quise seguirlo pero por las prisas mis cosas se cayeron al suelo.
— ¡Rayos!
Guardé todo con rapidez y me dispuse a salir. Cuando llegué al parqueo no había ni rastros de Arim ni del auto de Yoongi. Eso me dio mucho que pensar porque era imposible que Arim me ignorara.
No pude hacer más que regresar a casa, aun con Arim en mi mente porque de verdad se me hacía difícil no poder hablar con ella. Le dejé textos mientras conducia, incluso la llamé dos veces pero ella simplemente no respondió, y la última vez que lo intente la llamada no fue si quiera recepcionada, apagó su celular.
Llegué a casa y saludé a mi mama que estaba en la cocina regando las plantas que tenia al rededor de la ventana. Me preguntó que me pasaba pero le dije que nada, que hoy simplemente había sido un mal día.
Fui hasta mi habitación y me encerré, hacer tarea no era una opción, tampoco jugar video juegos, así que no me quedo de otra más que simplemente acostarme.
Mientras estaba tumbado boca arriba me acordé de la vez que Arim me pillo dibujando en clases, para ese tiempo apenas hablábamos, pero recuerdo que me dijo que mis dibujos le gustaban mucho y que esperaba que algún día pudiera dibujarla. Entonces se me ocurrió una idea.
Busqué en las imágenes de mi celular una foto de Arim, una foto que tomé la semana pasada mientras estábamos en el recreo. En la foto se veía preciosa, estaba leyendo Orgullo y prejuicio, mientras tenía una paleta en su boca. Su rostro de perfil sin duda era una maravilla, algo perfecto para dejar en un papel.
Busqué en mi habitación mis cosas de dibujo y empecé a sacar las primeras líneas, deteniendome de vez en cuando a observar su bonito rostro. Me desconcentre muchas veces puesto que tenía más imágenes de ella en mi celular y no pude evitar ver las otras. Sin duda ella era muy bonita, su cara y la forma de sus ojos era divina, toda ella en conjunto lo era.
Seguí dibujando hasta que logré el primer boceto, tenía muchas líneas que tenía que impiar, pero su rostro ya podía ser observado.
— Eres maravillosamente hermosa, Arim — le hablé al dibujo como si el podía ser capaz de entenderlo.
Tenia que encontrar la manera de decirlo, pero primero arreglar el asunto del beso con Soojin era prioridad.
— ¡Jungkook, iré al supermercado! — mi mamá me gritó desde la planta de abajo y después escuche la puerta principal de la casa, abrirse y cerrarse.
Seguí con mi trabajo y al cabo de unos veinte minutos Somi estaba tocando mi puerta.
— Jungkook, te esperan abajo — una parte de mi pensó en Arim, pero de ser así Somi pudo haberla sacado de casa.
Aun las cosas con ella estaban difíciles, hablábamos solo lo esencial, pero ella no había cambiado su perspectiva de Arim, así que no había más que hablar.
Baje los escalones de casa y fui hasta afuera, el auto de Yoongi estaba ahí, no era Arim, pero sin duda tenia que ver con ella.
— Hola, Yoongi — saludé nada más verlo, con una sonrisa en mi rostro.
No recibí un saludo de regreso, todo lo hubo fue un empujón que me hizo perder el equilibrio y caer al suelo. Me levanté confundido.
— ¿Qué te pasa? — le pregunté casi enojado.
— ¿Qué te pasa a ti? — me respondió el — Te dije que no le hicieras daño, pero parece que no entendiste.
— No se de que hablas — le dije acercándome a él. Mala mía, me tomó del cuello de mi camisa.
— ¿Es un juguete para ti? Si aún estabas clavado por tu ex no tenías que jugar con ella así.
— Cálmate porfavor y explica lo que pasa — el me soltó bruscamente.
— Besabas a Arim sabiendo que pronto regresarían tu y tu ex — seguía sin entender — ¿te gusto besarla hoy?
— Joder... — Ahora sí entendía — No es lo que crees.
— ¿Ah, no? Porque según las palabras de Arim tu y ella se besaban.
— Sí, bueno no — suspiré, tenía que explicar — ella fue quien me besó.
— Ya, claro — me dijo escéptico.
— De verdad. Yo ya no tengo nada con Soojin, estoy perdido por Arim, lo juro Yoongi.
— Aún así la besaste — me dijo ya más calmado.
— Entiende, fue ella. Se acercó a mi con un montón de mierda, pidiéndome volver con ella y como la rechace me besó — me sente en el anden de la calle y enterré mi cabeza en las manos — Y joder, Arim lo vio.
— Estaba llorando luego de clases — Yoongi me acompañó hasta donde estaba — y cuando me contó quería partirte la cara.
— Te juro que no quería besarla, ella ya sabes como es. No mentí cuando dije que me gustaba Arim.
— Se que a ella le gustas — me dijo mi amigo — pero supongo que ahora no quiere verte.
— Le voy a explicar todo...
— No es suficiente.
— Tenemos una cita pendiente, ella de verdad me gusta mucho.
— Busca como arreglar las cosas — me dijo cuando se puso de pie — y apresúrate, porque se que te iras pronto, al menos has que sea feliz estos últimos días — sacó de su bolsillo las llaves de su auto — maldito infeliz.
☁️
Estaba lloviendo fuertemente, y yo andaba por las calles de Busan en busca de Arim. Yoongi, luego de que se fue de mi casa, me envio un mensaje diciendo que no encontraba a Arim y que tampoco respondía su celular, me asusté tanto que salí de casa rápido para ayudar a buscarla. Ni siquiera me preocupaba el clima, estaba asustado por Arim.
Luego de una hora buscándola, y Yoongi también, no encontramos nada. No estaba por ningún lado, ya habíamos ido a los lugares que a ella le gustaban, incluso la buscamos en el cementerio pensando en que talvez había visitado la tumba de Nana, pero tampoco estaba ahí.
Yoongi: está en la playa
Ve tú.
Rápidamente puse mi auto en marcha y me dirigí hasta la playa. Fui rápido y aparque a como pude en una esquina, dado que el clima estaba terrible, era verano y se supone que no debía de llover, me apresuré a ir por la costa a buscarla, pero no estaba.
Por instinto con mi vista traté de observar a mi alrededor y ver si estaba cerca, y en efecto, estaba en la terraza de un pequeño restaurante, tenía su cabeza posada sobre su mano mientras revolvía unos fideos. Por fin pude respirar tranquilo.
Me acerqué hasta donde estaba ella, con la ropa remojada y mucho frío.
— Dios, estamos preocupados por ti y tu muy feliz aquí — le dije en cuanto estuve cerca de ella.
— Largo de aquí, Jungkook — me dijo sin verme siquiera — No te pedí venir.
— Estaba preocupado por ti — le dije acercándome.
— ¿No tenías cosas que hacer con Soojin?
— Si me dejas explicar lo que en verdad pasó... — me interrumpió.
— No, ni te molestes, los medios visuales prueban más que los auditivos — ella se puso de pie y me dio la espalda — Parece que siempre será así, ser siempre el maldito segundo plato.
Empezó a caminar lejos de mi, sin importarle la lluvia que caía fuertemente, suspiré y la seguí. Vale, sería difícil.
— ¡Oye espera! — le grite, mientras la perseguía.
— Déjame tranquila — me dijo empezando a caminar mucho más rápido.
Seguí su ritmo hasta que pude sujetar su brazo y hacer que se detuviera.
— Las cosas no fueron como crees — le dije, mientras la lluvia caía sobre nosotros — ella fue quien me besó.
— ¿Ah, Sí? Pues no te creo.
— Hay que joderse. Te estoy diciendo la verdad...
— Primero vienes, me besas, me haces creer que existe la posibilidad de un nosotros, luego te besas a tu ex, ¿que harías tu?
— Yo sé, se ve armado todo, pero juro que no quería besarla, sabes como es ella y siempre trata de hacer cosas para joderlo todo — le dije, sonando más sincero que nunca.
— Sí, se como es ella, pero ¿Cómo eres tu? — me dijo con sus ojos llorosos — ella es tu ex, ¿qué soy yo y quién eres tu?
— Yo soy todo lo que ves, un tonto enamorado que esta loco por ti. Te juro que ella no es nada para mí — le puse las manos en las mejillas — en cambio tu, eres sin duda una anomalía en mi vida.
— ¿Eso que significa?
— Significa, que me gustas mucho, y que no hay nada aquí que pueda cambiarlo — me acerqué a su rostro — ¿entiendes?
— ¿Me estas diciendo que existe la posibilidad de un "nosotros"?
— No, te estoy diciendo que ese nosotros ya existe.
No pude evitar más y la besé, pero ella me apartó.
— Independientemente de tus palabras, tus labios estuvieron sobre los de Soojin — me dijo seria — aún me duele.
— ¿Sí te digo que me lave la boca me dejas besarte? — Ella asintió — te juro que los labios de Soojin nunca fueron tan buenos como los tuyos.
Me acerqué a besarla, porque lo necesitaba y porque se sentía tan bien hacerlo. Ella era como un imán para mi, sin duda me gustaba mucho y no podía negarlo más.
— Él deseo siete... "recibir un beso bajo la lluvia" — ella me dio un golpe en el brazo — eres una romántica asquerosa, Arim.
— Cállate o no te dejare besarme de nuevo.
— Y me encanta que seas así.
Una vez más ella me besó, por mucho tiempo, la lluvia ya había terminado, pero sin duda el frío aún estaba presente.
— Entonces no nosotros somos... — me dijo cuando nos separamos.
— Todo lo que tu quieras. Aun tenemos una cita pendiente...
— Conciderare cancelarla como castigo. Ahora, vamos a casa.
Se separó de mi y empezó a caminar hasta donde estaba mi auto esperando.
— No hablas en serio, ¿o si?
— Cállate y vamos a casa, tengo frío.
☁️
Cuando llegamos a su casa Yoongi estaba en el porche esperando por ella.
— Ustedes, idiotas, me tenían preocupado — dijo acercándose a nosotros.
— Lo lamento, Yoongi — Arim se acercó a él y le dio un beso en la mejilla — Pero fue culpa de Jungkook.
— ¿Mía? — le dije ofendido.
— Sí, tuya — Yoongi me quedó viendo, con los ojos entrecerrados — Vamos adentro Yoongi.
— Ve tú, quiero hablar con Jungkook — ella asintió no muy convencida.
Vino hacia mi y me dio un beso de película en la boca, ahí, a la vista de Yoongi.
— Buenas noches, Todo lo que yo quiera.
Me quedé a solas con Yoongi.
— Supongo que se han arreglado — me dijo sonriendo — Me alegra.
— Costó Dios y ayuda convencerla de que no fue mi culpa. Ya sabes como son las chicas.
— Dímelo a mi. Tu amiguita me tiene cortado y cogido por los... ya sabes — me reí — me ha mandado a la mierda.
— ¿Qué le hiciste?
— No quise ir a su casa a presentarme con sus padres. Es muy precipitado, le dije que si esperábamos un poco era mejor, pero eso hizo que se enojara — me dijo, un poco triste.
— Ya sé le pasará. Ella lo entenderá.
— Olvidemos mis cuitas amorosas y vamos contigo — me señaló con su dedo — Sí tu y Arim llegan a algo más, ¿qué harás cuando tengas que irte?
— Joder, no se — le dije — he estado pensando quedarme.
— Ni se te ocurra, porque si lo tuyo y ella no funciona le echaras en cara que perdiste la oportunidad de ir a Seúl por ella.
— No soy tan rastrero para hacer eso.
— Excusatio non petita, accusattio manifesta — me reí.
— Métete tus frases por donde te quepan. Jamás lo haría.
— Pueden mantener una relación a distancia.
— ¿Tú crees? — le pregunté — Puede ser complicado.
— Inténtalo, pero si no quieres luego no vengas llorando porque ella se enamora de alguien más — me dijo encongiendose de hombros.
— He pensado en pedirle que haga aplicación en Seúl...
— Ni se te ocurra, ella tiene que tomar sus propias elecciones. Sería egoísta de tu parte porque se que ella jamas te pediría que te quedes aquí.
— No se a donde vamos realmente, solo se que quiero estar con ella.
— Que bien, no olvides eso cuando los días sean difíciles — se dio la vuelta para marcharse — Dejame decirte que eres un jodido afortunado. Buenas noches, cuñado.
Me dispuse a ir a casa, aun con la espinita clavada en mi corazón, no podía dejarla, pero ya tenía un plan de vida, sin embargo yo odiaba los planes.
Tenía que encontrar la forma de conservarla.
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