Arim;

La semana pasó volando, el fin de agosto ya estaba casi cerca, aún había muchas cosas por hacer, sobre todo la graduación, faltaban pocos meses. Toda la emoción que alguna vez sentí se habían esfumado luego de que Jungkook me dijese que se marcharía incluso antes del baile. Justo ahora que empezaba a ser feliz, todo se caía.

Lo bueno de todo, es que ya por fin había terminado de arreglar mis cosas en la habitación, me tomó dos semanas, pero ya acabé. Estaba buscando información en Internet acerca de las universidades de Busan, ya había elegido. Dibujo y animación.

Había muchas opciones de universidades, algunas eran solo un técnico que acababa más rápido, otras eran la experiencia completa, y yo quería eso.

Hice un pequeño bosquejo y apunte unas notas en una agenda de Hello kitty, era necesario puesto que el lunes de la siguiente semana estaríamos obligados a hacer la selección en la escuela y ver si teníamos puntos suficientes para aspirar a las universidades.

Mientras navegaba por la red vi un anuncio de una pasarela de ropa. Korea fashion week, no le quería prestar atención, pero había un rostro bastante conocido en medio de los diseñadores. El rostro maduro y los rasgos más definidos no podían hacer que se perdiera, la mujer del video sin duda era la persona a la que estaba viendo justo ahora.

Abrí un link de guía que estaba en la página principal y me encontré con varios artículos que decían cuan colorido y lujoso estaría el show esta vez, lo más curioso de todo fue que por primera vez, desde que se inició con la semana de la moda, la estarían realizando en Busan. Si el cielo estaba conspirando a mi favor se lo agradecía, porque sin duda esta vez yo estaría presente en ese lugar, no porque me interesase la moda, me interesaba la mujer que estaría ahí.

Leí ciertos diálogos de las entrevistas que hicieron a cada uno de los diseñadores. Ella en específico dijo que su procedencia era de Busan, pero que debido a que había mucho de su pasado que no le gustaba, decidió ir a Seúl.

Seguí leyendo, buscando su nombre por algún lugar, también anhelaba una foto de su rostro más cerca porque quería revisar si de verdad eramos tan similares. Pero no había nada, solo el nombre de los patrocinadores y otra vez la foto grupal del inicio de la página. Pero sin duda mis ojos no se equivocaban, la mujer de esta foto era la misma chica del video, lo que indicaba que el video era viejo y que esta mujer tenía respuestas.

Si esta mujer era tan similar físicamente a mi, significaba que estaba más cerca de mi familia sanguínea de lo que creí. Tenía un poco de miedo por lo que pudiera llegar a sentir, el miedo al rechazo, aunque a estas alturas no tenía porqué afectarme, parecía ser una de las preocupaciones más fuertes que tenía, no estaba lista del todo para encontrarme con mi destino.

☁️

No quise pensar en nada más, todo lo que quería era prepararme mentalmente para el encuentro, porque sabía muy bien que no estaría a gusto del todo.

En medio de mis pensamientos, recordé que el cumpleaños de Jungkook se acercaba, ya casi terminábamos agosto, y yo aun no había pensado en un obsequio para él. No tenía idea de que era lo mejor para darle, porque a pesar de estar siempre juntos casi nunca hablábamos de él, siempre era sobre mi, siempre se preocupaba por mi. Sin duda el momento de su partida hacia Seúl me dolería porque no estaba del todo lista, sabía que no iba a olvidarme del todo de él, y que incluso si seguíamos adelante siempre seríamos solo nosotros.

Definitivamente yo también podía aspirar a una universidad en Seúl, mis calificaciones eran muy buenas y no dudaba de mi actitud, y dado que no tenía familia la parte emocional estaba cubierta. Pero no quería ir tras él, no quería cambiar mis planes solo por él, porque si al final no resultabamos ser el uno para el otro, el tiempo y esfuerzo estaría perdido, pero sobre todo, empezaría a odiarme por cambiar algo que no debía ser removido.

Bajo mis muy vagos anhelos, deseaba que Jungkook me dijera que estaría aquí para el baile y que iría conmigo, que estaría ahí a mi lado, lo deseaba, pero él ni siquiera estaría para esa fecha. Muy desafortunado de todas las maneras posibles, porque ir los dos como pareja, sin duda era un sueño para mi.

— Talvez debería tratar de olvidarme de él — dije para mi misma.

— O talvez deberías decirle que te gusta — Yoongi estaba en la puerta de mi habitación. No me di cuenta el momento en que llegó ahí — No eres una cobarde, Arim.

— ¿Escuchando tras las puertas, Yoongi?

— Para empezar tu puerta estaba abierta. Y segundo, sigo diciendo fielmente en que deberías decirle lo que sientes.

— No es fácil. ¿Sabes que se va a ir?

— ¿Él? — asentí — no me había dicho nada.

— Hará la universidad en Seúl — cogi una de las almohadas de mi cama y la puse sobre mi cara — al menos cinco años lejos.

— Por esa razón deberías decirle lo que sientes, antes de que otra chica se fije en él.

— ¿Pero como quieres que le diga eso si él no esta interesado?

— ¿Crees que te besa solo por que sí?

— No digo eso — frustrada, aventé la almohada del otro  lado de mi habitación — solo es que no quiero arruinar lo que tenemos.

— Y aparte de besos, ¿qué tienen?

— Somos amigos.

— Repite eso hasta que sea cierto. Deberían salir en una cita. Una de verdad — ¿Cómo sería hacer eso juntos? — seguro que él lo ha pensado antes.

— No lo creo. Ni siquiera puedo evitar ser tan pesimista con eso — Yoongi sonrió — Ya no hablemos de mí. Mejor hablemos de ti y de Hanna.

— No hay nada bueno que decir...

— Eso puede ser rudo, ¿Sabes?

— Bueno, lo único que hay que decir es que, ella y yo estamos teniendo citas de trailer.

— ¿Qué? — le quedé viendo raro.

— Sí, ya sabes, esas citas que son para conocer a las personas. Como las películas — seguía confundida — ¿por qué vas a ver una película? Lo haces porque viste una pequeña introducción, entonces te aventuraste a verla.

— No es lo mismo...

— Sí es, mientras tenemos estas citas de trailer ambos nos conocemos y si nos gusta, podemos pasar a la historia completa.

— Jamás voy a entender que es lo que pasa por tu mente — le tiré una almohada en la cara.

— Hanna parece hacerlo.

— Uhhhh, te gustaaa — quise burlarme de él — ya, dile que sea tu novia.

— No, prefiero no hacerlo, quiero que ella de el primer paso.

— ¿En serio? Ella siempre lo ha hecho...

— Ya, basta, dejemos eso — Yoongi se acercó a mi computadora — encontré algo en mi computadora.

— Supongo que fue lo mismo que encontré yo — en efecto así era, porque abrió el mismo enlace que yo.

— ¿Iras?

— ¿Debería?

— Te aseguro que sí...

Entre Yoongi y yo ideados un plan, o más bien, el me preparo mentalmente para eso. Me dijo que actuará como un cliente, y que me presentará a ella, que en medio de eso le hiciera pequeños comentarios más personales y que luego le dijera "se que eres mi mama" sin duda era el plan más descabellado que había alguna vez escuchado, no había manera de que eso funcionara.

Lo ignoré la siguiente parte del tiempo, porque Jungkook entró a mi mente, aunque estando segura, el nunca salía de ahí. ¿Qué estaría haciendo justo ahora? Deseaba que pensando en mi, pero conectar nuestros pensamientos sin duda podía ser imposible.

— Dile a Jungkook que vaya contigo.

— ¿Ah?

— Como siempre, en todos lados menos aquí — mi fiel amigo rodó sus ojos — Tienes que ir con alguien, yo iría, pero le prometí a Hanna que iríamos al parque.

— Traidor.

— Es tu momento, aprovecha esto para salir con él, y si por alguna razón la mujer esa te manda a la mierda como a mi, pues ya podrás recibir consuelo de Jungkook.

— Yoongi, no digas eso — acaricie sus mejillas con mi mano — siempre voy a necesitar de ti a mi lado.

— Sí, lo sé, pero esta vez prefiero salir con Hanna.

— Quien lo diría, tu, coladito por una chica — me puse de pie y busque entre mis cosas una liga — ahora, largo de mi habitación. Quiero dormir unas horas y después ver si de verdad voy a ir con Jungkook o no.

Yoongi se puso de pie y salió de mi habitación.

Me asome por la ventana, el cielo empezaba a ser oscuro, parecía que iba a lloviznar cuando ni siquiera estábamos estábamos invierno, aún era otoño, pero el clima, al igual que mis sentimientos, parecía estar loco estos días.

La abuela no estaba en casa, siempre por las tardes se iba al club con sus amigas y jugaban a las cartas, se aparecía por casa hasta las nueve de la noche. Sin duda de vieja quería ser como ella.

Me acosté luego de cerrar las cortinas y buscar el control del aire acondicionado, enrolle mi cuerpo bajo la caliente sabana de peluche y me dispuse a dormir. Estaba a punto de conciliar el sueño, cuando alguien entró por mi habitación interrumpiendo mi descanso.

— Hola — la frágil y relajante voz de Jungkook se hizo presente en mi habitación.

— ¿Qué haces aquí Jungkook?

— Yoongi dijo que querías decirme algo, quería oirlo personalmente — apenas y podía mantener mis ojos abiertos — pero veo que estas casi quedándote dormida, así que es mi oportunidad para cumplir uno de tus deseos.

— ¿Ah sí, cual? — mi voz era apenas audible. Jungkook se acercó a mi, y se acostó en mi cama.

— Deseo número seis, "dormir con esa persona especial, solo dormir" — sonreí de manera discreta y cerré mis ojos, aun sin dormirme por completo.

— Sin duda tu eres esa persona especial — sentí sus brazos rodeándome fuerte, y su pesada respiración se unió a la mía.

A pesar de ser la segunda vez que dormíamos juntos, esta vez se sentía diferente, más íntima, y sin duda era más acogedora. Pude dormirme en sus brazos, lo hice con mucha paz, sabiendo que los brazos que me rodeaban eran de la persona que ahora ocupa mi corazón. Mi corazón estaba colgando en sus manos.

☁️

No se por cuanto tiempo dormí, pero sin duda fue mucho porque cuando empecé a abrir mis ojos, ya no habia claridad que se colara por mis cortinas, todo estaba demasiado oscuro. Jungkook ya no estaba a mi lado. Ni se miraba por ninguna parte de la habitación. A tropezones me levanté de la cama y salí de mi habitación.

No creía a Jungkook capaz de irse sin despedirse de mi, y en efecto, cuando baje las escaleras por completo, de la cocina salía un olor exquisito. Jungkook, mi Jungkook, estaba de pie frente a la estufa batiendo algo con sus manos.

Silenciosamente me acerque a él, tratando de sorprenderlo.

— Ya te vi, Arim — se me olvidaba que el era Jeon Jungkook, a su lado, tu siempre serias opacada.

— Rayos — de igual forma me acerqué y pellizque su espalda. Ni siquiera se inmutó.

— Tengo una excelente vista periférica — se volteó, con la cuchara de madera en su mano y de sorpresa me dio un pequeño beso en los labios — ¿Dormiste bien? — asentí — Claro que lo hiciste, incluso estabas babeando.

— Yo no hago eso — le dije avergonzada.

— Babear es sinónimo de que has descansado bien — me alejé de él para buscar una botella con agua. Él se empezó a mover por la cocina.

— De todas formas, ¿que cocinas?

— Estoy haciendo Dak Galbi. Yoongi me dio permiso para buscar en el refrigerador — hasta ahora que menciono a mi gatuno amigo, me acorde de él.

— ¿Ya regresó de su cita? — pregunté.

— En realidad, nunca salió de casa, Hanna vino aquí. Yoongi fue a dejarla.

— Oh.

Parece que Yoongi de verdad estaba disfrutando de la compañía de Hanna, con ella se le miraba más risueño y de alguna manera parecía ser más abierto ahora. Sin embargo, se me hacía extraño que quisieran hacer la cita aquí, pensé que Yoongi la llevaría a otro lugar, sabía que al día siguiente estarían en el parque, pero hoy pensé que irían a cenar o algo así.

Jungkook se paseaba por la cocina de un lado a otro, probando cosas y cortando ingredientes.

— Creo que esta listo — se limpio las manos en un trapo de cocina.

— No sabía que podías cocinar.

— Hay muchas cosas de mi que no sabes — cierto.

— ¿Por qué no me las cuentas mientras esperamos a Yoongi?

— Bueno, veamos...— empezó a meditar para el mismo — Me gusta Iron man, odio la oscuridad y la tormenta.

— ¿Solo eso?

— Ya sabes, lo normal, soy bueno en casi todo, porque todo lo que hago o lo hago bien o ni siquiera lo empiezo. Puedo tocar la guitarra y el piano, además de que una vez cuando estaba muy pequeño, pertenecí al coro de la iglesia.

— Wow, ¿profesas una religión? — le pregunté con curiosidad.

— No del todo, pero de vez en cuando disfruto oír como hablan de ese ser divino.

— Pues yo no creo nada.

— Muy mal, eh. Si no hay un ser divino en quien creer, no hay un propósito de vida. Sin embargo no es necesario que te aferres a ello, porque puedes desarrollar ideas completamente diferentes a la lógica.

— Justamente por eso no me gusta.

— Respeto eso, sin embargo reafirmo mi posición. Para que haya un cómo, tiene que haber un porqué — acercó su rostro al mio mientras sonreía — pero dejemos eso a un lado y hablemos de otra cosa — levanté una de mis cejas — ¿Qué es eso que según Yoongi querías decirme?

— Ah, eso...bueno...— se acercó más a mi, mirando directamente a mis ojos — ¿puedes acompañarme mañana? Y deja de mirarme a los ojos, me pones nerviosa.

— Uy, que sensible, fresita — rodé mis ojos y le di un empujón — y con respecto a lo otro, esta bien, te voy a acompañar.

— Pero aun no te he dicho donde.

— Iría al infierno contigo si me lo pides.

— Eso fue cursi — me reí de él — sin embargo, es de mi agrado informarte qué...iremos al Korea fashion week.

— Rayos, debí preguntar primero — empezó empezó maldecir en voz baja — ¿Por qué?

— Me interesa la moda...

— ¿A ti? — empezó a analizar mi atuendo.

Pantalón de mezclilla con un estampado de manchas de vaca y una camiseta que decía "mi vida es una porqueria" y sin dejar a un lado mis pantuflas con la forma de la cabeza de un elefante, no era muy lindo de mi parte.

— Cierra la boca, Jeon. Esta bien, iremos por algo más. Usa tu ropa con más estilo que tengas y no digas nada hasta que estemos ahí.

— ¿Qué me darás de recompensa?

— Nada, Jungkook. Todos los besos que me has robado ya han sido suficiente paga por ahora — se acercó a mi como un depredador que va en dirección a su presa — ¿Qué haces?

— Nada — ese nada, fue un todo, porque me besó apasionadamente, no me dio tiempo de reaccionar, y como siempre con cada uno de sus besos mi corazón tembló.

— Ay no puede ser. Cada vez que doy la vuelta siempre están pegados como mono — ambos nos separamos para ver a Yoongi cruzado de brazos en la puerta de la cocina.

Después de un duelo de miradas y silencio, los tres nos miramos, riéndonos porque sin duda todos compartíamos la misma neurona.

Después de nuestro ataque de risa, Jungkook nos dio de comer y los tres charlamos mientras lo hacíamos. Pero yo sin duda estaba más pendiente de la bonita cara de Jungkook que de la conversación.

☁️

Ya era domingo, y era una completa tortura. Toda la mañana pasé buscando el vestido perfecto para ir a ese lugar, buscando las palabras que diría una vez cerca de ella, pero en medio de todo, no había encontrado nada, ni el vestido, ni las palabras.

Jungkook me mandaba mensajes cada diez minutos, preguntándome si estaba lista, era tarde y yo aún andaba en calzón.

Hice mi mayor esfuerzo para buscar algo adecuado, solo encontré un vestido de seda bastante corto de color zapote, el problema no era lo corto, era lo descubierto que estaba por la espalda y la verdad yo no estaba hecha para andar con algo así.

Sin más opciones me lo puse, no se veía tan mal, pero andar sin sujetador era sin duda un peligro.

Recordé que en medio de mis cosas tenía una pezoneras y fui a buscarlas porque sin duda si alguna vez pensé que serían inútiles, esta vez las usaría.

— Perfecto — me dije cuando me vi al espejo.

Busque mi bolsa y sandalias para salir de casa, Jungkook ya tenia unos minutos esperando.

Cuando nos encontramos me sonrió y me dijo lo bien que me veía, se que me miró los pechos, pero agradeci que no dijera algo sobre ellos.

Condujo por al menos una media hora hasta que llegamos al lugar donde sería el evento. Todo estaba rodeado de personas, la exhibición de la ropa era lo mejor del lugar, son duda todos los diseños eran de lujo.

En medio de toda esa gente no pude ver el rostro que yo quería. En el camino le explique a Jungkook el motivo de nuestras visita a este evento, el no dijo nada, lo único que hizo fue apretar mi mano y sonreír. Sin duda tenia su apoyo.

El evento empezó, y fue entonces cuando yo pude ver el rostro de ella. Jungkook también lo hizo, sin duda eramos idénticas. Mis ojos ardían por todo lo que corría por mi vista, era ella, mi rostro perpetuado bajo unas facciones más maduras.

— Dios...— escuche a Jungkook susurrar, tan sorprendido como yo.

Seguí viendo cada movimiento que ella hacia, la manera en la que charlaba con las personas que estaban sentadas al lado de ella, se veía una persona genuina y sin duda inteligente.

La estuve observando tanto que no me di cuanta la hora en la que todo terminó, hasta que Jungkook me jaló del brazo  y me llevó hasta el lobi.

— ¿Qué haremos ahora? — preguntó.

— Hablar...— mire que la mujer venia caminando rodeada de unas personas, y sabía que este era el momento.

Jungkook y yo hicimos contacto visual, sabiendo que ya era tiempo de atacar. Una sola cosa salio de mi boca...

— Yarim — la mujer inmediatamente se dio la vuelta y como era de esperarse sus ojos se agrandaron y debido a la impresión soltó la copa de vino que llevaba en su mano.

El tiempo pareció detenerse, porque lo único que podía mirar era su rostro más de cerca. Ella llevó su mano a su boca, y dio unos pasos hacia mí, Jungkook me empujó y empecé a caminar hacia ella.

Todo, justo ahora, no tenía sentido, porque sin duda las respuestas que buscaba estaban aquí, frente a mi.

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Gracias por leer y darme su apoyo❣