𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 14
Arim;
Estaba en medio de ordenar mi habitación, con mucha pereza y poca idea de donde empezar. En realidad no había razón para hacerlo si siempre estaba desordenada, yo no podía evitar tirar las cosas por donde mejor me resultara, siempre hacía que todo estuviera desordenado.
Mientras limpiaba encontré el álbum de fotos que compartía con Yoongi. Habían muchas fotos de nosotros dos sonriendo, jugando con tierra, arriba de un árbol, Yoongi solo en pañales y yo pinchando su ojo. Ver la foto de lo que fuimos me hace recordar lo que somos, somos almas gemelas, yo no podría estar sin saber de él, porque a pesar de todo, lo único que teníamos era a nosotros mismos.
En medio de mi desorden visualice los papeles que me dio nana el día que me pidió buscar a la mujer que me trajo al mundo y a la progenitora de Yoongi. Debo admitir que tengo curiosidad por mis orígenes ¿me veré como ella? ¿Quién es mi papá? Esas preguntas invadían mi día a día, porque aunque no lo quisiera, detrás de mi había una familia, que aunque me habían desechado yo pertenecía a ellos.
Estaba recogiendo uno de mis calzones cuando mi celular vibró en una llamada entrante de Yoongi.
— Estoy afuera, baja ahora, Arim — su voz rasposa era demandante y podía jurar que talvez había estado llorando antes.
Tan rápido como pude busqué una chamarra, porque hacía frío, y salí en busca de Yoongi. Su auto estaba aparcado en la calle, con las luces apagadas.
— Hey — me acerqué a él. Estaba recostado en el costado del capó del auto, con una caja de leche de fresas en su mano — ¿pasa algo?
— Ahorita pasan muchas cosas, Arim — me dijo lentamente, succionando de su leche.
— Ya sé, últimamente no hemos hablado mucho — me puse justo a la par de él, metiendo mis manos en los bolsillos de mi chamarra.
— He estado pensando lo que me dijiste de mi mamá real...creo qué sí quiero saber de ella.
— ¿Es por eso que estás así? Digo, se que hemos tenido vidas trágicas, pero ya no debería de importar.
— Él dolor siempre será dolor, no se puede dejar de sentir hasta que la persona que lo infringe se disculpa — su suave voz se colo en mis oídos.
— ¿Eso es lo que buscas? ¿Una disculpa por dejarte? — sus ojos estaban sobre el cielo estrellado, admirando lo bonita que estaba la luna.
— Ummm. Más allá de una disculpa, quiero saber por qué.
— Entonces — tomé su mejilla y lo obligué a verme — demos inaugurado el plan "en busca de la mamá de Yoongi" — sus brillantes y pequeños ojos se curvaron en una radiante sonrisa — ¿qué dices?
— Gracias por estar en mi vida, Arim — sus brazos se envolvieron en mi cuerpo — no sé que haría sin ti.
— Si encontramos a mi mamá de verdad, dale las gracias, porque fue por ella que yo llegué a tu vida.
— No dudes que no lo haré — aun envueltos en nuestro abrazo, Yoongi sonreía.
— Yoongi...sé que talvez no quieres hablarlo pero...¿cómo estás luego de lo que pasó con Hanuel?
— Normal — me separé de él y lo observé fijamente — un rechazo no es él fin del mundo. Una puerta se cierra, miles de ellas se abren.
— Dímelo a mi...
— ¿Qué, acaso ya no te gusta Jaehyung?
— No lo sé... — me alejé por completo de él — creo qué en realidad no me gustaba, solo estaba impresionada, pero ahora que...
— Ahora que hay otro chico incluso más impresionante que él, sientes que estabas equivocada — las palabras de Yoongi dieron justo en el clavo — ¿Es Jeon cierto?
— ¿Se me nota?
— No, solo es intuición. Digo, además ahora están todo el tiempo juntos, comparten unos lindos brazaletes de pareja, Jungkook te roba por las tardes para salir contigo, ¿tu qué crees?
— Para empezar, lo de los brazaletes es porque Jungkook descubrió mi antiguo diario y encontró unas cosas escritas. Y las salidas que hemos estado teniendo, son todo menos románticas.
— ¿Por qué será que no te creo?
— Lo juro, Yoongi. La primera vez fue porque su amiga, Hanna, estaba ahí y según él ella está enamorada de ti.
— ¿De mi? Pero si esa pobre chica no dijo ni una sola palabra en todo el camino, cada vez que le decía algo ella solo respondía monosílabos.
— En todo caso, si lo piensas, ya no tendrías que estar tras Hanuel si le gustas a otra chica — le sonreí, pero el me miró extrañado.
— No quiero chicas en mi vida. Estoy guardando luto.
— ¿Qué?
— Sí, ahorita mi corazón está demasiado roto como para dejar que alguien repare lo que otro rompió. Hanna es linda, pero no saldré con ella solo para olvidar a Hanuel.
— Pero si algún día te decides, quiero que sepas que desde ya son mi pareja favorita.
— Jeon y tu son mi pareja favorita. Son como la uña y la mugre.
— Yo no le gusto, Yoongi — dije con obviedad — creo que él aun está enamorado de Soojin.
— ¿Quieres apostar que no es así? Se nota a kilómetros de distancia. Puede que no esté enamorado de ti, pero si eres de sus personas favoritas en este momento.
— ¿Tu crees? — el asintió — bueno, talvez eso explique porqué me besó el otro...
— ¡¿Qué?! ¿Cómo que te besó?
— Ay no... — mi boca había hablado de más y ahora Yoongi no lo dejaría pasar si no le decia lo que había pasado — fue un error.
— Explícate...
— Fue el día que ustedes salieron a beber, estaba tan borracho que me besó, así que talvez ni siquiera lo deseaba.
— Tu no sabes eso, los niños y borrachos nunca mienten.
— Talvez, pero él a la mañana siguiente ni siquiera lo recordó — suspiré profundamente, observando lo que estaba puesto en mi muñeca.
— Y supongo que tu no le mencionaste nada, ¿eh? — puso una de sus manos sobre mi cabeza — Eres tan terca, Arim.
— Él medio recordaba el asunto, pero yo lo negué, supongo que fue porque no quería que lo lamentara.
— No creo que lo haga — me volvió a acercar a él — nadie se arrepentiría de besarte, Arim.
Si algun día Jungkook lo recordaba, ¿me besaría de nuevo o por completo me diría que no soy su tipo? Pero para empezar, ¿cuál es el tipo de Jungkook? Seguramente chicas bonitas, a las que si les gusta peinarse, seguramente le gustan altas y delgadas, todo lo contrario a la pequeña bolita, piernas cortas y despeinada que era yo.
¿Por qué si quiera quería gustarle? ¿Él me gustaba? Talvez sí, talvez no. Los últimos días él y yo éramos más cercanos, hablábamos todos los días por Kakao, siempre me daba comida a la hora del recreo, si podía me llevaba por un helado luego de clases, y misteriosamente había agarrado la costumbre de besar mi frente cada vez que podía. Eso me trajo un recuerdo de hace dos días.
— Tienes, chocolate en la frente — Jungkook interrumpió mi ataque a la dona que estaba saboreando.
— ¿Qué?
— Sí, justo aquí — sentí sus labios besando donde según el estaba el chocolate — deberías de ser más cuidadosa. El chocolate estaba delicioso — me guiñó un ojo y se sumergió de nuevo en su lectura.
Después de ese día, había estado inventado más cosas, por ejemplo que tenía una miga de pan o una gota de jugo, según él siempre tenía algo en mi frente, y la mejor manera de quitarlo era con un beso. Pero aun sabiendo que mentía no era capaz de decirle que dejara de hacerlo, mi frente ya se había acostumbrado a recibir la calidez de su boca.
☁️
Apenas estaba levantándome, cuando sentí que mi teléfono vibraba como loco sobre mi mesa de noche.
— ¿Por qué me llaman tan temprano?
— No es temprano, Arim — la chillona voz de Susi me asustó, ella estaba de pie junto a la puerta con una manzana sobre su mano — es el mediodía.
— ¿Ah, Sí? Que bien — mire mi celular, y no era una llamada, era una alarma ¿por qué puse una alarma a esta hora?
— Te perdiste el desayuno y la señora Kwon ha preguntado por ti — rápidamente me puse de pie, para ir al baño y lavarme para visitar a mi mamá.
— ¿Ella se miraba bien?
— Arim, todos sabemos que ella no está bien. El doctor está en su habitación — apresurada fui hasta el baño.
Me lavé la cara y los dientes en tiempo récord. Ni siquiera me preocupe por mi aspecto cuando salí en busca de mamá, porque no quería perderme mucho de su proceso. Todas las últimas tardes había estado visitando su habitación, tratando de aprender a tejer solo porque quería pasar más tiempo con ella.
Abrí la puerta de su habitación sin tocar, asustando a todos los que estaban ahí dentro.
Ella estaba con sus ojos cerrados y el doctor examinaba su corazón, midiendo la frecuencia de latidos.
— Bien, creo que es tiempo de que ella tome una decisión — el doctor empezó guardar sus cosas — ¿Señora Kwon?
— Mi respuesta sigue siendo la misma, quiero vivir mis últimos días aquí.
— Pero nana... — sin tratar de evitarlo deje que las lágrimas bajaran por mis mejillas.
— Quiero estar aquí.
El doctor no dijo más, solo receto una cantidad bastante grande de calmantes, preocupándome aún más, porque si la cantidad aumentaba el dolor de nana era más fuerte.
— ¿por qué no quieres ir al hospital? — le dije suavemente cuando me acerqué a ella — sabes que ahí podrías estar mejor.
— Moriré de todas formas, el cáncer ya ha succionado todo mi ser, los medicamentos no harán nada. Si me voy al hospital estaré sola.
— Sí vas, iré a visitarte...
— No, no deberías de estar deseando cuidar a una vieja como yo, en lugar de eso, ahorita deberías de estar corriendo tras un muchacho — eso me hizo sonreír — ¿voy a morir sin ver a un muchacho contigo?
— Te prometo que traeré a un muchacho antes de que eso pase — besé sus manos y las envolví con las mías — ¿estás cansada?
— Mentiría si te digo que no — sus ojos estaban casi cerrados, seguramente en busca de descanso.
— Puedes descansar ahora, vendré esta noche a estar contigo.
— Dijiste que tenias una cita.
— No es una cita, es solo una fiesta de cumpleaños. Definitivamente me la saltare para estar contigo.
— Ve a esa fiesta, no detengas tu vida por esta vieja, yo ya viví la mía y quiero que tu hagas eso con la tuya — sonreí en su dirección — además, talvez ahí conozcas al chico de tus suenos.
Talvez ya lo conocí.
☁️
Jungkook me había enviado un texto diciéndome que me recogería a las seis de la tarde, estuve muy tentada a decirle que no iría, pero prácticamente nana me dijo que no quería ver mi rostro hasta el día de mañana, así que no me quedaba más que ir.
Lo estaba esperando, en la acera, aun faltaban algunos minutos para las seis pero yo andaba lista desde las cinco de la tarde.
Me puse un vestido vaquero de tirantes, que me llegaba a la mitad del muslo, llevaba mis tenis favoritos y una bolsa en forma de corazón, muy normal. Esta vez sí me peine y arreglé, estaba más o menos bonita.
Habia tomado fotos y las envié a Yoongi, quien me dijo que estaba muy bonita y que seguro Jeon botaria baba a mi alrededor.
Estaba sumida arreglando mi cabello cuando escuché el pitido del auto de Jungkook.
Cuando lo observé, él ya se estaba bajando de su auto.
— Te ves linda, Kwon — sin querer, mi corazón revoloteo.
— Tu también, Jeon.
Y no mentía, el chico llevaba una camisa de botones de color beige con lunares negros, tenía abierto los primeros dos botones y la llevaba por dentro de su pantalón de vestir. Sí, se veía fantástico.
— Vamos chica linda, la fiesta esta por empezar — me tomó de la mano y me llevó hasta su auto, abrió la puerta por mi y me ayudo a entrar.
Mientras conducia en la radio se podía escuchar una melodía suave, relajándome y quitando los nervios que tenía atorados dentro de mi.
Apenas unos minutos después llegamos a su gigantesca casa, estaba toda rodeada de globos y luces de color amarillo, habían arreglos florales por todos lados, en conclusión todo estaba hermoso.
— Habrán muchas personas dentro, mamá es un tanto sociable, pero tu estas conmigo — ambos nos encaminamos en la entrada — todos quieren conocerte.
— ¿Has hablado de mi con tu familia?
— ¿Cómo no hacerlo?
Mis ojos se hicieron pequeños porque sonreí, siguiendo su paso mientras me guiaba hasta la entrada de su casa.
— ¿Mamá? — Jungkook gritó, llamando a su mamá, hasta que escucho la voz de ella desde donde parecía ser la cocina.
— Ven cariño, los estábamos esperando — Jungkook me sonrió y me tomó la mano hasta guiarme a la cocina.
— Mamá, papá — en la cocina había una mujer extremadamente hermosa, muy parecida a una super modelo, era muy bonita y se veía bastante joven, al lado de ella estaba un hombre que se veía exactamente como Jungkook — les presento a Arim.
— Al fin te conocemos — la mamá de Jungkook se acercó a mi y me abrazó de una manera cálida — soy HyeSun, es un gusto.
— Yo soy Jungtae, un gusto también — el papá de Jungkook me tendió la mano y yo la tomé, agradecida con su amabilidad.
— ¿Ya llegó? — una chica de tez pálida se asomó por la cocina, era más alta que yo y tan bonita como la mamá de Jungkook — Soy Suni — la chica también me abrazó — la hermana mayor de Jungkook.
— Un gusto, soy Arim — le dije tímidamente.
— No seas timida, no mordemos — estuve muy tentada a decirle "ustedes talvez no, pero Jungkook sí" pero me contuve.
— Bueno, me llevo a Arim, algo me dice que ustedes quieren quedársela, y yo la vi primero — Jungkook me tomó de los hombros y me apartó de su hermana.
— Igual le agradamos Jungkook — la risueña voz de su padre me sacó una sonrisa — pronto estará la cena, no se vayan muy lejos.
Jungkook respondió con un simple "Ajá" y ambos nos fuimos de la cocina, en nuestro paso nos encontramos con Soojin, a quien jamás esperé ver aquí.
— ¿La trajiste? — una chica de mi misma estatura le reclamaba a Jungkook, mientras Soojin me miraba con recelo.
— No empieces, Somi — Jungkook me tomó aun más fuerte del brazo — se amable y compórtate, porque si haces algo me olvidaré de que eres mi hermana — bueno, ya sabía quien era.
Al parecer no a todos en la familia le encantaba mi presencia. Pero no estaba segura de la razón por la cual Soojin estaba aquí.
Ambos pasamos de largo y nos fuimos hasta un jardín en la parte de atrás, todos estaban ahí, habían muchas personas.
— Sí te preguntas por Soojin, ella esta aquí porque mis padres tienen un tipo de convenio con los de ella, están invitados por diplomacia.
— No tienes que explicar nada.
— Y con respecto a Somi, ella solo está un tanto ciega y confundida. Y no es que trate de explicarlo, solo no quiero que sientas que estas aquí de más — le sonreí, em realidad ni siquiera me importaba la presencia de Soojin.
— No importa. Todo bien.
Ambos no sentamos en la mesa, Jungkook estaba junto a mi, y puso su mano sobre el respaldar de mi silla y silenciosamente empezó a explicarme quien era cada una de las personas que estaban aquí.
Mientras él hacía eso, Hanna, su hermano y sus padres llegaban. Ella cuando me miró me sonrió y corrió a mi para saludarme.
— ¡Arim! Qué sorpresa — le sonreí.
— Hola, Hanna.
— Jimin — Jungkook saludó con un abrazo al chico que estaba junto a Hanna.
— Jeon Jungkook — el chico, se volvió a mi para saludarme — ¿pero qué tenemos aquí? ¿De dónde sacaste a esta niña?
— Hey, no seas tonto. Es, Arim — Jimin sonrió, curvando su labio.
— Así que es ella. Excelente — Jimin tomó mi mano y deposito un beso en ella — Park Jimin. Perdón por lo de niña, es que eres chiquita y te vez como una.
— Siempre logras avergonzarme Jimin — Hanna cruzo sus brazos sobre su pecho — déjala tranquila. Mejor ve en busca de Dajoon.
— Cállate, Hanna — Jimin se movio y se fue.
— ¿Sale con Dajoon? — Jungkook le preguntó extrañado a Hanna.
— No, la chica lo rechazo pero él no se rinde.
— Me reiré de él luego.
Hanna se quedó a mi lado por unos minutos más, hablando de lo bonito que estaba todo, de vez en cuando me hacía preguntas relativas a Yoongi y no pude evitar sonreír, porque justo a como había dicho Jungkook, ella estaba enamorada de él.
Todos nos sentimos en la mesa cuando la mamá de Jungkook, el papá y la hermana, que estaba acompañada por un chico alto y moreno, aparecieron en el jardín.
La cena estuvo perfecta, todos hablaban de sus vidas de ricos, presumiendo cuanto tenían, quienes no parecían estar tanto en eso eran los padres de Jungkook, ellos en realidad parecían personas modestas, pero los demás no.
Mientras eso pasaba, yo tuve que soportar las miradas casi asesinas que la hermana de Jungkook y Soojin me daban. Las dos estaban tan enojadas por mi presencia, y lo hacía peor el hecho de que Jungkook tenía posada su mano sobre mis hombros y de vez en cuando lo acariciaba, mientras hablaba con Jimin.
Todos los adultos se levantaron de la mesa para pasar a la sala interior, solo quedamos los jóvenes.
Suni y el chico moreno que se había presentado como Namjoon hablaban muy animadamente, dándose pequeños besos de vez en cuando, Jimin estaba detrás de la chica a la que habían mencionado anteriormente, Hanna estaba en su celular y Somi y Soojin me miraban con furia. Que bueno.
— Vamos a otro lado — Jungkook me susurró en el oído y me tomó de la mano para llevarme hasta donde estaba la piscina.
— Tu casa es muy bonita — le dije mientras tomaba asiento en una de las sillas de playas que estaban ahí.
— Gracias, mi mamá es diseñadora — él, en lugar de sentarse en otra silla, se sentó en el mismo lugar en el que yo estaba — ¿te sientes incomoda, Arim?
— No, para nada.
— ¿Segura? — él estaba muy cerquita de donde yo estaba. Su rostro y el mío estaban muy cerca.
— Sí — le respondí a como pude debido a los nervios.
Pensé que se iba a acercar más, pero no lo hizo, solo se separó de mi y se puso de pie.
— Iré adentro por algo de tomar ¿Quieres algo?
— Lo que sea está bien — le dije, arreglando mi cabello.
— Veré si hay alguna bebida llamada "lo que sea". No te muevas de aquí, ya vengo.
Se fue muy rápido, perdiéndose entre el jardín. Yo me quedé en mi mismo lugar, observando en silencio la pequeña fuente que estaba de un lado de la piscina.
— Creí haberte dicho que no te quería cerca de Jungkook — Soojin me asustó. Rápidamente me puse de pié, encontrándome con ella y con la hermana de Jungkook.
— Jungkook no me quiere lejos — le dije, cansada de que se portara de manera infantil.
— Seguro tiene pena por ti — Soojin se acercó a mi, llevándome al borde de la piscina.
— Mi hermanos jamás saldría con alguien como tú — Somi, también se acercó a mi.
— Te lo voy a advertir una vez más, Arim. Aléjate de Jungkook — no pude responder porque ella me empujó fuertemente haciendo que cayera dentro de la piscina.
El agua estaba jodidamente fría y yo no sabía nadar.
Mientras peleaba por no ahogarme podía verlas a ellas dos riendo. Pero ambas fueron empujadas dentro por Jungkook. Yo ya había tragado mucha agua cuando sentí los brazos fuertes de Jungkook envolviendo mi cuerpo.
Él me llevó fuera de la piscina, mientras yo tosía muy fuerte, tratando de expulsar el agua que había tratado, pero lo único que salieron fueron lágrimas.
— No llores, Arim. Todo está bien — Jungkook me abrazó fuertemente, pero yo no podía dejar de llorar.
— Yo...no puedo nadar — le dije en medio de mi llanto, tratando de calmarme.
— Tranquila, no pasa nada.
Hanna estaba aquí, poniendo una toalla sobre mis hombros, al parecer todos habían venido a ver lo que había pasado. Me sentía tan avergonzada. Suni me ayudo a ponerme de pie y me envolvió en sus brazos.
— Estoy decepcionado de ti, Somi — Jungkook le dijo eso con mucha dureza a su hermana — de Soojin puedo esperar muchas cosas, pero pensé que tu eras diferente.
— Yo no hice...
— Te vi, las vi a las dos. Arim pudo haber muerto si yo no llegaba a tiempo, ¿Eres así de cruel?
— Oppa...
— No me hables — Jungkook regresó conmigo — Suni, lleva a Arim arriba, se puede resfriar.
— Sí. Vamos Arim, te daré ropa seca. En cuanto a ti, Somi, esto ya fue demasiado lejos, pareces solo una niña de cinco años.
Hanna se fue con nosotras y Jungkook estaba siendo calmado por Jimin. Los padres de Jungkook no sabían nada, pues ellos estaban dentro de la casa.
Suni me llevó hasta su habitación, me dio ropa y pude cambiarme, aunque era imposible librarme de un resfriado.
— Lo siento tanto, Arim — me dijo muy apenada cuando me vio lista.
— No te preocupes, no es tu culpa.
— Somi no sabe lo que hace, solo está enojada porque Jungkook rompió con Soojin.
— ¿Acaso no sabe lo que le hizo?
— Sí lo sabe, pero está ciega.
Quería decirle que estaba bien, que en realidad me habían pasado cosas peores pero no pude hacerlo porque Jungkook se presentó en la habitación.
Suni nos dejó a solas, diciendo que iría con su novio.
— Lo siento tanto, Arim — Jungkook me abrazó — no debí dejarte sola.
— No es tu culpa, Soojin es grosera y tu hermana, ella solo está siendo manipulada por Soojin.
— Prometo que te recompensaré por esto.
Me abrazó aún más fuerte y cuando se separó de mi, me dio un beso largo y tendido en la frente.
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