𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 11
Jungkook;
Me dolía la cabeza terriblemente, talvez, anoche me pasé un poco con las copas, pero de hecho, no recordaba nada de lo que había pasado, solo sabía que Yoongi me llamó muy alterado pidiendo que nos viéramos para tomar algo, pero una vez ya juntos ambos tratamos de olvidar parte de nuestros problemas con alcohol.
Ni siquiera recordaba como había llegado a casa, pero esperaba que no haya sido porque mamá fue a buscarme, si no, en este mismo momento estaría en problemas.
Busqué mi celular, porque necesitaba saber si anoche, mientras estaba borracho había llamado a Soojin, porque lo que menos quería era su trasero curioso y problemático de nuevo en mi vida.
Por suerte, ninguna llamada fue para ella, tampoco habían mensajes en su dirección, solo unos que le había mandado a Arim para que fuese a buscarnos, nada más. Eso era un gran alivio porque significaba que mi integridad aún estaba intacta.
Me desplace por la galería, esperando no encontrar algo vergonzoso, pero fallé.
En un video, se plasmaba la cara mía y de Yoongi, probablemente demasiado borrachos como para decir algo coherente, ambos sosteniamos una botella de soju. Reproduje el video. Yoongi y yo cantábamos a todo pulmón Fake love, porque talvez eso era lo que sentíamos. A pesar de yo también estar involucrado en ese video me reí, porque uno puede llegar a ser muy tonto cuando se bebe de más.
Abrí mi chat con Yoongi para compartirle el video.
;¿estás vivo?
;encontré algo...🤪
; [Video]
No espere a que me respondiera, porque sabía que no iba a hacerlo por lo menos en unas tres horas. Quise acostarme de nuevo y cerrar mis ojos, pero mi mamá irrumpió en mi cuarto.
— Jeon Jungkook, arriba — puse una de mis almohadas sobre mi cabeza porque lo que menos quería era ser regañado por mamá — son las doce del mediodía, levántate.
— Mamaaaa, me duele la cabeza — me queje, aun con la sabana cubriendo mi cuerpo, porque, de hecho, estaba solo en boxers.
— No me importa, yo no te dije que tomaras de más. Es mejor que te levantes, antes de que tu papá venga aquí — apresurado, saque mi cabeza de debajo de la sabana.
— ¿Papá está en casa? — le pregunté extrañado, porque no era normal que él se quedara en casa un día sábado.
— Sí, la audiencia que tenía para hoy se canceló. Quiere que comamos todos juntos — me dijo con una sonrisa, ella seguro era la más feliz en este momento — pero antes de eso, explícame quien era la chica de anoche, y como me digas que era Soojin, juro, Jungkook, que no volverás a tener otro susto de embarazo, porque te la voy a cortar — tra6te de recordar, quien pudo ser. Entonces caí en cuenta, era Arim.
— No es Soojin, es Arim, una nueva amiga — le dije calmado, tratando de buscar mis pantalones con la vista, esperando a que ella se diera la vuelta cuando los encontré — ¿puedes voltear?
— Ja, eres increíble, vi tu trasero desde que estabas pequeño, no hay nada que pueda impresionarme ahora.
— Mamá, ya soy un hombre, algunas cosas ahí abajo han cambiado — le dije incómodo, ella puso sus ojos en blanco y se dio la vuelta.
— Ah, sí, en lo que estábamos — me dijo, aún de espaldas — si esa chiquilla es tu amiga, ¿por qué la besaste? Los vi por la ventana — ¡¿qué?! ¡¿cómo que besé a Arim y yo ni en cuenta?!
— ¡¿Qué has dicho, madre?!
— Sí, no te hagas el sorprendido, la tomaste de las mejillas y luego la besaste — sentí que mi corazón se paralizó, jamás imaginé que eso podía llegar a pasar. Y lo peor de todo, era que yo no recordaba ese beso. Rayos.
— Seguro te estas equivocando — dije muy nervioso — ella es solo una amiga, nada más.
— Entonces si es solo tu amiga, no vuelvas a besarla, porque hasta donde yo sé, tu hace muy poco sufrias por Soojin — se dio la vuelta, enfrentándome.
— Te prometo que ella es solo mi amiga.
Sonrió, pero no era una sonrisa de seguridad, era más bien una de "ya veremos si eso es cierto", salio de mi habitación, seguramente dándome espacio para que pudiese cambiarme y estar presentable para el almuerzo con papá.
Me metí a bañar, aun pensando en lo que había ocurrido con Arim, mis recuerdos no eran para nada claros, de hecho no recordaba nada más que el rostro de Yoongi. Me sentía avergonzado por la manera en la que sucedieron las cosas, porque si lo que mamá decía era cierto, probablemente Arim me odia justo en este momento.
Cuando terminé de bañarme, tome una vez más mi celular para enviarle un texto, y de alguna manera disculparme por lo que había hecho la noche anterior.
;¿estás..?
;Me gustaría hablar contigo...
Esperé unos cuantos minutos mientras me ponía algo de ropa, pero nada, no respondió, ni siquiera estaba en línea. Aún con la preocupación atorada en mi garganta, baje a la sala luego de ponerme unos shorts y por supuesto una camisa blanca.
Baje las escaleras, preocupado y contento, lo primero por lo que había pasado con Arim, y lo segundo porque papá estaba en casa.
Cuando llegué ya todos estaban sentados, esperando seguramente por mi. Suni y papá me sonrieron, pero Somi, ella me miraba con recelo, seguramente aún enfadada por nuestra conversación del otro día, pero la verdad, es que poco me importaba, era mi vida, yo decidía quien entraba y quien salía de ella.
— Hijo, que bueno verte — me sente junto a mi papá, la par mía estaba Somi, quien bufo cuando me acerqué — un pajarito me dijo que tomaste anoche.
— Ummm...sí, digamos que fue solidaridad con un amigo.
— ¿Necesitabas beber por él acaso? — sonreí, porque sabía que él solo estaba jugando conmigo.
— Necesitaba beber con él, tuvo un problema con la chica que le gusta — todos empezamos a comer.
— ¿Sabes quien más bebió anoche, Jungkook? — la voz enojada de Somi interrumpió mi tranquilidad — Soojin.
— ¿Y como es eso mi problema? — le dije restando importancia, aun sin dejar de comer.
— Tu nuevo juguete le dijo que estabas coqueteando con ella, ¿cómo puedes hacerle eso a Soojin?
— Ya te dije que no te metas, Somi, no lo hagas — le dije enojado.
— Y yo ya te dije que nadie más que Soojin será bien recibida en esta casa, además...
— Basta, los dos — la voz dura de papá, hizo que guardará silencio — ¿qué es lo que está pasando?
— Tu hijo, dejo a Soojin por otra tipa, él cree que ha hecho lo correcto, pero en realidad su lugar está con Soojin — Somi soltó las palabras con furia.
— No sabes ni una mierda, Somi...
— ¡Jungkook! — mi mamá me gritó.
— No, es que ella no sabe lo que dice, ¿no te dijo tu amiguita que me estaba siendo infiel? — su cara, era ahora un poema — ¿no te dijo que mintió con algo delicado para tenerme junto a ella y después lo desechó como si se trataba de un pedazo de papel?
— Ella hizo lo que tenía que hacer...
— ¿Tenía que engañarme con otro? — le dije cansado de su berrinche.
— Como si tu nunca lo hubieses hecho. — mi mamá y mi papá solo suspiraban, pero Suni, parecía muy interesada en la conversación.
— Jamás le menti, jamás la engañé, le prometí quererla, todos los días le demostré que era especial para mi ¿y qué obtuve? Nada, Somi, nada.
— Somi, tu hermano puede hacer lo que quiera, Soojin jugo con él y con todos en realidad — la voz calmada de papá logró que me controlase — ahora, no quiero escuchar más del tema, si tu hermano quiere, puede salir con cualquier chica que desee, y siempre serán recibidas en casa.
— Papá...
— No, Somi, eres menor que Jungkook, aprende a respetar su espacio. Tu título de hermana termina donde la privacidad de tu hermano comienza — sus palabras fueron claras, y yo esperaba de verdad que ella pudiese entender.
— ¿Así que por fin terminaste con Soojin? — Suni, quien había estado callada en toda la cena, me preguntó con verdadero entusiasmo.
— Sí, ¿acaso no te lo había contado mamá?
— No — respondió simplemente.
— Bueno pues, no hay bebé, porque no era mío y ya no existe — Somi rodó los ojos y apartó la cara — así que, para tu bien, ya no tendrás que verla en casa.
— Ya era hora, honestamente nunca me agradó...
— Suni — mamá trató de hacer que se callara.
— No, es que, siempre fue insoportable, ni a papá ni a mi nos agradaba — mi papá sonrió — ¿cierto papi?
— Silencio, Suni — mi papá, quien trataba de disimular, trato de evitar la pregunta, pero era obvio, jamás le había agradado.
— Así que... ¿hay otra niña?
— Sí, y es horrible — la voz de Somi respondió por mi.
— Se lo pregunte a Jungkook, Somi — quise reírme, pero mis padres ya parecían exhaustos por nuestras peleas — ¿entonces...?
— Es solo una amiga...
— La besaste anoche, hijo — Somi, soltó los cubiertos y se fue de la mesa, mi papá trató de impedirlo pero ella no obedeció.
— ¿Es cierto? — la cara de felicidad de Suni era nefasta, y papá, también estaba ahora interesado en la conversación.
— No lo recuerdo, mamá dice que sí, pero en mi mente no hay nada en realidad — Suni rodó sus ojos y papá negó.
— La próxima vez que quieras besarla asegúrate de no estar tomado.
— Oh, basta — mi papá empezó a reírse y a pesar de que antes la atmósfera era un poco pesada, todos logramos tener un almuerzo agradable.
Me pesaba mucho el hecho de que Somi se portara de esa manera, no comprendía que parte de toda la historia ella no podía entender, pero no podía meterse, era mi hermana y la amaba con locura, pero mi privacidad me pertenecía. Ella ni siquiera conocía a Arim, pero la juzgaba de una manera terrible, sabía que eso era acto de mi querida ex novia, y no iba a permitir que ella o alguien más le hicieran el feo a Arim.
Aun estábamos en la mesa y sentí como mi celular vibró dentro de la bolsa de mi short, rápidamente lo tomé, notando que era un mensaje de Arim. Rápidamente empecé a leerlo.
Arim: Sí es por lo de anoche, tranquilo, no pasó nada.
Arim: Y de nada, ya sabes, por ayudarte a llegar a tu casa.
Sus mensajes decían que no me preocupara, pero yo sabía que en realidad si debía de preocuparme, porque aunque ella dijese que no pasaba nada, en realidad sí pasaba. ¿Qué pasa si la hice sentir incómoda? Nunca jamás me lo perdonaría, talvez era una buena idea buscarla y disculparme en persona, pero también sentía vergüenza por no recordar lo que había pasado. ¿Qué pasaba si además del supuesto beso le había dicho algo más? Quien sabe, algo más peligroso o incómodo, ni siquiera quería imaginarlo.
— ¿Jungkook? — la voz de mi papá resonó en mi cabeza, provocando que una vez más le diera mi atención — ¿estás en un viaje a marte?
— Lo siento, pensaba en algo...
— O en alguien — Suni levantó sus cejas sugestivamente, de todos los habitantes de la casa ella parecía estar más feliz por mi ruptura — traela a casa — me sonrió, aun con burla.
— ¿Y tu? ¿Por qué no has traído traído Namjoon hyung? Se que sales con él — ella me quedo viendo con sus ojos abiertos a tope, mamá estaba con la boca abierta y papá sonreía.
— Bocon — me dijo, enfurruñada por haber revelado su secreto.
— Suni... — La voz dura de papá le dio una advertencia para que hablase, porque aunque no fuese una niña había reglas en casa.
— Bueno familia, la comida estuvo deliciosa — se levantó apresurada de su silla y simuló ver el reloj en su muñeca — ¡ah, casi lo olvido! Tengo una reunión virtual justo ahora — tan pronto como dijo eso se fue rápido, pero aun papá estaba gritándole y diciendo que debían hablar de eso más tarde.
— ¿Cómo sabes que sale con Namjoon? — mi mamá me preguntó, también emocionada.
— Los vi pasarse saliva el otro día — mi papá sonó su garganta, talvez con incomodidad — papá, Namjoon hyung es buen chico, trabaja en el despacho de su padre como abogado. En lugar de preocuparte por Suni deberías de preocuparte por Namjoon, el pobre va a sufrir si llega a casarse con tu hija.
— Olvidémonos de eso, ya hablaré yo con Suni — mi mamá se levantó de la mesa, para recoger los platos, incluso cuando papá y yo le insistimos en que lo haríamos nosotros.
Me quedé un rato más hablando con papá, habían cosas que me gustaba hablar con él, siempre era clamado y casi nunca alteraba la voz, siempre, durante todos mi años de vida he visto lo bien que ha tratado a mamá, jamás la ha hecho menos o le ha faltado al respeto, siempre han compartido el trabajo de casa y por sobre todo eso, ellos eran desmesurados en amor. Eran verdaderamente un ejemplo a seguir, siempre, el respeto mutuo o el amor recíproco, estaban presentes.
Algunas veces, vergonzosamente, los había descubierto dándose amor más de lo necesario, a plena luz del día en el despacho de papá, me costaron varios regaños y también aprendí a tocar la puerta antes de entrar. Por eso, yo también quería seguir los pasos de mi papá, quería amar a mi futura esposa para toda la vida, pero si mi esposa no me amaba de la misma manera en la que lo hacía mi mamá, no se si valdría la pena.
— Dado que tu madre se ha encargado de todo, porque no vamos tu y yo, por ahí, y tenemos una tarde de hombres — la sugerencia de papá me encantó, porque lo que todo hijo deseaba era tener un poco de tiempo con su papá — ¿Qué dices? Así también aprovechamos y me dices más sobre esa nueva niña.
— Lo que tu quieres es saber de mi vida privada — el sonrió — ya les dije que solo es mi amiga, Arim y yo solo somos amigos.
— Tu mamá y yo solo eramos amigos... — me levanté de la mesa, cansado de repetir lo mismo. Mi papá copio mi acción.
— No es lo mismo.
— Sí lo es.
— Tu también estas feliz por lo que pasó ¿cierto? — ambos salimos por la puerta principal de la casa, rumbo quien sabe donde.
— Solo pensaba que Soojin no te veía de la misma forma en que tu lo hacías con ella. Tu siempre lo hiciste mejor — suspiré, porque talvez era cierto. Yo era siempre el que hacía todo en la relación, los aniversarios me tocaban a mi, los regalos siempre eran de mi parte, y yo siempre fui quien dijo primero te amo.
— ¿Podemos no hablar de ella por hoy? — le pedí, esperando que él pudiese aceptarlo.
— Está bien. Hablemos de nosotros entonces...
Ambos estábamos en el auto, él conducía. La verdad no recordaba la última vez en la que lo había visto así de relajado, con solo unos shorts puestos y una camiseta simple, con deportivos y su típica gorra de los Lakers, más vieja que él, porque era un regalo del abuelo.
—...¿Ya decidiste a que universidad de leyes ir? — de mis siguientes palabras dependía mi futuro.
— Papá, yo no quiero ser abogado — estábamos detenidos en un semáforo, y su mirada estaba sobre mi — ese es tu sueño, no el mío. Además, Suni ya es abogada, ella si tiene esa fiera pasión por las leyes, es astuta y de corazón duro como tú, yo por otro lado perdería mi primer caso, porque soy más del lado emocional...
— ¿Qué quieres hacer entonces? — me preguntó un poco triste — sabes que mi sueño era que te hicieras cargo de mi firma, pero si tu tienes algo más en mente, lo respetaré.
— Quiero ir a la universidad de medicina — me miró sorprendido, poniendo en marcha el auto — y se que no estarás de acuerdo, pero he ahorrado dinero y puedo ir por mi cuenta.
— ¿Es tu sueño?
— Sí, quiero ser médico — mis palabras fueron seguras.
— Entonces es lo que harás — le sonreí emocionado — pero no es necesario que vayas por tu cuenta, sigo siendo tu padre, y aunque me desilusiona que no quieras ser abogado, voy a seguir apoyándote, porque eres mi hijo, y tengo la responsabilidad de ayudarte.
— ¿Entonces no estás enojado conmigo?
— No — sonreí, una vez más, porque el hecho de tener la aprobación de papá para mi era importante.
Condujo por un buen rato, hasta que llegamos a un campo de baseball. Me emocioné, porque la última vez que jugamos juntos fue cuando yo tenia diez años, y compartir este tiempo con mi papá, me traía viejos recuerdos.
☁️
Jugamos por al menos dos horas, el sol ya se estaba ocultando y papá fue por unos helados que estaban en la esquina de la calle, mientras estaba allí vi una silueta que yo conocía muy bien, Arim pasaba del otro lado de la calle, con una bolsa en su mano. Rápidamente me puse de pie y corrí hasta ella, esperando poder disculparme.
— ¡Hey! — le dije cuando logre alcanzarla, tomando su mano y atrayendo hacia mí, ella se asustó y trató de alejarse.
— ¡Dios, harás que mi corazón explote! — puso su mano en su pecho.
— Lo siento, no quería asustarte — asintió con su cabeza y quedó viendo la unión de mi mano y la suya — lo siento, de nuevo.
— No pasa nada. ¿Necesitas algo?
— Sí, necesito saber una cosa — ella se puso nerviosa, muy nerviosa — es algo en lo que no dejo de pensar.
— ¿Y eso es...?
— ¿Anoche...tu y yo nos...besamos? — sus mejillas se volvieron rojas de inmediato.
— ¿Anoche? — quiso disimular su nerviosismo, pero era más que notorio.
— Sí, Arim, mi mamá dice que nos vio — sus ojos se abrieron desmesuradamente — y yo no recuerdo mucho la verdad — le dije con pena, pasando mi mano por mi cuello.
— No te preocupes, anoche no pasó nada.
— ¿Segura?
— Sí, no es como si hayas dicho "Arim, quiero morder ese labio" — ahora fue mi turno de abrir los ojos.
— ¿Eso te dije? Joder, lo siento.
— No pasa nada, estabas borracho, y en realidad no me besaste ni me mordiste — si antes estaba avergonzado, ahora estaba peor — bueno, yo ya me voy, venía por unas medicinas de nana — se despidió de mi, pero la detuve.
— No quieres que te lleve, tu casa esta un poco lejos — le ofrecí, porque me preocupaba que caminara sola si ya estaba atardeciendo.
— No hace falta — me sonrió amablemente — Adiós, Jungkook — se despidió y empezó a caminar.
Yo me alejé también, regresando hasta donde mi papá quien me esperaba con los helados en su mano.
— Te vi — me dijo con una gran sonrisa — ¿Ella es Arim?
— Sí, ella es Arim.
☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️
Jeon Jungkook, memoria de Doris le dicen.
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