17 años y unos meses después.

Arim;

En lo más profundo de mis sueños escuchaba apenas el tintineo de mi alarma de un lunes infernal, debí de acostarme más temprano y dejar el celular antes de media noche pero Jaehyung me entretuvo enviando gifts de gatitos regordetes, no pude obviarlo y dejé el celular hasta pasadas las tres de la mañana.

Todos los lunes para mí, eran infernales, pero este lunes era peor, me recordaba que por los próximos meses me estaría levantando a la misma hora, todos lo días y yo era un gato, mi placer era hacer de vegetal todos los días, a toda hora. El primer día de escuela de mi último año ponía ese ingrediente extra de lunes infernal, no la odiaba solo odiaba los primeros días, era mi ultimo año y planeaba disfrutarlo justo como los años anteriores, yo callada en el rincón siendo invisible, era la empollona de la clase, una nerd, yo sabía la respuesta a todas las preguntas y la solución a todos los problemas de matemáticas, por eso todos me odiaban, no era cool, era inteligente, sin embargo no me quejaba porque mientras el resto de los estudiantes lloraba en cada corte yo me reía en lo más profundo de mis entrañas de su situación.

Disfrutaba verlos sufrir, a todos menos a mi mejor amigo, Jaehyung, y aunque mi intención era ser invisible, con el era casi misión imposible, era como si llevara una gran flecha de "mira aqui" cada vez que iba por los pasillos de la escuela con él, claro no me veían a mi, lo veían a él, pero igual era incómodo. ¿Como describir a mi mejor amigo?, les daré la descripción mientras miro el calcetín que no encontré ayer en la mañana.

Jaehyung es el chico que todas quieren, es absolutamente guapo, musculoso y deportista, juega en el equipo de fútbol de la escuela, es amable, encantador y todo lo que sale de su boca es como un sonido de angeles, canta, toca el piano, la guitarra y el violín, es el típico niño prodigio, pero tiene dos detallitos, es jodidamente presumido y puede pensar que es la última cocacola del desierto, nadie a su alrededor es suficiente para él, además de que es un jodido burro, no estudia, nunca atiende clases siempre se la pasa haciendo garabatos en su cuaderno o jugando Among Us en su jodido celular, pero a pesar de eso, es perfecto y es mi mejor amigo.

Nuestra amistad empezó casual, simplemente le ayudé con un examen y luego no me dejó de fastidiar hasta que acepte a ir con el a una comida con su abuela que está ciega, fue un favor, me pidió hacer de novia falsa mientras su novia estaba de viaje, yo encantada fui, aunque claro la cague porque él no me dijo que era ciega, yo le tendi la mano a la señora y ella obviamente no la tomó porque no la miraba, el se reía descojonado y la señora lo único que dijo fue "hija, soy una jodida ciega" me moría de la vergüenza, luego de eso empezamos a compartir tiempo juntos y a contarnos cosas, el me contaba de sus novias yo de lo que pasaba en el orfanato.

Mi alarma que estaba programada para cada diez minutos en una hora completa sonó de nuevo, traté de estirarme como un gato y también traté con todo mi corazón salir de la cama. Yo compartía la habitación con otra chica, un año menor que yo, era genial estar con ella, hablábamos mucho era como una amiga-hermana para mi. Silenciosamente me adentre al baño, no quería despertarla era demasiado temprano para ella, yo me levantaba antes porque era una jodida tortuga.

Fui directo al baño a cepillarme los dientes, y a desnudarme para tomar un baño. Cuando el agua cayó sobre mi cabeza todo fue relajante. No tardé mucho y tan pronto como acabé de ducharme me envolví en la toalla para empezar a secar mi cabello, mientras lo hacía pensé en las cosas buenas de volver a la escuela, una de ellas era ver a Jaehyung todos los días, por la vacaciones obtuve un empleo de tiempo completo de un salón de belleza así que lastimosamente no pudimos vernos, también otra buena razón era que vería más seguido a mi Yoongi, a el si lo vi más frecuente en la vacaciones, me llegaba a buscar a la hora del almuerzo y siempre me invitaba a comer, también regresar a clases significaba que volvía a estar en sintonía con mi mejor amiga, era como una pieza de pastel, dulce y preciosa, coincidimos en muchas cosas aparte de que me hace sentir cómoda.

Sí, sin dudas la parte favorita de regresar a la escuela era verlos a ellos, Minyoung era asquerosamente rica, por eso en las vacaciones no pudimos compartir tiempo juntas, se fue de viaje con sus padres a París y aunque fue triste no verla para aventarnos unos chismes me alegraba por ella.

Termine de secar mi cabello y trate de arreglar mi larga melena justo como siempre lo llevaba, una cola alta, nunca cambiaba peinado, solo cambiaba de ligas. Para ponerme el uniforme me di cuanta que era casi imposible encontrar mi ropa interior en medio de todo el desorden de mi clóset, pero conseguí unas más o menos descendentes.

— Oh, vamos, no pueden tener un agujero. — me quejé mientras veía el pequeño agujero que estaba en la parte trasera de mi tanga, pero como mi segundo nombre era sonsa, no me molesté en buscar otras — nadie te verá los calzones hoy Arim, sibreviviras.

Casi lista, o bueno solo con las bragas y el sostén puesto, busque entre mis cosas una licra protectora, jamás salía sin ellas, no importaba que tan larga era la falda, sin ellas no salía. Busqué el uniforme con la vista y lo encontré perfectamente colgado como única pieza en mi clóset, todo lo demás estaba en el suelo.

Este año el uniforme era un tanto diferente, la escuela por extraña razón había cambiado sus colores, me tocó comprar tres atuendos, más el de deportes, casi me da un infarto cuando mire la cuenta, esas eran las cosas de estudiar en escuela privada. La falda era un poco corta para mi gusto, era de color negra, la camisa me encantaba porque tenía pequeños bordados en la línea de los botones, además de que era de color azul profundo, también como agregado este año portabamos un chaleco negro que no cubría los pechos solo la parte de la cintura, algo que odiaba del uniforme era la bendita corbata negrs que tenia que llevar perfectamente arreglada, sino no había entrada y por supuesto no podía faltar la chaqueta del uniforme con el logo de la escuela y mi nombre en el lado izquierdo.

Ya lista, me vi al espejo por última vez, y trate de arreglar un poco mi cara, bueno en realidad no me veo como un monstruo sin maquillaje prefiero prescindir de el, pero hoy solamente por ser primer día lo usaré.

Eran las seis y cuarenta de la mañana lo que significaba que era hora de despertar a Susan.

— ¡Susi, despierta! — grite a todo pulmón, la asusté tanto que la pobre se cayó de la cama — lo siento, pero se te hará tarde.

— Aveces te odio — dijo aún con voz de persona que esta entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

— No me importa, apurate.

Peleando con su alma se dirigió al baño y yo traté de terminar de recoger mis cosas. Lastimosamente Susan y yo no íbamos a la misma escuela, de hecho del orfanato yo era la única chica que iba a esta escuela, los demás estaban esparcidos en lugares diferentes.

Yo estudiaba en este lugar debido a que tenía a alguien que cuidaba de mi especialmente, era una de las mujeres más ancianas del orfanato, era la abuela para mi, era una mujer maravillosa y llena de vida, me fascinaba todo lo que tenía que ver con ella, siempre cuidaba de mi de manera especial.

Sin desayunar me fui directo a la parada de buses, quería llegar lo más temprano posible para luego no pelear por un lugar en la entrada principal. Como era tan temprano en la mañana, cogi el autobús que viajaba en hora pico, osea que todas las personas que no poseían un auto y que tenían que trabajar iban en este autobús.

Luche para mi propio espacio y pise por accidente a otra persona, deje toda la suela polvosa de mis zapatos repintada en el negro de sus perfectas botas de cuero. Me fijé en el uniforme y era un chico de nuestra escuela, me parecía haberlo visto alguna vez, llevaba la corbata terriblemente arreglada.

— Oye, disculpa pero me has pisado. — el chico elevó ambas cejas.

— Sí, bueno soy consciente.

— Bueno, ¿y?

— Oye, ¿quieres que lo limpie?, es un jodido autobús, estás cosas pasan. — el chico me lanzó una mirada de querer matarme.

— Voy a llegar con el zapato sucio.

— Puedes limpiarlo al bajarte, no es la gran cosa. — retorcí los ojos y recordé las veces en las que la abuela me dijo que no hiciera eso.

— Podrías darme el pañuelo aunque sea, eh. — le di mi cara de disculpas y me alejé a más no poder.

Unas cuantas paradas después el chico y yo nos bajamos del autobús, mientras el buscaba agitado lo que parecía ser su carnet escolar yo lo saque de la pequeña bolsita de mi mochila, pero no pude obviar el desastroso nudo de su corbata.

— Oye, tú. — alzo sus ojos con expresión interrogativa — como esta mañana te he pisado, te lo pagaré haciendo correctamente el nudo de tu corbata, es un asco.

— Deberías de limpiar mi zapato, pero tomare tu oferta. — el chico se acercó a mi y se inclinó un poco para que pudiera alcanzar la corbata.

— Para empezar la llevas del lado contrario. El lado más Delgado siempre va a la izquierda.

— No lo sabía. — el chico lucia una expresión avergonzada. Mientras yo seguía trabajando en hacer el nudo perfecto, satisfecha con mi trabajo le acomode mejor el cuello de la camisa y le limpié un poco de crema dental que tenía en la mejilla, inmediatamente me arrepentí, el chico me veía como si me había salido un ojo extra, rápidamente me alejé — Gra...gracias.

— De nada — dije nerviosa — soy buena en esto. Me llamo Arim.

— Soy Jungkook, creo que compartimos clases.

— Así es, solo que hasta ahora se tú nombre — Jungkook sonrió.

— Auch.

— No te lo tomes a mal chico Jk, solo es que no me se el nombre de ninguno de mis compañeros. — Jungkook me regaló otra sonrisa, más grande aún y terminó de acomodar su uniforme.

— No pasa nada. Fue un gusto Arim, nos vemos en clases. — se despidió de mi y yo me quedé por unos segundos como estupida en medio de la entrada.

Cuando reaccioné ya no había rastro de Jungkook y me puse en marcha, le di mi carnet al portero y noté que habían cambiado de guarda, una lástima, me agradaba hablar con Jisung. Me adentre al recinto y me di cuanta que muchos estudiantes ya estaba ahí, incluso MinYoung, que venía corriendo hacia mi.

— ¡Arim! — corrí hacia ella y nos abrazamos. — te extrañé estupida.

— Yo también lo hice, Minmin.

— ¡Tengo tanto que contarte! — dijo completamente emocionada.

— Yo no tengo mucho, lo más emocionante que me pasó, fue quemarle el pelo a una clienta en mi trabajo — ambas reímos.

— Pues yo sí tengo que contarte, presta atención...

Mientras MinYoung hablaba sin parar nos adentramos en los pasillos de nuestra escuela y nos dirigimos al aula que nos correspondía este año, mientras íbamos caminando, vi a Jungkok con la que parecía ser su novia, ya que ambos se besaban a más no poder, como si no se hubieran visto hace mucho tiempo. En mi barrido visual vi también a Jaehyung al fondo del pasillo tres, hablaba con quien yo se que ha sido su "crush" por más de un año, jamás los había visto juntos, hasta ahora y eso de alguna manera me molestó, me sentí herida por una rara razón.

—...entonces así fue como acabé en una habitación con un negro.

— ¿cómo?

— Sí, pero no pasó nada. Lo prometo. — MinYoung era lo contrario a mi, creo que por eso encajamos tan bien. — mi corazón ya le pertenece a alguien.

— ¿A quién? — pregunte con curiosidad.

— No te lo diré, es un secreto y lo que no cabe en tu corazón no cabe en los demás.

— Minmin, yo jamás te delataría.

— Lo sé, pero esto es un recordatorio de que las mejores amigas no siempre tienen que decirse todo. — tenía un poco de razón.

— Lo comprendo.

— Hay verdades que nunca deben de ser dichas. Sobretodo si dañan a alguien más.

— Lo sé, Minmin.

Seguimos platicando de cosas triviales, nos adentramos en nuestra vida estudiantil y llegamos al aula que nos correspondía, MinYoung como siempre se sentó en los primero asientos, yo fui un poco más al fondo, donde había una persona dormida, una persona que solo podía ser Min Yoongi.

— Hola Min. — lo saludé con intención de despertarlo.

— Joder enana, que es temprano y tengo sueño. — se quejó como siempre, todo el tiempo tenía sueño porque siempre por las noches se quedaba componiendo sus canciones que nunca mostraba a nadie.

— No vienes a la escuela a dormir.

— Te pareces a mi mamá. — le di un beso en la mejilla y él abrió los ojos.

— Sabes que carta jugar, Dios eres peligrosa. — me reí por su comentario, no éramos novios, pero el y yo siempre mos tratábamos con cariño, me unía algo especial con el.

Le apreté las mejillas y el puso su cabeza en mi hombro, vi entrar por la puerta a Jaehyung, me lanzó un beso y una sonrisa, mi corazón se inquietó, y se fue a su lugar, justo tras MinYoung, por algún razón, cada vez que Jaehyung estaba cerca, MinYoung se convertía en algo diferente.

También entró Jungkook, a este último se le veía atribulado, con ganas de llorar, pero en silencio se sentó en la última fila del lado derecho, yo estaba hasta en la otra esquina pero podía ver su cara de confusión y miedo. No le iba a preguntar que pasaba, no era mi asunto.

El salón se fue llenando y yo traté con todas mis fuerzas de levantar a Yoongi, al final hizo un pequeño berrinche pero estuvo atento mientras el profesor tomaba lugar en la clase.

Nuestra primer materia fue introducción al cálculo, el maestro preguntó si alguno de nosotros recordábamos algo de las sesiones de los años anteriores, fui la única en levantar la mano, como siempre. Honestamente no me importaba si me veían mal por siempre saber las respuestas, o por siempre saber que responder, no era mi problema si los demás estudiaban o no.

La clase fue tranquila, Yoongi puso dos cintas adhesivas justo sobre su párpado para así poder tener los ojos abiertos, cuando el maestro lo notó no dijo nada, así era Yoongi.

Mi historia con el es diferente, nos conocimos de manera diferente, yo tenía cuatro años y el casi cinco, también pertenecía al orfanato, con la diferencia de que a el si lo quisieron en un hogar. En el orfanato, era mi guardián, siempre me gustaba jugar con el, era muy alegre y siempre estaba dispuesto a todo por mi, incluso a subirse a un árbol para rescatar una pelota que yo tiré.

Pero, en lo largo de los años había aprendido algo de él, era callado y puro, también aunque no lo pareciera es muy temeroso de todo, pero siempre me cuida incluso si el tiene más miedo que yo.

— Arim, ¿por qué MinYoung le pasa notas a Jaehyung? — Yoongi me preguntó por algo a lo que no podía dar respuesta, ni siquiera lo había notado, pero levante la vista de mi cuaderno y me fijé en ellos, efectivamente se pasaban notas.

— No lo sé, Yoongi. Presta atención. — honestamente no me gustaba cuando MinYoung hacia eso, se le veía diferente, además de que no podía compartir a Jaehyung, solo el hecho de pensarlo me atemoriza.

— Nunca me agradará esa chica. — yo lo sabía mejor que nadie, había intentado emparejarlos, pero no funcionó, Yoongi jamás cerraba la boca cuando algo no le gustaba, y MinYoung podía sacar de quicio a cualquiera.

— No hace falta que lo jures, lo sé.

— Bueno. Cambiando de tema, quiero que sepas que no estoy prestando atención y que espero que luego recapitules toda la clase para mi. — me dio una sonrisa de gato meloso y apartó la vista.

— ¿Cuando no lo he hecho? — siempre era lo mismo, a el no le interesaba la escuela, pero por alguna razón era demasiado bueno, su corazón siempre estaba en  la  música, cursaba la escuela por respeto a sus padres.

Durante el cambio de clases pude observar como Jungkook salia disparado del salón solo Dios sabe donde, pero intuía que eso tenía que ver con la cara de preocupación que tenía al principio. ¿Como es que nunca me había fijado en él?, parecía ser otro chico del rincón, recordaba su cara, pero jamás había escuchado su voz hasta ahora en la mañana.

— Arim, hoy no podre comer contigo el almuerzo. — Jaehyung se había acercado a mí, vi a Yoongi rodando los ojos, no se llevaban bien.

— ¿Por qué? — el siempre comía conmigo así que su ausencia era desgarradora.

— Nena, tengo algo que hacer. — con esas palabras cerró, me tocó la cabeza como a un cachorro y se fue.

— Ese tampoco me agrada. — Yoongi irrumpió con su voz.

— Ninguno de mis amigos te agrada, Yoongi. — mientras se quitaba la cinta adhesiva de los ojos me dio una de sus indiscutibles razones.

— Te juntas con malas personas Chiqui, ese chico algo oculta. Y te aseguro que sí te haces amiga de cualquier otra persona me caerá mejor.

— Yoongi, ellos no son así.

— Ya tengo preparada una frase para cuando te hagan algo malo.

— ¿Cuál?

— Te lo dije. — me dio un beso en la mejilla y dijo algo como "voy a cambiar el agua del canario" y desapareció.

Unos minutos después apareció con una bolsa de gomitas y una leche de caja, tomo asiento y me ofreció las gomitas.

— ¿No era que solo ibas al baño?

— No, también hice un recorrido por la tienda, ¿algún problema?

— No Yoongi, solo preguntaba.

Luego apareció la maestra de biología por la puerta y todos nos sentamos, me fijé en el asiento de Jungkook y aún no regresaba, extrañamente me preocupé por el, pero no era mi problema. Biología era una clase que me encantaba, pero no pude concentrarme porque pensaba en Jaehyung y su extraña noticia de que no comería conmigo.

Porfin a la hora del almuerzo pude estirar mis brazos y piernas, Yoongi otra vez estaba dormido, le pellizque las axilas lo que hizo que se levantara rápidamente.

— Que jodes, Arim — adoraba atormentarlo.

— Lo sé, pero es hora de comer.

— Claro, como tu amiguito no está, corres a mis brazos, ¿cierto?

— ¡Ay vamos!, no te hagas el difícil, se que te gusta estar conmigo.

— Vamos, pero es la última vez que me usas como respaldo. ¿Viene MinYoung?

— No, esa también ya desapareció.

— Que bueno — recogió sus cosas, y se adelantó a mí.

En el camino a nuestro almuerzo, pude ver en las escaleras que llevaban al sótano, a Jaehyung y a MinYoung juntos, ellos no me notaron a mi, Yoongi me dio una mirada interrogativa pero no dijo nada, mi pecho dio otro salto y se sintió incómodo de repente, ¿qué pasaba conmigo?