❲ ︵︵︵︵ ❛❜ ︶︶︶︶ ❳
⇉ [ ⚔️ ; ❛ 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐏𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐍𝐀𝐑𝐍𝐈𝐀: 𝐏𝐄𝐓𝐄𝐑 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 ❜ ↷
↷◌⁺˖ ► 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗: Edmund y la Reina de Narnia ଽ
⠈. ⠈. ⠈. ⠈. ⠈. ⠈ . ⠈. ⠈.⠈ೃೀ.⠈. ⠈.

Narra Edmund: 

No podía dormir. ¿Por qué? Pues porque no me sentía cómodo en este lugar. Puede que Peter, Susan, Lucy y ______ se adaptasen rápido a este sitio, pero yo no. Yo definitivamente no era como ellos, pues ellos se conformaban con pocas cosas, a mí, en cambio, me costaba adaptarme a lo "nuevo".

Extrañaba mi casa, esa sí que era especial. Recordaba todos y cada uno de esos momentos con mi padre, él sí me entendía, no como el resto de mi familia y mis amistades.

Y, para empeorarlo todo, Peter y Susan se las daban de "padres" con nosotros: con Lucy, conmigo, ¡y hasta con _____! A ambos les gustaba mandar y dar órdenes por doquier, solo por el hecho de que mamá y papá no estaban con nosotros, hacían lo que querían con nosotros. Sobre todo Peter... Desde que papá se había ido a la guerra junto con todos los hombres de nuestro barrio, no hacía nada más que mandar, mandar y mandar.

Me irritaba tanto que hasta por un momento llegué a odiarlo... si, odiarlo. ¡Es que era tan frustrante! Edmund hacé esto, Edmund hacé aquello, Edmund deja eso... todo el tiempo era así, desde las ocho de la mañana hasta las doce de la media noche. Los únicos momentos en los que no se comportaba como un "padre", era cuando estaba con _____.

Era como una especie de magia... Pues solo le hablaba a ella y no le ponía atención al resto de las personas presentes. Y pues a ______ también le pasaba lo mismo, cuando estaban juntos eran solo él y ella, nadie más, no existíamos ni Lucy, ni Susan ni yo, solo ellos. Por otro lado, no entendía cómo no estaban juntos... Digo, como pareja, claro está. Si bien yo no era un experto en el amor, se notaba a distancia de que ellos se querían, se gustaban, estaba más que claro. Por eso no entendía por qué no estaban juntos, quizás, tan solo quizás... Si ambos estaban juntos, pasarían más tiempo juntos y Peter no me molestaría, hasta quizás él se "ablandaría" y ya no haría el papel de padre.

A pesar de todo esto, había alguna que otra vez en la que nos hacían caso (muy pocas veces) y se integraban a nosotros y, cuando ocurría eso, Peter actuaba de "padre", mandando otra vez a todo el que pudiese.

No estaba exagerando, claro que no. Bueno, tal vez un poco, pero es que esta situación ya me hartaba demasiado y no sabía muy bien qué hacer.

A toda esta situación había que sumarle el hecho de que Lucy había visto "otro mundo" dentro de un armario. Simplemente estaba delirando. ¡Eso era prácticamente imposible! Aunque debía admitir que ella tenía una muy buena imaginación, pero después de todo ella era la más pequeña de nosotros y, por supuesto, la más fantasiosa.

Ya para cuando había caído la noche, escuché un extraño ruido que provenía de afuera de la habitación. Miré por instinto a Peter pero él estaba plácidamente dormido, de seguro soñando con _____. Bufé aburrido en su dirección y me dispuse a levantarme de la cama para ponerme los zapatos e ir a investigar afuera por los pasillos.

Antes de salir por la puerta me fijé ambos lados del pasillo y solo pude escuchar unos susurros débiles que provenían de uno de los lados, obviamente fui por ahí con cuidado y antes de doblar pude reconocer las voces de Lucy y de ______.

Ambas entraron en una habitación y cuando yo entré, me di cuenta de que era la misma habitación en la que se encontraba aquel ropero. Mi primer panorama del lugar fue que ellas no estaban por ningún lado... De seguro se habían escondido adentro del ropero.

-Lucy, _____... ¿Dónde están? -pregunté mientras me iba acercando hacia la puerta del ropero, para abrirla de golpe- ¡BUUUU! -grité pero no había nadie allí, así que puede que suene algo loco pero decidí adentrarme más- Espero que no le teman a la oscuridad -dije sonriendo mientras cerraba la puerta detrás de mí para empezar a caminar entre los enormes abrigos de piel-. ¿Chicas...? -pregunté asustado mientras apartaba los abrigos y me encontraba con, ¿ramas?

Esto era imposible.

Me asusté tanto al ver las ramas en el ropero que, me caí bruscamente sobre algo frío y suave.

¿Nieve? No, no, no, no. Esto no podía ser posible, de seguro estaba soñando, sí, eso era. Me incorporé de mi lugar y divisé bien el paisaje: habían muchos árboles y la mayoría eran pinos gigantescos, pero todos cubiertos de nieve.

-Chicas.... ¿Dónde están? Lucy, sé que me equivoqué, te creo -grité para que pudiesen escucharme mientras iba caminando por entre la nieve hasta alcanzar un farol-. ¡Chicas, oigan! -grité y luego se hizo un silencio absoluto, que fue interrumpido por el sonido de algunos cristales moviéndose.

Aquel sonido se hacía más y más presente junto a unas pisadas de animales. De pronto, como si de un rayo se tratase, pasó justo por mi costado un carruaje hecho completamente de hielo. A lo único que mi cuerpo reaccionó, fue a tirarse a un costado, evitando así ser aplastado por dicho carruaje.

Este se detuvo no muy lejos de mí y de ahí saltó una especie de enano raro con toda la intensión de atacarme. Traté de correr para esquivarlo pero me fue imposible, pues caí estrepitosamente de nuevo en la nieve y al ver su cuchillo muy cerca mío, cerré los ojos preparándome para mi destino.

-¿Y ahora qué, Ginarrbrik? -dijo una voz desde el carro.

-Déjame ir -dije con dificultad al ver que su cuchillo se había detenido muy cerca de mi garganta-. Basta por favor, diles que yo no hice nada.

-¿Así te diriges a la reina de Narnia? -gruñó el enano con una voz gruesa mientras apretaba el cuchillo cada vez un poco más.

-No la conozco -me sinceré por primera vez en mucho tiempo

-¡Ahora no la olvidarás jamás! -gritó, alejó su cuchillo e intentó clavármelo en la garganta.

-¡Espera! -dijo la voz de una mujer- ¿Cuál es tu nombre, hijo de Adán? -murmuró haciendo que el enano se apartase de mí.

-Edmund.

-¿Y cómo, Edmund, pudiste entrar a mis dominios?

-La verdad no sé, venía persiguiendo a mi hermana y a una amiga...

-¿Hermana y amiga? ¿Son más de uno?

-Sí, somos cinco en total pero Lucy es la única que había estado aquí, ella se hizo amiga de un fauno... Un tal Tumnus -se lo dije-, Peter y Susan no le creyeron.

-Edmund... te estás congelando, sube conmigo al carruaje -me ofreció mientras me guiaba.

Me subí a dicho carruaje y me senté a su lado. Ella me envolvió entré su manto de piel mientras me decía:

-Ahora... ¿Quieres beber algo caliente?

-Sí, me gustaría -dije frunciendo el ceño con confusión-. Eh... majestad.

Ella sacó un pequeño frasco con una sustancia totalmente desconocida para mí y echó una gota en la nieve. En ese lugar, de repente se formó una copa de hielo con chocolate caliente adentro. El enano lo tomó y me lo pasó con resignación.

-Aquí tiene, señor -dijo con repudio en su voz.

-¿Cómo hizo eso? -pregunté yo por mi parte, algo asombrado.

-Solo dime qué deseas.

-¿Me puede hacer crecer? -pregunté con una pizca de ilusión a lo que ella rió brevemente.

-¿Hay algo que se te antoje?

-Emmm, ¿golosinas? -dije dudando para dar un sorbo de mi chocolate.

Ella repitió el mismo procedimiento y de inmediato apareció una fuente llena de golosinas en una caja de cristal, Merlín... si esto era así todo el tiempo, ya me estaba empezando a agradar la gente de aquí...

Bueno aquí otro capítulo!!!!!!

Espero que les guste c: ❤

Aquí Edmund narra más sus sentimientos y pensamientos... hice lo mejor que pude <3

Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺