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⇉ [ ⚔️ ; ❛ 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐏𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐍𝐀𝐑𝐍𝐈𝐀: 𝐏𝐄𝐓𝐄𝐑 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 ❜ ↷
↷◌⁺˖ ► 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕: ¿Narnia...? ଽ
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Narra ______: 

Salimos de la habitación con Peter y entonces decidimos ir a buscar a los demás, pero seamos sinceros... Yo no quería encontrarlos tan pronto, ya que quería estar sola con Peter, pero aquel pensamiento se esfumó de inmediato al escuchar a Lucy gritar por los pasillos.

-¡Regresé! ¡Regresé! ¡No pasó nada! -Venía gritando.

Con el rubio nos miramos confundidos, pues la idea era esconderse de nosotros y no llamar a los gritos por los pasillos, ¿no? Nos acercamos hacia el lugar y al dar la vuelta a la esquina, vimos a Lucy y a Edmund que bufó cuando nos vio y, terminó de salir de su escondite.

-Yo... creo que no entendieron de que se trata el juego, ¿verdad? -preguntó su hermano mayor.

-Sí, la idea era esconderse, si no me equivoco -dije sonriendo mientras enarcaba una ceja, había algo raro aquí.

-¿No se preguntaron en dónde estaba? -preguntó Lucy algo incrédula.

-Ese es el punto, de eso se trata este juego -resopló Edmund.

-¿Significa que gané? -preguntó Susan apareciendo de la nada.

-Lucy no quiere que juguemos más.

-Pero yo... Estuve lejos por horas -insistió, segura de sí misma.

-¿Pero de qué hablas, Lucy? Apenas y han pasado cinco minutos desde que dejaron la habitación -murmuré.

-¡He estado en Narnia todo este tiempo! ¡Entré por el ropero! Vengan a ver -dijo mientras me jalaba de la mano en dirección hacia un cuarto en dónde jamás habíamos entrado.

Sus hermanos nos siguieron casi tan confundidos como yo, pues lo que había dicho era algo tan... raro. Cerramos la puerta tras nosotros y allí enfrente mismo había un armario de madera pura. Era tan grande que no parecía uno ordinario, es más, daba una sensación algo extraña.

-¡Aquí mismo es la entrada a Narnia! Es un lugar cubierto totalmente por nieve, hay muchos árboles, arbustos. ¡Y conocí al señor Tumnus! -explicaba eufóricamente.

-Eso es imposible Lucy, por lógica, algo así no puede estar en un armario -dijo Susan.

-Sí, es imposible, ya te volviste loca Lucy -replicó el azabache de Edmund de mala manera.

-Edmund, ya basta -dijo Peter frunciendo el ceño, luego se volteó a ver a Lucy-, muéstranos entonces.

-Peter, ¿acaso tú le crees? -se quejó Edmund de nuevo pero nadie le contestó porque nos acercamos más al armario para examinarlo.

Susan lo abrió y en éste solo se podían ver algunos grandes abrigos de piel, colgando de las perchas. No había nada fuera de lo normal, o al menos eso parecía a primera vista. Susan separó los abrigos, dejando una cantidad de un lado y otra del otro, entró más al ropero para encontrarse con el fondo de madera.

Edmund, por su parte, se fue por detrás de dicho ropero y yo lo seguí, lo tocamos por detrás pero no pasó nada... Todo era normal, solo era un simple ropero en una simple habitación en una simple mansión.

-Lucy, aquí no hay nada más que el fondo de un ropero -habló Susan, atrayendo nuestra atención.

-Un juego a la vez Lu, no tenemos tu imaginación -dijo Peter hacia ella y yo lo miré de reojo, ¿qué no era que le creía...?

En eso, los tres hermanos empezaron a acercarse hacia la puerta de la habitación. Yo, en cambio, no me moví ni un solo centímetro, pues me había quedado pensando en que todo esto era muy raro ya que Lucy nunca miente... En fin, el grito de Lucy me sacó de mis pensamientos y detuvo a sus hermanos.

-¡Pero no lo imaginé!

-Lucy ya basta -replicó Susan.

-Pero no estoy diciendo mentiras -susurró con las lágrimas acumuladas en sus ojos.

-Bueno pues yo creo que... -empecé a decir pero el comentario de Ed me interrumpió.

-Yo te apoyo -dijo ganándose una mirada de incredulidad de todos.

-¿Enserio...?

-Sí, te creo. Yo vi un campo de fútbol en el gabinete del baño -mencionó de forma burlesca.

-Ya Edmund, déjala en paz. ¿Por qué siempre tienes que empeorarlo todo? -le reprochó Peter.

-Solo era un chiste.

-Creo que tú nunca crecerás.

-¡Déjame! ¡Tú te crees nuestro padre y no lo eres! -gritó el pelinegro y se fue corriendo de la habitación.

-Tú sí que arreglas las cosas, ¿eh? -Susan bufó molesta y se fue también.

-Pero todo lo que dije es verdad... -murmuró Lucy.

-Susan tiene razón, Lucy. Ya basta -suspiró frustrado el rubio mientras se pasaba las manos por su cabello, luego salió del lugar dejándonos a mí y a Lucy solas. Su actitud me molestó un poco, ya que de sus hermanos, él era el más unido a Lucy, pero en esta ocasión parecía todo lo contrario, pues no la apoyaba.

Me acerqué hacia la pequeña en silencio y solo me limité a abrazarla. Ella me abrazó con fuerza pasando sus pequeños brazos entre mi cintura y solo se aferró más a mí. Pobrecita... yo sabía muy bien qué era que nadie te hiciera caso o que te trataran de mentirosa, me había pasado muchas veces y ese sentimiento era feo, muy feo. Yo no sabía si lo de Narnia era verdad o no, o si Lucy estaba mintiendo o no, solo quería estar ahí con ella, porque necesitaba a alguien con quién desahogarse.

Pasaron unos cuantos minutos en los que fueron de un silencio puro, salvo algún que otro sollozo de la pequeña a mi lado. De repente, ella se alejó un poco de mí y pude ver sus ojos, éstos estaban algo rojos e hinchados, algo normal después de haber llorado un largo rato.

-No les hagas caso, ¿vale? No te pongas mal por esto -dije mientras le secaba con mi manga las pocas lágrimas que quedaban.

-Pero es que yo lo vi... Vi todo y fue muy real. ¿Tú me crees o no? -preguntó titubeando y no supe qué decirle.

-Bueno, pues... Lo que dijiste es algo no sé, es muy loco. Nunca habría imaginado otro mundo dentro de un ropero tan pequeño -susurré mirando aquel ropero que nos ganaba mucho en altura-. Bueno, no tan pequeño -me reí ligeramente-. En fin, es algo raro creer que hay un mundo allá dentro. Pero, ¿sabes algo?

-¿Qué? -preguntó ya soltándome y mirándome con intriga.

-No sé... siento que este ropero, es especial -murmuré mientras me acercaba a él y cerraba la puerta que había quedado abierta-. Cuando lo vi sentí algo raro, aunque no sé qué fue. No sé explicarme muy bien.

-Yo también -dijo Lucy algo emocionada-, era una sensación como si el ropero...

-...te llamase -terminamos de decir ambas al mismo tiempo, a lo que reímos.

-Bueno, si es que Narnia existe. ¿Por qué solo pudiste verlo tú? -pregunté intrigada, aunque mi yo interior decía que estaba algo loca por creerle.

-No lo sé, creí que ustedes también podrían verlo -dijo encogiéndose de hombros.

-¿Te parece si volvemos aquí por la noche? Quiero conocer ese lugar -le dije, pues quizás... tan solo quizás...

-¡Claro que sí! ¡Y quizás podamos ver Narnia y al señor Tumnus! -exclamó eufórica.

-Me es imposible creer que ahí dentro haya un fauno que hable -dije sorprendida por toda esta loca idea.

-Pues lo hay, hoy lo conocí. ¡Y quizás podremos visitarlo hoy en la noche! -dijo emocionada, pero luego dejó de sonreír- Pero... ¿Y si los demás no quieren que vengamos? -mencionó con preocupación.

-No te preocupes por ellos, no tienen por qué saberlo. Será nuestro secreto, ¿vale? -Sonreí en su dirección.

-¡De acuerdo! -dijo devolviéndome la sonrisa, pues ya teníamos algo qué hacer esta noche.

¡HE SUBIDO UN NUEVO CAPÍTULO!

Está un poco raris pero se hace lo que se puede ahahah

Muchas gracias por todo!¡

Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺