TODOS DANZABAN Al ritmo de la música en el gran salón de baile, el lujoso lugar estaba en multitud con diversas personas; Toda la familia Imperial, Duques, Duquesas,

Marqués,  Condes, Vizcondes y entre más.

Estaban celebrando en grande, debido a que no era una celebración normal, era el cumpleaños del emperador, y se estaba disfrutando de lo mejor. Incluso extranjeros habían ido a dar sus felicitaciones al Emperador de Arberzela.

Para Ariana, a esto le sacaría provecho, para demostrar su belleza ante todos, para que la admiren y muestren su gratitud hacia ella, como hija legítima de los Emperadores.

Ariana sonrio con suficiencia, disimulando poco la egocéntrica sonrisa que demostraba al público. Claro, todos los que servían a su padre, algun dia seria de ella. Muy pronto...

──¡¡Atencion!!

Aquel grito la hizo sobresaltar, saliendo asi de su mundo, presto atención ante la llamada y la gente que se arinconaba ¿Por que todos se amontonaban para ver?

── ¡¡El Gran Sol del Imperio de Berry, todos inclinense ante su Majestad el Emperador y Héroe de grandes Guerras; Elion de Crytus Voreoti!! ── Ante aquel nombre, el portón principal abrieron sus puertas presentando a el rubio emperador.

La peliplateada se interesó más, se postró ante el balcón de donde estaba posada, intentando visualizar a el tan dichoso emperador.

── ¡¡Reciban también a la luz sagrada del Imperio de Berry, La Santa celestial, todos saluden a la princesa Athenea de Crytus Voreoti!!

Detrás del Emperador apareció una joven dama de finos cabellos dorados como el mismo oro, con ojos Jade zafiros tan deslumbrantes.

El emperador espero a la menor para escoltarla, le extendio su mano, para que la dama se apoyará de ahi, dedicandole una sonrisa cálida. Ambas personas se acercaron ante los tronos de la familia real.

──Emperador Crytus── Pronunció el gobernante de Arberzela, parándose para dar una reverencia ante la presencia del otro.

La familia real, igualmente se levantaron, tanto los hijos de las concubinas al igual que estas, el emperador de cabellera rubia levantó su mano mostrando su palma para que se puedan sentar.

──Jaider felicidades── El rubio agacho su cabeza en forma de respeto, volvió a su posición normal para verlo de frente.

──Emperador Jaider de Secramise, el sol del Imperio de Arberzela── Saludo la princesa  de manera elegante, dando una reverencia, ofrenciendo una adorable y emocionada sonrisa.

──Le he traído un gran e inesperado
regalo, Su Majestad, espero y sea de su agrado──Comento el emperador de cabellera rubia, gira su mirada para ver a la menor, quien esta solo asintió de manera emocionada.

“Woah, estan angelical como dicen los rumores”

“¿Acaso no es la sobrina del Emperador de Berry las más hermosa de todas?”

“¡Exacto! Hasta las jóvenes de hoy en dia no lo contradicen”

“Su belleza no se puede comparar, ni siquiera con la princesa Ariana”

Ariana sintió una gran cólera al oir esos murmurllos  ¿Alguien más bella que ella? ¡Jah! Ni tan linda era esa niña,

Obviamente la gente no sabía que decir, siguio observando la imagen de su padre y del gobernante de Berry con la menor.

──Me llena de felicidad el conocerlo finalmente, su Majestad el emperador...

El mencionado la miro fijamente, levantado levemente su ceja, sentia un pequeño presentimiento de haberla visto ante a la rubia.

──Dejeme presentarme...── Tomó una breve pausa ──Soy hija de la princesa Aurora y del Emperador Jaider de Secramise.

El silencio inundo entre todos los nobles. Inmediatamente comenzaron los murmullos sin cesar,

El emperador Jaider miro con asombró a la de ojos azules, cual color del cielo, un leve rubor carmin pintaba sus mejillas por la emoción.

“¿La princesa Aurora?”

“¿No era la antigua princesa de Berry, la hermana del Emperador?”

“Era la prometida el antiguo compromiso del Emperador ¿No es así? ”

“Esta toda la familia real, ¿Que pensarán de esto? ”

──No espero su aprobación, sin embargo no pude aguantar el que no sepa de mi existencia...── Un brillo en sus ojos, y una sonrisa de tristeza poseyó su rostro.

──La princesa Aurora mh── Una sonrisa apareció en el rostro del gobernante de Arbezela. ──Mi lindo amanecer....── murmuro con cariño para si mismo.

La emperatriz miraba esto estupefacta, dirigió su mirada a la joven, era totalmente la viva imagen de la antigua princesa Aurora Voreoti, luego paseo su vista hasta su esposo, quien tenia una cariñosa sonrisa dirigida a la joven.

──¿Jaider...? Esto- ──Su oración fue cortada por las palabras del Soberano.

──El templo supervisará este hecho por las tres estrellas estrellas, dicho esto, que continúe la Ceremonia── Ordenó

Inmediatamente la música volvio en el ambiente, causando que todos los nobles se dispersen para no ocasionar más alboroto.

──Querida, porfavor disfruta del banquete, en unos momentos estaré contigo──Dijo Jaider sujetando de manera delicada las manos de su hija de melena rubia.

Papá....

Pensó con alegría la de ojos zafiro.

El rostro de la rubia tuvo una sonrisa emocionada, con pequeños destellos de brillos en sus ojos, con unos leves toques de carmin en sus pómulos.

──¡Si! Yo estaré esperando pacientemente su Majestad── Entrecerro sus ojos con sus mejillas ruborizadas, dio una pequeña reverencia para ir a disfrutar del banquete.

Se parece tanto a ti, mi amado amanecer, mi amada Aurora╶╴ pensó el de ojos magneta
.

──Ven Athy──Ofrecio su mano el Emperador de Berry, luego de presenciar aquel reencuentro.

──Si tío Eli── Contesto sonriente recibiendo la mano del mayor.

Y en menos de un segundo que el Emperador y su sobrina bajaran para disfrutar del banquete, fueron amontonados por los nobles que se acercaban a la rubia de rostro angelical.

Pero, con Ariana estaba que hervía de rabia, se mordía la uñas de su mano con estres fruncido el ceño mientras observaba fijamente a aquella “princesa”.

Rápidamente fue casi corriendo para ir a hablar con su madre, esta solo estaba en su trono cabizbaja con sus puños apretados.

──¡Madre!── exclamo la princesa peliplateada dirigiéndose a lado de su progenitora.

──Oh, mi pequeña estrellita....── Dijo decaída la emperatriz, intentando no derramar lágrimas ante la impotencia que sentía por la situación.

Ante la actitud de su progenitora, giro su cabeza para mirar con enojo a su padre, quien ni siquiera se habia dado cuenta del estado que portaba su emperatriz, en cambio, solo tenía una sonrisa boba cariñosa dirigida a su ahora “hija”.

Inmediatamente Ariana se dio cuenta de aquello, y con recelo fulminaba con la mirada a aquella chica que gozaba de un baile suave con el Emperador de Berry.

Ella se encargaría de deshacerse de ese esa chica, ella se aseguraría de matar a ese estorbo que atrevio a meterse en su  camino.

Oh sí, claro...

Si tan solo supiera que el plan
de Athenea apenas iniciaba,
apenas iba a iniciar la tortura
y desgracia de
Ariana de Secramise.