Ha pasado el show con normalidad, el público aplaudía por su buena presentación, sonrió carismático después de hacer una diminuta reverencia, teniendo su guitarra en mano dirigiéndose a los escalones para bajar del escenario, recibiendo la felicitación del presentador por su trabajo.

Caminaba con tranquilidad hasta su camerino, al entrar empezó a escuchar su celular resonar, dejó su guitarra sobre el sillón de cuero antes de tomarlo, sabiendo quien es esa persona, luego de haber atendido la llamada llevó el aparato hasta su oído.

—En mi oficina, no lo olvides, pequeño. — De nuevo escuchó esa voz, para después ser cortada la llamada sin esperar una respuesta.

Desvió la mirada en el gran espejo del tocador, viendo su propio reflejo, se había puesto un poco de maquillaje ya que ha sido un consejo por parte de los que se encargan de lucir bien a sus artistas, recibiendo un poco de ayuda a la vez, usaba una camisa negra y unos pantalones de vestir un poco ajustados, permitiendo demostrar su perfecta cintura y curvas, podría ser atractivo para el susodicho, eso no era de esperarse después lo sucedido de hace rato.

Siendo apreciado como si una obra de arte se tratase.

Fue directo donde sería el lugar donde será el primer reencuentro, avisando a los guardaespaldas de que Taehyung le ha dado el derecho de pasar, uno de ellos pidió que lo va acompañar ya que sabe de esa orden. Sin decir algo prefirió ser guiado por el hombre castaño, aprendiéndose de memoria el camino, cualquiera le diría a Jungkook que podría tener demasiadas ventajas, algo que él mismo va descubrir.

El hombre tocó la puerta antes de entrar cuando llegaron, asomándose un poco y logrando escuchar lo que dijo, al ver el ademán como señal que puede entrar, supo que la noche va ser totalmente larga, agradeció en un murmuro antes de entrar, cerrando la puerta a sus espaldas y encontrándose al mismo hombre que puede alterar sus emociones, lo cual estaba atendiendo una llamada, avisándole a un tal Park Jimin que estará ocupado y no lo vaya a visitar por esta noche, ha restado importancia y dejó sus cosas en uno de los sillones, para después ir donde está el escritorio.

Miraba a su alrededor con tranquilidad, recordando la primera vez que puso un pie ahí, estaba totalmente nervioso, confundido y aterrado, siendo lo contrario con lo de ahora, no negaría que muere de nervios, no es tan al máximo y eso lo agradece. La oficina siendo limpia, moderna y esta vez iluminada con la luz amarilla de las lámparas, descubriendo que Taehyung tiene un buen gusto para decorar de esta manera su oficina, llegando a imaginarse de como será su casa.

Taehyung fue el primero en colgar, dejando su celular sobre el escritorio, mirando al pelinegro menor, quien seguía concentrado en reconocer bien el lugar, llevó dos de sus dedos sobre la corbata para aflojarla, esto está a punto de comenzar.

—La noche de Seúl es linda ¿no lo crees? — Habló, llamándole la atención. — Te ves precioso, Jungkook. ¿Te haz arreglado así para mi? — El aludido ríe bajo para después negar, entendiendo que esa intención no fue como cualquiera creería.

—Solo es para dar una buena imagen en el escenario.

Una sonrisa salió por los labios del mayor, siendo seductora, ladina y provocativa.

—Y bien, pequeño. — Recargó sus dos manos sobre el escritorio, inclinándose un poco. — Vas a tener la oportunidad de salir de aquí si crees que no puedes hacer esto, contaré hasta tres, y hasta llegar al número y no te haz ido, serás mío a partir de esta noche.

Jungkook no supo en que decir, le sorprende demasiado las palabras del mayor.

—¿Y qué pasa si salgo de aquí, lo volveremos a repetir?

—Así es, hasta que estés listo, no habías dicho que dejas esta propuesta. Las puertas siempre estarán para ti cuando quieras regresar o irte, sea cual sea mi decisión para que vuelvas. — La mirada del mayor no cooperaba demasiado, por alguna extraña razón tenía poco a poco confianza. — Empiezo a contar, uno...

Empezó a pensarlo, no supo cual haya sido la verdadera razón en haberle aceptado, no está desesperado ni interesado en cumplir su sueño o querer obtener otras riquezas, siendo lo contrario que Taehyung piensa de él.

—Dos.

Mordió un poco su labio inferior, sabe perfectamente lo que va suceder, pero no sabe si se encuentra totalmente listo para probar algo que le está otorgando, para nada se limitó en mirar a otro lado, o hasta la puerta, solamente miraba a Taehyung.

El deseo de probar esos labios le está torturando demasiado, pero eso no es todo cuando ya diga el último número, Jungkook disculpándose mentalmente a Seokjin, más que no va pasar la noche en casa.

—Tres. — Volvió aparecer esa sonrisa, pero ahora siendo victoriosa.

Ninguno se movió de su lugar, nadie dijo ni una palabra, solo mirándose entre sí, un silencio con un ambiente diferente, el mismo que se presenció en el auto, solo podía oír su propia respiración, sintiendo esa misma sensación como estas dos ocasiones, queriendo ser tocado con esa gentileza.

Apreciaba el físico del hombre que tiene al frente, de nuevo preguntándose porque alguien como él se había fijado en un chico como Jungkook, tan perfecto y atractivo con un simple chico que solo tiene una vida normal. Lo vio acercarse donde está él, tomándolo por la cadera antes de atraerlo y apegarlo con su cuerpo, tomándolo por el mentón para que lo vuelva a mirarlo por los ojos, siendo así tan de cerca le parecía hermoso, Jungkook miró los labios contrarios con detalle, dejándose llevar por lo que está a punto de comenzar.

—Diría que pareces ser alguien inocente, pero nadie de este mundo es tan puro, no si estás a punto de caer. — Murmuró, siendo audible para el contrario. — La inocencia es fácil de quebrar, cuando alguien está dispuesto en querer probar algo nuevo.

Su aliento acariciaba su piel, olfateando el perfume que carcomía en su ropa, mareándolo al momento, volvió a sentir esas caricias por su mejilla, siendo lento y delicado, sintiendo esa misma sensación de aprecio, empezando agarrarle gusto este nuevo acto.

Veía como se acercaba poco a poco a su rosto, hasta quedar el punto donde sus labios están a punto de chocar, el menor entre abrió la boca, colocando sus manos sobre los hombros del pelinegro mayor.

—¿Alguna vez te dijeron que eres tan atractivo? Lo digo porque me atraes demasiado. — Habló en un murmuro antes de besar esos rojizos, suaves y carnosos labios, siendo correspondido de inmediato. Ambos cerrando sus ojos para dejarse llevar ante el beso, empezando siendo lento y exquisito, el menor había apretado un poco hasta que el saco del contrario se había arrugado un poco, besándose con suavidad.

Perdiéndose por completo hasta con el objetivo de que sus mentes quedaran en blanco, en espera de la primera palabra que puede aparecer en este momento, Taehyung ladeó la cabeza un poco para profundizar más el beso, moviendo con lentitud admitiendo que podría ser una nueva adicción al besar los labios de Jungkook, lo mismo para él.

Con cuidado y con lentitud, empezó a guiarlo a uno de los sofás libres, separándose a la vez para fijarse donde va caminando, dando la mayor confianza al menor para que siguiera besándolo, viendo por primera vez esa sonrisa.

De nuevo escuchó su celular resonar, ignoró por completo para dejar recostar al menor sobre el sillón, colocándose encima de él y en medio de sus piernas, para volver a devorar esos labios, chasquidos y suspiros resonaban por la oficina, sus lenguas danzaban de vez en cuando, Taehyung llevó sus manos en los muslos ajenos para acariciar y apretarlos un poco, sintiendo esas llamas cubrirle el cuerpo, poco a poco, volviéndose adicto que jamás había estado.

Jungkook quería más, se dejaba llevar ante los toques mientras había llevado una de sus manos hasta la cabeza ajena, para atraerlo un poco a él y enterrando sus dedos entre los cabellos oscuros, un beso lento que se estaba convirtiendo a placentero, disfrutando el otro tipo de dulzura, recibiendo nuevas sensaciones mientras el calor está a punto de comenzar.

Se sentía tan seducido, atraído e hipnotizado, no es un chico sin experiencia al momento de tener relaciones, la noche donde enseñará que su inocencia no es como puedes imaginar.

Llevó sus manos hasta la camisa blanca para empezar a desabrochar los botones, sin romper el beso, soltó un suspiro al sentir como el mayor empezó a moverse con lentitud, dando entender para empezar a satisfacerlo, satisfacerse con el uno al otro. Taehyung se separó un poco, teniendo la boca entre abierta y notando que los labios de Jungkook estaban algo hinchados, se frotaba un poco, escuchando los suspiros que soltaban los dos de vez en cuando.

—Avisa si no hay algo de tu agrado ¿de acuerdo? — El menor asintió con lentitud, soltó una traviesa sonrisa antes de ir directo al cuello.

Jungkook sintió esos labios rozar por su piel, sintiendo una corriente extraña y escalofríos recorrer por su cuerpo, su piel blanquecina siendo besada, los movimientos que el mayor provocaba sobre sus entrepiernas, se volvía en una tortura, una exquisita tortura que le gustaría sentir, sentía como su piel es mordida con suavidad y lamida, llevó sus manos hasta la espalda ajena, apretando un poco la prenda, su respiración está a punto de descontrolarse al igual que la excitación.

Cuando los dos se separaron, se miraron directo a los ojos, recibiendo esa mirada atractiva y lleno de deseo, Jungkook se alejó un poco al entender una cosa, se quitaron los zapatos, vio finalmente la espalda descubierta del mayor, sentía su corazón alterarse un poco, llevó sus manos hacia los botones de su propia camisa, empezando a desabrocharlos cuando estuvo a punto de pensar en algo, pero no es un buen momento para arruinar esto.

Sintió como su cintura fue abrazada, y de nuevo esos labios devorar su cuello, Taehyung rio un poco al sentirlo temblar, continuando con su trabajo en hacerlo sentir bien a su chico, ayudándolo que se pueda quitar la prenda cuando los botones quedaron libres, dejando descubierta esa piel y dejarlo en el suelo, Jungkook volteó para que quedaran en la misma posición de antes, acariciando la piel ajena con la yema de sus dedos, recorriendo cada centímetro con lentitud, siendo un acto caliente para los dos, besaba de nuevo esos labios que lo volvían loco, bebiendo de su vino, jamás se había sentido de esta manera, olvidando por completo quien es Kim Taehyung en realidad.

Las caricias, los besos y ese masaje hizo despertar algo en él, jadeando por primera vez, siendo perfecto para él, queriendo escuchar eso de nuevo, suspiraba excitado sobre sus labios, dejándose caer ante esta sensación, entregándose poco a poco, sintiendo como su cinturón está siendo desabrochado para después continuar con el cierre y el botón, aumentando más aquella excitación, soltando unos pequeños jadeos en medio del beso, haciéndolo retorcer al sentir el tacto de la mano ajena sobre su miembro, amando esta exquisita tortura, amando cada movimiento que Taehyung está haciendo, invitándolo a caer en la locura, en el placer que está a punto de explotar.

Aquellos masajes son lentos, Taehyung amando su manera de torturar a su chico que no podía corresponder el beso, masturbando el miembro ajeno con la necesidad de escuchar más y más sus gemidos hasta que él comenzara a suplicarle, sin importar ser tocado por el contrario, lo cual intentaba apretar la tela del sillón, sonrió un poco travieso antes de aumentar la velocidad, podía sentir el suyo palpitar con tan solo ver esta magnífica vista, atrayéndolo e invitándolo en el pecado, donde no hay marcha atrás, Jungkook siendo completamente suyo.

El tiempo es lento, perfecto para él, y más cuando el ambiente se dio a reconocer al fin, siendo la parte favorita de los dos, Taehyung tiene el tiempo necesario para disfrutar esta noche, junto con el chico que es diferente para él, demasiado especial para su punto de vista, suspiró excitado, sintiendo poco a poco su pene endurecer, Jungkook no quería hacer el mayor escándalo, no quiso arriesgarse ya que no están en un lugar adecuado para hacer este tipo de cosas, Taehyung apretó un poco sus dientes, gimoteando tan bajo, sintiendo el presemen en sus dedos, aumentando cada vez de velocidad para escuchar la perfecta melodía del placer, siendo música para sus oídos, queriendo más y más de Jungkook, descubrir de más en él por su cuenta, sus labios volvieron a chocar, pero para nada los besó, solo pasó su lengua sobre los labios del menor, antes de morder con suavidad el labio inferior, sentía su respiración agitarse, sintiendo el calor finalmente apoderarse de sus cuerpos, creando capas de sudor.

Dejó de torturarlo cuando supo que estuvo a punto de colapsar, para después guiar sus manos sobre el cinturón y desabrocharlo, haciendo el mismo proceso con el contrario, Jungkook controlaba a la vez su respiración viendo los abdominales marcados del mayor, un cuerpo totalmente formado y bien cuidado, es como si viera a un dios con sus propios ojos, tanta perfección le hacía perder la cabeza, volviéndose adictivo para él, deseando cosas que le sorprende demasiado por haber hecho eso.

Los dos, completamente desnudos, besándose con lentitud y permitiendo que las llamas de este infierno los consuman, dejándose atrapar por el otro, chasquidos, suspiros y jadeos de placer resonaban, sabiendo que Taehyung es totalmente cuidadoso, y más en no hacer demasiado ruido, le agrada demasiado en ese aspecto, un momento con consentimiento donde van conociéndose entre sí, sin miedo, sin la necesidad de obligar o de cometer una atrocidad, solo es atracción y placer, sintiéndose aliviado de que Taehyung es una persona respetuosa, y más cuando es el comienzo de algo más íntimo.

Jungkook suplicaba que esto no haya terminado, cayendo más y más en lo profundo, siendo devorado por del depredador que logró capturar a su presa, tan caliente, tan perfecto, tan delicioso que quiere repetirlo de nuevo, soltó un gemido cuando finalmente sintió al mayor dentro de él después de haber sido lubricado, quejándose un poco del dolor hasta que enterró un poco sus uñas sobre la espalda de Taehyung, dándole saber que tiene que ser muy cuidadoso antes de hacerlo suyo por completo. Esperó unos cuantos minutos, en que se acostumbre y sea menos doloroso, veía como el menor hacía diminutas muecas de dolor, su pecho subía y bajaba, luciendo precioso en ese estado.

—¿Quieres que no comience? — Vio a Jungkook negar, queriendo dar de su parte.

—E-Estoy bien, vamos bien. — Aseguró con confianza, eso lo notó el mayor, para después empezar a moverse con lentitud, cuidando de no lastimarlo.

Se podía sentir que está perdido, solo con Taehyung en el cielo, una buena experiencia que permitirá de nuevo, soltó un profundo suspiro cuando la excitación es más que el dolor, lo cual va disminuyendo, los jadeos placenteros le dio saber que debe aumentar poco a poco de velocidad, estando atento de no lastimarlo.

La oficina se infestó de jadeos y suspiros, uno que otro chasquido, Jungkook lo abrazaba dejándose llevar que su cuello sea besado hasta las clavículas, sus hombros recibiendo algunas marcas, ya que dio el aviso que no quiere nada visible ante todos, así Seokjin no sospechará nada cuando lo vea. Jadeaban demasiado, alimentando la satisfacción de los dos, siendo entre ellos y nada más, entregados ante el placer, las embestidas subían cada vez más de velocidad, nada agresivo, solo exquisito para los dos.

Jungkook enterró su rostro en el cuello ajeno, escuchándolo gemir y gruñir, enterraba cada vez más sus uñas sobre la espalda ajena, sin saber si lo está rasguñando o algo, no podía pensar tales cosas teniendo la mente en blanco, y más teniendo al hombre que lo está volviendo loco.

—Mgh~ — Jadeó, empuñando un poco sus ojos con fuerza. — Ah~ Taehyung... — El mencionado sonrió un poco.

—Anda, sigue así. — Le susurró en el oído.

—Mgh~ — Admitía que está a punto de terminar, pero no así de rápido.

Suspiró tan pesado y jadeante el mayor cuando sus movimientos eran sin detenerse, ninguno de los dos podía besarse ya que es imposible controlar esto, hay unas nuevas cosas que para Taehyung se volvieron en una adicción: los besos de Jungkook, sus labios, su cuerpo, sus jadeos y la manera de como pronunció su nombre. Queriendo más y más de él, siendo un buen comienzo de sus futuras noches placenteras.

Gimieron a la par cuando llegaron al orgasmo, sintiendo sus almas unirse a la vez, respirando acelerados y agitados, restándole importancia a todo, solo disfrutando su momento.

Había sido maravilloso, Jungkook abrió sus ojos desmesurado, queriendo descansar un poco sintiendo el calor abrazarlo, demasiadas sensaciones recorrían por su piel, siendo demasiado agradable para él. Por lo tanto, Taehyung lo había disfrutado como si no lo hubiera hecho antes, queriendo a este chico para él, siendo suyo por completo ya que le permitió tomarlo, deseando el momento que el placer sea eterna con él, y nada más.

Solo suyo.

Se miraron, para después besarse tan profundo y suave, controlando sus instintos, sus respiraciones y el latido de sus corazones, Jungkook abrazando a Taehyung por el cuello, se separaron por la falta de aire, calmando su agitación, el pelinegro menor fue quien soltó una diminuta sonrisa, sintiéndose somnoliento. Eso lo había notado el contrario.

—¿Quieres dormir? — Asintió el menor con lentitud.

—¿Iremos a tu casa?

—No, no quiero que dicha persona te conozca, será mejor que pasemos la noche en un motel.

Comprendió aquello, no podía arriesgarse en llegar a casa a tales horas de la madrugada, ambos estando totalmente agotados.

—No debe haber alguien por el lugar.

—Ni quiero ver la hora, descansemos y después visteémonos. — Asintió antes de apegar su frente sobre el hombro del mayor.

Taehyung está cansado igual, será mejor pasar la noche en un sitio y despertar a la hora que les dé la gana, pero no negaría que ha sido una de sus mejores noches, besó con suavidad la cabeza del menor, mientras acariciaba su espalda.

Si alguien se enterara lo que Jungkook acabó de cometer, le dirían que es un gran error, siendo franco es un buen error que pudo haber cometido, o quizás cambie demasiado de opinión para descartar los malos comentarios que hizo antes.