Capítulo 7
Se ocultó a tiempo detrás de la pared, dejando que la oscuridad ayude demasiado para no ser descubierto, se asomó muy poco para localizar de que el objetivo se encuentre solo, llevaba el arma en mano mientras escuchaba las indicaciones de Hoseok a través de la radio de manos libres, cargó de inmediato para después moverse de manera sigilosa y rápida.
Se ocultó detrás de unas cajas, estando totalmente alejado para evitar de que el plan fallara, buscó un lugar perfecto para después ver a través por la mira, apuntando directamente al objetivo, que lo cual estaba hablando con unos cuántos hombres.
—Jimin ¿Cómo vas?
—El anciano está comprando armas nuevas, no conozco al sujeto que vino a verlo, no puede estar solo.
—Mátalo y escapa, aquí tienes apoyo.
—Espero que hayan robado las armas como lo hemos planeado, igual recibiré cinco millones de wones por la cabeza de este cabrón.
—¿Por qué crees que el señor Bae quiso unirse con nosotros para este caso? Anda, termina con su vida, te espero.
Hizo una diminuta mueca y colocó su índice por el gatillo, esperando el momento exacto después de haber apuntado en la cabeza, cuidaba de que nadie viniera a esas áreas cuando notó que hay hombres yendo a otros sitios para cuidar, y disparó, atinándole en la frente para que después en segundos el cuerpo cayera al suelo, el hombre que lo acompañaba se había agachado un poco mientras sacaba una pistola, no hubo ni un ruido, así que Jimin se apresuró en salir de ahí cuando vio que ese hombre hizo el ademán de que buscaran al responsable.
Se escabullía en la oscuridad, sus pasos eran acelerados y silenciosos, mientras escuchaba de que busquen al responsable, soltó una diminuta sonrisa al sentir su celular vibrar, esperando que sea su cliente en querer saber respecto con su trabajo, un éxito como siempre. Sacó una soga negra y la ató por el poste que se encontraba cerca, para después tomarla entre sus manos y salir por la ventana, brincando hasta pegar sus pies sobre la pared, así empezó a dar unos cuantos brincos hasta llegar sobre la tierra, empezó a correr al lado contrario al oír que gritaban de que busquen al asesino, se colocó su gorro y subió su cubrebocas negro.
Hoseok lo esperaba en el barco, solo espera de que esos tipos no hayan llegado allí, detuvo sus pasos de golpe cuando escuchó un disparo, pero la persona había fallado pero casi cerca, vio de donde había venido notando que por el techo, la persona responsable acercó una radio a su boca, no pudo ver su rostro, pero no le importaba empezó a correr aún más rápido.
—Hoseok, creo que tenemos problemas.
—¿Qué sucede?
—Un francotirador me descubrió, atento.
Volvió a mirar a esa dirección, notando que esa persona lo está siguiendo.
—Puta madre. — Murmuró.
No podía hacer ni un escándalo, no si quiere que todo salga en orden, corría como podía mientras cuidaba de que nadie lo esté siguiendo a excepción de esa persona, pensando la técnica perfecta para defenderse si intentan atacarlo por sorpresa, Jimin es ágil, bueno para matar y de escabullirse pero difícil de atrapar.
Volvió su mirada y notó que ya no se encontraba, sino ya detrás suyo, apretó los dientes un poco acelerando demasiado la velocidad, logrando ver el mar, dando saber que se encontraba totalmente cerca.
Ignoraba las palabras de Hoseok en querer saber de como se encuentra, solo se concentraba de que esa persona lo pierda de vista, dobló por tal esquina, controlaba su respiración para no tener algún dolor, pero la persona le seguía, insultando mentalmente al notar lo rápida que es, no le interesaba de como viene vestido o cubierto, solo desaparecer de su vista.
Jimin sacó un cuchillo y empezó a clavarlo en un bote mediano, para dejar permitir de que saliera la gasolina, así para armar una gran distracción.
Hoseok buscaba con la mirada al rubio, estaba un poco desesperado de que haya pasado algo y que a fuerzas tiene que entrar por su rescate, estuvo a punto de hablarle por la radio, pero el sonido de algo caer le llamó la atención, viendo a Jimin levantarse de rápido.
—¡Arranquen! — Ordenó, el hombre que se encargaba en manejar el bote, asintió para subir la palanca, finalmente sentir moverse.
Jimin se quitó el gorro y el cubrebocas, dejando el arma en el suelo, se sentó sobre un barril mientras intentaba controlar su respiración, Hoseok dudoso se acercó en busca de alguna respuesta, pero se agachó al instante cuando escuchó el vidrio romperse, volteó y logró ver a esa persona apuntando hacia ellos, no pudo ver si es hombre o mujer, pero estuvo atento de que no vaya ser algo más.
—Se encuentra ahí ¿verdad? — Habló el rubio al controlar su respiración, soltando un profundo suspiro.
—Revisaré que no vaya ser un GPS. — Dijo dirigiéndose al pequeño grupo que se había formado, sabiendo que buscan la bala.
El celular de Park empezó a sonar, con suerte se encuentran en una área con señal aún, así que sin importar quien sea respondió la llamada.
—Señor Bae, el cerdo que quería verlo muerto, ya no existe.
—Sé quien eres. — Escuchó una voz totalmente diferente, pero siendo de un chico. — De mi no te vas a escapar, la próxima que nos veamos, serás un hombre muerto.
—¿Quién eres? — Cambió su voz sonando duro, acomodándose de donde se encuentra sentado. — Si intentas jugar conmigo, acepto el juego, haré que te arrepientas por ofrecerte en algo así.
El desconocido rio.
—Me agradas, no iré por ti, tranquilo. — Elevó una ceja. — Solo empieza contar los días, porque no sabrás cual va ser el de tu muerte.
Finalmente colgó, no es la primera vez que Jimin recibe una amenaza así, hay dos opciones que sea algún enemigo de la Flor de Infierno o solamente un jodido bastardo quiera fastidiarlo, Jimin no tiene enemigos ya que él mismo los elimina de inmediato, y no lo hace de una manera tan rápida, Park Jimin podía demostrarse que es la muerte en persona, siendo la peor pesadilla de quien quiera subestimarlo.
Soltó una risa irónica, le encanta jugar con sus enemigos, está dispuesto en aceptar sin importar quien sea.
—¿De qué te ríes? — Escuchó la voz de su hyung, viéndolo con extrañeza.
—Puede que tenga otro enemigo a cual matar. Esa persona que me persiguió, se le ocurrió llamarme.
Hoseok comprendió de inmediato a lo que se refería, resopló para después negar lentamente con la cabeza, a Jimin le encanta demasiado jugar cuando tiene enemigos, sabe perfectamente de como maneja esos problemas.
Dicen que jugar con fuego es el gran error que puedes cometer, bueno pueden ver demasiadas maneras para hacerte sentirte miserable, depende de con quien te metas y tengas las súplicas perfectas para desearte suerte, así es como se sobrevive en este infierno, el infierno que ellos mismos decidieron vivir.
Se agachó un poco para dejar el plato con una buena cantidad de croquetas a Gyul, acarició el pelaje del can cuando se acercó a comer, soltó una diminuta sonrisa con labios cerrados, Seokjin se levantó y miró el reloj de pared, marcaba las once de la mañana, tiene el día libre y le gustaría pasar el día con su mejor amigo, lo cual no había despertado y había pasado la hora de desayunar, le gustaría saber como le está yendo a pesar que es el tercer día en que trabaja.
Después de subir por los escalones, se acercó a la puerta de la habitación donde se encuentra, con sus nudillos tocó, apegando un poco su oído por la madera en busca de algún sonido o una respuesta.
—Jungkook ¿Estás despierto?
Por el otro lado, un celular no dejaba de vibrar, se movió perezoso cuando escuchaba los golpeteos de la puerta y el llamado de su amigo, haciendo un sonido somnoliento, empuñó un poco sus ojos antes de tallarlos.
Se había dormido a las tres de la mañana ya que estuvo viendo sobre Taehyung, noticias y más noticias de él y de la Flor del Infierno, a pesar que hayan sido pocos días, es un hombre sumamente aterrador, más cuando es presencial pero jodidamente atractivo.
Quedó viendo el techo, ignoraba por completo lo que sucedía a su alrededor, no le gustaría saber lo que hace tal hombre en la mafia, mucho menos descubrir su historia, por más que quiere hacer el gran intento de convivir como personas normales, no podía, por simple miedo no podía. Se siente estúpido y confundido de sí mismo, por haber aceptado tal propuesta cuando las puertas están abiertas para retirarse.
Solo tendrán dichos reencuentros, tiene que buscar perfectas excusas para que Seokjin no sospeche, reencuentros donde no hay sentimientos, solo consentimiento y placer, eso es lo que le quedó en claro. No puede admitir ciertas cosas, mucho menos contar sobre sus experiencias, quizás puede descubrir algo nuevo en este camino.
Taehyung es un hombre vil, pero paciente, comprensible y tolerante con las personas que pueden llevarse con él, lo cual es imposible, ¿Cómo un simple chico puede llevarse bien con un mafioso? Son totalmente diferentes, vidas diferentes y diferentes maneras de pensar, es peligroso y lo sabe, solo espera el primer momento para ver si continuar o no.
¿Por qué hizo esto?
Ni él mismo lo sabe.
Los golpeteos y los llamados de su amigo seguían, el ladrido de Gyul ayudó en que saliera de sus pensamientos, tomó su celular que está sobre su almohada, entendiéndolo cuando lo tiene al frente, 11:20 es lo que marcaba el reloj y quince mensajes.
Notó que era Taehyung y una llamada perdida de Hoseok, para nada se limitó en leer algún mensaje, no se encuentra totalmente listo para tales palabras.
La sensación de como lo tomaban por la cadera y ese choque de cuerpos no se ha quitado aún, no podría quitarlo de su mente.
La puerta ha sido abierta al fin, se acomodó sus cabellos oscuros desordenados antes de mirar a su mejor amigo, lo cual suspiró aliviado.
—Dormiste tarde ¿verdad?
—Solo no pude dormir. — Respondió antes de bostezar. — Puedo hacerme el desayuno, no te molestes por ello.
—¿No bebiste algo? — Niega el menor. — Me gustaría que vayamos por un trago antes de que vayas a trabajar.
—Me parece bien, ¿A las siete?
—Me apunto, pero no te desveles que Gyul quiere ir al parque.
Minutos después, comía lo que sobró del día anterior, leía los mensajes que el mayor le ha mandado, no eran de doble sentido como ha creído, totalmente al contrario de que puede pedirle en ir por él para llevarlo al trabajo y regresarlo a casa, sonando una propuesta totalmente gentil, quizás Taehyung es una persona caballerosa y respetuosa, debe dejar de juzgarlo de esta manera, en este tiempo puede que haya ciertas sorpresas que puede mostrar.
—¿Tu madre? — Cuestiona el castaño sentándose al frente, Jungkook negó. — ¿Te encantó trabajar ahí? Digo, no haz tenido tu primer pago pero es algo lejos de aquí.
—Todos se comportan amables conmigo, hago el intento de verme bien y ser yo mismo sin necesidad de gastar mi dinero por ropa costosa. — Encoge de hombros restándole importancia un detalle. — Al parecer puede ver gente que me critica en secreto, pero sé que fui bienvenido.
—Cuando termines con esa canción, quiero ser el primero en oírla.
—Falta unos detalles, te avisaré.
—Es increíble que solo vas por un simple show de unos minutos y listo, el pago es bueno y tendrás días de descanso. Eres la envidia de Jae ¿no te lo dijo?
—Él recibe casi lo mismo en ese restaurante costoso.
—Quizá que puedan ver chicas lindas en ese sitio, no dijo la razón.
—O porque soy el centro de atención de linduras por mis canciones. — Seokjin sonríe burlón.
—¿Tú como un Romeo? Lo dudo.
—¿Con qué te refieres con eso?
—Jungkook, la última vez me dijiste que estuviste a punto de obtener esa cita, pero no corriste con la suerte.
Se levantó un poco de su lugar para pagarle por el hombro, el mayor ríe un poco ante la reacción del pelinegro, cuando se trata de conquista hay ocasiones que Jungkook no sabe como tratar bien a las chicas, escribe lindas canciones de amor pero no decirlas.
(...)
Dejó su celular al lado suyo, con el cuchillo y el tenedor empezó a cortar la carne, no supo nada sobre Jimin después de que llegaran con las nuevas cosas que Hoseok ha dicho, pero el mayor no tuvo demasiado tiempo para explicarlo, revisaba el perfil de Jungkook que finalmente había encontrado, un chico cualquiera y normal, demasiado llamativo para él, viendo que esa belleza lo ha sacado de tal mujer, no hizo de mucho en investigarlo, no le gustaría arruinar ciertas cosas solo por invadir la privacidad, le gustaría que él mismo le contara, como cualquier persona al conocer, quizás esto podría ser diferente a lo que solía hacer.
Solo le gustaría mantener y cuidar de que todo siga en orden, de que ni un imbécil se atreva acercarse a la persona que tendrá de compañía, ni hay ningún trato o documento firmado, así que Jungkook tiene ciertas libertades, solo dijo lo más importante para que esto se vaya a mantener.
Un chico de tan solo veintidós años, graduado de una academia de música y canto su sueño es ser un cantante, quizás con el tiempo le demuestre que no tiene un gran interés hacia los lujos, tal como los chicos con que ha andado antes, simplemente por lujos, dará demasiadas oportunidades hacia Jungkook, para descubrir ciertas formas en el tema del dinero.
Le parecía interesante, en ese entonces lo notó tan dudoso que quiso alejarse de inmediato, para que al final termine aceptando. Simplemente atrajo a la presa, no haberlo presionado para que la respuesta sea un si, ambos tienen la responsabilidad, así que no puede culpar a nadie.
—Taehyung. — Escuchó en canturreo de su amigo, elevó la mirada encontrándolo entrar al comedor, acercarse donde está. — ¿No haz abierto el regalo que te trajimos?
—Lo haré en un momento, tengo que practicar mi puntería a la una de la tarde. ¿Qué hay de ti? Desde que llegaste no quitaste esa sonrisa.
—Veré al señor Bae de nuevo para recibir mi pago, lo de siempre.
—¿Conociste alguien?
—Digamos que tengo alguien que me va pisar los talones. Sabes que me gustan los juegos, estoy esperando su próxima llamada.
—Estás loco.
—Es mejor serlo que permitir en que algún idiota quiera retarme, jamás te he contado de como elimino a mis enemigos.
—Lo detallarás más como las veces que matas por dinero.
—Me he enterado que tienes otro juguete y es un cantante del casino.
—Ya sabes, avisa cuando vayas a visitarme.
—Y recuérdalo porque fueron tres veces que salí traumado. — Sonríe el pelinegro. — Solo cuida bien de él ¿si? No quiero que el idiota de Namjoon quiera seducirlo como al anterior, o que ese tipo no sea una mierda como los anteriores.
—Eso lo veré con el tiempo.
—¿Mañana tienes tiempo libre? Quiero retarte en ver si tienes buena puntería que yo, solo para visualizar si tienes unos errores.
—No retes al líder de la mafia, Park.
—Te espero en ese sitio, y lleva tu mejor arma, si tienes alguien a cual matar mucho mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro