—Jungkook en verdad no lo sé. — Mencionó Seokjin apartando su mirada de la tarjeta. — En estos días no te ha estado faltando nada y puede que ese tipo sea un charlatán.

—Hyung, el casino es real. — Dijo mostrándole una imagen al buscar el lugar en Google junto con la dirección. — Solo es una gran locura, pero puede que corra con la suerte de que alguien se interese por mi talento.

—O en alguien que puede ser lo contrario. Jungkook no llevas mucho tiempo que llegaste, cualquiera diría que aceptes y obtengas eso ya que es verdad, uno siempre ha de querer un sueldo así.

—¿Valdrá la pena en que haga el intento? — El castaño alza los hombros.

—En eso si tienes que tener cuidado, no solo por querer seguir el sueño termines en malos pasos, y más con ese tipo de gente.

—La señora Song no le va gustar la noticia, pero puede que sea temporal, si no sucede nada en estos momentos, puedo esperar.

—Ya que luego corres con la suerte, quizás. Tienes mi apoyo amigo, si quieres ir a trabajar en ese casino y solo a dar el espectáculo en cantar, te apoyo. Ya que el pago, es una maravilla.

—Haré un buen uso con ese dinero, lo dejaré en mis ahorros y listo, usarlo cuando sea necesario sin importar que sea demasiado.

Asiente Seokjin, dándole la tarjeta a su amigo, ha pasado un día después de aquella propuesta, bueno Jungkook hará el gran intento, así que empezó a escribir el número para contactar con esa persona, ha sido un buen empleado para la señora Song que va ser una terrible noticia para ella, pero puede que buenas oportunidades estén en ese sitio, a Jungkook no le interesó demasiado el pago, cualquiera le diría que es un idiota, solo hará lo que tiene pensado en mente.

Por lo tanto, Seokjin le enorgullece demasiado de que Jungkook no se tome a pecho todo, y que también sepa que hay riesgos en este camino de cumplir un sueño, de no caer en empresas falsas o a manos de alguien que pueda lastimarlo, solo quiere ver a su amigo brillar, en haber obtenido todo como lo ha prometido, pasando ciertos obstáculos con o sin su ayuda, Jungkook es un chico que puede soñar despierto y a la vez dejarse llevar, pero está consciente con lo que hace, dispuesto en cumplir ciertos objetivos para llegar a su sueño.

Puede que su amigo tenga unos años viviendo como una persona normal, solo quiere cantar para el público, componer las canciones y cantarlas para que todos lo escuchen, ha notado que cuando eso se cumpla, Jungkook sería una buena imagen pública.

Jungkook elevó la mirada a su hyung, realmente hay más puestos para ser parte del espectáculo y lo citaron justamente para el día siguiente a las cuatro de la tarde, quizás tendrá que pedir permiso en salir unas horas antes del trabajo para asistir.

—Veremos que hay en tu armario. — Habló el castaño empezando ir a los escalones. — Porque no vas a ir así a un sitio como ese.

Asiente mientras hacía un sonido antes de que la llamada finalizara, sabe que Seokjin tiene un buen gusto en la ropa y más cuando se trata de lucir bien, bueno al parecer tendrá algunos consejos de moda ahora, no puede hacerse grandes ilusiones, solo irá si es aceptado como le ha explicado ese hombre, si es aceptado en ese sitio le darán la oportunidad de escoger su horario, soltó un suspiro, convenciéndose asimismo de que todo irá bien, por alguna parte cantará para el público demostrando su talento, no tiene que tener miedo de que va presentarse en un sitio de una clase diferente.

El sonido de las suelas de los zapatos tocar el suelo hacían eco al caminar, dos tipos abrieron las puertas para dejar pasar a su jefe, caminaba con demasiada tranquilidad con la compañía de unas cuantas personas más, hasta incluso Jung Hoseok.

Se encontraba frustrado, fastidiado y molesto con seguir con la misma mierda de siempre, su alianza con Dean ha sido un gran éxito pero la muerte de un viejo aliado ha sido el colmo contra los Kim, acomodó sus oscuros cabellos con un ligero movimiento con su cabeza, escuchaba de que Jimin lo ha logrado capturar.

Una noche perfecta, para una muerte perfecta.

Al pisar el último escalón, miró al frente encontrando a dicha persona atada en una silla, mientras quienes lo cuidan se encontraba a sus costados, siendo golpeados repentinas veces, Taehyung permitiendo que sus hombres se divirtieran un poco, hizo un ademán cuando ya fue suficiente, es hora de acabar con esto.

—Vaya, vaya, vaya. — Soltó, su voz grave sonó en este vacío lugar, se detuvieron para que dejara visualizar a Dakho. — Kim Dakho, el viejo decrépito que siempre ha sido enemigo de mi padre, y lo cual le he dado dichas advertencias de que dejara su pasado, pero le importó una mierda y ahora se encuentra aquí, atado y demostrando la debilidad que ha negado enseñar. — Detuvo sus pasos enfrente del mayor. — Quítenle la cinta.

Un chico asintió, se acercó para quitársela de una manera nada amable, Dakho hizo una mueca de dolor y soltó finalmente sangre por su boca, se veía hecho mierda tal como lo quería ver.

—Ya sabes perfectamente, Kim Taehyung. — Soltó duro, intentando contener el dolor para hablar y ser claro. — Si me matas, mi hijo va ir por ti.

Taehyung sonríe ladino.

—Es una manera tan estúpida.

—¿Dirías que el envidioso soy yo?

—¿Por qué debería mencionar la envidia? — Empezó a caminar para rodearlo. — Te volviste en un enemigo porque tú y tus amigos decidieron ir contra la Flor del Infierno, solo para arrebatarnos la nueva droga que hubo en esos tiempos, solo tenía doce años, un simple niño que estaba aprendiendo para seguir los pasos de su padre. Y cuanto te enteraste que Kim Junghwa ha sido asesinado, le viste grandes oportunidades sin saber que yo, seré el peor.

—Y vaya que para un niño en aquel entonces, tuviera demasiado talento.

—Si supieras cuantos halagos he tenido por parte del enemigo. ¿Y qué hay de tu hijo? ¿Solo es una versión de ti pero más irritante? Tengo que pensar de que no se le ocurra seguir los pasos de su viejo o va terminar igual.

—¿Qué es lo que quieres, Taehyung? Puedes provocar lo peor y lo sabes bien. — Ríe seco, mientras negaba con lentitud.

—¿Piensas que voy a temblar como un niño? Deja de decir tonterías que no habrá ni una guerra o ese tipo de mierdas, nadie te protege el trasero ahora, así que di tus últimas palabras que me acabaste con mi paciencia.

Dijo tomando un cuchillo, jugaba demasiado con ese sin cortarse, volviendo atrapar el mango. Dakho se movió un poco desesperado, los hombres que lo acompañan se mueven desesperados, sus planes no habían resultado tan bien como creyó, cuando Taehyung está tan enfadado se convierte en la bestia que jamás desearías conocer.

—Taehyung, por favor. Puedes provocar algo peor si llegas en asesinarme, las mafias que se alían conmigo van a ir por ti.

—Necesitas saber como decir una buena amenaza, he matado a socios tuyos y nadie lo supo, sé perfectamente como ocultar a la gente de los demás. — Ladea un poco la cabeza. — A excepción de tu muerte, va demostrar que nadie se le ocurra meterse conmigo.

Lanzó el artefacto, atinando a la cabeza de los que están atados, la sangre empezó a salpicar y a correr, Dakho dio un sobre salto y podía oír súplicas ahogadas por la cinta, Taehyung notó que el mayor empezó a derramar unas cuantas lágrimas.

—Haré que tu hijo no se le vaya ocurrir nada, y que lo piense más de dos veces antes de hacerlo. — Sacó la pistola, quitándole de inmediato el seguro. — Crees que terminaré igual como mi padre, pero mi muerte va ser para otra ocasión.

—Te lo suplico.

—¿Ah ahora suplicas?

—¡Taehyung, no hagas esto! — El mencionado apuntó directo a la cabeza, Dakho empezó a temblar. — T-Ten piedad.

—No debiste convertirte en un enemigo desde un principio. — Soltó antes de jalar el gatillo, terminando de inmediato la vida del mayor.

El estruendo resonó, Hoseok dio un pequeño sobresalto del susto, viendo como la cabeza de Dakho se movió de un lado, teniendo un agujero en la frente, Taehyung hizo un ademán de que los demás sean asesinados más con un detalle de su mensaje, recibiendo la gran tranquilidad ahora mismo, confiando en que Jimin termine con su lista de víctimas para que las cosas hayan finalizado.

Caminó al lado del menor, notó que el celular ajeno estaba resonando, el celular que le arrebataron a Dakho, venía dicho nombre, lo cual Hoseok zarandeó un poco el brazo de su amigo, llamándole la atención. Taehyung al notarlo, soltó una pequeña risa antes de contestar y llevar el aparato en su oído.

—¡Vaya! ¿Llorando por tu padre?

—¿Qué le hiciste, imbécil? — Escuchó la voz de Namjoon sonando dura, su respiración se encontraba un poco agitada y de que alguien intentaba en que se tranquilizara. — ¡Contesta! ¿Dónde tienes a mi padre?

—Está en el infierno, porque yo lo maté.

—Eres... — Se pudo imaginar la expresión que haría Namjoon en este momento, divirtiéndole demasiado, escuchó un grito por parte del mayor, maldiciendo su nombre y diciendo que lo va matar. — ¡La vas a pagar, maldito infeliz! ¡Tu jodido nombre va estar teñido en sangre en cualquier momento, porque seré yo quien te va asesinar!

—Ni se te ocurra, Kim Namjoon. Pronto verás mi regalo y vas entender el porque, yo no soy ningún cobarde si es lo que quieres decirme, yo no le sigo el juego a la gente que le importa obtener ciertas cosas que el otro tiene. Si me entero que vuelves a robar alguna parte de mi droga, iré por tu madre.

—Tus amenazas no son nada, prometo ir por la primera persona que te interesa, así que piensa antes de obtener otro juguete. ¿Qué? ¿Creíste que no me doy cuenta que luego buscas gente para tus mierdas? — Una pequeña risa seca. — O será buena idea a la primera persona que le tengas cariño ¿Qué te parece? Puedo ir por uno de tus dos amigos.

—Oh, con que quieres seguir con esto. Haré que cambies de opinión a las malas, ten una buena noche y recuerda, piensa lo que dices, porque no sabes con quien te estás metiendo.

Colgó la llamada, restándole importancia los insultos y las amenazas que Namjoon estará diciendo, se siente totalmente tranquilo en haberse quitado un peso encima, le dio el celular a Hoseok, pidiendo en que revisara unas cosas antes de destruirlo.

Estará en su hogar por el resto de la noche, o al menos por estos días, quería descansar mientras espera la presencia de Jimin. No podrá conocer a los nuevos empleados del casino por ahora, quizás más después, dejando todo a cargo a Hoseok, con gusto dirigirá el lugar para que no hayan más problemas otra vez.

(...)

Soltó un suspiro, intentando tranquilizarse, aunque en el fondo se escuchan los lloriqueos de una mujer, Kyungmi no pudo hacer algo para que Namjoon esté tranquilo, no después de haber hablado con Taehyung. Los cabellos castaños del hombre estaban algo desordenados, ha estado tan enfadado y tomando por tres horas, quizás ya se encuentra sobrio, tuvieron algunos días sin saber de Dakho hasta hoy en día.

Namjoon terminó de beber lo último que quedaba de vodka para después aventar la botella contra la pared, la chica dio un sobresalto, no podía hacer algo por su hermano, solo tranquilizar a la señora Kim.

—¡Maldita sea! — Gritó aún más furioso.

Kyungmi soltó un suspiro, buscando la manera de que las cosas se tranquilizaran, a no ser irse con la mayor y dejar a Namjoon en la oficina.

—¡Necesito a Kim Taehyung muerto!

—¡Namjoon tranquilízate! — Pidió la pelinegra. — Te he dicho que ya no le sigas el juego, déjalo.

—¿¡Que lo deje después lo que hizo!? ¡Asesinó a nuestro padre, el muy hijo de perra lo hizo!

—Tienes que dejar de tomar. — Se levantó de su lugar al verlo ir por otra botella, encontrando la estantería vacía. — Vas a poner a todos en peligro si vas a seguir con esto, deja a Taehyung.

—No lo defiendas.

—No lo hago, hazlo por nuestra madre.

—¿Sabes que? Voy a contratar en algún que lo pueda eliminar. — La chica eleva una ceja.

—Deja de decir estupideces, porque sobrio no estás.

—¡Estoy hablando en serio! — Alzó un poco la voz. — Las cosas no se van a quedar así, y lo sabes perfectamente.

—Tiene a Jimin, la vez que contrataron a alguien para que lo eliminen, no se supo más de esa persona ya que Park Jimin se ha dado cuenta a tiempo.

—Un perfecto asesino que sea tan sigiloso.

—Oh Nam, ya deja de decir estupideces y por favor tranquilízate, no vayas a pedir en que te traigan más alcohol.

—Hijo, ella tiene razón, ya no le sigas este juego. — Pidió su progenitora, quitándose las lágrimas de sus orbes. — Ahora tienes el puesto de tu padre, enfócate en cosas más importantes, no vayas a terminar igual como tu padre.

—Namjoon, sé que ahora te quieres vengar. Pero Kim Taehyung es el peor cuando se trata de declararle la guerra. Es mejor que lo dejes así, hay cosas que no van a tener solución y esta venganza no tiene sentido, no con la persona con más poder.

—Ese maldito, lo tiene que pagar. No hoy, ni mañana, en cualquier momento.

—¿Haz visto acaso que amigos de tu padre están siendo asesinados? Igual de tus hombres, Taehyung te lo está dejando en claro, déjalo en paz o vamos a estar en quiebra si sigue eliminando más gente, ahora es depende de ti ya que eres el jefe.

—Kyungmi tiene razón, detente para que las cosas se detengan, piensa lo que resta de tu familia.

Asintió con lentitud, no hay de otra, solo dejar de pisarle los talones en alguien que solamente puede destruir todo de ti en un parpadeo, conoce quien es Kim Taehyung, así como con cualquier mafioso, es detener esta locura o que su familia sea asesinada, si se enfoca con una cosa estará perdido, no puede descuidarse solo por vengarse, no hay oportunidades para ello. Así que prefirió de que se le bajara demasiado el alcohol, con una gran probabilidad que tendrá un dolor de cabeza después.

Quedó sorprendido al ver el interior del lugar, Jungkook tuvo que pedir permiso en faltar este día, para hacer el gran intento de obtener el puesto para trabajar en el casino, totalmente elegante y grande, la alfombra es roja, una gran variedad de juegos, un bar moderno y llamativo, al igual que dichas áreas, tragó saliva al imaginarse de como sería de que una gran variedad de gente lo estará viendo.

—Hey, muchacho. — Escuchó el llamado de alguien, volteó a su izquierda viendo al mismo hombre de la última vez. — Te estaba esperando, ven. Te voy a demostrar donde tienes que esperar para que te acepten.

Asintió antes de seguirlo, había gente que limpiaba el lugar, y otros simplemente hablando con tranquilidad, faltaban unas horas para que el casino sea abierto, cuando finalmente vio el escenario, se imaginó que sería un espacio tan diminuto, pero se ve perfecto para que cualquiera dé su acto.

Un hombre vestido de traje, cabello castaño y alto había pedido que se detenga la chica, que la cual intentaba hacer un truco de magia.

—Ahora en la actualidad, a nadie le interesa la magia. — Soltó con seriedad. — Al público no le va gustar, el que sigue. — La chica castaña asintió entendiéndolo todo, para empezar a recoger sus cosas lo más rápido que puede.

Jungkook no le gustó el carácter de ese hombre, eso hizo que esté un poco nervioso y más cuando ha posado su mirada en él.

—Aquí está, señor.

—Es un niño. — Dijo examinándolo con la mirada. — ¿Cuántos años tienes?

—Veintidós.

—Hm... te vez muy joven y... — Desvió la mirada en la funda de su guitarra. — Por primera vez viene alguien a cantar, espero que me sorprendas, chico. — Señala con la cabeza. — Anda, sube al escenario, vienes puntual.

Asintió para después seguir al mismo hombre, que lo cual lo guiaba donde podría subir al escenario, notando que la chica finalmente se ha ido.

Empezó a sacar su guitarra, se sentó en el banco y se acomodó de una forma cómoda, se sentía un poco nervioso de que diría esa persona que viene acompañado con unas cuantas, con tan solo escuchar su voz, se sintió totalmente intimidado. Pensó en la canción que podría ser perfecta para esta ocasión, y así empezó a soltar su canto y la melodía.

Se concentraba al cien, no dejaba en que los nervios lo consumieran, Hoseok vio que la mujer que los acompaña había halagado la voz del chico, que la cual sonaba tan angelical y perfecta, convenciéndole demasiado, le sorprende que un chico de veintidós años le importara trabajar en un sitio como este, llegándose a cuestionar si tiene cosas de la universidad a cual pagar o algo por el estilo, teniendo un poco de curiosidad, cruzó sus brazos hasta la altura de su pecho, prestando atención cada detalle, el chico tiene cierto talento en el canto, vio que un amigo suyo asentía con lentitud, diciéndole de que lo aceptara.

Cuando todo finalizó, Jungkook posó su mirada sobre el castaño, en espera de una respuesta, recibió el halago por parte de la mujer, que aparenta de treinta años que vestía de un vestido rojo y un saco café oscuro. Vio que el tipo asintió, se levantó de su asiento y soltó una sonrisa con labios cerrados.

—Aceptado. — Alzó un poco la voz para que sea audible. — Estarás aquí desde las diez hasta las once de la noche ¿Alguna duda ante eso?

—No, suena perfecto para mi.

Jungkook sigue a un empleado del lugar para ir directo donde se encuentra el castaño, lo cual sacaba un documento y un bolígrafo.

Empezó a leer lo que decía, le convencía demasiado, así que tomó el bolígrafo para firmar, cuando lo hizo, hicieron apretón de manos.

—Bienvenido, Jeon Jungkook. — El aludido sonríe un poco. — A partir del sábado trabajas para nosotros y en el casino Hell Night.

Bueno ¿Qué otra cosa podría pasar? Seokjin ha dicho que Jungkook últimamente ha corrido con mucha suerte, quizás en estos días podría suceder lo que tiene en mente.

O tal vez no.