Conducía con tranquilidad, la reunión con Hoseok es en el casino, lamentablemente Taehyung no podrá asistir ya que pidió de favor cancelar lo más importante del día y que nadie le interrumpa, colocó su codo sobre el borde de la ventana, el aire chocaba en su rostro y sus cabellos rubios se desordenaban descubriendo su frente, teniendo en mente que después de la charla importante podrá disfrutar en el casino, en coquetearle a una hermosa mujer con una buena copa de champán.

Como de costumbre se estacionó en el lugar donde nadie tiene permitido colocar su lujoso vehículo en ese espacio que es solo para él, Taehyung ha apartado lugares para los más importantes y sobre todo los socios que se lleva mejor, la noche cálida en la ciudad de Seúl tan perfecta y larga, acomodó su chaqueta por las mangas, salió de su Mercedes después de subir las ventanas y lo aseguró, un trabajador del lugar se ha acercado donde está el asesino, dándole la bienvenida mientras hacía una pequeña reverencia, indicándole que Hoseok y alguien más lo esperan, ha llegado a la hora indicada, a su amigo no le gusta la impuntualidad, siguió al hombre dentro del lugar, Jimin saludaba a unos cuantos en el camino antes de subir por las susodichas escaleras, la música del jazz resonaba el área, las voces de las personas, los aplausos y la música del área de espectáculos dan un buen ambiente.

—¿El italiano ese está aquí? — Indagó al llegar el área donde está permitido pasar para gente como ellos.

—Usted ha estado desviado de esto, si Taehyung se entera, tendrás serios problemas. — Soltó con tranquilidad.

—Perdón, tengo más pendientes de lo normal. — Mintió, efectivamente quería mantener su mente ocupada.

—Entiendo, pero el señor Kim tiene un acompañante y ha encargado que la seguridad sea mucho más, él no va dar detalles sobre ello, solo percatamos sus órdenes.

Hizo un sonido de afirmación al entenderlo, Taehyung terminó agarrándole cariño a ese chico, desde que Jungkook estuvo en peligro, su amigo se ha molestado demasiado cuando supo la razón de su intento de asesinato, ese chico solo ha sido un rehén para atraer a Taehyung, jamás lo ha visto tan molesto y tan duro con sus palabras, en esos momentos Hoseok le pidió de favor a Jimin que tenga cuidado con lo que dice, de no interrumpir a su amigo cuando hablaba.

El hombre se paró enfrente de una puerta, volteó a ver al rubio e hizo un ademán para que entrara, sin necesidad de tocar, Jimin abrió la puerta para adentrarse, justamente ha sido rápido en llegar a la oficina de Hoseok. El olor a café emanaba por el lugar, las luces en un perfecto estado y por primera vez el tapete limpio, pudo percatar la silueta del castaño ofreciéndole algo de beber a su invitado, lo cual le daba la espalda y recargó su brazo en el respaldo del sillón blanco, las ropas no son tan finas como cualquier invitado suele venir, eso le confundió un poco.

Cuando Hoseok percató la presencia de Jimin, sonrió de oreja a oreja, haciendo un ademán con su dedo índice para que se acercara.

—Vaya, Jimin. Vienes sin una gota de sangre. — Soltó Jung al ver a su amigo bien arreglado con otro tipo de ropas, diferentes a las que suele usar. — Si quieres vacaciones no es un buen momento.

—No cuando Taehyung las ha tomado. — Dijo burlón caminando con tranquilidad. — ¿Cuál es la situación? Que yo sepa, sus reuniones con sus socios no es tan común que me llamen.

—Hay información recién sacado del horno, es tan importante pero Taehyung no va querer responder una llamada. — Jimin se detuvo al lado del sillón, al voltear se llevó la sorpresa de ver a él allí.

Ambos asesinos cruzaron miradas y Yoongi soltó una ladina sonrisa antes de beber, Jimin frunció el ceño confundido, cuestionándose que clase de estupideces piensan hacer, mantuvo la calma antes de mandar a la mierda todo, solo escuchará si todo va ser conveniente.

—¿Y él qué hace aquí? — Indagó con frialdad refiriéndose al blanquecino.

Hoseok supo que a Jimin no le agrada al Ángel Oscuro, es entendible cuando desde un principio no es de confiar por obvias razones.

—Él está aquí porque soltó algunos planes de Namjoon. — Explicó sonando serio, ignorando la rivalidad que puedan llevarse entre estos asesinos. —  Ha recuperado lo que nosotros destruimos, pero no el veinte por ciento de sus ganancias.

—Pero ¿Con quiénes está trabajando ahora?

—No se sabe... — Respondió Yoongi sin interés, luciendo demasiado tranquilo mientras movía el vaso en círculos lentamente, jugando con el líquido y hielo. — Solo Namjoon pidió que yo sea una distracción para ustedes, es real que anulé el trabajo, hasta le demostré a Hoseok la prueba que lo hice. — Miró al rubio. — Va ser un honor en querer trabajar contigo, señor Park.

—Ni de coña trabajaré contigo.

—Jimin, el Ángel Oscuro logró convencerme que es alguien de confiar, también tiene información de mafias enemigas que ha llegado trabajar, esto puede ser una ventaja.

—¿Taehyung sabe al menos de esto?

—No, aún no. — Jimin bufó, rodando los ojos, se rehúsa en querer trabajar con un imbécil como Yoongi, lo cual es divertido para el contrario. — Pero dejemos sus situaciones personales a un lado.

—¿Entonces a quién tenemos que matar?

—Nightmare, un sujeto llamado Choi San... — Ambos chicos miraron al castaño. — Recientemente se acabó de unir a la mafia Yakuza, Yuta Nakamoto ha viajado hasta aquí al ser convencido con la propuesta de robarnos la nueva droga que he solicitado para el próximo mes, ese asesino será su propio perro guardián, supe que es enemigo de ustedes pero sobre todo de Yoongi.

—Pero él se unió con la mafia de Ladrones de Corazones. — Soltó Yoongi confundido. — Es imposible trabajar para dos mafias que se llevan tan mal.

—¿De verdad?

—Los Yakuza y esa mafia se llevan tan mal, si se enteran que tienen a alguien entre ambos bandos no es nada bueno.

—San es demasiado loco para arriesgarse de esa manera. — Cruzó de brazos. — ¿Quieres hablar con el líder de la mafia, solo para destrozar a los Yakuza?

—¿Qué podemos ganar con eso?

—Verás, San no es alguien de confiar, primero tenemos que averiguar a quien va traicionar. — Se levantó Yoongi dejando el vaso en la pequeña mesa del centro. —No existen probabilidades, pero conozco a alguien que con tan solo obligarlo podrá soltarlo. Si piensa traicionar a los Ladrones de Corazones, la ventaja para la Flor del Infierno es tener un trato justo, ya que ustedes no se llevan mal con ellos, el líder es una persona agradecida con las personas que demuestran una buena lealtad. Si ustedes decidieron no hablarles por dichas razones, lo entiendo.

—Hoseok, nunca hemos convivido con ese sujeto, podemos armar otra alianza e ir contra los Yakuza para masacrarlos a todos.

—¿Quieres ir a Tokio y destruir todo lo que estuvieron construyendo por años?

—Eso lo tiene que decidir Taehyung.

Ninguno de los asesinos ha dicho algo, eso sonó como una gran esperanza para patearles el trasero a algunas personas, pero para su mala suerte es convivir con la persona más detestable del mundo, volteó a verlo con la seriedad en su rostro, Yoongi terminó por guiñarle un ojo coqueteándole de nuevo, hay algo que trama y no puede contradecir las palabras de sus amigos.

Antes de que la junta finalizara, Hoseok no dudó en advertirle al pelinegro, pidiéndole de favor a Jimin que cuide mucho de Yoongi y en plan que cualquier asesino puede entender, pero para la mente de él es sentirse afortunado que un lindo chico, por más intimidante intenta ser, pueda tener la consideración de preocuparse por él, aunque claro Yoongi será quien salvará a su gatito.

Jimin salió lo antes posible de la oficina, estando totalmente de malhumor y solo queriendo volver a casa y dormir por horas, por estos momentos ha estado trabajando demasiado que se sintió tan cansado, no podía quitar esa curiosidad que crece en él, mucho menos esa seductora sonrisa y esa mirada intimidante de su mente, eso terminó por volverlo loco.

Se adentró los baños privados, se paró enfrente del espejo y abrió la llave, con sus palmas dejó que se llenara algo de agua para después mojar su rostro, se convencía asimismo que solo van a ser trabajo en equipo y lo personal en ellos (lo cual ni siquiera existe) nada que ver. Le preocupa demasiado que Yoongi haya mentido y resultara igual como San, pero no es el único que sospechan de él, y Taehyung no va ser la gran excepción para que Yoongi corra con esa suerte.

Se secó el rostro, ahora es esperar cuales serán las decisiones que Taehyung debe tomar.

—¿Por qué intentas evitarme, Jimin? — Al escuchar su voz, volteó a verlo, encontrándolo recargado en la puerta con los brazos cruzados.

Le inquieta demasiado verlo tan tranquilo, pero aún así estuvo en alerta.

—¿Vienes a decir que seamos buenos amigos después que haz trabajado con Namjoon? — Soltó con dureza, hubieran sido amigables si eso no hubiese pasado, pero son cosas entre asesinos.

—Oye, yo protegeré el trasero de tus amigos. Sabes que yo no pertenezco en una mafia, no soy la perra de nadie.

—Deberías alejarte de esto y dejar la información.

—Oh tú amigo me dijo lo mismo.

—¿Cómo estoy seguro que no estás mintiendo?

—Mira, tú di lo que quieras, piensa lo que quieras sobre mi. — Soltó frustrado, Yoongi se siente cansado de estar hablando del mismo tema. — Yo no diré nada porque va ser depende de ustedes tres, y más de ti porque vamos a ser compañeros por un tiempo.

—¿Perdón? — Alzó ambas cejas, sabe perfectamente que el contrario no está jugando, nota que Yoongi está comenzando a cansarse, el rubio rio amargo. — ¿Por un tiempo? Debes estar loco.

—Para mi suena de maravilla, pequeño, porque de mi no te vas a poder escapar.

—Yoongi, será mejor que te detengas.

—No cuando lo bien que deseas por un beso mío. — Murmuró, siendo tan audible para Jimin, quien entre abrió la boca sin apartar su mirada en el pelinegro, un silencio se armó entre ellos, eso hizo que Yoongi sonriera victorioso al ver su respuesta.

No necesitó de que se lo dijeran, con tan solo notarlo por la expresión de Jimin ha sido tan claro que siente curiosidad, vio que miró a otro lado, quizás secando sus manos llenas de sudor y no de agua, vaya diversión que ambos van a disfrutar, las cosas se ponen cada vez más interesantes.

—¿A caso haz soñado donde yo te beso? — Continuó, por fin logró controlar la situación. — ¿Donde soy yo quien tú necesitas para satisfacer tu curiosidad y averiguar si te llega a gustar?

—Y-Yoongi... — Balbuceó, no comprende en que momento logró cambiar del tema y sobre todo como pudo ponerlo en este estado, tan confundido y nervioso, tragó duro cuando lo vio caminar hacia él.

Jimin no hizo nada por querer apartarlo, pero si en querer huir, lo cual ha sido un grave error cuando ha sido acorralado por él, quien le ha tomado por el antebrazo para apegarlo en la pared, sintió esa cercanía entre sus cuerpos, el aliento de Yoongi chocaba con el suyo, colocó su antebrazo libre a un lado de su cabeza, inclinándose en una posición exacta para que sus rostros estén cerca.

Comenzó a respirar un poco descontrolado y sentir su corazón palpitar, por alguna extraña razón le gusta la forma de callarlo, se siente tan pequeño cuando en realidad es él quien actúa como tal, así para terminar de esa forma ante él.

—Dime, pequeño... — Soltó con voz grave, tan dulce que su aliento acarició su piel. — ¿Qué es lo que sueñas de mi? Y no me refiero como tu amigo se lleva con ese chico.

—P-Por favor...

—¿Por favor qué? — Llevó dos de sus dedos al mentón del rubio, así para evitar que no apartara su mirada. — Eres intimidante pero tan pequeño para mi, siempre terminas rendido ante mi presencia y cuando regresas a casa deseas en querer volverme a ver, dices que no quieres verme y aquí estás, acorralado mientras te hago sentir tan vulnerable y tu cuerpo tiembla.

—E-Este baño es...

—Es privado, nadie vendrá a molestarnos porque casi no lo ocupan, hay otros dos baños privados pero los guardias de seguridad suelen usar los públicos. — Interrumpió, sonriendo malicioso, así dejando a Jimin sin palabras, solo observando las acciones. — ¿Te gustaría que nos viéramos mañana y hablar lo que haremos con el imbécil de San? Aunque claro, sé como van a terminar las cosas.

—¿Qué es lo que quieres? Sé que estás jugando. — Soltó duro, pero balbuceante que no hay probabilidad de actuar como hace unos segundos. — ¿Cómo sabré que te intereso y no soy un juguete?

—Si tan solo me dejaras, verás mis verdaderas intenciones.

—Podemos estar juntos a partir de ahora para ser un buen equipo, pero no vayas a meterte con mis amigos.

—No haré nada cuando en realidad puedo perderte, desconfías de mi y cuando digo las cosas en serio, es lo que estoy haciendo. Detesto las mentiras, detesto jugar con las personas que me llaman la atención, detesto demasiado los que buscan a alguien para satisfacer sus mierdas.

Acercó un poco más su cabeza, Jimin soltó un pequeño gimoteo y logró desviar su mirada, cerró ambos ojos, llevando sus manos en el pecho del mayor, queriendo alejarlo de él. Yoongi no hizo algún ruido que pueda molestarlo, sus palabras son tan serias que no está jugando, el olor a su perfume llegaba a sus fosas nasales, una exquisita fragancia. Su pecho subía y bajaba, su respiración algo pesada se combinaba con la respiración relajada de Yoongi, quien veía y disfrutaba como su pequeño se ponía tímido.

Delicadamente, tomó de nuevo el mentón del rubio, sin decir otra palabra, terminó por unir sus labios con los carnosos de Jimin, quien sobresaltó sorprendido encogiéndose en su lugar, dándole ventaja para el contrario, ya que se dio cuenta que el menor intentaba corresponderle, ninguno ha cerrado los ojos porque querían ver lo que tan capaz es el otro, el movimiento de sus labios es tan imperfecto pero delicado, ambos disfrutaban el sabor del otro, que poco a poco Jimin terminaba rindiéndose, llevando sus manos que estaban hechos en puño, así para rodear el cuello del pelinegro y atraerlo más, profundizando el beso.

Se desconoció en aquel entonces, su orgullo haría en alejarlo y de romperle la cara, de demostrarle que con él no se tiene que meter, pero está en esta situación disfrutando en besar y ser besado con esos labios, el ambiente no cambiaba sino seguía igual de tranquilo, ambos en su propio mundo, Yoongi considerando esta oportunidad como una ventaja, pero Jimin se preguntaba si esto llevará a algo bien.

Se separaron por falta de aire, se habían dejado llevar como si tuvieran esa necesidad de hacerlo, Jimin miraba los ojos oscuros del pelinegro, teniendo un sonrojo en sus mejillas, sus bocas quedaron entre abiertas, esto ha sido nuevo que el rubio sea él quien hiciera ese tipo de acto, pero Yoongi se sintió bien en que lo haga, y fue él quien lo tomó para volverlo a besarlo.

Estuvieron dentro del baño por unos minutos, besándose en el silencio acompañado con los chasquidos y sus respiraciones, Jimin no podía pensar en nada, no sabe si esto está bien en corresponderle a la persona que intentó asesinar a su mejor amigo, no lo considera como un enemigo en sí, solo es una situación tan extraña entre ellos dos, amigable pero a la vez dura de lidiar, el blanquecino no insiste como él creía, a pesar que tiene mucha información de él, no hizo nada contra él solo para tenerlo entre sus brazos, correspondiéndole el beso.

Al separarse, Jimin no pudo decir nada, no cuando esa seductora sonrisa apareció en los labios rojizos e hinchados del contrario, su mirada oscura o extraña ha cambiado a una relajante, puede que esté loco pero lo es aún más.

—Va ser un honor en querer trabajar contigo, gatito.

Soltó antes de alejarse y salir del baño, dejando a Jimin con un desastre mental, se sintió tan bien que le gustaría repetirlo o hacer lo posible para obtenerlo, no hay esa atracción que pueda alimentar lo cálido de su cuerpo, solo una atracción indescriptible.

Quizás las pequeñas opiniones que ha pensado terminaron por ser admitidas, Min Yoongi terminó por obtener lo que quería.