Capítulo 2
Soltó una sarcástica risa nasal mientras veía el cuerpo inerte que está en el suelo, la sangre corría por el pavimento, chasqueó la lengua mientras cargaba de nuevo el arma, le parecía repugnante el hecho de pedir piedad por su vida cuando desde un principio prefirió meterse con él, traicionarlo para quitarle el poder y las ganancias de esa manera, cuando la regla es ser leal ante tu amo, la lealtad es fácil de romper y una hermosa falacia, una de las palabras muy engañosas.
Taehyung le puso seguro, para después llamar a dos hombres que estaban ahí parados detrás suyo, al escuchar en que se le ofrece, pidió el favor de deshacerse del cuerpo, sonando demasiado serio y un poco molesto.
—Quiero que le den una lección a la gente que ha mencionado, que tres de ellos queden muertos y avísenle a Dakho de que no estoy para juegos, un hombre tan anciano como él no tiene que actuar como un inmaduro mocoso. — Amos hombres asintieron.
—¿Y otra cosa más?
—Que no se le ocurra mandar al estúpido de su hijo a buscarme en el casino de nuevo. — Guarda la pistola a sus espaldas, en el borde de su pantalón. — Cuiden demasiado la mansión, dentro de unas dos horas tengo que reunirme con el cliente para entregarle el paquete y su regalo, ya saben que hacer cuando las cosas se compliquen.
—De acuerdo, tenga una buena noche.
Vio que uno empezó a arrastrar el cuerpo, Taehyung volteó sobre sus talones para retirarse, sacando una caja de cigarros para sacar uno, lo colocó entre sus labios para después sacar el encendedor, con su mano izquierda cubrió un poco el fuego para que alcance ya que hacía un poco de aire, cuando fue encendido dio una gran calada, caminando con demasiada tranquilidad.
Ha estado manteniendo el trabajo de su padre desde los veintiún años, vengado tal muerte después de que sus padres fueron asesinados cuando ellos fueron de vacaciones a Las Vegas, siendo lo peor para a cualquiera que se atreva a retarlo y considerarlo como enemigo, Kim Taehyung, ese es su nombre, un hombre de veinticinco años teniendo el poder y las riquezas que su familia ha conservado por los años, siendo uno de los mafiosos más peligrosos, perversos y sanguinarios, que ni la propia policía pudo lidiar con él. Y hablando de tener tratos con el gobierno o con algún político, le causa demasiada gracia en que exista ese tipo de convivencia, ya que para él es una alianza super débil, a Taehyung no le gusta demasiado ese término, siempre ha demostrado de lo peor ante sus enemigos pero siendo un buen hombre de negocios.
Se adentró a su vehículo a cual le estaban esperando y empezó arrancar.
Tuvo una vida regular, siempre tuvo que cuidar con quienes se junta y a quienes realmente llamar amigos, ha sido como los demás niños pero en su adolescencia fue medio pesado, estudios y entrenamientos. Siendo la mejor versión de la familia Kim, lo cual su abuelo ha de estar orgulloso.
—Es una lástima que mi chico no duró demasiado. — Murmuró frustrado. — Jamás pensé que tuvo tratos con ese hijo de perra.
—¿Igual quiere ir por la esposa de Dakho? — Niega el pelinegro.
—Con las mujeres les tengo respeto, no soy un monstruo. Por ahora, quiero enfocarme con la llegada de un francés que le interesó demasiado en vender la droga de una manera tan discreta y con una buena ganancia. — De un movimiento ligero acomodó sus cabellos. — Les aviso cuando me llame alguien la atención.
—Ha sido un descuido de su parte, esperaremos la orden de investigar y cuidar para que no vuelva a pasar.
—Me encanta la manera que te propones, Choi. Mi padre siempre ha confiado en ti, así que espero que jamás me decepciones.
Cuando finalmente llegaron, le abrieron la puerta, al salir acomodó perfectamente su saco para después quitar sus lentes oscuros, el casino Hell Night, uno de los casinos más famosos de Seúl donde él mismo ha manejado por años, un chico hizo una pequeña reverencia saludando a su jefe, igualmente hay mafiosos que pasan un momento en ese sitio, apostando miles de wones y una que otra teniendo tratos limpios, a Taehyung para nada le gusta el desorden en su sitio.
Un lugar sumamente elegante y grande, la noche es larga para pasar unos momentos en el sitio favorito, con la nueva persona que hay una probabilidad que sean socios, Jung Hoseok se dio cuenta ante su presencia, volteó sobre sus talones cuando escuchó la puerta abrirse, encontrando finalmente a Taehyung entrar, para nada se negó en sacar otro vaso y servirle algo de tequila por igual.
—Buenas noches, señor Kim. — Saludó el castaño.
—¿Cómo está yendo la noche? — Encoge de hombros el contrario.
—¿Qué quieres que diga? Vinieron unos idiotas a intentar entrar a tu oficina. — Dejó la botella en su sitio después de taparla, y luego tomó ambos vasos de vidrio para ir directo donde está su amigo. — Dakho se ha pasado de la raya esta vez, jamás me imaginé que mandaran a unos inútiles solo para que el avión cayera ¿Gusta? — Dijo ofreciéndole a su amigo, lo cual asintió tomándolo.
—Namjoon tuvo un trato con mi chico ¿sabes? — Hoseok no dijo nada, solo se limitaba a escucharlo y a beber un poco de ese líquido. — Le ha prometido llevarlo a Italia, lo gracioso es que por estos días, lo ha estado seduciendo.
—Como siempre, un perfecto mentiroso para quebrar la vida de otros. Me alegra que cuando haces ese tipo de cosas, no hay sentimientos, no quiero verte llorar por culpa de un imbécil.
—¿Por qué tendré que llorar? No vale la pena, pero no hablemos de esto, Dean está por venir y hay que darle una buena hospitalidad.
—Confía en mi.
—¿Jimin vendrá?
—Tiene gente a cual matar, prefiere jugar con sus víctimas ahora, ya que le ofrecieron millones de wones, está loco.
—Bien, me alegra mucho oír que se divierta, quizás tiene un nuevo trabajo.
—Yo me encargo, pásame tu lista negra y en menos de una semana, las personas que digas ya no sabrás de ellas después.
Hizo un guiño antes de sentarse frente suyo, Taehyung suelta una diminuta sonrisa. Jung Hoseok y Park Jimin son sus amigos desde que tiene memoria, los tres crecieron juntos, bueno, la familia de Hoseok ha sido asesinada pero tuvieron piedad con él, criándolo para convertirse en uno como ellos, talentoso en las estafas, engaños y en los negocios, teniendo el único trabajo de mantener que la mercancía esté como debe de estar y que no falte la cantidad de pago. Mientras tanto Jimin, es un asesino que desde su adolescencia se ha metido en entrenamientos un poco pesados, para terminar matar gente por dinero, un chico con el talento de matar a sus víctimas en un parpadeo, siendo el mejor amigo de la muerte, jamás falla en un tiro y más en sus objetivos.
Durante la reunión, le parecía interesante y una buena oferta, el plan es sumamente bien hecho, el francés para nada se molestó en tener a Taehyung como un aliado, con un buen regalo como un arma de fuego y una buena botella de vino, no está acostumbrado que sus nuevos socios suelen darle este tipo de cosas como muestra de respeto o lo que sea, cada uno tiene su razón para hacerlo.
—La noche es preciosa. — Dijo Dean al terminar de beber. — Una perfecta noche para negociar, este lunes en la madrugada mandaré la droga que te he dicho, puedes promocionarle a tus clientes.
—Por una buena cantidad de dinero, ¿Estarás en Corea por unos días?
—Si, he escuchado que tienes problemas con alguien más, ya sabes que cuando todo se ponga peor, estaré disponible por si me necesitas.
—No hay problema, solo es la envidia de un viejo amigo.
—La envidia, solo la gente estúpida y que no tolera ciertas cosas lo harán. ¿Crees que sea algo más que eso? — Niega el pelinegro.
—Yo mismo haré que se le quite.
Pasaban los minutos, el reloj marcaba las diez de la mañana, Jungkook empuñó un poco sus ojos mientras escuchaba desde lejos el ladrido de Gyul, siendo un poco molesto para él, empezó a moverse con lentitud con somnolencia, soltando un largo y profundo suspiro, sintiendo su cuerpo totalmente diferente debido que se ha dado un buen descanso.
Llevó su mano hacia la pequeña de noche, para alcanzar su celular, poco a poco su vista se volvía clara, quitó la parte del cargador y acercó el aparato en él, encendiéndolo durante el momento, viendo notificaciones de sus padres y mensajes de sus amigos, estuvo un poco desvelado después de la cena con Seokjin, aquellos le deseaban demasiada suerte y que no los vaya a olvidar cuando ese sueño se cumpla. De nuevo escuchó el ladrido de Gyul, pero esta vez fuera de la habitación, se levantó dejando a un lado la idea de leer los mensajes, al abrir la puerta encontró al perro teniendo su plato con él, dándole entender que espera en que alguien le dé de comer, al parecer Gyul se ha de encontrar extrañado en que su dueño lo haya olvidado o solamente quiere un poco más de comida.
No tuvo de otra más que hacerle caso, tomando el traste para ir directo a la cocina, en busca del alimento del can.
Recordó de donde está el alimento, su amigo no olvidó decirle donde es.
El sonido del televisor resonaba por el área, acompañado con el sonido de los palillos chocar con el plato, Jungkook pensaba un poco ante la propuesta de su amigo pero vería más opciones por internet, no suena sencillo pero es conseguir un buen empleo con un buen pago, quizás se dejó llevar un poco por la emoción ya que permaneció pensando algunas cosas.
Empezó a revisar el que le llamaba mucho la atención, leyendo cada requisito y lo que consiste.
—¿Pasear perros? — Dijo mirando a Gyul. — ¿Crees que sería una buena idea?
El San Bernardo ladeó un poco la cabeza, el pelinegro encogió de hombros desviando la mirada en su celular.
Algunas opciones le suena de maravilla, lo que a la vez le decepciona es que pedían años de experiencia, y lo otro que son sitios totalmente lejos de donde vive, y otros con poco pago.
Soltó un profundo suspiro, empezar desde cero no debe ser perfecto como lo demuestran en las películas, donde el protagonista a la primera consigue como quiera y le va bien por el resto de sus días, Jungkook prefirió ver el sitio donde trabaja su amigo, notaba que es de veinte minutos de rutina, el pago si es a la quincena y además se ve que es un lugar hermoso.
Le convenció demasiado, agregándolo entre otras opciones, le conviene demasiado estar con Seokjin ya que pueden ir juntos, sin la preocupación de que llegará tarde por la distancia, ahorrar lo suficiente para obtener un buen hogar por estos meses o años, bueno, depende de sus planes.
Prefirió salir de casa, llevando a Gyul con él, al parecer su amigo saca a pasear al animal cuando tiene tiempo libre o en los fines de semana, como creyó el perro es totalmente tranquilo y no tan emotivo que termina paseándote a ti, el vecindario es lindo veía los nombres de las calles para no alejarse demasiado memorizándolo. Tuvo la gran opción de ir por un parque, que se encontraba a una cuadra, el pasto es tan verdoso como los arbustos y los árboles, las flores se veían preciosas, podía ver niños jugar en el área de juegos, parejas pasar o ancianos alimentando las aves que se encuentran por ahí.
Jungkook llevó al can a ese sitio, Seokjin ha mencionado que Gyul le encanta jugar en atrapar a la pelota, así que no se va arriesgar en intentarlo o no querrá que suceda algún problema.
—Lo lamento, no podré jugar contigo. — Habló al notar la mirada del San Bernardo, en espera de ver la pelota. — No si no está tu dueño con nosotros ¿entiendes?
Es un buen sitio donde pueda practicar un poco la guitarra cada que no quiera molestar a su amigo, Jungkook siempre le ha encantado componer canciones o crear melodías al aire libre, es una buena manera para inspirarse y dejarse llevar por la tranquilidad, sin importar de que alguien lo escuche.
Durante la tarde, ha sido de lo habitual, Jungkook tuvo que limpiar algunos sitios del hogar, Seokjin es una persona totalmente limpia pero hay ocasiones que no puede ordenar ciertas cosas, así que decidió ayudar y en preparar la cena, Jungkook movía de vez en cuando con los palillos el pedazo de carne del sartén, Gyul dormía en su sitio y en el fondo se escuchaba el televisor encendido, escuchando el drama que está viendo con su amiga, escuchó la puerta principal abrirse, para después oír el llamado de su amigo anunciando que se encuentra en casa, limpió el poco sudor que corría por su frente con su antemano y dejó los palillos a un lado, dejando que la carne se cosa unos minutos más.
—Huele tan bien. — Menciona Seokjin quitándose los zapatos. — Jungkook espero que no hayas quemado mi cocina.
El menor suelta una diminuta sonrisa, cortando el resto de verdura que le faltaba. El castaño se acercó a Gyul, viéndolo dormir demasiado para acariciar su cabeza, sintiendo el suave pelaje sobre su piel, murmurándole unas cuantas cosas.
—¿Cómo haz estado? ¿Fuiste amable con Jungkook? — Vio como el can se movió un poco para acomodarse.
Cuando finalmente el mayor se encontraba en la cocina, prefirió ayudar en lo que faltaba, primero apagando cuando notó que los fideos se encontraban listos.
—¿Haz pensado donde vas a trabajar? — Asiente el pelinegro.
—¿Puedo acompañarte mañana? Me interesó demasiado tu propuesta.
—Te lo dije, ha sido tu día de suerte. Puedes darme el detalle de tus demás opciones, te escucho.
Jungkook deja a un lado los pedazos de zanahoria para después empezar a picar un poco la espinaca.
—¿Te encantaría ver si trabajo en una oficina de una empresa?
—Verte en traje te verás bien, puede que te conviene pero tienes que tener cuidado con el tipo de jefe, si piensas en un sitio donde lo maneja un millonario será mejor que lo descartes. Prefiero el uniforme del lugar donde trabajo, es muy formal y no tienes que preocuparte por conseguir una corbata y comprarte demasiados trajes.
—Puedes decirme algún consejo.
—Soporta un poco cuando algunos clientes se vuelvan insoportables, capaz te haz topado con ese tipo de gente. Una vez tuve que defender a una compañera solo porque el capuchino no estaba bien hecho, se armó un escándalo.
—No te niego en algunas cosas.
—Les vas agradar a la señora Song, es buena gente y sé puntual, así no tendrás problemas con nadie.
Asintió el castaño, al menos vivir en un tiempo con su mejor amigo no suena mala idea, podrá armar nuevos planes poco a poco con el tiempo, teniendo la tranquilidad para cumplir su sueño, primero con la lista que es independizarse, tener un buen hogar y un buen empleo, obtener lo que cualquier persona normal haría antes de dar un gran paso.
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