Terminó de colocarse sus tenis para después ponerse la camisa, sus cabellos mojados se apegaban en su frente, y caían pequeñas gotas de vez en cuando, su estómago empezó a gruñir y se ha dado cuenta que son como las dos de la tarde, tuvo algunas llamadas perdidas por parte de Seokjin, lo cual mandó mensaje pidiéndole disculpas que llegaría hasta el día lunes, poniendo de excusa que está buscando un buen sitio para independizarse y donde adicionar, llevando el dinero suficiente con él ya que ese ha sido su plan, una explicación tan extraña pero no puede crear una original teniendo a ese hombre aún en su cabeza.

Aún se escuchaba el ruido de la ducha, ha rechazado la oferta de bañarse juntos, han tenido poca intimidad y es muy pronto para eso, poco se le hace escuchar que maravilloso, empezó a preguntarse si sería una buena idea ayudarle en acomodar la cama, bueno la gente rica luego no suelen hacer los quehaceres, pero tal vez Hoseok pidió que nadie entrara a esta habitación y es más, no sabe donde tender la toalla para que se secara.

Durante estas horas estuvieron contando anécdotas de sus vidas, uno que otro dándose besos o simplemente jugando con otras intenciones. Prefirió en acomodar bien tender la cama, dejando la toalla húmeda extendida en una silla que se encuentra allí, cerca de un precioso librero.

Cuando terminó por quitar las cobijas, le llegó la mente que será mejor cambiar las sábanas, al ver un poco de suciedad se dio por vencido, si Jungkook es un chico que le gusta tener el espacio limpio, pero está en una casa ajena y es el invitado, tiene la confianza necesaria del mafioso y un poco de ayudar ordenar su cama es suficiente.

No le gustaría empezar a buscar donde suele guardar las cobijas y sábanas, por obvias razones.

Así que prefirió ir por su mochila y de allí sacando el perfume que le ha robado a su amigo, su fragancia es tan dulce que quizás Seokjin termine por regalárselo, no es la primera vez que lo hace, ha intentado tener otro tipo de aromas exquisitas, pero el más común es la avellana.

Soltó un suspiro al ver que su madre quiso hacerle videollamada, prefirió esperar que su celular termine de sonar, no será buena idea que lo vea en una habitación de un chico millonario, si esto se llegara a descubrir, no sabe que clase de explicaciones diría.

Desvió la mirada en el tocador, viendo unos perfumes que son demasiados caros, una joyera y una caja que tal vez guarde sus valiosos relojes, se acercó y tomó uno, quitándole la tapa para acercarlo un poco a su nariz, olfateando su fragancia y vio la marca que proviene, hay unas que no conoce, aunque quizás es con la mayoría.

—Intentas oler a mi ¿no es así, pequeño? — Dio un pequeño sobresalto al oír su voz, giró a verlo, encontrándolo con los pantalones puestos, descalzo y su torso al descubierto, su piel brillaba por el agua.

Jungkook sintió nervios y su corazón palpitar, al ver lo cuán atractivo se ve.

—Bueno yo... — Desvió la mirada en el perfume, sintiéndose un poco avergonzado, Taehyung soltó una media sonrisa tomando la toalla para secar sus cabellos.

—Puedes usar uno si algún aroma te agrada.

No dijo nada, solo dejó el que tenía en mano para tomar otro, haciendo el mismo procedimiento y este aroma es tan varonil, recordando que ese olor ha sido usado cuando lo conoció.

Taehyung se colocó una camisa limpia de color negro, se acercó donde está el menor para tomar alguno de sus perfumes, pero el pelinegro menor lo tomó del antebrazo evitando en que lo haga, ese acto confundió un poco al mayor, y más cuando regresó el que ha tomado para ponerle el que tiene en mano.

Han sido solo dos veces para dejarle en su mano, alejándose un poco de él ocultando su miedo, maldiciéndose asimismo por haber hecho eso.

—Perdón... — Murmuró, aparte de miedo se encuentra nervioso. — Ese perfume te queda bien y será mejor que lo uses.

El contrario no hizo expresión como Jungkook ha imaginado, aceptándolo y comenzó a ponerse el que Jungkook escogió, comprendió porque ese cambio, el menor solo ha tocado algo ajeno solo para saber que clase de perfumes tiene, de nuevo el olor a avellanas y un dulce aroma llegó a sus fosas nasales, pudo que haya traído lo suyo, decidió no decir nada.

—¿Qué te gustaría comer? — Cuestionó viéndolo de reojo, notando que Jungkook miraba asombrado las fotos que tiene en el área donde suele leer, los marcos estando en un mueble al lado de una lámpara.

—Tú padre... — Volteó a mirarlo. — Da demasiado miedo.

Taehyung soltó una diminuta risa nasal, llevando sus manos a los bordes de la camisa para empezar abotonarla.

—Si daba miedo, ha sido el peor. — Sinceró, si Jungkook no querrá saber lo que el señor Kim era. — Era lo opuesto de mi madre, se conocieron en Italia, ella estaba de vacaciones y él de negocios. Justamente en el bar del mismo hotel.

—¿Qué dijeron tus abuelos maternos?

—Tuvieron demasiado miedo, mi abuelo no aceptó la relación hasta después, mi padre demostró que no es un monstruo como aparentaba, no ha sido sencillo pero luchó para obtener la mano de mi madre. — Acomodó sus cabellos, teniendo pensado que no los va ordenar. — Siempre quiso verla, pero no se lo permitían.

—Nunca pensó amenazarlos con hacerles daño ¿o si?

—¿Por qué hacerlo cuando el punto no es alejar a la persona que te gusta? — Dio iniciativa al menor, comprendiendo que tiene razón. — Los mismos villanos pueden enamorarse, mi padre a pesar de ser el líder de esta mafia, aún así luchó por tener a mi madre de una manera sana.

—¿Y tus abuelos paternos?

—Le aconsejaban, más cuando quiso darse por vencido.

—No entiendo porque tu vida es muy intrigante, después de oír todo ese tipo de historias me asombra demasiado.

—¿Y qué piensas de mí cuando cuentas tu vida?

—Es aburrida, la vida de un chico común.

—La mía es mucho peor que la tuya.

—Lo sé, cada uno está acostumbrado lo que le tocó vivir.

—Y de verdad ¿A tus quince años te encerraste en un closet con un chico?

—Jugábamos a verdad o reto, si se tocaba con esa persona tienes que estar dentro del closet por diez minutos, besándose. — Sonríe burlón al recordarlo. — Ahí fue cuando supe mi gusto hacia los chicos.

—Bueno, dijiste que tus padres aceptaron.

—¿Y los tuyos? — Taehyung niega.

—Jamás, siempre estuvieron en contra de eso, y bueno las reglas están para romperse. — Se acercó donde está el menor, lo cual tomó otra foto para visualizar. — Tenía diecisiete cuando he besado a un chico, fui de fiesta con Jimin y estaba consciente lo que hacía, tuvimos que mentirle a mis padres y ese amigo nuestro nos ayudó.

—Como habías mencionado de como eran, te iría mal si lo supieran.

—Efectivamente, pero no me arrepiento.

Lo abrazó por la cintura, rodeando sus brazos sobre esta, colocando su mentón sobre el hombro del menor, anhelando el olor avellanas.

—Será mejor que algún día vayas de fiesta como cualquier persona normal. Nada de unirse con mafiosos y nada de asesinos. — Sonríe el contrario.

—¿Piensas que me haga pasar por un amigo tuyo para que nadie sospeche?

—Eso está bajo las reglas ¿cierto?

—De hecho. ¿Por qué crees que no me sé divertir?

—Intentaste conocer otras personas, eso me lo dijiste antes. Así que pensé que puedo ayudarte en eso y que sea de una forma normal, y no cumplir el capricho a nadie más.

—¿Te molesta que esté con alguien? — Le molestó.

—No... — O eso piensa él. — Solo que, es incorrecto pagarle a la gente con cumplir un capricho, a cambio de compañía, es triste.

—Yo mismo, he decidido que ya no lo haré. — Jungkook se separó para mirarlo. — Tuve buenas experiencias pero la mayoría son malas. — Admitió. — Jungkook, el único acompañante que quiero tener, es a ti. Jamás te voy a reemplazar, puede que esto nos lleve a algo más que estar atraídos hacia el otro.

¿O no será que Kim Taehyung quiera intentar enamorarse por primera vez?

¿Jungkook podrá con esto?

Ninguno de los dos se le ocurrió pensar en eso, es tan claro para Jungkook que siente atracción hacia Taehyung, pero no se puede predecir nada ya que no están seguros lo que va suceder después, amar a un mafioso, no sabrá como considerar eso. Son tan diferentes, tienen una vida distinta pero tiene que haber algo que los une, si, simplemente es atracción que sienten, quizás un tipo de obsesión respecto con el físico, bueno, son cosas que ninguno de los dos han sentido.

Juntó el cuerpo de Jungkook con el suyo, guio su boca sobre el cuello del menor para besarle unas repentinas veces, causándole cosquillas. Abrazando de nuevo su cadera y entrelazó sus manos detrás de esta, sintiendo como las manos de Jungkook están sobre su pecho.

—Jungkook ¿Qué me hiciste para que me sienta así? — Murmuró, siendo tan audible para él.

Ninguno quiere que algo los separe, mucho menos de que esto termine.

Es cierto que los villanos se pueden enamorar, pero también es permitido enamorarse de alguien bueno, de alguien tan puro que hasta uno mismo puede decir, que debió haber sido un ángel para uno mismo, sin importar que sea caído o no. Por más monstruo que sea, hay una parte de él que puede ser tan dulce, Taehyung no le teme a ese sentimiento, sabe perfectamente que puede llegar a perder, pero haría el gran esfuerzo de cumplir sus futuras promesas.

Jungkook no se movió, se dejaba abrazar por el mafioso, le ha agarrado gusto cuando eso pasaba, sintiendo la respiración sobre su cuello. Igualmente, él quiere saber que le hizo para que se sienta así.

No hay alguna adicción sexual hacia el otro, tan extraño para Taehyung, por más que le haya fascinado tener ese tipo de momentos, o haber tenido algunos pensamientos descarados, no hubo algo adictivo para él, solo querer abrazarlo y besarlo, de ver su sonrisa, de como sus ojos brillan cada que habla de sus sueños con cierta emoción. Falta mucho para conocer a Jungkook, y lo sabe, entonces ¿Estas son señales de una persona que está a punto de enamorarse?

La respuesta se dirá poco a poco.

Ambos habían cerrado sus ojos, dejándose llevar ante ese abrazo mientras sus aromas se combinaban, los dos están acostumbrados la forma de vivir que les tocó, solo que a Taehyung le gusta ser alguien tan aterrador para tener el mayor respeto, mientras tanto Jungkook, es un chico que tiene la vida normal pero atraído de esta manera. Ninguno está arrepentido, pero nadie va decir (aún) que ha sido un milagro la primera vez que se vieron.

Por primera vez, Taehyung empezó a pensar alguna promesas, le sorprende para sí mismo y más en estar dispuesto en cumplir, ambos siguen un trato justo, quizás sea él quien lo va romper para cuidar su corazón, no dejará que a Jungkook le pase algo, luchará para mantenerlo a salvo.

Ahí es donde recordó lo del asesino, supuestamente este día tiene que saber algo, pero estuvo tan apegado en su mundo que ha olvidado su charla importante con sus amigos. Pero ha aceptado de que se quedara con él en este fin de semana, así para poder concentrarse lo que está a punto de venir.