Capítulo 18
Tan fresco, las hojas de los árboles se mecen con lentitud, los destellos del sol atraviesan por el gran ventanal iluminando la habitación, dos chicos seguían en su profundo sueño, mientras sus ropas se encontraban esparcidos en el suelo, sus cuerpos siendo cubiertos por las cobijas pero el cansancio les había agotado, después de una larga noche mantuvieron una gran diversión que a Taehyung ni siquiera supo si sus hyungs llegaron a casa. Abrió con lentitud los ojos, resoplando mientras se movía con pereza, pero un peso le ha impedido hacerlo, dándose cuenta que los brazos del menor le abrazaba, no hizo una reacción alguna, es más, ha aferrado su brazo sobre la cadera ajena cuando se encuentra en el mismo posición, atrayéndolo hacia él aún más de que ya están.
Observó el físico del menor, tan delicado y relajado en sus sueños profundos, sus labios rojizos están entre abiertos, un poco hinchados después de besarse las veces que quisieron. Cobijó hasta la altura de sus hombros, así para darle un poco más de calor al sentirlo temblar, aún recordaba perfectamente lo que sucedió, no le importaba que hayan terminado así si su punto era verlo, añadiendo el hecho de querer tocarlo, de besar sus labios como si estuviese hambriento, sediento de querer probar su sabor mientras está cobijado con el manto de la lujuria.
Taehyung comenzó a darse cuenta de algo, Jungkook intenta abrir una conversación para no estar incómodo o ser alguien aburrido, pero también muere estar con él, tal como en la primera vez cuando ha caído ante sus encantos, su curiosidad cada vez se alimentaba para terminar en la boca del lobo. Lo que le sorprende demasiado de él, es pedir en volver a ver esa sonrisa, de querer oír su voz. No siente esas sensaciones cuando alguien está enamorado, quizás es a la contraria de lo que cree.
No tiene miedo al respecto, Taehyung no suele pensar de ese tema, es cuidadoso en ciertas cosas, sabe proteger lo que ama pero Jimin tiene razón, si piensa que esto sea más duradero hay probabilidad de que haya sentimientos, no le importa en lo absoluto de como sea esa persona, pero detesta demasiado el interés hacia su dinero y físico. Si, Taehyung estaba jodidamente cansado que esos intentos no resultaran como quería, si lo contara recibiría un regaño por parte de sus amigos, su vida es bastante aburrida que prefirió hacer este tipo de tratos con las personas que se hicieron llamar acompañantes, igual quiso conocer que no sean parte de una mafia o lo que tenga que ver con eso, disfrutaba demasiado esas noches hasta que tuvo algunas adicciones, siempre le ha gustado los chicos de cara bonita, y para su mala suerte convivió con chicos mimados, que les importa demasiado cuanto dinero tienes para después dejarte, pero cada quien satisfecho con sus propósitos. Y con Jungkook, es el primer chico que si terminó resultando como un ángel, lucha para cumplir sus objetivos, está seguro de sus decisiones y tiene temas de conversación, quiere cumplir un gran sueño que lo hará sin necesidad que esta opción sea más rápida, le ha otorgado caminos fáciles y Jungkook es capaz de conseguirlo por su cuenta, por ejemplo: el tema de una casa.
Ese chico puede que le guste las riquezas, pero no se aprovecha del dinero de los demás para tenerlo, es tan claro.
Vio como el pelinegro menor comenzó a despertarse, logrando captar las marcas que ha hecho, sintiéndose un poco pegajoso por la parte de abajo, manteniendo aún sus piernas entrelazadas, para nada quiso soltarlo solo permitiéndole acomodarse con comodidad. Jungkook lo primero que vio es al mafioso observándole, una cercanía que jamás se imaginó estar, siendo contrario de la primera vez, después de unas horas a solas terminaron durmiendo en un motel, en camas separadas, donde había creído que no lo iba encontrar en ese entonces en la mañana. Y ahora, se encuentra entre su brazo, mientras sus cuerpos aún siguen desnudos pero a una buena temperatura por las cobijas, sus alientos y respiraciones chocaban, aún el olor de su perfume emanaba, Jungkook no hizo nada, ni mucho menos dijo algo, solo esperando lo que puede pasar.
Taehyung se acercó para besarle en la sien y después entre sus labios, deseándole los buenos días a su manera, tan extraño para él en hacer eso ya que no suele ser así.
—¿Dormiste bien? — Soltó con su voz grave, un poco más de lo normal. Jungkook hizo un sonido de afirmación, apartando la mirada en su cuello, notando las marcas moradas que hizo, riendo un poco que debe ocultarlo ante Seokjin, lo había olvidado. — ¿Aún tienes energía? — Indagó seductor.
—Al contrario de lo que crees. — Volvió a mirarlo. — El que tiene más marcas soy yo. — Taehyung sonrió ladino. — Te lo tomaste tan en serio.
—Aún así sigues siendo precioso. — Con su pulgar comenzó acariciar su piel. — ¿Te gustaría tener vacaciones para que las pases conmigo?
—Hay un asesino que te quiere muerto ¿no lo recuerdas?
—No lo digas cuando lo he olvidado, de verdad no sabes continuarle a esto.
—Solo me pone nervioso. — Admitió. — Nunca... — Guio la mirada sobre los labios ajenos. — Nunca he estado en una situación así.
—Hemos llegado en lo íntimo, puedes decirme lo que te gusta y lo que no. — El mayor está dispuesto a escuchar, se sabe que cuando dos personas se atraen de esta manera, es normal querer reconocer lo placentero para tener buenas experiencias. Hay confianza, y eso es lo más agradable para ambos, también la libertad de ser ellos mismos sin importar que sea tan opuestos.
Jungkook relamió sus labios, aún los tenía algo hinchados y rojizos.
—Para tranquilizarte, no soy una persona tan agresiva como parezco. — Continuó. — Pero ten en cuenta que no me gusta ese tipo de actos, aunque me lo pidas no lo haré. Igual, tienes que decirme lo que te desagrada.
—Eso me agrada de ti.
—Hay más formas para sentir placer. — Le murmuró seductor en el oído, provocándole una corriente en el menor, sintiéndose un poco nervioso. Taehyung se aferró aún más en la cadera ajena, su sonrisa ladina no ayudaba demasiado, ¡Joder! ¿Por qué tiene que ser así?
—¿Aún piensas que soy alguien inocente? — Intentó sonar tan juguetón, eso le ha fascinado al mayor.
—Puede haber un poco de inocencia en ti.
—Piensas descubrirlo ahora ¿no es así?
—¿Eso es lo que quieres? — Elevó una ceja. — ¿Qué dirán tus padres que desapareciste?
Bueno eso ya no importa porque Jungkook no vive con ellos, pero Seokjin tiene que estar preocupado, aún vive con él pero es entendible que cada quien sabe cuidarse solo, si, pero eso no justifica que tiene que volver. Puede que por esta vez pueda ausenciar su presencia solo para estar con él mafioso, no le importa lo absoluto que haya un asesino detrás suyo, solo... solo quiere estar con él.
—¿Tendrás trabajo?
—Tengo día libre, jefe ¿Puedes darme este día también para estar contigo?
Taehyung ríe bajo antes de darle un casto beso sobre sus labios, siendo correspondido al segundo pero Jungkook impidió que se alejara, acercando sus labios con los del mayor para devorarlos. Repentinas veces hasta sus lenguas empezaron a jugar entre sí, un beso tan húmedo que Jungkook se aferró para profundizarlo.
Ambos, desnudos debajo de las sábanas, restándole la mayor importancia la hora que sea, solo en su propio mundo en espera lo que pueda suceder. La mano de Taehyung fue directo hacia el glúteo del menor, apretando con suavidad, tuvieron una noche tan magnífica, puede que sus buenos días sean un buen humor mañanero.
Se escuchó como tocaban la puerta y el llamado de Hoseok, a ninguno le importó, solo estar en lo suyo y bueno Jungkook presionó con suavidad su agarre para evitar de que Taehyung se escapara.
Hoseok ha intentado abrir la puerta, una, dos veces con tan solo colocar la mano sobre el pomo, dándose por vencido cuando está con seguro, no se atrevió en querer escuchar algo, soltó un suspiro para ir directo a la cocina a preparar el almuerzo. No quiso molestar a Jimin, porque probablemente se encuentra dormido pero intrigado con la información que pudo conseguir.
Se separaron, el pelinegro mayor vio ese hermoso brillo en los ojos de Jungkook, una sensación que jamás ha sentido así en su vida, quizás sean las mismas adicciones que tiene pero de manera diferente, a Taehyung le encanta probar lo nuevo.
—Follar como demonios y terminar abrazados como ángeles. Me encanta este nuevo momento.
—Me declaro esclavo de tus besos y caricias.
Y ahí es donde tuvieron un momento más estando a solas, mientras sus besos son suaves pero para nada llegaron a ese nivel, se encontraban cansados después de casi tres rondas, estando despiertos en toda la noche, solo... unos cuantos besos y caricias.
Estar con el rey del infierno debería ser un gran error, pero no está arrepentido por estar con él, más cuando hay un pecado tan magnifico que pueden hacer, es donde Jungkook quiere hacer ciertas cosas para lograr llamarle la atención, pero no de la manera que los antiguos acompañantes solían hacer.
La habitación se encontraba un poco oscura gracias a las cortinas negras, se podía dejar atravesar los diminutos rayos del sol, de hecho ya es mediodía y Jimin aún seguía en cama, tapado hasta la cabeza mientras su brazo izquierda y pierna contraria están expuestas, oliendo un poco alcohol y a tabaco al menos esta vez pudo ponerse su pijama, lo cual es estar en bóxer y una camisa oscura diferente de su talla, lo cual le cubre hasta la mitad de sus muslos.
Su celular empezó a resonar, eso le comenzó a fastidiar cuando no se detenía, dándose cuenta que son mensajes llegando olvidando por completo en no haberlo puesto en silencio.
Somnoliento comenzó a moverse, haciendo una mueca de molestia mientras resoplaba de esa manera, moviendo su brazo libre un poco torpe hasta lograr tomar su celular, encendiéndolo y viendo un número desconocido mandarle mensajes, le quitó la parte del cargador para atraerlo hacia él, quedando boca arriba, pensando ¿Qué clase de persona le pediría trabajo en un domingo tan temprano? Molesto accedió, con suerte no tiene resaca a cual sufrir.
Desconocido:
Gatito, no dijiste si llegaste bien a casa.
Espero que hayas guardado mi número, me interesa hablar contigo.
¿O me haz olvidado? Fue tan difícil localizarte ¿sabes?
Abrió sus ojos de asombro, sintiendo un escalofrío que jamás sintió, levantándose de rápido hasta quedar sentado, sin apartar la mirada en la pantalla movió su pulgar hasta lograr encontrar el nombre.
—Puta madre.
Maldijo bajo al recordarlo, su objetivo ha sido cumplido hasta que terminó hablando con él, un chico tan seductor que según Jimin ha sido su atención, declarando unas cosas que son mentiras para él, Jimin creyó que simplemente ha sido un sueño y que la identidad del Ángel Oscuro es un chico que fue inventado con su imaginación, pero notó que es real.
Tragó seco sin saber que hacer, es un asesino con un asesino ¿Y qué? No es la primera vez que sucede algo así.
Yoongi pudo haber aceptado ese trabajo de matar a Taehyung solo para tener a Jimin, puede que esas palabras si sean tan engañosas para tenerlo distraído, no confía en nada con ese tipo.
Jimin:
Oh como lo siento, me he olvidado de ti.
¿Qué quieres? Será mejor que no intentes en insistir, soy peor cuando alguien hace eso.
Tan misterioso cuando ese hombre se atreve hablarle, luego imagínense cuando se le acerque, a Jimin le fascina jugar y más con sus víctimas antes de matar, pero este es el primer caso que tiene que lidiar.
Desconocido:
Me encantaría ver que tan capaz puedes ser.
¿A caso olvidaste lo que dije, gatito?
Será mejor que nos veamos en esta noche, o no querrás que vaya por ti.
Jimin rio con sorna, negando con lentitud ignorando lo dicho, no va obedecer a una persona así, en si no sigue ordenes de su propio jefe, y es muy diferente en hacer favores y hacer su trabajo. Jimin es una persona libre que detestaría ser el sabueso de alguien, comparado con el Ángel Oscuro, pobre chico que se cree el rey de todo solo por ser de los asesinos más peligrosos, atractivos y millonarios que pueden existir. Ni ese tiene la probabilidad de lograr en que Jimin obedezca una orden, que eso esté en sus sueños que pronto los va destruir, quizás demostrarle la realidad pueda bajarle de su nube que no está con juegos.
Vio que llegó la dirección y la hora por la barra de notificaciones, pensando si debería bloquearlo ahora mismo o jugar con él, puede que para Yoongi es un chico que se hace el difícil y pueda divertirle, detesta demasiado que le fastidien cuando son sus días de descanso.
Así que ignoró y fue al baño para hacer sus necesidades, para que minutos después se encuentre caminando por el pasillo, hasta parar enfrente de una puerta lo cual es la habitación de Taehyung, acercó su oído sobre esta logrando escuchar a su amigo que no está solo, milagrosamente no está haciendo ese tipo de cosas sino hablando, que al parecer es la vida del chico, prefirió no molestar y continuar con su camino.
Hoseok revisaba algo en el computador en la mesa de mármol que está al centro de la cocina, viendo que logró meter a uno de sus enemigos estar detrás las rejas, haberlo expuesto de una manera que no lo va olvidar ha sido lo mejor, sonrió orgulloso desviando la mirada encontrando al menor entrar.
—Vaya, son las tres de la tarde, buenos días. — Dijo con un poco de burla, viendo una sonrisa por parte de su amigo. — ¿Cómo te fue en la fiesta? No vienes a pedir en que te haga algo para la resaca.
—Tuve trabajo ¿Lo olvidas? — Abrió el refrigerador. — No puedo beber, aunque hice una excepción ya que me he divertido.
—Mh, dime ¿Quién es el Ángel Oscuro? — Vio que el menor bufó, moviendo sus desordenados cabellos antes de agacharse y tomar algo.
—Ni me lo recuerdes, es un tipo que me irrita demasiado.
El castaño frunció un poco el ceño, si hay asesino que a Jimin no le agrada, pero para esa expresión tuvo que haber sido tan fuerte para obtener ese rencor. El menor dejó el jugo de naranja y el cóctel de frutas, para dejarlo sobre el mármol e ir a uno de los almacenes para sacar un vaso y la miel.
—Soomi hizo que hablen juntos ¿no?
—De hecho... él se acercó hablarme. — Se sentó enfrente de Jung. — Es de los más peligrosos, trabaja para los mafiosos con mayor poder.
—¿Uno de los asesinos millonarios? — Lo vio asentir. — Oye ¿Por qué esa cara? ¿Te hizo algo?
No puede guardar ese secreto, en si no tiene que haber algo para ocultar, resopló cansado.
—Es un chico que le gusta seducir, así como Taehyung pero supongo que diferente, no lo sé, no lo conozco.
—Tienes que tener cuidado si se trata de eso, sabes que los asesinos que nos amenazaron fue muy diferente.
—Lo sé, cada quien tiene su propia técnica, pero este me deja pensar muchas cosas y no sé, capaz termine volviéndome loco.
—Jimin, viendo como van a ser las cosas, no sé que decirte, solo que no tengas sentimientos hacia el enemigo y ya. Hay más gente que puedes estar, pero como dices, te seduce y hay probabilidad de que no haya nada y eso siga, pero también está eso que pueda salirse de sus manos.
—En sí, entre los asesinos no tenemos reglas respecto con eso, solo un tonto se deja ser el sabueso de un mafioso. — Encoge de hombros sin interés. — Hyung, he salido con gente de mi clase antes, seré demasiado cuidadoso.
—Al parecer nadie va advertir respecto si caes enamorado del enemigo.
—Primero deja ver de quien está detrás de esto.
—Y bien ¿Me lo vas a decir?
—Su nombre es Min Yoongi, es dos años mayor que yo, hay trabajado con mafiosos que son nuestros enemigos y hay sospechas, Soomi me dio la información porque su hermano se lo pidió, al principio se negó porque ella y Yoongi son muy amigos, lo más estúpido fue haberle prometido que no le haré nada.
—Solo hace falta que se pongan de acuerdo y manden a un asesino.
—Taeyong verá el actual, no sé si ya me lo mandó sino para recordarle.
—Cuando sea revelado, tú te encargas de Yoongi. Supongo que Taehyung lo sabrá mañana ya que ese chico sigue con él, no sé a que hora lo va llevar a su casa.
Jimin sonríe burlón.
—Debiste escuchar la razón de sus acompañantes, nunca me he equivocado que Taehyung puede ser alguien raro.
—¿O sea cómo?
—¿No te lo dijo? Taehyung suele tener acompañantes para convivir con gente que no tenga nada que ver con esto. — Resumió. — Y le ve que con su físico y dinero sería más fácil, algo así, déjame acordarme de esa charla.
—Por Dios ¿En serio?
—Y con el que tiene ahora, este... ¿Jaehyun? O como se llame, es muy distinto y no sé que.
—Será mejor que él mismo me lo cuente.
—Solo espérate que se desocupe y hablan, es gracioso ya que por primera vez me pide un consejo para pasar tiempo con alguien.
Hoseok ríe bajo.
—Capaz nuestro pequeño Taehyung ya esté enamorado.
—Quién sabe, deberías regañarlo por traerlo cuando se dijo que no, por obvias razones.
Pensándolo bien, es la primera vez que Taehyung hace algo así, cuando tienen problemas con otras mafias o alguna amenaza, para nada ve a sus acompañantes hasta que todo se solucione, pero ahora ha desobedecido esa orden, a pesar que es el líder de la Flor del Infierno aún así tiene que seguir sus propias reglas, para Hoseok le causa algo de curiosidad hacia Taehyung, en si nunca lo vio tan interesado en alguien, le alegra demasiado que Jungkook es un chico diferente y especial, lo supo cuando hizo esa audición.
La razón por la cual le preguntó por su objetivo, es para saber que clase de respuesta diría si Taehyung se atreve interesarse en ese chico, tal como lo había pensado en ese entonces, sonriendo burlón, negando con lentitud para volver con lo suyo, solo es cuidar bien de Jungkook para que no esté en ningún peligro, no puede decirle que siempre aleje pero puede hacerlo si es necesario.
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