Cruzaron por las puertas, una empleada del lugar hizo una diminuta reverencia dando la bienvenida, para después hacer un ademán de que la siguieran para llevarlos a una mesa desocupada, Jungkook miraba un poco a su alrededor, agradecido por haberse vestido un poco menos de lo que suele vestir, usando las prendas que ha comprado el fin de semana con su sueldo que está ganando, era de esperarse que Taehyung lo llevaría a lugares caros, sería extraño para él ser el centro de atención para algunos.

Cuando se sentaron, Taehyung miró detalladamente hacia el menor, apreciando esa belleza como si fuera la primera vez, y descaradamente posó su mirada sobre los labios rojizos ajenos, sintiendo de nuevo esa hambruna en querer devorarlos. Jungkook se ha dado cuenta de ello, podría decir que para nada le avergüenza, relamió sus labios antes de acomodar sus cabellos oscuros y recargar sus antebrazos sobre la mesa.

—Esa ropa es nueva ¿verdad? — Interrogó Taehyung sin dejar de mirarlo.

—He comprado este fin de semana para verme representativo en el escenario. — Encogió de hombros. — ¿Debería dejar de presentarme con chamarras de cuero?

—¿Por qué lo preguntas? Si dices que luces como un delincuente, de eso te equivocas.

—No lo malentienda, pero para nada me pone inseguro por la ropa que me ponga, solo... no quiero que mi jefe no tenga quejas sobre mi.

—Eres muy diferente, y te recuerdo que tu jefe soy yo. — Recarga su espalda en el respaldo de la silla. — Hoseok se encarga de otras cosas, ocupa mi puesto cada que me voy ausentar, he notado que el público te ama, tus canciones son muy emotivas ¿Te inspira algo?

—En ocasiones, luego escribo canciones dependiendo de como me siento.

—Hm, de verdad tienes demasiado talento.

—No sabes como criticar mi trabajo de una manera profesional ¿cierto?

—No tengo una empresa de entretenimiento para comprobarlo.

—¿Hay veces que van ceos de esos sitios de entretenimiento?

—Que yo sepa, no. — Notó un poco que el menor hizo una diminuta expresión de decepción. — No todos los ricos irán a mi casino, ¿Es a eso que aceptaste el trabajo?

—Si... y no. — Apretó un poco sus labios, pensando como responderle.

—Mira, puedo encontrar una buena empresa de entretenimiento para ti, solo que cuando estés a prueba o lo que sea, no lo voy a facilitar.

—Eso ya lo sé.

—Entonces ¿Por qué no lo haz pedido si lo pensaste antes?

—Aunque me des un camino fácil, mis logros los he conseguido con mi esfuerzo. — Soltó sincero, mirándolo con firmeza. — Dije que soy un chico diferente a los que estuviste, no me interesa demasiado sobre lujos, además, si lo pidiera sería muy pronto para nosotros ¿no crees?

Taehyung arqueó una ceja, curioso ante la repentina decisión del chico, ya no es ese Jungkook tembloroso y desconfiado que demostró desde un principio, eso le causa demasiada intriga.

—¿Nosotros? — Sonrió ladino, siendo un acto tan atractivo para Jungkook.

—Diríamos que me siento atraído hacia a ti. — El pelinegro mayor maldijo mentalmente, pudo haberlo devorado a besos si no estuviesen en un lugar público, tan descarado había sido su pensamiento que no se disculparía.

Para Jungkook ha sido una sorpresa de que esté seguro lo que está diciendo, puede haber ido en estos días en busca de oportunidades o algo en sus tiempos libres, pero no había hecho algo para alcanzar ese sueño, dejándolo esperar. Por una extraña razón, algo le dice que debe quedarse con el mayor, sin importar que las puertas sigan abiertas en espera de que se retire, sin importar que Taehyung le dé demasiada libertad de poder irse, son demasiadas oportunidades para alejarse y hacer lo suyo, para nada está condenado, mucho menos encadenado con algo.

Quizás por las decisiones que esté tomando lo estén condenado en caer profundamente en lo prohibido, aunque la respuesta de esta pregunta será revelada si esto se sigue manteniendo en secreto.

Jamás se había sentido atraído por alguien de esta manera, no de manera amorosa, amando demasiado esta nueva adicción que lo está volviendo loco, en estar con el de cabellos oscuros que tiene al frente suyo, quien no paraba de observarlo con esos ojos llamativos, intimidantes y seductores. Se sentía tan jodidamente mal de la cabeza en querer estar al lado de un mafioso, pero jodidamente bien de que la diversión continúe, las comisuras de sus labios se movieron un poco, convirtiendo su sonrisa en algo traviesa, no es el chico tan inocente como Taehyung cree, de hecho hay demasiadas sorpresas que puede descubrir.

Inocencia, esa dulce y pura palabra que Taehyung le gustaría arruinar, puede que esto sea nuevo para él, de que un chico como Jungkook pueda tener algo de experiencia, se sabe que no todos saben como complacer a sus parejas de noche.

—¿En qué estás pensando, pequeño? — Jungkook simplemente negó ligeramente con la cabeza, viendo que el mesero está llegando con sus pedidos.

—¿Quieres que te acompañe a tu oficina? — Tan revelador resonó ese intento de propuesta.

—He oído que tienes el día libre. ¿No tienes planes con tus padres?

—¿Estarás ocupado?

—Al contrario, rechazaré mi unión con un amigo mío solo para estar contigo.

Jungkook rio bajo, antes de tomar los cubiertos y tomar un poco de comida, empezando en inventar una excusa para que Seokjin no sospechara.

Aunque desde un principio su respuesta había sido un no, al final tuvo que cambiar de opinión en que Taehyung le llevara a comprar algo de ropa y unos perfumes, no dio explicación alguna pero sabe que Seokjin le va creer demasiado, el resto del día ha sido normal, ambos habían compartido algunas anécdotas de sus vidas, conociéndose a tal punto como piensan relacionarse, al entrar a la oficina, el olor a jazmín emanaba sus fosas nasales, haciéndole saber que encajaba perfectamente con el lugar.

Taehyung después de dar indicaciones a través por llamada, se acercó al menor para abrazarlo por la cintura y llevarlo directamente hacia el escritorio, siendo él quien se sentara primero, Jungkook entendió de inmediato las acciones, sentándose sobre los muslos ajenos sin que esa mano se apartara de su cadera.

Le pone nervioso a la vez, aunque sea tan agradable este tipo de cercanía y caricias, puede admitir que terminaría por acostumbrarse, miraba fijamente esos ojos, mientras sus dos manos están colocados sobre los hombros del mayor, Taehyung acariciaba la cadera ajena con suavidad, apreciando demasiado el momento antes de comenzar lo que tiene en mente.

—Al principio creí que eres inocente. — Fue él quien rompió el silencio. — ¿A caso intentas engañarme de esta manera?

—¿Qué insinúas?

—Quiero descubrir que tan capaz eres. — Sonrió coqueto. — Quiero que te entregues de nuevo, aún no he olvidado cuando quisiste ser mío. — Dirigió sus labios hacia el cuello del menor, besando con suavidad, siendo cosquilloso y lento para Jungkook, como respuesta se acercó un poco, apegándose con el cuerpo ajeno para dar más acceso.

Sentía esos labios besar y succionar un poco su piel, de vez en cuando siendo mordido con suavidad, empuñaba un poco sus manos, arrugando el traje de Taehyung. La mano del mayor acariciaba con suavidad sobre su cadera, mientras con la otra sobre sus muslo, agradecido de que no puede haber algún problema de que alguien los descubra, ignorando y olvidando demasiadas cosas, solo para volver a entregarse de nuevo, ante las manos de ese hombre que lo está volviendo loco.

Para ambos les agrada este tipo de locura, restándole importancia que tipo de personas sean, simplemente dejarse llevar ante el placer para satisfacer sus deseos hacia el otro, un gusto tan exquisito y prohibido.

—Me gustaría que te quites esa chaqueta que traes puesta. — Murmuró Taehyung con su preciosa voz grave sobre el oído del menor, guiando su mano izquierda sobre los bordes de la prenda.

Jungkook como respuesta terminó por quitársela, dejándola sobre el escritorio antes de posicionar sus labios sobre los ajenos, entre ambos moviéndolos con lentitud, un beso tan hambriento y húmedo, pero para nada desesperado, hay demasiadas oportunidades para volver probar algo así, en saborear el licor de sus bocas cuando de nuevo estén a punto de caer sobre el pecado, las manos de Taehyung fueron dirigidas hacia los glúteos, presionándolos con delicadeza, ladeando un poco su cabeza para profundizar el beso antes de que una guerra entre sus lenguas comenzara.

Entre chasquidos, caricias y más chasquidos, el ambiente empezó a tonar como ambos les gustaría sentir, Jungkook chupaba o mordía el labio inferior del mayor, acomodándose en su regazo para sentirse demasiado cómodo, colocando sus muslos a los costados de la cadera ajena, permitiendo que sus miembros rozaran al momento, sin romper el beso aún, Jungkook fue el primero en moverse, teniendo esa gran intención en dar pequeños brincos para despertar ambos sexos.

Tan concentrados, tan aferrados en su momento que ninguno se ha dado cuenta que el celular del mayor vibraba sobre el escritorio, Taehyung suspiró pesado antes de volver a devorar el cuello ajeno, permitiendo que Jungkook se apegue demasiado para que ese movimiento sea tan provocador.

El pelinegro menor entre abrió la boca al darse cuenta que poco a poco su miembro está despertando, empuñando aún más sus manos sobre la prenda ajena que lo cual el dueño se encargaba de complacerlo más, los movimientos son lentos pero placenteros, armando una gran bomba que está a punto de contar a la regresiva, llena de sensaciones que han presentado en la primera noche.

—Jungkook~ — Gimoteó al sentir lo mejor, intentando controlar su ser. — Me gustaría que lo hagas.

El menor se separó un poco, viendo el ademán que el otro hizo le dio entender, y como respuesta sonrío travieso, una sonrisa que Taehyung había visto hace unas horas.

Jungkook se puso de rodillas enfrente del mafioso, estando entre sus piernas y sus manos sobre el cinturón, empezando a desabrocharlo recibiendo un poco de ayuda, Taehyung podría admitir que en segundos estaría tan duro, solo por sentir sus caricias hacía que se descontrole un poco, soltó un diminuto gruñido al sentirlo, un masaje que se volvió una dulce tortura para él, pidiendo mentalmente ser torturado por el menor, sabiendo como son sus propios límites.

De nuevo el celular de Taehyung empezó a vibrar, se concentraba demasiado en esta sensación, sintiendo su miembro palpitar un poco ante esos masajes, llevando su cabeza hacia atrás al sentir la lengua húmeda y caliente sobre la tela del bóxer, soltando un profundo y excitado suspiro. Jungkook elevó un poco la mirada, notando como el otro intentaba no gimotear, siguiendo lamiendo para jugar un poco con él antes que la diversión comience.

Ambos se encontraban en su propio mundo, que no se habían dado cuenta que dicha persona había logrado entrar, con tan solo haber lidiado con el seguro y guardando el cuchillo en su funda, Jimin antes de entrar por completo terminó de regañar a unos cuantos hombres, los cuales intentaron detenerlo con palabras.

El grito del rubio hizo que ambos chicos se sobresaltaran, Jungkook sintió un terrible miedo y Taehyung maldijo en un murmuro a su amigo, encontrándolo hablando con sus hombres de algo que ni le importa saber, guiando sus manos en sus pantalones para acomodarse y pedirle a Jungkook que se quede ahí.

—¡Vuelvan a decir que busque a Hoseok y yo les cortaré las bolas! — Soltó a regañadientes, antes de adentrarse y azotar un poco la puerta, Taehyung soltó un suspiro frustrado molesto, tratando de ocultar la excitación.

—Jimin, te dije que no vinieras ahora, estoy ocupado. — Dijo viendo como el rubio se acercaba.

—Te veo tan agitado, sé exactamente en que asunto. — Soltó burlón.

—Vas a ensuciar la alfombra, ¿Qué pasa? — El rubio recarga sus palmas sobre el escritorio, sin importar importar se ensucie un poco de sangre.

—Tenemos un pequeño problema, un tal Ángel Oscuro quiere cortarte la cabeza y entregarlo a quien sabe quien.

—¿Ángel Oscuro?

—Y para mi sorpresa, es el mismo imbécil de la última vez.

—De verdad es difícil de descifrar quien es la persona que me quiere ver muerto.

—Lo sé, estás en el primero de las listas negras de tus enemigos. — Deja su celular sobre el escritorio, deslizándolo con sus dos dedos para que el contrario lo tome. — Hoseok tuvo que actuar, quizás alguien de sus amigos lo conocen.

—Hm... es divertido averiguar quien se atreve a cometer el mismo error ¿no lo crees?

—Mandé algunos de tus hombres en que investiguen también, con suerte he sobrevivido en este ataque, estuve solo pero asesinó a la persona que iba tener dos millones por su cadáver.

—¿O no será que tendrás competencia?

—Me importa una mierda, solo me advirtió de tu vida. — Ríe bajo. — Con solo esto, se te bajó la calentura.

—No debiste tratar así a mis empleados de esa manera.

—¿No tienes algo más urgente que eso? — Dijo tomando una chaqueta de cuero. — No creo que te lo hayas comprado, de hecho detestas este tipo de chaquetas.

Taehyung resopló, haciendo reír a Jimin.

—Dile a tu chico que salga, sé que se encuentra debajo del escritorio.

Con suerte no los encontró a tal manera, pero hizo una señal de disculpa por haber interrumpido el momento solo por una información que realmente es tan importante, Jungkook no quería salir pero no tuvo de otra cuando el mayor se alejó un poco para que pueda salir, levantándose con un poco de torpeza y al ver al rubio dio un sobresalto, ya que en el rostro y en sus prendas había algo de sangre fresca.

—¿Por qué crees que te digo que te presentaras limpio? — Indagó Taehyung con ironía mirando la información.

—Oh es un niño. — Dijo Jimin ignorando las palabras de su amigo, mirando detalladamente al menor. — Dijiste que los niños son unos problemáticos, con el anterior y con los que acabaste de lidiar jamás lo imaginé.

Taehyung ríe amargo.

—Jimin ¿Por qué no hablas con Hoseok sobre el tipo que le robaron? Es donde viste a ese sujeto por primera vez ¿no?

—Hablaré con Soomi, ella conoce más asesinos que yo. — Tomó su pertenencia. — Veré que día va estar de vuelta en Seúl, sabes que no contesta ningún mensaje cuando está demasiado ocupada.

—Por lo mientras, aumentaré la seguridad. — Dijo acercándose a su chico para abrazarlo por la cadera. — Tranquilo, pequeño, estarás bien.

—Si, tranquilo, chico. No tienes nada que ver en esto, ese tipo de asesinos matan por dinero, ninguno va por otras personas para atraer a la presa. — Con esas palabras nada le convenció al menor. — Me retiro, será mejor que lo lleves a casa, por su bien.

Taehyung asintió entendiendo, viendo a su amigo retirarse, Jungkook lo miró con un poco de miedo, jamás se ha esperado que exista gente que mata por una gran cantidad de dinero, y notando como es ese tal Jimin lo disfruta demasiado.

—Andando. — Señaló Taehyung con su cabeza de que lo siguiera, entregándole la chamarra de cuero a su dueño. — Te llevaré a casa, al parecer si tendré más trabajo.

—Cuando eso sucede ¿Cuántos días no nos vamos a ver?

—Eso será depende, continúa dando tus espectáculos como cualquier día normal, mientras nadie sepa quien eres nadie irá por ti. — Tomó las llaves de su camioneta junto con los de la oficina. — Te avisaré cuando todo esté solucionado, tranquilo.

Jungkook asintió, intentando tranquilizarse, le ha sorprendido demasiado que Jimin no le haya importado en aparecer con sangre fresca en sus prendas, haciéndole ver como alguien tan aterrador pero de igual manera se veía un poco preocupado, al parecer Taehyung y ese chico son amigos, al igual con Hoseok.

Llegó a preguntarse ¿Cómo consideraban este tipo de sucesos los otros chicos? Pero hará el gran intento de pasar estos días con gran normalidad, son problemas que Taehyung tiene que lidiar todos los días, cosas que solo los mafiosos entienden.