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Capítulo 11

La música se escuchaba a todo volumen, había varios autos estacionados, decorados de diferentes diseños con luces led, las voces de los presentes hacían una gran compañía con el ambiente, hombres hablando entre sí o coqueteando con cualquier mujer que esté por allí, el chico rubio rio alto después de haber visto a su amigo haber caído en una broma pesada, para después abrazar la cintura de una chica de baja estatura que él, cabello lacio hasta los hombros y color negro, besó con suavidad el cuello de la fémina antes de pedir a alguien de que le traiga algo de tomar.

La noche es joven, tan larga y es el mejor tiempo para pasarla bien, Kang Dae esperaba de que una amiga esté ahí presente con la droga que prometió demostrar, le ha llamado demasiado la atención ya que es algo nuevo, teniendo la gran necesidad de probarlo y estar entre las nubes.

Taehyung bajó de su lujoso Lamborghini negro, acomodó sus cabellos de un ligero movimiento antes de quitarse las gafas oscuras, tenía una expresión totalmente sería, y detrás suyo Hoseok había salido del lugar del copiloto. Algunas personas se han dado cuenta de su presencia, ya que unos hombres bajaron de una camioneta, listos para actuar cuando su jefe se lo ordene. Caminaba con gran tranquilidad, tan firme, teniendo una mano metida en uno de los bolsillos de su chaqueta negra, buscando con la mirada a tal chico.

Ignoraban ciertas cosas, unos avisaban que ya es hora de apostar para la próxima carrera o en busca de quienes van a participar, le importaba una mierda este tipo de estupideces, Hoseok hizo un ademán de que localizaran al menor, no pueden permitir que se escape por ahora.

—El mocoso debe estar con la novia. — Habló Hoseok acercándose a él, caminando a la par del menor. — Es una lástima en arruinar su momento.

—No alarmemos a nadie de aquí, no hay que meternos en problemas con el dueño del lugar. — Lo mira de reojo. — Hagámosle saber que venimos por una vergüenza para su padre.

Soltó una diminuta sonrisa ladina, deteniendo sus pasos de golpe, finalmente lo había encontrado, carcajeando con los amigos y no era de esperarse, la novia está presente. Señaló con su cabeza como señal de que lo siga, Hoseok empujaba de vez en cuando cada que les estorbaban el camino, sería una platica completamente tranquila, y Taehyung ya sabe las palabras necesarias para que se cumpla el acuerdo.

Hoseok fue quien tocó el hombro de Kang Dae, haciéndolo que se separara de su novia y volteara, un acto no tan agradable. El rubio intentó controlar un poco sus risas, dándoles saber que está bajo las sustancias, eso lo notó cuando vieron a uno de esos chicos meter algo reconocido en la boca, Taehyung rio seco.

—Tan desesperado estás por probar un nuevo dulce que me cambiaste con alguien más. — Habló, siendo claro que los menores voltearon a verlo, incluyéndolo.

—Oh señor Kim. — Respondió el rubio. — Si viene por el pago, lo voy hacer, últimamente no logré robarle de más a mi padre, le dije a tus hombres que me den más tiempo.

Taehyung alzó una ceja, chasqueando la lengua, si supiera cuantas mentiras como esa ha escuchado en su vida, le causa gracia e inocencia.

—Eso lo decías estas diez veces.

—Señor, dame más tiempo ¿si?

—¿Tiempo para escapar? — Empezó acercarse un poco para encararlo. — ¿Tiempo para qué? Sabes perfectamente a lo que vengo, mi dinero ahora y dejaremos las cosas a la normalidad.

—P-Perdóneme pero...

—Agradece que tu mejor amigo aún tiene su cabeza, es sencillo pagar después de pedir una buena cantidad de droga ¿Qué pasó con uno de mis clientes más puntuales? — Intentó sonar tan incrédulo. Kang Dae tragó seco.

—Ya lo dije, necesito más tiempo.

—Eso debiste pensarlo antes de gastar dinero en vez de pagar tus deudas. — Dijo sacando su pistola, apuntando hacia el chico, los amigos del joven sobresaltaron y se alejaron un poco, algunas personas se habían dado cuenta prefiriendo no meterse para defenderlo. — Son demasiados wones que debes, ahora o tu novia va obtener tu corazón.

—S-Señor yo...

—No tengo toda la noche, niño. ¿Tu padre jamás te dijo que meterte con gente mala es un gran error? — Le quitó el seguro antes de poner el índice sobre el gatillo. — ¿A caso tu padre sabe lo mierda que es su hijo? Un político puede relacionarse con cualquier persona que controla la mafia, pero un simple mocoso, que irónico ¿no es así?

—Última oportunidad, páganos ahora mismo y te dejamos en paz. — Hoseok empujó a la chica, sonando tan duro antes de empujar al rubio por la pared.

Notaban que empezó a temblar un poco, pequeñas lágrimas se asomaban por sus orbes, suplicaba mentalmente de que lo dejaran en paz pero no tiene las palabras exactas para convencer a estos hombres, sabe que no van a creer lo que diga, para Taehyung es un simple espectáculo antes de finalizarlo por su cuenta.

—S-Señor Kim, tenga piedad.

—Entonces... ¿Me lo vas a dar? — Colocó el arma en la frente del chico. — Por tu gran estupidez no pude disfrutar mi noche, así que ahora o dile adiós a tus amigos y a tu novia.

No hubo respuesta alguna, dándole saber que ha sido suficiente, le aburre demasiado oír una y otra vez las mismas excusas para no pagar lo que han deudado, así que jaló el gatillo dejando caer el cuerpo, mucha gente soltó un grito ante la escena y al haber escuchado el ruido, Taehyung se alejó del cadáver para retirarse sin antes avisarle al resto de mocosos que ni se les ocurra cometer el mismo error, así para retirarse.

Manejaba su Lamborghini, Hoseok terminó la llamada y guardó el celular dentro de uno de los bolsillos delanteros de su pantalón, por ahora no había nada pendiente que solucionar, armando nuevos planes para pasar un gran tiempo con su acompañante, todo sale aburrido cuando su verdadera diversión no está en sus manos, se detuvo cuando el semáforo volvió a marcar en rojo, el tráfico es estresante para él.

—¿Jungkook tiene el día libre? — Hoseok volteó a verlo.

—¿Quién Jungkook? — Cuestionó extrañado, asintió con lentitud al acordarse. — Ah ese Jungkook, el chico cantante.

—Si, ¿Hoy tiene el día libre?

—Si, el día jueves vuelve, ¿Hizo algo?

—Nada de malo.

—Jimin dijo que tienes otro juguete, dime que no es ese chico.

—Hyung, acertaste. — Hoseok sonríe burlón. — No daré detalles.

—Ni te las voy a pedir, dime ¿Es problemático? Ya que últimamente te haz estado lidiando con mocosos de su edad.

—Es un ángel, es lo que voy a decir.

—¿Volverás a verlo? — El contrario hizo un sonido de afirmación. — Te deseo mucha suerte, que Namjoon no se le ocurra volver para seducirlo.

—Haría que se arrepienta por tocar algo que no le pertenece. — Soltó con tranquilidad.

Por ahora no tenía una buena idea, solo conocerlo un poco más como cualquier persona normal haría, intentar que el chico deje de temblar ante su presencia, le llama demasiado la atención y muere por volver a probar esos labios, queriendo repetir eso una y otra vez, tan dulce como el vino, tan suave como un malvavisco, se podría decir que tiene una gran ilusión de estar haciéndolo de besarlo repentinas veces, sin necesidad de llegar demasiado lejos, solo estar con ese chico, sin ninguna mala intención.

Es demasiado extraño el hecho de querer ver a esa persona de esta manera, jamás en su vida tuvo la idea de intentar tener más tiempo para estar con su acompañante, es como si las cosas aburridas desaparecieron por arte de magia, simplemente tener tiempo, pasarla bien besándose o estar bajo las caricias, depende de como sea el ambiente que quiera presenciar, suspiró ligero y hondo, quizás esta atracción sea tan adictiva que es la gran razón por la cual se siente mareado con tan solo pensar en el menor, tan dulce y tan perfecto es el pecado que ha tomado.




































































































































Jungkook terminó de colocarse su chamarra de cuero, antes de acomodar un poco sus húmedos cabellos oscuros, en espera de que el mayor apareciera, tuvo que armar una excusa para Seokjin ya que hoy tiene el día libre, ninguno de los dos tiene algunos planes, así que está disponible.

Le parecía demasiado extraño en convivir con alguien de diferente clase, no es muy común ver a un chico como él con un hombre vestido con trajes caros y con un carácter extravagante, completamente distinto ya que es el único chico con ropas normales en estar sobre un escenario donde hay cientos pares de ojos de gente de dinero, hace lo posible en verse bien pero no encajar con otro nivel, no le importa demasiado sobre encajar en un sitio, simplemente hace su trabajo.

Vio ese mismo auto lujoso de la última vez, se acercó hasta abrir la puerta, adentrándose para sentarse al lado del piloto, cerrando después de haberse acomodado bien, el olor del perfume ajeno llegaba a sus fosas nasales, haciendo que mirara de reojo, viendo a Taehyung teniendo una mano sobre el volante y la otra por la palanca, vestía de una camisa negra, las mangas están dobladas hasta llegar por los codos y unos pantalones de vestir totalmente cómodos, los cabellos oscuros del contrario no se encontraba con ese peinado tan formal, haciéndolo verlo tan atractivo para su vista.

Algo que de inmediato Jungkook prefirió ignorar, desviando su mirada hacia a un lado, cuestionándose si Taehyung habrá notado que estuvo observándolo por unos minutos.

—Iremos a comer, si gustas que te compre ropa, puedes decírmelo.

—¿Por qué me compraría algo así? — Cuestionó curioso, sorprendiéndole.

—Te recuerdo que me puedes decir todo lo que quieres. — Repitió lo dicho sin apartar la vista hacia al frente, concentrado mientras manejaba. — Si quieres ropa nueva, puedes obtenerla.

—De verdad tengo una duda.

—Dime, pequeño.

—¿Por qué dices que cumplirás todo lo que uno pide? Sé que es a cambio de un momento contigo, pero es curioso del porqué haces eso.

—Verás, cuando haces tratos con alguien de esta forma, va ver algo que quieres tener. — Empezó a explicar. — Muchas personas quieren tener la gran cantidad que yo tengo, pero cuando se da la oportunidad de estar con alguien como yo, a sabiendas que juegan con fuego, piden lo que les gusta, simplemente yo cumpliendo, es justo ya que todo tiene un precio. Por ahora si me pides ropa nueva, la tendrás.

—¿Alguna vez alguien se aprovechó de ti?

—Pequeño, con el líder de la mafia nadie se tiene que aprovechar. — Sonrió ladino. — Como te mencioné antes, son muy pocas reglas que son sencillas de seguir, es todo.

Entendió, Jungkook no es ese tipo de persona que quiera obtener lo suyo a la primera, por más que sea un sueño no puede hacerlo, aunque la oferta sea justa y segura, no puede, no puede conseguir así las cosas. Soltó un suspiro, admite que le está agradando la presencia del mayor y estar con él, pero no siente tener la necesidad de pedirle algo, por ende el otro debe comprenderlo.

Es totalmente cierto que alguien quiere una casa lujosa, tener grandes lujos y obtenerlo de una manera tan fácil, pero como lo ha notado, Taehyung es la muestra que aunque se te otorgue el camino más fácil, puede resultar peligroso, sea cual sea las decisiones que tomes para alcanzar un nivel más alto, más los actos que uno hace.

—Será mejor que me lleve a comer, no quiero ser una molestia en que compre ropa costosa para mi. — Intentó sonar lo más claro posible, rechazando por esta vez esa oferta.

Taehyung asintió con lentitud, Jungkook no es un chico como los que ha estado, esta vez le tocó con uno diferente que lo hace ver tan único, le agrada demasiado, ya que es tan aburrido conocer alguien que quiera lujos a cambio de pasar el rato, causándole demasiado interés hacia el menor.

—¿A los cuántos años empezaste a cantar?

—En secundaria, tenía trece años. — Respondió. — En eventos especiales, era seleccionado para cantar, recibía felicitaciones hasta que decidí meterme a clases de canto para mejorar.

—Al parecer te fascina demasiado en querer volverte en un cantante.

—Es mi sueño, hay artistas que son mi inspiración y mi ejemplo a seguir. ¿Y tú? ¿Cuántos años aprendiste estar dentro de esto?

—A los catorce, aprendí defensa, pelea de cuerpo a cuerpo y a disparar, mi padre empezó a prepararme para ocupar su lugar.

—¿Fue pesado?

—Lo era, tenía que asistir a la escuela y después a los entrenamientos, si no termino mis deberes escolares a su tiempo y ser organizado, los fines de semana tendría un poco más de horas de entrenamiento. — Jungkook volteó a verlo. — Mis padres fueron muy estrictos y justos conmigo, para nada me molestaba.

—Es como si estuvieras con los militares.

—Al contrario, ellos obtuvieron el hijo perfecto que quieren.

—¿Te gusta ser así?

—Me fascina mucho de mi. — Cruzó mirada con la contraria. — Siempre he sido un hijo disciplinado, puntual, responsable y leal a la Flor del Infierno.

—Me imagino que no podrías ir a fiestas en los fines de semana con tus amigos.

—De eso lo tenía prohibido, para que ningún adolescente corriera en riesgo solo por buscarme.

Jungkook se imaginó que eso sería terrible, bueno normal para el contrario, pero analizando bien las cosas, es estar ocultándote de algo por toda tu vida, así para evitar del peligro a cada hora, pero al parecer Taehyung no está un poco mal por no haber tenido una adolescencia como cualquiera.

—¿Tú ibas a esas fiestas destructivas?

—¿Por qué dices eso?

—Bueno, noto que haz sido un poco rebelde.

—Las fiestas en que voy son normales, no a la que sueles ir para hacerle pagar alguien.

—Buen punto, suelo ir por personas en los clubes nocturnos, en bares o en lugares que tienen mala pinta.

—De verdad ¿Nunca haz ido a una fiesta a beber con tus amigos en tu adolescencia?

—No. Solo armábamos pequeñas reuniones en un sitio y hablar de nuestras vidas.

—Siento que tu vida es algo aburrida.

—Somos opuestos, ¿No estás pensando en llevarme a una fiesta a las que vas, cierto?

—Para nada, tranquilo. Solo que es curioso lo que haces, puedes contarme muy poco si gustas, quizás hayas conocido vidas normales y nada te va sorprender.

—¿Te da curiosidad si tuve un acompañante antes?

—Demasiado.

—En resumen, la mayoría es de gente de dinero o simplemente por querer salir de la miseria, ningún motivo había sido gentil por uno mismo o por alguien más, solo interés por dinero. En tu caso, es la primera vez que alguien que suele contarme su vida sin necesidad de mentirme para impresionarme.

—¿Impresionarte? — El contrario hizo un sonido de afirmación.

—En el mundo, hay personas que inventan cosas para agradar a otros, a mi no me importaba para nada pero no invadía la privacidad de nadie, solo es un interés nada más, no hay nada amoroso o querer tener amigos.

—Y el anterior ¿Cómo terminó?

—Se fue con lo que quiso, nada más. — Mintió, no podía explicarle la verdad, cuando ya está en el pasado.

—Al parecer seré el único chico que no está interesado con lujos y esas cosas.

—Me agradas, Jungkook. No importa que llevemos poco tiempo que nos conozcamos.

No podía sacar demasiadas conclusiones del porqué quiere estar con Taehyung, más la razón de haberse quedado cuando tiene la gran oportunidad de retirarse, sabe que las puertas estarán abiertas para irse, pero no sabe como serán las cosas si decide volver.

Aparte de esta atracción, quizás no sea una mala idea tener una charla normal con alguien tan peligroso, se había dejado llevar un poco por los pensamientos hasta que llegó la conclusión que nada de malo va suceder, solo está siendo tan cuidadoso con sus acciones, pero ha notado que Taehyung no lo va juzgar y permitiendo que pueda ser él mismo, sin importar el tipo de relación que tengan, solo es un momento, y hablando de lo otro, es pasar el tiempo con él.

Puede que esto no tenga nada a cambio, eso lo está dejando en claro Jungkook. Taehyung ha tenido la idea que puede llegar el momento que el menor pueda pedirle algo cuando sea necesario, respeta demasiado lo que decida el chico, mientras esto sigue continuando.

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