Enero 29, 1977

Apolo descansaba sobre su cama. Los días que había pasado en casa en diciembre habían sido un infierno. De solo pensarlo y que todo recuerdo regresará a su imaginación, lágrimas bajaban por sus mejillas. Paso sus manos por su rostro tratando de limpiar algún rastro pero estás seguían cayendo al recordar... sangre, su madre...

Suspiro frustrado, cerrando los ojos con fuerza. Aún le costaba creer que...su...Tobías, había golpeado a su madre hasta...asesinarla.  No había tenido compasión por ella, ni siquiera porque el había estado observando todo, lo último que había recordado fue...recibir un fuerte golpe en el rostro. A la mañana siguiente su madre ya no estaba, ni siquiera Tobías.

¿Y Severus? Bueno, el ni siquiera había aparecido en la casa, días después y estaba seguro de que lo había hecho por su madre, recibieron una carta, dónde informaba que estaría quedándose con los Malfoy, que Lucius se lo había propuesto en un día en Hosmeade, junto a Narcissa Black.

Los primeros días, incluso el mes, habían sido los más horribles, porque cada que despertaba, Apolo creía que la encontraría en la cocina o en su habitación, incluso salía al patio trasero, sabía que su madre amaba las plantas y el pequeño huerto que poco a poco marchitaba lo demostraba, o que al llegar a casa después de comprar las cervezas de Tobías la encontraría, pero no fue así, esperó con la absurda esperanza de que llegara, pero nunca llegó y jamás llegaría.

Apolo se culpaba, sentía que podía haber hecho más, sentía que podía haber protegido a su madre. Cada vez que lo recordaba sentía que no podía respirar, sentía un gran peso dentro de su mismo, realmente lamentaba el no haberla protegido, no había podido ni siquiera decírselo a Severus, solo...solo había escrito una carta y le había pedido a Regulus, si podía entregársela.

Suspiro y se paró de su cama. Si su madre estuviera viva, no quisiera que siempre estuviera lamentándose y llorando por ella. Su mirada cayo en un calendario que tenía pegado en su puerta, se sorprendió a su mismo por la fecha que sería al día siguiente.

El cumpleaños de Lily Evans.

Antes de salir de vacaciones de navidad. Recordaba haberse reunido con los amigos más allegados a la pelirroja, sabía que Lily no disfrutaba estar demasiado cerca a la gente que apenas y le dirigía palabra. Y ahora, ni siquiera lo había recordado, no tenía un regalo para ella.

Se golpeó mentalmente. Sabía que lo tenía en mente era buena idea.

Decirle a Meissa que gustaba de Lily. Pero sobretodo, necesitaba un consejo de ella.

Salió de su habitación, bajando las escaleras de la habitación de los chicos rápidamente, tenía preparado ir a la sala común de Mei. Cuando estuvo afuera de la sala común, varios chicos que lo conocían, lo habían dejado entrar. Se dirigió hacia la habitación de las chicas, varios lo saludaron al entrar, ya se había hecho costumbre ver al Grydfindor, al igual que a los hermanos de la ojigris.

—Oye Mei, necesito un...—Apolo se quedó callado al ver un almohada llegar hasta los pies de Sirius.

Apolo sonrió divertido: —Ou...¿Aún no resuelven quien es el favorito de Kreacher?—dijo Apolo, aún recordaba varias de esas peleas que siempre terminaban en Regulus, pidiéndole perdón a Meissa.

—¡Yo!—dijeron Meissa y Regulus.

—¡Vamos, Mei!—dijo Marlene. —Sabemos que es Regulus

—¡Cuñada!—dijo Regulus mientras iba a abrazar a Marlene. Apolo cerro la puerta de la habitación adentrándose.

En el rostro de Marlene, se vio cual sorprendida estaba pero luego cuando vio la sonrisa de Meissa y también lo abrazó.

—Bueno...—dijo Regulus separándose de Marlene, dándose cuenta que tenía la mirada de todos en ellos—Si me disculpan...tengo cosas que hacer. Los veo mañana.

Todos asintieron. Regulus salió de la habitación.

—Iba a ver a su...no-vi-a—Sirius recalcó la palabra. Meissa frunció el seño y agarró una almohada y le pegó repetidas veces, mientras Sirius trataba de protegerse con los brazos.

—¿Aún no aceptas a Mary, Mei?—Pregunto Marlene—Es una linda chica. —Apolo asintió de acuerdo.

—Y jamás la aceptaré—dijo Meissa mientras recogía la otra almohada—Es más...pondré de todo mi esfuerzo para odiarla.

—Eso no es mi Hufflepuff de tu parte, Mei—dijo Apolo mientras se acostaba en la cama.

—Tampoco es muy Gryffindor de tu parte aún no decirle a Lily que te gusta—dijo Meissa.

—¿Tu como sabes eso?—dijo Apolo mientras se levantaba de la cama con el entrecejo fruncido.

Meissa no contestó, y alzó los hombros. Apolo inmediatamente volteó a ver a Marlene, quien hizo como que veía una foto que Meissa tenía puesta en el espejo.

—Mira…Regulus bebé es tan lindo—dijo Marlene, ignorado el hecho de que Apolo se encontraba a su lado con la mirada sobre ella.

—¿Le dijiste?—dijo Apolo, quitándole la foto

—Ella ya lo sospechaba—dijo Marlene—A parte, tarde o temprano le ibas a decir. Yo soy su mejor amiga, tu eres su mejor amigo, ¿Para que ocultárselo?

—Es lo que estaba apunto de hacer—dijo Apolo mientras colocaba la foto donde estaba.

—¿Ibas a decirle a Lily que te gusta?—dijo Sirius sorprendido.

—No idiota—dijo Apolo—Iba a decirle a Meissa que me diera un consejo y que me gustaba Lily. Ya saben…mañana es su cumpleaños.

—¿Si le harán la fiesta sorpresa?—pregunto Meissa mientras buscaba ropa en su closet.

—Por supuesto—dijeron Sirius y Marlene.

—Pero... Lily no es de fiestas—dijo Meissa, mientras volteaba y los observaba.

—No es una fiesta como tal, Mei—dijo Apolo, acercándose a ella—Pensábamos en ir al bosque prohibido solo los más cercanos y ahí celebrarlo.

—Es lo que tú pensaste—hablo Marlene—Todo fue idea de Apolo.

—Que lindo que alguien te conozca hasta ese punto de que sepa que prefiere estar solo con sus amigos que con personas que no conoce—dijo Meissa.

—Oww, Mei—dijo Marlene mientras se sentaba en la cama junto a ella—Ya encontrarás a alguien que te conozca así.

—Sobre mi lindo, sexy y exquisito cadaver—dijo Sirius.

Apolo lo observo de arriba abajo: —¿Y dónde está?—pregunto. Meissa y Marlene parecían ya saber lo que estaba por pasar y trataban de reprimir su risa.

—¿Dónde está que?—pregunto Sirius confundido y aún más por las actitudes de su melliza y casi...novia.

—Donde está eso que llamas “lindo, sexy y exquisito cadáver”. Porque lo único que yo veo es aún chico arrogante que tiene licuado de cereza encima. —dijo Apolo.

—Yo no tengo...—Sirius se interrumpió, cuando vio un líquido caer encima suyo. Meissa ahogó una carcajada en una almohada que había tomado del piso, mientras que Marlene no oculto las carcajadas.

—No creas que se me olvidó lo que hiciste después de...aquel día en Hosmeade—dijo Apolo.

Lune_black

Recordemos que esto es una duologia con givi_black y el capítulo del otro dice ya está publicado en su perfil ❤️

Los amo 💟