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𝖺. 𝖾𝗅 𝗂𝗇𝗂𝖼𝗂𝗈










𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒐𝒏𝒆



Lizzie desde primer año había sido una hufflepuff ideal. En su primer año solo había perdido unos pocos puntos, menos de los que había ganado, además de que solía destacar por su buena conducta. Sin embargo, en su primer año, el niño que vivió se le había acercado, ella lo entendía, porque después de todo le había salvado de un castigo, pero luego de eso se le había vuelto acercar incontables veces y eso al final hizo que de a poco ella se fuera integrando en ese grupito de amigos conformado por tres personas; Harry Potter, Ronald Weasley y Hermione Granger. Aunque siempre y se notaba fue más cercana a Harry.

En su segundo año, siempre estuvo ahí para Harry. Cuando lo acusaron de ser el heredero de Salazar Slytherin y estar atacando a hijos de muggles (ella siempre defendía a su amigo cuando escuchaba a los demás hufflepuff hablar de él), cuando Hermione fue petrificada, cuando Sirius Black escapo de Azkaban e indefinidas veces. Al igual que Harry lo estuvo para ella; cada vez que tenia algún problema, ya sea con ella misma o con sus compañeros de casa, aunque estos en realidad no fueron muchos, pues el aura que Lizzie proyectaba hacia que no quisieras molestarla, lo contrario en realidad, era amable y simpática por lo que no solía desagradarle a casi nadie. Por eso cuando Cedric... murió, se podía notar fácilmente lo decaída que estaba, por lo que sus amigos intentaron hacer lo posible para que no pensara en eso, y fue Harry el que más tiempo paso con ella, haciendo lo posible para que no se le notara a él lo mal que estaba y empeorar aun más el estado emocional en el que Lizzie ya estaba. Aunque le costo, logro hacer que la Lizzie que todos conocían volviera, en su mayoría por lo menos, esto provoco que la linda amistad que ya de por si tenían, se estrechara aun más. Al final de cuentas ambos siempre habían sido el pilar del otro cuando más lo necesitaban.

A Harry le gustaba pasar días festivos con ella, y a Lizzie le gustaba pasar los días importantes con él. Recordaba pasar navidades con ella en su casa común, recordaba como a veces se colaban con ellos otras personas, como también recordaba molestarse con dichas personas sin razón aparente cuando esto sucedía, recordaba los regalos que Lizzie le daba en sus cumpleaños, todos hechos a mano (algo que a él definitivamente le gustaba, saber que le había puesto empeño en hacer algo para él lo emocionaba). A Harry también le gustaría poder darle regalos hechos a mano, solo que cada vez que lo intentaba terminaba en desastre y teniendo que comprarle algo a ultimo minuto.

De hecho, Harry era prácticamente incapaz de enojarse con ella. Se había dado cuenta cuando llego a Grimmauld Place y se enojo con Hermione y Ron, estaba tan enojado que no se había dado cuenta que estaba gritando, hasta que sintió la mano de Lizzie en su brazo, dejando leves acaricias para calmarlo, lo cual funciono a la perfección. No comprendía del todo que le pasaba, y eso lo frustraba bastante.

Lizzie apreciaba de sobremanera su relación con Harry y procuraba cuidarla mucho. Llegando incluso a disculparle que Harry no siempre le cuente de las cosas peligrosas que hacia a veces, sino hasta después de que pasaran, en el fondo sabia que él simplemente no quería ponerla en peligro, como repetidas veces el de mirada esmeralda le había manifestado. Le creía, pero eso no evitaba que se preocupara, preguntándose si podría pasar un año tranquilo en el que no tuvieran que preocuparse por nada más que las notas, los partidos de Quidditch y la copa de las casas.

Lizzie estaba acostada en el pasto, mientras era resguardada por la sombra de un gran árbol y con Harry al lado. La rubia movió su cabeza hacia la derecha y en vez de poder mirar a Harry a los ojos, se quedo mirando su perfil, ya que el no le devolvió la mirada sino segundos después de un absoluto silencio, siendo el lago negro lo que se escuchaba de fondo. Aun así, Harry apenas la miro unos segundos, pues apretó los labios y volvió su mirada hacia el cielo —que estaba totalmente despejado— provocando en Lizzie un ceño fruncido.

—¿Qué sucedió? —su mirada azulada seguía en él, lo que solo lo ponía más nervioso—. ¿Harry? —volvió a preguntar al no recibir respuesta por parte del pelinegro.

—Les grite a Ron y Hermione —Lizzie volvió su vista al cielo, digiriendo las palabras—. Y dije cosas que hubiera sido mejor no haber dicho.

Harry no la miro, pero no era necesario para que la blonda se diera cuanta que estaba arrepentido.

—¿Les pediste perdón? —Harry negó—. ¿Por qué no? —no sabia como responder a eso, ¿su orgullo? muy probablemente, pero si decía eso sabia que se llevaría un regaño de la ojiazul, no quería que lo regañaran como a un niño de cinco años.

Lizzie supuso que era su orgullo, después de todo no seria la primera vez que este haría acto de presencia. Aunque ella también sabia que el debería empezar a saber cuando hay que dejar el orgullo de lado, eso podría ser decisivo a veces.

—Sabes, a veces hay que priorizar algunas cosas.

Lizzie se refería a que era más importante, en estos momentos, disculparse.

Harry tenia la impresión de que Lizzie podía leer mentes, pues desde tercer año que parecía saber la mayoría de las cosas que pasaban por su mente. Y Harry al ser descubierto no le quedo de otra que soltar un suspiro, negándose a reconocerlo en voz alta, aunque no hizo falta, ya que Lizzie lo hizo por él.

—El orgullo puede ser un enemigo a veces, ¿lo sabes verdad?

—Si que lo se.

—Eso es bueno —una linda sonrisa apareció en su rostro, admirando como el atardecer teñía de colores anaranjados el cielo.


Dolores Umbrigde le desagradaba —tenia un aura para nada amistosa—, pero tampoco le gustaría meterse con ella, suficiente tenía con que Harry tuviera castigos con ella. Solo la preocupaba más.

Tampoco le gustaban sus clases, ¿solo teoría? Por favor, Lizzie sabia que eso no seria suficiente, así que cuando Hermione le conto que quería que Harry les enseñara Defensa contra las Artes Oscuras, estuvo de acuerdo, pero no lo dijo en voz alta, quería evitar que Harry sintiera más presión. Pero la idea lucia cada vez mejor, en especial ahora que salía de una clase con la profesora Umbridge. Tenían Defensa contra las Artes Oscuras con Ravenclaw, y aunque no era su asignatura favorita le gustaba bastante, la había disfrutado en especial el tercer año, en el cual ella creía habían tenido el mejor profesor. Para ella había sido una lastima tener que ver al profesor Lupin partir.

—¡Neville! —llamo al gryffindor al verlo pasar por el pasillo, apresuro el paso para alcanzarlo—. ¿Vas al comedor?

Neville solo asintió. El chico era tímido, aunque Lizzie había logrado ganarse su amistad. Un día en biblioteca el segundo año, se había encontrado al chico solo estudiando, por lo que decidió acercarse a el, dándose cuenta que no tenia muchos amigos, no sabia si tenia uno ni siquiera, así que se había prometido convertirse en la primera.

—Vamos juntos entonces.

—¿Vas a comer en la mesa de Gryffindor hoy?

—Yo creo —Lizzie le sonrió, no era la primera vez que comía allí.

Neville agrando su sonrisa.

Una vez llegaron al comedor, Lizzie logro ubicar rápidamente a sus tres amigos, así que se dirigieron hacia allí.

Lizzie tomo asiento al lado de Hermione y Neville al lado de ella, mientras que al frente estaban Ron y Harry, también logro visualizar un poco lejos a los gemelos Weasley, Fred y George y los saludo con la mano. Volteo de nuevo cuando los vio devolver el saludo.

—¿Cómo les fue en Defensa contra las Artes Oscuras?

—Como siempre —Harry fue el que respondió a su pregunta, demasiado rápido para gusto de Elizabeth, lo que la hizo mirarlo con duda para después girar su cabeza hacia Hermione, queriendo que ella responda a la pregunta.

—Casi se gana otro castigo, por muy poco y se gana otra semana entera —Harry la miro como si lo hubiera traicionado, pero Hermione solo se encogió de hombros.

—¡Harry! —le recrimino con la mirada.

—Lo siento —lo había soltado entre dientes mientras apartaba la mirada, ciertamente se sintió pequeño bajo la mirada de la blonda.

Neville y Ron simplemente intercalaban la mirada entre ambos, sin intenciones de intervenir.


Había pasado una semana y poco desde entonces. Era una tarde tempestuosa cuando Lizzie se dirigía hacia la biblioteca, tenía planeado encontrarse con el trio de oro, sin embargo se había demorado, estaba haciendo una tarea en su sala común cuando de repente y sin darse cuenta ya era tarde.

Una vez entro, se encamino a la mesa que solían ocupar, logro visualizar como Ron movía exageradamente rápido su cabeza hacia Hermione, hasta temió por su cuello. Ninguno noto su presencia —estaban demasiado sumidos en su conversación— hasta que movió la silla junto a Harry.

—Hola —saludo con una sonrisa. Todos le devolvieron el saludo y la pusieron en contexto. Estaban hablando sobre las clases de Defensa contra las Artes Oscuras

—Bueno, ¿qué dices? ¿Nos enseñarás?

—Esta bien. Pero solo a ti, Ron y Lizzie, ¿no?

—Y a Neville.

—Bueno, a ti, a Hermione, a Ron y a Neville.

Lizzie hizo un sonido afirmativo y revolvió su cabello en un gesto cariñoso. Harry disfruto de eso, pero su momentánea paz se quebró a penas Hermione abrió la boca.

—Verás... —comenzó a hablar con cierto nerviosismo—. Bueno, ahora no vuelva a perder los estribos, Harry, por favor... pero creo deberías enseñar a todo aquel que quiera aprender —Lizzie la mira un segundo, pues no había apartado la vista del pelinegro—. Mira —se inclinó hacia Harry y Lizzie; Ron que todavía la miraba ceñudo, se inclinó también para enterarse—, ¿recuerdas que el primer fin de semana de octubre tenemos la excursión a Hogsmeade? ¿Qué te parecería si les dijéramos a los que estén interesados que se reúnan con nosotros en el pueblo para que podamos discutirlo?

A Lizzie le pareció buena idea, pero según podía ver a Harry no le terminaba de agradar del todo, así que con ambas manos tomo una de la de él, acariciándola en modo de apoyo.  Lo cual Harry agradeció internamente.

—¿Por qué tenemos que hacerlo fuera del colegio? —preguntó Ron.

—Porque no creo que Umbridge se pusiera muy contenta si descubriera lo que estamos tramando —contestó Hermione, y volvió a lo que estaba copiando antes de que se pusieran hablar.

Lizzie por su parte le dio una sonrisa a Harry, buscando transmitirle paz, aunque lo único que logro fue provocarle un sonrojo, pero el único que lo noto fue Ron, quien rodó los ojos, pues ni Harry se había dado cuenta.

Bueno, lo siento si el principio fue un poco aburrido, pero era la introducción hacia que lo creía necesario.

No se si lo dije antes, pero las faltas ortográficas o de gramática que puedan haber serán arregladas cuando la historia esté en edición, una vez ya terminada.

Y bueno, ¿Que les pareció? Me gustaría escuchar sus opiniones c:

Y ya no tengo nada más que decir, que tengan un bonito día!!

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