CAPITULO SEIS

-CONFÍA EN MÍ-

ANDREA parecía estar en un sueño porque todo lo que el abogado Montemayor había leído era una completa locura, su padre le había puesto al mando de toda la fortuna y además de eso una especie de reto por un año. Nadie en el salón parecía comprender aquel enorme cambio que Bernardo Wagner había realizado, Maximiliano se aclaró la garganta llamando la atención de todos los presentes.

- El señor Wagner esperaba de alguna forma sus reacciones - Saco de su maletin tres sobres amarillos - Cada uno lleva el nombre de cada uno de sus hijos, con un contenido personal.

- ¡Nos dejo sin nada! - Eloísa miro al abogado Montemayor furiosa - Fui su esposa por casi 30 años, no puedo aceptar que ni a mis hijos ni a mi nos dejo nada.

- Si bien el señor Wagner dejo al mando de todo a su hija menor Andrea - Mira con atención a todos - Hay un par de cláusulas que la señorita deberá realizar, podrá leerlas así como el señor Marsias y Derek en sus respectivas cartas. Esta es mi tarjeta, los documentos están listos para que tomé posesión de toda la fortuna a la brevedad, tengo cosas que hacer pero en una semana podrá decirme si aceptarán la última voluntad de cliente o todo se realizará como anteriormente de había planeado. 

- Gracias por todo abogado Montemayor - Marsias parecia aún shockeado por la situación, Andrea por su parte sentía que le faltaba el aire - ¡Cinthia! Acompaña al abogado a la puerta, que nadie nos moleste. 

- Papá nos dejo en la nada - Andrea tomó la carta con su nombre y salió hasta el jardín de la mansión ignorando a sus hermanos. 

La castaña abrió el sobre encontrando unas últimas y personales palabras para ella, la letra inconfundible de su padre estaba en la hoja. 

"Se que estarás igual o peor de confundida que tus hermanos mi querida niña, pero debes confiar en lo que hago. Hace años no pude protegerte ni a ti ni a tus hermanos de la maldad que nos redeaba desde siempre, es hora de que tu protegas nuestro legado de ese mal. 

Quedarás al mando de la compañía donde tu madre ha estado señidamente comprometida, no puede seguir de esa manera. Te pido no rechaces mi última voluntad, se que puedes hacerlo hija.  Para calmar el juego te pido que continúes dandoles una pensión con una buena cantidad a tu hermanos y madre, en vase a la cantidad de acciones que anteriormente había puesto para la herencia. Por un año harás esto, esperando que para entonces todo lo que se oscurecio vuelva a estar en el camino de la luz. 

Cuidate, no olvides que te quiero hija. 

Eres una Wagner, tu puedes.

- Andrea ¿Estás bien? - Ella sonríe negando - Tu padre se volvió loco, bueno eso creo ¿Enserio acaba de dejarte todo? No entiendo nada.

- Me dice que confíe en él - Sus manos fueron directamente a su cabello - Me puso en la boca del lobo, Walter ¿Entiendes lo que significa?

- Dame esa carta - Andrea se la entregó intentando no llorar de frustración - "Harás esto por un año esperando que en ese tiempo lo que se hizo oscuro vuelva a estar en el camino de la luz" 

- ¿Acaso está loco? Pretende que yo regresé y me hace esto para ¿Castigarme? - Él niega con la cabeza - ¿Entonces por qué hacer esto? 

- Creo que quiere que hagas justicia por ti y por todo lo demas Andrea - A escasos metros Marsias se dirigía hasta ellos, Walter se aclaro la garganta metiendo el contenido en el sobre - Debemos ocultar esta carta, si tus hermanos la leen...

- Tienes razon pero primero debemos irnos, ve a decirle al chofer que saldremos en 5 minutos y no te detengas hasta que subas al auto Walter - Andrea miro seriamente a su amigo quién de inmediato acató la orden, Marsias se acercó hasta ella con seriedad - ¿Qué quieres? Sí quieres saber porqué papá me dejo al frente de todo la respuesta es no tengo idea, ¿Sobre que voy a hacer con lo que hizo? Tampoco sé.

- Papá debió ver algo que nosotros no tenemos para tomar esa decisión, me pide que confie en tu capacidad - Sonríe dolido - No vine a reclamarte, eres mi hermana. Aún si papá nos hubiese dejado sin nada, se que tu nunca nos habrías abandonado.

- ¿De verdad lo crees? - Andrea quiso decir que no lo haría, bueno no a todos. Eloísa no recibiria ni un céntimo de ser decisión de ella - Eloísa no parecía muy contenta al respecto, perder el puesto no oficial de presidente le duele mucho.

- Está muy confundida es todo - Marsias no entendía en absoluto, una guerra estaba aguardando - Cuando todos estemos más calmados, podemos hablar de lo de hoy en la compañía el lunes. 

- Sí,  está bien - Sólo quería salir de aquella casa y gritar a todo volumen - Nos veremos el lunes en la compañía, hasta luego.

Marsias por fortuna no la siguió hasta la mansión, pero Eloísa estaba de pie a mitad del vestíbulo obstruyendo su salida, con una expresión que conocía mucho. Andrea no titubeo al caminar directo a la salida, pero una mano sobre su antebrazo la detuvo de irse. 

- Sea lo que sea que hiciste - Susurro en su oído - Lo voy a averiguar.

- Yo no soy tú para planear cosas a las espaldas de los demás  - Andrea se deshizo del agarre y salió por la puerta donde Walter le esperaba en el auto - Al hotel, date prisa. 

- ¿Qué pasó? - preguntó su mejor amigo - Andrea, di algo.

- Nada, no paso nada - Su respiración estaba descontrolada - ¡No puedo creer lo que hizo! 

- Tú padre ¿Enserio pretendía que hicieras de justiciera? - La castaña necesitaba aclarar sus ideas con lo más fuerte que ofreciera el hotel, un vodka, un tequila, solo queria alcoholizarse - No entiendo, primero te dice que no debes preocuparte por nada y ahora te deja al frente de todo en medio de un nido de víboras.

- Eloísa no va a quedarse de brazos cruzados esperando que todo quede así - La conocia demasiado bien y la advertencia antes de irse era el principio - Si me quedo estaré poniendo en peligro a James, no puedo arriesgarme.

- No tiene como enterarse, cubrimos todo demasiado bien - Walter aprieta su mano - Jamás llegará hasta él, te lo juro.

- Eso espero, Walter - Su hijo era lo mas preciado que le quedaba,  si Eloísa se enteraba seguramente lo usaría en contra suya. La mejor estrategia era que James estuviera cerca pero lo suficientemente seguro de todo, debia traerlo a Alemania - Habla a Anelise y dile que se de prisa, dile que se contacte con mi agencia de bienes raíces en Berlín.

- ¿La agencia de bienes raíces? ¿Para qué? - Andrea lo miro en silencio - ¿Qué planeas hacer? 

- Necesito un lugar privado donde pensar, el hotel es seguro pero no se por cuanto tiempo ademas es mas seguro tener a James cerca por cualquier cosas - Dejó salir una enorme bocanada de aire recargandose en el asiento, tomo la carta de su padre y mordio su labio inferior - Que compré una casa, una que podamos usar por un buen tiempo hasta que tomé una decisión final con toda esta locura.

- De acuerdo, la llamare enseguida ¿Estas segura de traer a James? - Andrea asintio, lo mejor para su hijo era estar cerca suyo para ser protegido. El regreso al hotel fue rápido y silencioso hasta que llegaron a la suite del hotel - Anelise, soy Walter ¿Esta solucionado el asunto? Bien, Andrea quiere que te contactes con la filial de la bienes raíces en berlin y compres una de las casas más seguras que existan. Hay mucho que discutir y por eso debes viajar hasta aquí lo más rápido que puedas, debes traer a James pero sólo cuando la casa este en uso. Avisa cuando tomes el avión y ten cuidado, adiós. Dice que mañana mismo tiene preparado todo.

- Excelente y hay que traer a parte de nuestro personal en Grecia hasta aquí - Miro a algunos empleados desde su balcón - Quiero tenér plena confianza en que nadie diría nada.

- Yo me encargó de todo - Responde colocando una mano en su hombro - ¿De verdad te sientes bien? 

- Durante años sufrí por culpa de Eloísa y ahora tengo justo la venganza en mi frente - Lo mira con confusión - Y tengo miedo de perder contra ella.

- No tienes porque hacerlo, puedes irte y regresar a Grecia - Walter entendía lo que rechazar una oportunidad asi de venganza era de cobardes, pero avanzar podia significar perder mucho mas de lo esperado - Se lo que dije antes, pero no importa nada más que tú bienestar, Andrea.

- Sólo intenta que todo este listo para el lunes - Responde ella sintiéndose agotada - Iré al bar del hotel, necesito más que una botella de vino.

- Te alcanzó en cuanto termine y por favor no bebas demasiado - Andrea bajo hasta el bar del hotel y pidió una de las mesas más alejadas, necesitaba beber con tranquilidad. A su alrededor algunas familias con sus hijos cenaban tranquilamente, un par de parejas bebían en la barra con alegría mientras que ella sentía el peso del mundo sobre sus hombros ¿De verdad estaba considerando aceptar? Su padre le había pedido confiar en su decisión, pero había muchas cosas a considerar antes de aceptar algo tan loco ¡se suponia que tendría tranquilidad! El joven mesero dejo la botella de whiskey junto a un par de vasos para después marcharse.

- Joder - Maldijó por lo bajo ¿Por qué debia pasarle esto a ella? Los rostros de sus hermanos habían estado igual de sorprendidos con la noticia, en parte quería decir que confiaba en que respetarian la ultima voluntad de su padre, pero Eloísa no iba a permitirlo de eso no había duda. El mesero que la atendía la sacó de sus pensamientos después de un carraspeo leve de garganta - ¿Que sucede Theodore?

- Señorita Wagner, lamentó molestarle - Un mesero se acerca muy apenado - En recepción, dicen que su madre quiere verla. 

- ¿Mi madre? - El chico asintió repetidamente, la pelinegra miro su reloj dándose cuenta de que habían pasado muchas horas ¿Tanto había pensado? Su botella de whiskey estaba solo a la mitad, Eloisa estaba en su hotel - Que pase hasta aquí y dile al abogado Schneider que no nos interrumpa.

Eloísa traspasó la entrada del restaurante y llegó hasta su mesa en cuestión de minutos, vestida con el habitual negro de su luto se sentó frente a ella.

- Bonito lugar querida - Observa el restaurante - Muy lujoso, tu padre debió enseñarte algunos trucos para que no supiera que este hotel era tuyo. 

- No estas aquí solo para admirar mi hotel ¿No es así? Sirve whiskey en ambos vasos y le extiende uno de ellos - Debo admitir que te tardaste un poco.

- Tenía que convencer a tus hermanos de la estupidez de Bernardo al dejarte todo - Responde con simpleza - Sin embargo, preferí esperar a hablar contigo antes de eso. No puedes quedarte con todo lo que me ha costado obtener, querida.

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