𝗨𝗡 𝗣𝗢𝗖𝗢 𝗗𝗘 𝗖𝗢𝗡𝗧𝗘𝗫𝗧𝗢:
(Mencionaré los trastornos que se mencionara)
•Sociopatía: Trastorno de personalidad antisocial
Como cualquier otro trastorno, el trastorno de la personalidad antisocial incluye una afección mental donde la persona presenta un determinado patrón de conducta, siendo en este caso, el desprecio, la violación y la explotación de los derechos de las demás personas. Entre otras cosas, este comportamiento se caracteriza por ser delictivo, donde el individuo se vale de la mentira y la manipulación. Este trastorno pertenece al grupo de los trastornos de la personalidad, y normalmente inicia en la infancia o en la adolescencia, prolongándose hasta la edad adulta. La realidad es que estas personas muestran desprecio por los sentimientos del resto, manifestando su incomodidad de forma impulsiva e irresponsable, también tienden a culpar a otros por su comportamiento y son incapaces de llevar una relación honesta sin engaños.
El trastorno de la personalidad antisocial, denominado fuera del campo clínico sociopatía, se encuentra íntimamente relacionado con el trastorno disocial de la personalidad, sin embargo, la diferencia es que mientras éste último consiste en una conducta repetitiva y persistente con conciencia de los actos cometidos, el trastorno de la personalidad antisocial es una patología psíquica en el que las personas que la padecen pierden la noción de la importancia de las normas sociales.
Se presenta con mayor frecuencia en los hombres y especialmente en las personas que viven en un ambiente familiar problemático, inestable, carente de afecto y violento. Un hogar en el que los padres no les prestan la atención suficiente a sus hijos, no reprenden sus malos comportamientos ni vigilan sus costumbres. Sin embargo, esta alteración también se presenta con mucha frecuencia en los jóvenes que han sido sobreprotegidos por sus familiares, donde los padres cometen el error de satisfacer cualquier capricho y permitir que el joven asuma conductas inapropiadas.
Se considera que el trastorno de la personalidad antisocial es uno de los más difíciles de curar, puesto que los individuos que padecen esta afección, extrañamente reconocen que tienen un problema y acceden a buscar un tratamiento para la sociopatía por su propia cuenta, asimismo, se considera que el mejor tratamiento es la intervención cognitivo-conductual y se recomienda evitar el uso excesivo de fármacos durante el proceso.
Podríamos señalar como una de sus tantas características, la frialdad con la que los individuos se comportan frente a situaciones peligrosas que cualquier otra persona asumiría con temor o prudencia. Con esto queremos decir que las personas con trastorno de la personalidad antisocial se creen inmunes al peligro, y a su vez, resultan atraídas por situaciones realmente riesgosas que incumplan con las normas impuestas por una sociedad. Es así como este trastorno suele desarrollarse en los individuos que desde pequeños han manifestado rechazo a seguir con las normas que les imponen en el colegio o las instituciones a las que asistan.
El trastorno de la personalidad antisocial se subdivide en cinco tipos, el primero de ellos es el nómada, donde se presentan síntomas esquizoides, en esta categoría el individuo muestra un gran resentimiento ante la vida, se siente aislado, solo, abandonado y por ello reacciona de forma agresiva frente a cualquier factor que le disguste, por muy pequeño que este sea. Luego ubicamos el malevolente, un tipo de TPA que presenta rasgos paranoides, se trata de una persona viciosa, rencorosa y maligna que asume una conducta resentida, son individuos que sienten deseos de venganza y siempre se encuentran a la defensiva, pues creen que todas las personas tienen la intención de traicionarle.
El tercer tipo es el avaro, y estos sociópatas sienten rechazo, adoptan una mala actitud, tienden a ser personas muy envidiosas y avariciosas. Luego se encuentra el tomador de riesgos, un individuo amante de la aventura, imprudente e impulsivo, siente una gran necesidad de enfrentarse al riesgo aunque esté violando las normas de un lugar. Por último, encontramos al defensor de la reputación, también conocido como narcisista, se trata de una persona que quiere mostrarse invencible e indomable, su intención es defender su imagen delante de los demás a través de conductas antisociales que reten a las autoridades del lugar.
Es importante saber diferenciar al trastorno de la personalidad antisocial con una conducta ilegal o criminal, siendo una de las características principales de la enfermedad en cuestión, por tanto, el diagnóstico se convierte en una labor ardua que se complica cuando el individuo ingiere alcohol o drogas porque potencia ambas. Al respecto, debemos decir que el trastorno de personalidad antisocial además de manifestarse con conductas delictivas, posee un universo de características psicológicas inequívocas, que solo podrán descifrarse a través de un correcto diagnóstico.
•Psicopatía: Trastorno antisocial de la personalidad
La psicopatía o sociopatía es un trastorno de la personalidad o un conjunto de ellas, caracterizadas por una anomalía de orden psicológico en que las funciones perceptivas y mentales no se ven mayormente afectadas, pero se advierten alteraciones graves de la conducta social de la persona.
Históricamente, se ha tratado de encuadrar el concepto de psicopatía a un conjunto de características psicológicas y de comportamiento arquetípicas, universales a todas las personas afectadas. Aún hoy en día se da el reduccionismo de considerar como psicopatía sólo a los casos en que se presentan, como elementos antonomásicos del concepto, la falta de afecto, remordimientos o empatía, sumado al uso malicioso de la seducción, la manipulación y la utilización de otras personas para propósitos personales, además de signos secundarios como el narcisismo o la alta capacidad intelectual. No obstante, los estudios más recientes llevan a relativizar esta concepción estrecha, a fin de no confundir síntomas o signos de otras enfermedades o trastornos mentales, y de considerar también elementos ambientales que pudieran determinar una mayor o menor posibilidad de desarrollar caracteres psicopáticos.
En el Manual de CIE (clasificación internacional de enfermedades), la psicopatía viene asemejada al trastorno disocial de la personalidad. Este trastorno destaca por la notable discrepancia entre el comportamiento de un sujeto y las normas sociales prevalecientes. Algunos de sus rasgos comunes, de los cuales es necesario que se den tres de ellos:
a) cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía,
b) actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales,
c) incapacidad para mantener relaciones personales duraderas,
d) muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento,
e) incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo,
f) marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.
Asimismo, la psicopatía viene considerada dentro de la categoría de disturbio de la personalidad sociópata en el Manual diagnóstico y estadístico (DSM I), trastorno antisocial en el DSM II y continúa en la misma clasificación en el DSM III y el DSM IV (Oldham, 2005).
A menudo, la psicopatía es confundida con la sociopatía, que también es un trastorno de personalidad antisocial. Sin embargo, se diferencian porque en la primera se atiende a factores internos, principalmente genéticos, mientras que en la segunda se identifica con factores externos, principalmente ambientales o sociales; también, se distingue una menor capacidad de control de actos del sociópata, en comparación a la mayor destreza del psicópata.
•Esquizofrenia:
Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser diferentes entre una persona y otra, pero generalmente se dividen en tres categorías principales: psicóticos, negativos y cognitivos.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Las personas con esquizofrenia pueden parecer como si hubieran perdido el contacto con la realidad, lo que puede ser angustioso para ellas, sus familiares y amigos. Los síntomas de la esquizofrenia pueden dificultar la participación en las actividades cotidianas o habituales, pero existen tratamientos eficaces. Muchas personas que reciben tratamiento pueden participar en la escuela o el trabajo, lograr su independencia y disfrutar de las relaciones personales.
¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?
Es importante reconocer los síntomas de la esquizofrenia y buscar ayuda lo antes posible. Por lo general, las personas con esquizofrenia son diagnosticadas entre los 16 y los 30 años, después de un primer episodio de psicosis. Comenzar el tratamiento lo antes posible después de este primer episodio es un paso importante hacia la recuperación. Sin embargo, hay investigaciones que muestran que los cambios graduales en el pensamiento, el estado de ánimo y el funcionamiento social a menudo aparecen antes del primer episodio de psicosis. La esquizofrenia no es frecuente en los niños pequeños.
Los síntomas de la esquizofrenia pueden ser diferentes entre una persona y otra, pero generalmente se dividen en tres categorías principales: psicóticos, negativos y cognitivos.
Síntomas psicóticos:
Los síntomas psicóticos incluyen cambios en la forma en que una persona piensa, actúa y percibe el mundo. Las personas con síntomas psicóticos pueden perder el sentido compartido de la realidad con los demás y ver el mundo de una manera distorsionada. Para algunas personas, estos síntomas aparecen y desaparecen. Para otras, los síntomas se estabilizan con el tiempo. Los síntomas psicóticos incluyen:
Alucinaciones: cuando una persona ve, oye, huele, saborea o siente cosas que no son reales. Muchas personas que tienen este trastorno oyen voces. Las personas que oyen voces pueden haber estado escuchándolas durante mucho tiempo antes de que sus familiares y amigos se den cuenta de que tienen un problema.
Delirios: cuando una persona tiene creencias fuertes que no son ciertas y pueden parecer irracionales a los demás. Por ejemplo, las personas que experimentan delirantes pueden creer que aquellos que salen en la radio y la televisión están enviando mensajes especiales que requieren una determinada respuesta, o pueden creer que están en peligro o que otros están tratando de lastimarlos.
Trastorno del pensamiento: cuando una persona tiene formas de pensar inusuales o ilógicas. Las personas con trastorno del pensamiento pueden tener problemas para organizar sus ideas y el habla. A veces, una persona deja de hablar en medio de un pensamiento, pasa de un tema a otro o inventa palabras sin sentido.
Trastornos del movimiento: cuando una persona presenta movimientos corporales anormales. Las personas con estos trastornos pueden repetir ciertos movimientos una y otra vez.
Síntomas negativos
Los síntomas negativos incluyen la pérdida de motivación, de interés o del disfrute de las actividades diarias, así como alejamiento de la vida social, dificultad para mostrar emociones y problemas para funcionar normalmente. Entre los síntomas negativos se encuentran:
Tener problemas para planificar y ceñirse a las actividades, como ir de compras.
Tener dificultad para prever y sentir placer en la vida cotidiana.
Hablar con voz apagada y mostrar una expresión facial limitada.
Evitar la interacción social o interactuar de manera socialmente incómoda.
Tener muy poca energía y dedicar mucho tiempo a actividades pasivas. En casos extremos, una persona puede dejar de moverse o hablar por un tiempo, lo que es una condición poco común llamada catatonia .
A veces, estos síntomas se confunden con los de la depresión u otras enfermedades mentales.
Síntomas cognitivos
Los síntomas cognitivos incluyen problemas de atención, concentración y memoria. Estos síntomas pueden dificultar el seguimiento de una conversación, aprender cosas nuevas o recordar citas. El nivel de funcionamiento cognitivo de una persona es uno de los mejores predictores de su funcionamiento diario. El funcionamiento cognitivo se evalúa mediante pruebas específicas. Los síntomas cognitivos incluyen:
problemas para procesar la información para la toma de decisiones,
problemas para usar la información inmediatamente después de aprenderla,
Dificultad para concentrarse o prestar atención.
Riesgo de violencia:
La mayoría de las personas con esquizofrenia no son violentas. En general, estas personas tienen más probabilidad de que otros les hagan daño que las que no tienen la enfermedad. Para las personas con esquizofrenia, el riesgo de hacerse daño o de violencia hacia los demás es mayor cuando la enfermedad no se trata. Es importante ayudar a las personas que presentan síntomas para que reciban tratamiento lo antes posible.
La esquizofrenia frente al trastorno de identidad disociativo:
Aunque, a primera vista, algunos de los signos pueden parecer similares, la esquizofrenia no es un trastorno de identidad disociativo (que antes se llamaba trastorno de personalidad múltiple o personalidad dividida). Las personas con trastorno de identidad disociativo tienen dos o más identidades distintas que están presentes y que se alternan para tomar el control de ellas.
¿Qué causa la esquizofrenia?
Varios factores pueden contribuir al riesgo de que una persona presente esquizofrenia, entre ellos:
Genética. A veces, la esquizofrenia es hereditaria. Sin embargo, solo porque alguien en una familia tiene esquizofrenia, no significa que otros miembros de esta también la tendrán. Diversos estudios sugieren que hay muchos genes diferentes que pueden aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle esquizofrenia, pero ningún gen por sí mismo causa el trastorno.
Ambiente. Las investigaciones sugieren que una combinación de factores genéticos, aspectos del entorno y las experiencias de vida de una persona pueden desempeñar una función en el desarrollo de la esquizofrenia. Estos factores ambientales pueden incluir vivir en la pobreza, entornos estresantes o peligrosos y exposición a virus o problemas nutricionales antes del nacimiento.
Estructura y función del cerebro. Hay investigaciones que muestran que es más probable que las personas con esquizofrenia tengan diferencias en el tamaño de ciertas áreas del cerebro y en las conexiones entre las áreas que lo conforman. Algunas de estas diferencias cerebrales pueden desarrollarse antes del nacimiento. Los investigadores están trabajando para comprender mejor cómo la estructura y función del cerebro pueden relacionarse con la esquizofrenia.
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