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⊱❑┇ _____ Stark┇❑ ⊰

Al estar frente a las cálidas sonrisas de Odín y Frigga, realicé una leve reverencia en señal de respeto.

—Lady _____, es un honor tenerla con nosotros esta noche —saludó Odín con una sonrisa serena.

—El honor es mío, Su Majestad —respondí con cortesía.

Odín golpeó su cetro contra el suelo, captando la atención de todos los presentes. El salón quedó en completo silencio, expectante ante sus palabras.

—Hoy celebramos un día de gran importancia. Asgard y los Nueve Reinos se acercan cada vez más a la paz —dijo, posando una mano orgullosa sobre el hombro de Thor—, gracias a mi hijo, el príncipe Thor, y a sus valientes guerreros, quienes han trabajado incansablemente para lograrlo.

Thor esbozó una sonrisa modesta, visiblemente apenado por la atención.

—Además, celebramos una nueva alianza entre Midgard y Asgard, gracias a Lady _____ Louise Stark —continuó Odín.

Los aplausos resonaron en el salón mientras las miradas se dirigían hacia la familia real y hacia mí.

—Sin más preámbulos, disfruten de la celebración hasta el amanecer.

La música volvió a llenar el ambiente, y Frigga se acercó a mí con una sonrisa maternal.

—Estás radiante, querida —dijo, tomando mis manos y observándome con cariño.

—Creo que es mérito de las doncellas. Solo seguí sus indicaciones —respondí, algo sonrojada.

—Claro, porque cuando se arregla sola, es un desastre —bromeó Thor, ganándose un pellizco en la mano.

—¡Auch!

—Thor, ¿acaso no te he enseñado modales? —lo reprendió Frigga con una mirada severa.

—Lo único que ha aprendido es a depender de ese martillo, madre —intervino una voz familiar.

Volteamos rápidamente y nuestras miradas se encontraron. Loki estaba allí, observándonos con su característica expresión enigmática.

Frigga se acercó a él, acariciando suavemente su mejilla y regalándole una sonrisa llena de ternura. La escena me llenó de nostalgia, recordándome los momentos con mi padre después de que descubriera los experimentos que realicé y las consecuencias que trajeron. Sus palabras reconfortantes y las hamburguesas con queso que compartíamos tras mis entrenamientos con Happy y Nat eran recuerdos que atesoraba profundamente.

—Me han comentado que has logrado avances significativos con el poder de la gema —dijo Odín, sacándome de mis pensamientos.

—Ha sido un desafío controlarla por completo, pero he tenido excelentes tutores —respondí, mirando a Frigga y a Loki, que conversaban aparte.

—Supongo que Loki ha hecho un buen trabajo.

—Diría que ha sido un maestro excepcional, aunque al principio no tenía mucha paciencia conmigo —admití, volviendo la vista hacia Odín.

—Pero te tiene paciencia cuando estás ebri... —intentó decir Thor antes de que le tapara la boca rápidamente.

—Creo que el vino te ha afectado, Thorsito —dije entre dientes, retirando mi mano.

—Pero no he bebido nada... —susurró, confundido.

Una mujer se acercó a nosotros, hizo una reverencia y entregó una corona de flores a Thor.

—Gracias —dijo él, observando el objeto con curiosidad.

Miré a mi alrededor y noté que varios hombres también recibían coronas similares.

—Su Majestad —me dirigí a Frigga—, ¿para qué son estas flores?

—Es una tradición de uno de los reinos cercanos a Asgard. Cada hombre soltero, ya sea príncipe o invitado, elige a una joven para representarlo en la danza. Si la corona cae de la cabeza de la dama, ella queda eliminada del baile. La última mujer con la corona en su lugar será considerada la más resistente y grácil de los Nueve Reinos por mil años.

Observé cómo diferentes chicas recibían las coronas. Me resultaba extraño entender cómo se podía medir la resistencia de alguien solo por bailar.

—¿Tienes a alguna joven en mente, hijo? —preguntó Odín a Thor, quien me miró con una expresión burlona.

—Lamentablemente, la única mujer en la que pienso no está aquí esta noche.

—Debe ser porque no te has esforzado en buscarla —dije con una sonrisa, a lo que Thor respondió con una mirada resignada.

—¿Y tú, querido? —preguntó Frigga a Loki, dándole un codazo—, ¿tienes a alguien en mente?

Nuestras miradas se cruzaron y sentí un leve nerviosismo. Frigga había sido bastante directa con su pregunta.

—Mientras venía hacia aquí, una dama de Alfheim captó mi atención —respondió Loki, evitando mi mirada y sonriendo con arrogancia—. Podría ser una buena opción.

Frigga lo miró con seriedad. No era difícil darse cuenta de que Loki bromeaba para provocarme celos, una táctica que conocía bien por mi padre en sus fiestas.

—En ese caso, creo que Lady _____ tendrá un pequeño problema...

Volteé hacia Thor, quien colocó la corona sobre su cabeza y señaló hacia una fila de hombres que se formaba cerca de mí, todos con amplias sonrisas y coronas en mano.

Me sentí algo nerviosa. No reconocía a ninguno de ellos.

Sé que mi encanto es considerable... Pero esta situación no me resultaba del todo cómoda.

⊱❑┇  loki  ┇❑ ⊰

No negare el que desde qué llegué a aquel salón me dispuse a buscar a la mujer que me estaba sacando de mis casillas.

Desde el momento en que entré al salón, mis ojos la buscaron entre la multitud. Y cuando finalmente la vi, tan cerca de Thor, con su mano descansando en su brazo, una punzada de celos me atravesó. Peor aún fue recordar cómo, momentos antes, Frandral había osado posar sus manos sobre ella durante el baile. Sentí una ira ardiente, pero me obligué a mantener la compostura. Mostrar mis emociones sería una debilidad que no podía permitirme.

La deseaba. La deseo. No soporto verla en brazos de otro. Ella estuvo en los míos primero, y la idea de que alguien más reclame lo que considero mío me enloquece.

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𝑇ℎ𝑒 𝑘𝑖𝑛𝑔𝑑𝑜𝑚 𝑑𝑎𝑛𝑐𝑒...

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Cometí un error al mencionar a otra mujer en lugar de a ella.

—Debes apresurarte, cariño, el baile comenzará pronto —susurró mi madre.

mi madre se volvió hacia ella con una sonrisa cálida.

—Querida, esta vez debes decidir tú.

—¿Y-yo? P-pero... —su voz temblaba, y noté cómo intentaba calmar el leve temblor de sus manos.

Si no era yo, no sería nadie.

⊱❑┇ _____ Stark┇❑ ⊰

La presión era palpable. El salón, colmado de nobles y guerreros, parecía contener la respiración mientras las coronas de flores eran entregadas. Me sentía atrapada entre la tradición y mis propios sentimientos.

—Y-yo... creo que... —intenté articular, pero las palabras se desvanecieron en el aire.

Antes de que pudiera continuar, sentí un suave peso sobre mi cabeza. Una corona de flores. Giré lentamente y me encontré con los ojos de Loki, brillando con determinación.

—Lamento interrumpir, pero esta vez, la invitada de honor bailará conmigo —anunció con voz firme, mirando al grupo de hombres que se habían formado.

Los murmullos cesaron. Loki se acercó y colocó sus manos en mis hombros, su contacto enviando un escalofrío por mi espalda.

—Pensé que tenías a otra dama en mente para representarte —dije, intentando mantener la compostura.

—Para serte sincero, querida, no hay nadie más adecuada que tú —respondió, esbozando una sonrisa.

—Vaya, qué honor. No sabía que una simple midgardiana podía tener tal privilegio —comenté, alzando una ceja.

—Sabes que para mí eres mucho más que eso —replicó, su mirada intensa encontrándose con la mía.

La tensión entre nosotros era innegable, pero decidí aceptar el desafío.

—Espero no decepcionarte —dije, acariciando suavemente su mejilla.

Me dirigí a la pista de baile, quitándome las zapatillas y uniéndome a las demás mujeres. La música comenzó, y todas empezamos a girar al ritmo de la melodía.

Me acomode al lado de la gran cantidad de mujeres que se encontraban ahí. cuando la música fue más rápida se dió inicio al baile todas las chicas presentes empezaron a dar vueltas una por una sin parar mientras se empezaban a desplazar en movimiento circular.

Al momento en que todas nos encontramos dando las vueltas una pequeña campana sonó dando la indicación de cambiar el ritmo de adentro hacia afuera realizando pequeños saltos los cuales provocaron que las coronillas de algunas cayeran al suelo por no mantener un buen equilibrio.

mientras cada uno de los presentes aplaudía al ritmo de la música Yo hacía lo posible para mantenerme en equilibrio, ahora podía entender la razón por la cual esto era una prueba de resistencia y delicadeza. llegó mi turno y cerré los ojos mientras dejaba llevar mi cuerpo al ritmo de la música con lo poco que sabía sobre este baile en especial, así que solo me deje llevar con la gran melodía que resonaba por todo el lugar.

La delicadeza y agilidez se hicieron presentes en los pasos que realizaba en cuanto trataba de llevar el ritmo, ya que era algo diferente al que parecía ser el tradicional y siento que eso provocó una ligera confusión entre las diferentes chicas. Porque al ver a mi alrededor unas de ellas llegaron a tropezar o caer y chocarse entre ellas provocando que salieran del baile sin antes darme unas miradas de disgusto.

Finalmente después de casi 20 minutos en ese ritmo quedábamos casi 5 chicas de las casi 35 presentes (que alcance a contar) en aquel lugar, lo único que se es que llegó un tiempo en dónde no deje de dar vueltas mientras mantenía mi postura recta como tantas veces lo hacía en mis clases de ballet, un momento para sentirme en otro mundo y perderme entre los bellos pasos que ensayaba a diario.

arquee que mi espalda un poco y mientras más avanzaba la música recorrí la gran pista de baile entre los diferentes espacios que dejaban las coronillas de las bailarinas pasadas sin dejar de dar piruetas y saltos delicados pero veloces viendo que poco a poco salían el resto de mujeres de la pista dejándome sola. finalmente me dirigí cerca de donde se encontraba la "familia real".

Sin más di una mirada a cada uno de ellos mientras volvía nuevamente a dejar mi cuerpo ir al compas de la música sin parar de dar una pirueta larga hasta que sentí chocar a alguien contra mi.

—Impresionante, Lady Stark —dijo Odin, su voz resonando con autoridad y admiración.

—Has demostrado una gracia y resistencia dignas de una verdadera asgardiana —añadió Frigga, acercándose para tomar mis manos con calidez.

Thor sonrió ampliamente, asintiendo en señal de aprobación.

Loki, por su parte, se acercó con una expresión que mezclaba orgullo y algo más difícil de descifrar.

—Parece que he elegido bien —dijo en voz baja, sus ojos fijos en los míos.

—¿Elegido? —pregunté, arqueando una ceja.

—Para representarme en esta danza —respondió, esbozando una sonrisa enigmática.

Antes de que pudiera responder, la música cambió nuevamente, esta vez a una melodía suave y envolvente. Loki extendió su mano hacia mí.

—¿Me concederías esta pieza, princesa? —preguntó, su voz suave pero firme.

Tomé su mano, sintiendo una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo al contacto.

—Sería un honor, mi príncipe —respondí, permitiendo que me guiara hacia el centro de la pista.

Nuestros cuerpos se movían al unísono, como si hubiéramos ensayado juntos durante años. Cada paso, cada giro, era una conversación silenciosa entre nosotros, una danza de emociones y deseos no expresados.

En ese momento, el mundo desapareció a nuestro alrededor. No importaban las miradas curiosas o los murmullos de los presentes. Sólo existíamos él y yo, conectados por la música y el lenguaje silencioso de la danza.

Cuando la música llegó a su fin, permanecimos en silencio, nuestras miradas entrelazadas, compartiendo un entendimiento que iba más allá de las palabras.

Loki tomó mi mano con suavidad, guiándome en un giro que me dejó nuevamente frente a él. Su sonrisa, cálida y sincera, contrastaba con la usual frialdad que solía mostrar. Su tacto transmitía una calidez inesperada, y su presencia se sentía distinta, más cercana, más real.

Nuestros ojos se encontraron, y en ese instante, las palabras se volvieron innecesarias. El silencio entre nosotros era cómodo, lleno de significado. Cerré los ojos, dejándome llevar por el momento, sintiendo cómo nuestros cuerpos se movían al unísono en los últimos compases de la música.

Al abrirlos nuevamente, su mirada seguía fija en la mía, y su sonrisa provocó que la mía aflorara también. No sabía qué tenía este hombre que, en tan poco tiempo, había logrado desarmarme por completo.

—Felicidades, princesa —dijo mientras entrelazaba nuestros dedos.

—Te dije que dejabas esto en las mejores manos —susurré, sonriendo con ternura.

Noté cómo su expresión cambiaba al desviar la mirada hacia los presentes. Imité su gesto y me encontré con las miradas desconcertadas y serias de todos, incluyendo a Odin, que observaba a Frigga y Thor con evidente confusión.

El ambiente se tornó incómodo; las miradas juzgaban cada segundo que permanecíamos allí. Sabía el motivo de sus susurros y miradas, pero no permitiría que arruinaran nuestro momento. Solté la mano de Loki y, con una sonrisa decidida, busqué la salida más cercana con la mirada.

—¿____? —preguntó, visiblemente confundido.

Sin responder, tomé parte de mi vestido y lo levanté ligeramente, corriendo entre la multitud hacia uno de los pasillos que conducían al resto del palacio.

⊱❑┇  Thor ┇❑ ⊰

Debo admitir que fue una sorpresa para todos que mi hermano finalmente decidiera bailar con Lady ______. Claro, después de que le diera un pequeño empujón para acercarlo a ella en ese momento.

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Noté cómo ______ salió corriendo directamente a la pista de baile, pero lo que más llamó mi atención fue la expresión en el rostro de mi hermanito enamorado.

—Hace tiempo que no te veía sonreír de esa manera —comenté, acomodándome a su lado.

—¿No conoces el concepto de espacio personal?

—También es un gusto verte, hermano.

Me lanzó una mirada que, si pudiera, me habría atravesado con una daga.

—¿Qué quieres? —preguntó con seriedad, aunque con una pizca de curiosidad.

—Solo tengo un poco de curiosidad —respondí con una sonrisa.

—¿Curiosidad?

—Me doy cuenta de cómo sonríes cuando ella está a tu lado —me encogí de hombros—. Eres bastante obvio.

—No sonrío cuando ella está conmigo —contestó serio.

—Niegas lo que es evidente, hermanito.

—¿Podrías dejar de llamarme así? —Volteó su mirada hacia el frente, y noté que soltó una pequeña sonrisa al ver cómo ______ se acercaba a nosotros.

—¿Decías? —me burlé, a lo que él solo aclaró su garganta y se enderezó.

Observamos cómo ella comenzaba a girar, y recordé que la canción estaba a punto de terminar. Así que... ¿por qué no hacer esto más interesante?

—¿Baila bien, verdad? —sonreí mientras lo observaba divertido.

—Sí... ¿Qué? —me miró serio, pero con un tono nervioso—. No, no para nada.

—Entonces enséñale unos pasos, hermanito.

—¡Te dij...! ¿Espera a qu...?

No lo dejé terminar de hablar porque lo empujé hacia ______, a lo que mi madre me miró con sorpresa.

Denme las gracias después.

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⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Aunque también me llevé la sorpresa al ver que ella decidió prácticamente escaparse con él de la gran celebración.

—Guardias, vayan detrás de ese par de amenazas —ordenó el general, uno de los grandes invitados de nuestra familia.

—¿Llamó amenaza a la invitada especial de Midgard y a mi hijo? —preguntó mi madre, acercándose al viejo.

—Me disculpará, su majestad, pero todos los presentes sabemos lo que ha ocasionado esa bestia y no tenemos idea de lo que sea capaz con esa mujer.

Un fuerte estruendo resonó en todo el lugar cuando mi padre golpeó su cetro contra el piso para detener aquella discusión sin sentido.

—Señor general, no debería tomar este tipo de decisiones sin que yo antes lo haya solicitado.

Sí... padre era severo algunas veces, aunque sabía que la felicidad de mi hermano había sido restablecida nuevamente por _____, esto era algo que alertaba a la mayoría.

⊱❑┇ _____ Stark┇❑ ⊰

Nos escondimos detrás de una de las columnas de los pasillos. No pasó mucho tiempo antes de que comenzáramos a escuchar los pasos de los guardias, quienes al parecer nos estaban buscando. Sin más, esta vez fue Loki quien me tomó de la mano y me jaló para correr hacia el lado contrario.

Las risas de ambos resonaban por las paredes de los pasillos hasta que llegamos a un gran jardín.

—No puedo creer que lo hayas hecho —me miró mientras trataba de recuperar el aliento.

—¿El qué? —puse mis manos en mis rodillas, tratando igualmente de recuperar el aliento—. ¿Ganarles a las mujeres más lindas de los nueve mundos?

—Definitivamente... eres diferente —me miró mientras caminaba de espaldas, algo más calmado.

—No puedes esperar menos de mí —le sonreí, luego me adelanté y observé todo a mi alrededor con curiosidad—. Sabes que también tengo mis truquitos, cuernitos.

⊱❑┃ Loki ┃❑⊰

Esta humana es más especial de lo que jamás imaginé. En tan poco tiempo ha hecho tanto por mí, que hasta el día de hoy me resulta imposible sacarla de mis pensamientos. Hay algo que deseo de ella... y lo obtendré, sin importar qué. Aunque me cueste mil mundos.

—¿Te quedarás ahí atrás? —preguntó, volteando a verme con una sonrisa ligera que me sacó de mis pensamientos. Su voz tenía ese tono juguetón que sabía usar a su favor, y era imposible ignorarla.

—Eres bastante escurridiza, mi lady —respondí, alcanzándola con pasos largos y situándome a su lado. Mi tono intentaba sonar ligero, pero la tensión en mi pecho era evidente.

Me miró con esa sonrisa pequeña, encantadora. Bastaba una mirada suya para desarmarme por completo. Había algo en sus ojos que provocaba que todo mi rencor, todo mi orgullo, se tambaleara.

—¿Cuál se supone que es mi premio, entonces? —preguntó con picardía, tomando mi antebrazo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su tacto. Era como si me obligara a sentir, a bajar la guardia.

—Creo que es suficiente con el respeto de cada ser viviente en los nueve mundos —respondí con tono solemne, intentando esconder lo vulnerable que me sentía en su presencia.

—O más bien, miedo —replicó, mirando a su alrededor con una sonrisa ladeada—. Me dio risa la cara de unas viejas chismosas que no dejaban de verme desde que entré. Pensé que me lanzarían dagas con la mirada.

Sentí una punzada de culpa. Al involucrarla en todo esto, la había expuesto. Ella, tan inocente en comparación con mis maquinaciones, ahora era vista como una traidora. No dije nada. Me pregunté si ya era demasiado tarde para protegerla.

—Estás bastante callado... ¿Pasa algo? —se detuvo y me miró a los ojos, con esa forma suya de atravesarme como si viera más allá de lo que yo quería mostrar.

—Solo disfruto del silencio de este lugar —respondí, desviando la mirada, centrándome en las flores que parecían bailar con la brisa.

—Mmm, te entiendo —dijo observando los jardines con detenimiento—. Lugares como este son mejores cuando se disfrutan en paz. Aunque la paz, contigo, es siempre una sensación efímera.

Asentí. Caminamos juntos un poco más, pero de pronto soltó mi brazo y se apartó hacia un rincón cubierto de hierba. Me desconcertó, pero no dije nada. No quería parecer vulnerable. Sus acciones siempre dejaban un eco que tardaba en desvanecerse.

—¿Será muy tarde para volver ahí adentro? —se dejó caer entre la hierba, recostándose contra un muro con ademán melancólico mientras retiraba aquella corona de flores que la hacía lucir como una diosa ante mis ojos—. Supuse que esto sería más divertido.

—¿Huir de la guardia no fue divertido?

—Por un momento, sí. Pero luego... el ambiente se volvió incómodo. Esos ojos, los murmullos. Sentí que no pertenecía ni aquí, ni allá.

—¿Incómodo?

—Sí —dijo sin mirarme—. Tal vez fue mala idea correr contigo como una loca. Tal vez solo quería escapar de algo que ni siquiera entiendo del todo.

Jugué con mis manos. ¿Esperaba otra cosa? ¿Un gesto más claro, tal vez? Me preguntaba si estaba fallando en demostrarle que su compañía era algo que valoraba.

—Creo que mejor me retiro —dijo de pronto, levantándose de golpe y sacudiendo su vestido y colocandose nuevamente aquella corona de flores—. Ya hice el ridículo suficiente. Con una corona de flores y una sonrisa idiota.

—¿A qué te refieres?

—A que pensé que esta locura contigo sería... algo bueno. Pero ni siquiera hablas. Hasta un mudo dice más que tú.

—¿No es eso contradictorio? —pregunté, frunciendo el ceño—. ¿No puede un mudo...?

—Es una expresión, Loki —me cortó, ya irritada—. Significa que no dices ni una maldita palabra. No sabes abrirte. No sabes ser real.

—¿Y hay algo que debamos decirnos, acaso?

Me miró con una ceja alzada. Su silencio lo dijo todo. Su mirada exigía respuestas.

—¿Te refieres a lo de hacerme pasar por Thor?

—Exacto. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no me dijiste?

—Ya te lo dije —respondí, cansado—. Quise salir. Era algo que me debía.

—No me mientas. Sabes perfectamente que no fue solo eso.

—¿Por qué los midgardianos son tan bajos? —intenté cambiar de tema, acercándome más. Intenté hacerla reír, pero ella no cayó en el juego.

Su semblante cambió de inmediato.

—Increíble... Eres increíble —dijo rascándose la nariz y dándose media vuelta.

—Podría decirte lo mismo —sonreí con burla, siguiéndola.

Nos adentramos en uno de los laberintos del jardín de mi madre. Pasé incontables horas perdido en ellos cuando era niño, y aún así no me eran del todo familiares. Parecía apropiado que acabáramos discutiendo en un lugar donde era fácil perderse.

—¡Princesa, te vas a perder! —grité con fingida alarma. Mi voz rebotó entre los setos.

La vi avanzar entre arbustos, su vestido asomando como una bandera de guerra. Corrí tras ella. Sus risas se mezclaban con el crujir de la hierba.

Finalmente la encontré en un callejón sin salida. Se veía frustrada.

—Te lo dije —reí—. Te perderías.

—¿Por qué me sigues?

—Porque sabía que necesitarías ayuda para salir.

—Puedo hacerlo sola.

—Claro... por eso llevas veinte minutos en círculos.

Su cara se encendió de vergüenza.

—Solo hablas para burlarte de mí.

—Sabes que no es cierto.

—¿Ah, no? En clase me ignoras, me hablas con fastidio, te burlas... y ahora esto. Apenas y me hablas en serio.

—¿Acaso esperas una charla profunda cada vez que nos vemos?

—No es eso —respondió, ahora más seria—. Solo quiero saber por qué actúas así. Qué buscas. ¿Qué harás cuando obtengas lo que quieres?

—bueno, Gobernaré a quienes están por debajo de mí...

—Lo sabía —dijo con frialdad—. No cambiarás nunca. Solo te importa el trono, y ni siquiera sabes qué conlleva tenerlo.

— Mis propósitos no son una tontería.

—Tal vez no —susurró—. Pero tu forma de llegar a ellos sí lo es. Te encierras tanto en esa arrogancia que un día, cuando lo consigas, no te quedará nadie.

Guardé silencio. Sus palabras, certeras y duras, me pesaban más de lo que me gustaba admitir. La vi alejarse entre los setos, su figura alejándose, mientras la música del palacio flotaba en el aire como un eco de lo que podría haber sido.

Quise hablar. Decirle todo. Pero algo me detenía. ¿Abrirme con ella? ¿Tan pronto? ¿Después de todo lo que soy?

Y sin embargo...

No deseaba nada más que eso.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

— ¡Nunca quise el trono! —exclamó Loki con vehemencia, haciendo que ella se detuviera abruptamente y se girara para mirarlo. Sus pasos, decididos y cargados de emociones contenidas, acortaban la distancia entre ellos.

—Pero hiciste todo lo posible por obtenerlo —replicó ella, con la voz impregnada de reproche.

—Lo sé... —suspiró Loki, deteniéndose a escasos pasos de ella, su voz cayendo a un tono introspectivo—. Cometí errores, incontables errores... —La joven alzó una ceja, cruzó los brazos con expresión inquisitiva, y aguardó en silencio—. He traicionado a todos los que alguna vez me importaron. Permití que mi juicio fuera manipulado por fuerzas que no comprendía del todo. Pero en el fondo, lo único que quería era demostrar que soy más que un título heredado, más que el "hijo de Odín" o el "hermano menor de Thor". Quería ser digno por mérito propio, no por la sangre que corre por mis venas.

Ella lo observó con una expresión que comenzaba a suavizarse. Con un gesto tierno, tomó su mano entre las suyas.

—Eres mucho más que eso, Loki —dijo, apretando suavemente sus dedos—. No necesitas convertirte en una sombra distorsionada de tu hermano para demostrar tu valor. Ya eres alguien digno, complejo, y profundamente fascinante. Eres tú. Y eso es suficiente.

Las palabras colmaron el silencio que los rodeaba. El ambiente, antes cargado de tensión, comenzó a templarse como si respondiera a la paz incipiente que surgía entre ellos.

—Necesito saber... ¡qué me has hecho? —preguntó Loki con una mezcla de desesperación y asombro. Tomó ambas manos de ella y las llevó a su pecho, justo sobre el corazón, como si pudiera transmitirle lo que sentía mediante ese contacto.

—Y-yo... no entiendo a qué te refieres —murmuró, visiblemente nerviosa, bajando la mirada.

Loki esbozó una sonrisa, casi melancólica.

—¿Por qué, cuando estás lejos, no logro apartarte de mi mente? —preguntó mientras alzaba su mentón con suavidad—. ¿Y por qué, cuando estás cerca, siento que podría renunciar a todo con tal de no perderte?

Sus ojos se encontraron, creando una conexión silenciosa y abrumadora. La intensidad de las emociones no dichas flotaba entre ellos: deseo, duda, anhelo y temor.

—Yo también me lo he preguntado —confesó ella, acariciando la mejilla de Loki con delicadeza—. Me desconciertas, me haces tambalear entre lo que sé y lo que siento. Me provocas un miedo irracional, no por lo que eres, sino por lo que puedes llegar a significar para mí.

—No quiero que me temas —respondí Loki, rodeando su rostro con ambas manos—. No quiero ser causa de dolor en tu vida. Lo único que deseo, con sinceridad, es que estés bien. Que seas libre.

Ella se perdió un instante en su mirada. En ese momento, él era más humano que dios, más vulnerable que temible. Se dio cuenta de cuán profundamente lo admiraba.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó en voz baja, en alusión a las mentiras, los disfraces, y el silencio cómplice que él había sostenido.

Loki bajó la mirada, tragó saliva.

—Porque necesitaba al menos una vez en mi existencia sentirme libre de los dictados del destino. Sentir que podía elegir, aunque fuese por un instante. Me aferré a ti como se aferra un naufrago a la última tabla flotante. Y sí, sabía que no duraría, pero también sabía que no soportaría el arrepentimiento de no haberlo intentado.

Ella asintió con una triste comprensión.

—Ojalá todo pudiera ser distinto... para ambos.

Loki no respondió. En cambio, la atrajo con firmeza pero sin agresividad, y la besó. El beso fue la manifestación de todo lo que no podían decir con palabras. Había pasión, ternura, y también una urgencia que nacía del temor de perderse.

Ella respondió, rodeándolo con los brazos y acercándose a él tanto como su estatura le permitía. Loki, con una sonrisa entre el beso, deslizó sus manos hasta su cintura y la alzó, acomodándola suavemente contra su cuerpo. La intensidad del beso creció, sus labios se buscaron con deseo creciente, sus respiraciones se mezclaron en un ritmo compartido.

Loki la llevó con suavidad hasta una de las paredes cubiertas de hiedra del jardín. La apoyó con cuidado, sin dejar de besarla, y bajó sus labios por su cuello, dejando una estela de calor y escalofríos. Sus manos se movían lentas pero decididas, como si intentara memorizar cada centímetro de su piel.

Ella enredó los dedos en su cabello oscuro, sintiéndose vulnerable pero también segura, expuesta pero libre. Su cuerpo temblaba bajo cada caricia.

—Loki... —jadeó, con los labios entreabiertos y las mejillas encendidas.

Él la observó, maravillado por la sinceridad de su entrega. Le acarició la nuca, la atrajo hacia otro beso, más profundo, como si el tiempo fuera a desaparecer con ese gesto.

—Loki... detente, alguien viene —susurró ella, con las manos presionando suavemente su pecho, tratando de volver a la realidad.

Ambos contuvieron la respiración. Los pasos cercanos rompieron el embrujo del momento. Rápidamente se separaron, se acomodaron la ropa y se ocultaron entre los arbustos con el corazón retumbando.

Una de las doncellas de la reina pasó cerca, ajena a la escena que había estado a punto de presenciar.

—Creo que es mejor que nos vayamos —murmuró ella con una sonrisa pícara, mientras el rubor aún se esparcía por su rostro.

Loki asintió en silencio, sin dejar de mirarla. Algo había cambiado entre ellos, algo que ninguno podría negar después de esa noche.

⊱❑┇ _____ Stark┇❑ ⊰

Mientras caminábamos hacia lo que era la habitación de Loki, él no soltó mi mano ni un momento. Esta noche había sido tan confusa, llena de emociones tan intensas, que sentía como si estuviera atrapada en un sueño largo... ¿Y si realmente lo estaba?

— ¿En qué piensas tanto, linda? —me miró con curiosidad.

— Pellízcame.

— ¿Qué?

— Pellízcame —me detuve de repente y lo miré seriamente.

— Si insistes —tomó mi brazo con la otra mano y me pellizcó más fuerte de lo que esperaba.

— ¡Hey! —le devolví un golpe.

— ¿¡Y eso por qué!?

— ¡Porque me pellizcaste! —le señalé entrecerrando los ojos.

— ¡Pero si tú me lo pediste! —dijo, sorprendido, y no pude evitar reír—. ¿Y ahora qué te pasa?

— Te ves muy lindo cuando estás confundido.

Entre cerró los ojos, me acarició las mejillas y me dio un pequeño beso en la punta de la nariz. Esta versión de Loki era nueva para mí, y me encantaba.

— Creo que hasta aquí llega mi trabajo como escolta real —hice una reverencia exagerada y levanté la mirada para guiñarle un ojo.

— Te agradezco por traerme sano y salvo a mi morada —sonrió dulcemente y se giró para abrir la puerta de su habitación.

Me despedí de él y, cuando cerró la puerta, giré sobre mis pies para irme, pero algo me detuvo.

¿Realmente quería irme? No. Necesitaba más tiempo con él, especialmente después de lo que había pasado en el jardín. Durante todo el camino no pude dejar de pensar que no lo vería por varias horas, y eso me dolía. Me di la vuelta, estaba a punto de hacer una locura, pero como dicen, "quien no arriesga no gana."

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🔞Holi yo por aquí de nuevo🔞
en la siguiente parte habrán escenas con contenido algo explícito, entonces si eres menor de edad o simplemente eres sensible con estos temas puedes saltarte la parte en cursivas

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Al estar al frente de la gran puerta no pude evitar el arrepentirme de esta idea, pero ya no daría vuelta atrás.
Acerqué mi mano al porton de madera oscura para tocar pero fue mi sorpresa el que Loki la abriera de golpe.

— ¿_-____? —note como sus mejillas estaban rojas igual que las mías al momento de verlo enfrente mío.

— mmm y-yo...

Las palabras no brotaban para dar una buena excusa en ese momento, pero creo que no fueron necesarias cuando me jaló hacia el para tomarme por detrás de la nuca y besarme con algo de rudeza. No pude evitar el no seguirle aquel beso, anhelaba el sentir sus labios y su tacto nuevamente en mi cuerpo.

Nos adentramos más a la habitación a lo que cerré de golpe la puerta con un simple movimiento, sentí una de sus manos posarse en mi cintura hasta bajar a mi cadera y parar en mi trasero aparetandolo ligeramente provocando un ligero suspiro en medio del beso.

— no sabes... Cuánto te necesito —se separó y me miró a los ojos pasando su mano hasta mi mejilla.

Le mire fijamente sin decir nada, quería ver su rostro que apenas se notaba por la tenue luz que llegaba por el ventanal de la habitación.

— yo también te necesito.

soltó una ligera sonrisa mientras me levantaba para cargarme hasta la gran cama y dejarse caer sobre mi sin aplastarme. Sentí recorrer sus manos desde mi cuello hasta mi cadera, mientras volvíamos a unirnos en un beso lleno cada vez más de lujuria por parte de ambos. fue poco para que nos separamos por la falta de oxígeno pero aún así eso no fue excusa para que Loki se detuviera.

Dejo lentamente un camino de besos que bajaba desde la comisura de mis labios hasta mi hombro. sus manos se posaron con delicadeza hasta mi espalda para desabrochar con cuidado mi vestido, dejando la zona de mis pechos su vista y deleite para el.

— eres perfecta —la manera tan sutil y ronca de decir eso me estremeció tanto como el sentir solo su contacto en mi piel.

Entre suspiros pude notar como acomodaba una de sus manos sobre uno de mis pechos para tomar el otro con su boca y dejar pequeñas lamidas en este.

— L-loki espera...—le llame a lo que el subió su mirada  con una sonrisa llena de lujuria.

Miles de sensación pasaban por mi cuerpo en aquel momento a lo que me fue imposible el decir algo, y no era para más, Loki me tenía a sus pies con aquellas caricias y besos que me excitaban cada vez.

Empezó a succionar mi otro pezón lo que provocó que mi espalda se arquera ligeramente mientras le pegaba más a mi. Mis jadeos eran cada vez más audibles llegando a ser casi gemidos más sonoros, su respiración era más fuerte por las bocanadas de aire que tomaba para no parar de jugar con mis senos en su boca.

Sus besos fueron bajando junto con el resto de mi vestido hasta mi abdomen, sentí sus dedos recorrer la parte baja de mis senos hasta mi ombligo, pero se detuvo en una parte en dónde llamo mi atención de golpe.

— ¿Que es esto? —me miro con desconcierto mientras yo me levantaba de golpe.

— oh eso... —cubri con mi mano rápidamente aquellas cicatrices que había ocultado durante tanto tiempo.

marcas con las que trataba de olvidar el pasado y cada aspecto nuevo que afectó mi vida en aquel entonces; pero que en vez de eso quedaron como un intento fallido de auto sanación por medio del dolor.

—no sé... realmente como explicarlo. son horribles, lo sé.

Su mano se poso sobre la mía para apartarla lentamente y dejar un pequeño beso sobre las heridas de mi pasado.

— no tienes porque explicarlo, eres preciosa aún así.

Mi corazón sintió una paz en aquel momento, sus palabras me calmaron y no pude el evitar acariciar su mejilla.

No sabía el poder de aquellas palabras y el peso que tenían sobre mi, este Loki era diferente a sus facetas anteriores y tenía miedo hasta cierto punto.

Loki me recostó nuevamente sobre la cama y siguió con su recorrido de besos hasta retirar completamente aquel vestido que ya solo hacia estorbó.

Me apoye sobre mis codos y me acomode más hacia el centro de la cama al momento en el que ví que paro para retirar sus prendas superiores, siendo un espectáculo para mis ojos ¿había algo de este hombre que no fuera Perfecto? .  Volvió a acomodarse en la parte de mi abdomen bajando hasta mis muslos dejando un camino de besos húmedos, sus manos pasaron por estos apretandolos sacando gemidos más fuertes de mi parte.

Era bastante sensible en la parte de los muslos cosa de la cual Loki se dió cuenta.

— si no te sientes... Lo suficientemente cómoda, dímelo y me detendré —subio su mirada mientras no dejaba de acariciar mis piernas.

No era mi mejor momento para poder articular alguna palabra en ese momento, le mire a los ojos y dándole una sonrisa.

— e-estoy lo suficientemente cómoda como para que te detanegas ahora.

Soltó una pequeña risita mientras subía su mano derecha hasta mis bragas mientras que con la izquierda hacia a un lado mi pierna para tener una mejor... vista.

paso ligeramente uno de sus dedos por la delgada tela que ya se encontraba lo suficientemente húmeda como para darle indicios de que lo necesitaba ya.
Acomodo sus dedos con la delicadeza para llegar hasta aquel pequeño botón que daría comienzo al mayor placer que alguna vez podía llegará a haber sentido.

No niego el hecho de que me llegue a masturbar sola, era algo normal más que nada para liberar algo de estrés pero el simple hecho de que Loki sea el que me provoque tal placer me pone en una posición cada vez más débil. Sus dedos apartaron mi braga a un lado para introducir dos de sus dedos dentro de mi, me levanté casi de golpe quedando frente a el, nuestras miradas se cruzaron y luego de un movimiento por su parte dentro de mi no pude evitar cerrar los ojos.

Movió sus dedos en forma circular con lentitud logrando que mis paredes se contrajeran ante su tacto.

— estás bastante apretada, preciosa —susurro cerca de mis labios recibiendo un jadeo mío como respuesta.

Aceleró el movimiento de sus dedos dentro llegando a estimular un punto lo bastante sensible como para sentir correrme en sus manos. Mi respiración era más pesada y mis gemidos eran más agudos cada que aumentaba la velocidad. No fue mucho el tiempo que me mantuvo con tal placer, Loki me atrajo más hacia el jalandome levemente de mi tracero sin dejar de tocarme está vez posando su dedo pulgar en mi clítoris.

— no creo a-aguantar más —logré articular mientras cerraba mis ojos fuerte.

— espera solo un poco, princesa mía —junto nuestras frentes y dejo un beso en mis labios para recostarme nuevamente.

Saco lentamente sus dedos dentro de mi para lamerlos logrando que me sintiera avergonzada, se relamio los labios y  retiro mi última pieza de ropa para  también retirar las restantes de el

— Loki... Y-yo —trate de calmarme, sabía lo que venía y eso me ponía nerviosa—, hace mucho que no estoy con alguien...—dije finalmente en un susurro.

— no tienes por qué preocuparte —acaricio mi mejilla—. si te llegó a lastimar, solo dilo. No seré brusco.

Asentí mientras no dejaba de verlo a los ojos, Loki se acomodo para poner su miembro sobre mi entrada rozándola lentamente. un hormigueo por mi cuerpo se hizo presente en el momento en que sentí como iba entrando lentamente dentro de mi. impulsiva mente hizo que le tomara de los brazos para apretarle con fuerza.

Un suspiro pesado salió de sus labios en el momento que había entrado completamente en mi, yo aún me encontraba acostumbrandome a este, sentía como mis paredes se contraían contra su miembro algo que hasta algún punto fue doloroso pero tiempo después  me hizo desear que me tomará por completo.

— hazlo...—dije casi en un susurro mientras movía ligeramente mis caderas.

— ¿Segura? No quiero lastimarte.

— no te preocupes —pose una de mis mano en su mejilla sin dejar de mirarle—, no me lastimaras, házlo.

Sus estocadas comenzaron a ser suaves a lo que soltaba pequeños suspiros al sentir como entraba y salía de mi cada vez más rápido, nos dábamos besos que continuamente eran interrumpidos por el tratar de mantener buena respiración. cuando el ritmo empezó a incrementar, Loki me levanto mientras yo enredaba mis piernas en su cadera, aumento la velocidad provocando que nuestros cuerpos chocarán de tal manera que el sonido morboso de nuestras pieles combinaba con el de nuestros gemidos por toda la habitación.

Mi cuerpo cedía ante las caricias y estocadas ejercidas por el.

mis manos se ubicaron en sus hombros los cuales apretaba cada que aumentaba la velocidad. hubo un momento en el que paro y me coloco de espaldas a el dejándome en frente de uno de los grandes espejos de la habitación.

— no dejes de mirar —susurro en mi oído—, quiero que tú misma observes cuánto placer te doy.

Su tono ronco y lleno de exitacion me hizo estremecer. su mano viajo por la parte lateral de mi cintura subiendo hasta la línea de mis pechos y bajando la nuevamente hasta mis muslos mientras la pasaba por detrás de uno de mis glúteos y alzaba mi pierna dejando mi zona vaginal totalmente a la vista de ambos. el reflejo en el espejo dejaba ver con lujo de detalle el momento en el que entró nuevamente en mi sin previo avisó.

sus estocadas rudas y rápidas provocaban que mis piernas temblarán.

— ¿De quién eres, hermosa? —susurro en mi oído agitado chocando más nuestros cuerpos.

— t-tuya —respondí por lo bajo por la vergüenza y exitacion—soy completamente tuya. no.... pares por favor.

— no te escuché, dilo más fuerte —bajo el ritmo como castigo.

— mierda... L-loki ¡soy tuya! —conteste desesperada y más deseosa por qué me siguiera follando— no pares, te lo ruego.

— como desee mi reina —susurro en mi oído mientras lamía el lóbulo y subía nuevamente la intensidad en sus penetraciones.

Era difícil para mí el seguir manteniendo mi vista en aquel espejo, ambos nos veíamos simplemente agotados pero con rastros de que dentro de poco acabaríamos, y era algo que desde hace un poco de tiempo había estado aguantando.

Al momento de sentir las últimas penetraciones de Loki me dejó caer mientras sentía como mi entrepierna hormigeaba, Loki tenía su cabeza hacia atrás mientras sus manos apretaban mi cintura fuertemente, lentamente salió de mi, a lo que me fue imposible el no soltar un ligero gemido provocando una risa en Loki, sentí su semilla dentro de mi junto con ligero calor en mi abdomen. Al momento de que nuestras respiraciones se regularon más, me jaló hacia el para acomodarme a su lado entre las delicadas sábanas de la gran cama.

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Me acomodé sobre su pecho, dejando que el sonido constante de su respiración me arrullara. Loki pasó un brazo por mi espalda, atrayéndome con una suavidad que contrastaba con la fuerza de sus gestos habituales. El silencio nos envolvía como una manta cálida. No necesitábamos hablar... pero mi mente no descansaba.

Mis dedos comenzaron a recorrer su piel, dibujando caminos invisibles en su pecho, como si buscara grabar cada línea, cada textura, para no olvidarla nunca. Todo parecía un sueño: sus caricias, sus besos, la forma en que me miraba. ¿Era esto real? ¿O estaba dejándome llevar por algo que no duraría?

— Entonces, señorita Louise... —su voz rompió el silencio, juguetona pero con un dejo de intención oculta.

— No arruines el momento —le interrumpí de inmediato, alzando la mirada para encararlo—. Todo va bien hasta ahora. No pongas etiquetas.

— ¿Pero acaso no es tu nombre? —preguntó con una sonrisa traviesa, aunque había algo en su mirada que me hizo dudar por un segundo. Como si estuviera probándome.

— Solo si estaba en problemas —respondí, ladeando una sonrisa y regresando a mi dibujo con el dedo sobre su piel—. Tony solía decirlo cuando estaba a punto de regañarme. No puedo creer que me haya dado ese segundo nombre tan ridículo.

— A mí me suena encantador —murmuró. Su tono era suave, pero algo en su expresión me desconcertó, como si ocultara una segunda intención bajo esa ternura inesperada.

Me sonrojé, sabiendo bien que él disfrutaba al verme vulnerable. Y sin embargo, esta vez sentí una punzada distinta... una duda mínima, una voz interna que me pedía no confiar tan rápido. Pero la acallé.

Pasamos un buen rato conversando, bebiendo de aquella bebida asgardiana más fuerte de lo que cualquier licor terrestre podría soñar. El calor del alcohol y de su piel me mantenían envuelta en una burbuja de seguridad... temporal, tal vez, pero embriagadora.

Después de un largo silencio, Loki me observó con una intensidad que me hizo sostener la respiración. Sus ojos no parpadeaban, como si analizaran cada reacción mía antes de decidir qué decir.

— ¿Sabes? —comenzó, su voz más baja, más pesada—. Es curioso cómo contigo... todo parece fluir sin esfuerzo. Como si... estuviera destinado a encontrarte. Como si este momento fuese inevitable.

Sentí una emoción intensa crecer en mi pecho, pero también una punzada de inseguridad. Había algo en su tono. ¿Demasiado ensayado? ¿Demasiado perfecto? Como si supiera exactamente qué decir para desarmarme. Y lo peor... es que funcionaba.

— Eso suena casi... demasiado bonito viniendo de ti —respondí con una sonrisa ladeada, pero mis ojos lo estudiaban, queriendo leer algo más allá del encanto.

Loki soltó una leve risa, una que no llegaba a sus ojos. Y eso no pasó desapercibido.

— ¿Me tomas por mentiroso? —dijo en tono suave, pero no había burla, sino una sombra de algo más oscuro detrás.

— No lo sé —admití sin pensarlo, sorprendida por mi propia sinceridad—. A veces pareces alguien distinto cuando estás así... más cercano, más humano. Y no sé si eso es real o solo otra de tus máscaras.

El silencio entre nosotros se volvió denso por un segundo. Loki desvió la mirada por un instante, como si lo hubiese tocado más de lo que esperaba.

— Quizás soy ambas cosas —respondió por fin, tomando mi mano con una delicadeza que contrastaba con la inquietud de sus palabras—. Lo que ves ahora... no es una mentira. Pero eso no significa que puedas confiar en mí tan fácilmente. Ni yo en mí mismo.

Ese fue el momento exacto en que mi corazón dudó... y al mismo tiempo, se aferró con más fuerza. Porque a pesar del riesgo, quería creerle.

— No tienes que decir lo correcto todo el tiempo —le dije, acariciando su mejilla con la yema de los dedos—. Solo sé tú. Incluso si eso significa que a veces no sé quién eres.

Loki suspiró, como si mis palabras lo aliviaban y a la vez lo enfrentaran con algo que no podía controlar.

— Entonces tendrás que quedarte cerca, para averiguarlo por ti misma —susurró, y me dio un beso lento, profundo, como si quisiera sellar con él todas las promesas que no se atrevía a decir en voz alta.

Me abrazó con fuerza, con urgencia. Y por un instante, quise que el mundo se detuviera ahí. Pero la duda permanecía, enterrada muy dentro. Porque incluso cuando crees estar cayendo en algo real... también puedes estar caminando sobre un suelo que no ves desmoronarse bajo tus pies.

Y aun así, decidí quedarme.
Porque esa noche, real o no, fue solo nuestra.
Y fue la mejor de todas.

✩｡:•.─────  ❁ . ❁  ─────.•:｡✩

Weeeeenas mis corazones, lamento profundamente el haber tardado tanto en actualizar, pero quería que este cap quedará bien hecho y pues siento que si fue así.

Sorry, había hecho el dibujo antes y se me pasó lo de la coronilla :')

Les mando mucho amorsh, no veremos pronto.
(◍•ᴗ•◍)❤