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Ver a su prometida y supuesto mejor amigo en la cama de su departamento había sido demasiado para él, durante semanas tuvo que soportar cientos de llamadas provenientes de su familia, amigos, incluso del par de infieles. Al principio no tuvo cabeza para hablar con ellos, pero al final fue inevitable, algunos se solidarizaron con lo sucedido y otros lo habían acusado de descuidar a la mujer con la que iba a casarse.

Cuando estuvo frente a frente con Katherine, todo entre ellos había terminado, esa mañana hubo centenar de excusas, lágrimas, acusaciones y súplicas, pero Nikolas no podía ver de la misma manera a la mujer con la que pensó pasar el resto de su vida. Simplemente, pidió el anillo de su madre de regreso y tomo la decisión de comenzar de nuevo en otro lugar, donde nadie lo conociera.

Fue así que pidió su traslado al pueblo Forks en Washington, donde además de ser tranquilo, estaría fuera del radar de todo aquel que lo hubiera conocido antes y aún podría ser el oficial de la ley que había buscado ser. Tras vender su departamento y empaquetar solo las cosas necesarias en su jeep, este finalmente se puso en marcha, tomándole casi cerca de cinco horas en llegar hasta Forks.

Observando por la ventana de su auto las personas paseaban alegremente sin dejarse intimidar en absoluto por el frío del clima ni por las nubes que cubrían el sol, la ciudad tenía algo magnético.

Finalmente, llegó hasta su nuevo hogar, una vieja, pero decente casa en los suburbios de la ciudad, que obtuvo a buen precio. Habría preferido un departamento pequeño, pero no existía nada tan cercano a la comisaría.

Le sorprendió un poco ver a una patrulla estacionada en la acera mientras él mismo detenía su auto en la cochera de la casa. Bajó de su jeep y se dirigió hacia el oficial que lo esperaba en la calle.

- Tú debes ser Nikolas Hamilton ¿No? - El hombre se acerca hasta su camioneta y ofrece un apretón amistoso - Soy el oficial Swan, Charlie Swan. Es un placer conocerte.

- Oh Sí, Nikolas Hamillton. Un gusto conocerle señor - Nikolas apretó la mano del oficial Swan sintiendose un poco tonto por no haber esperado una bienvenida, sin embargo no entendía como era que el oficial supo que llegaría días antes - No esperaba que nadie viniera a recibirme, después de todo empiezo dentro de unos días.

- Hable con la vendedora el otro día, me dijo que vendrías antes y quise darte la bienvenida a la ciudad - Él chico rió un poco, los secretos no podían conservarse en un pueblo pequeño ¿cierto? - Además como eres nuevo en la ciudad es mi deber invitar al novato a una comida de bienvenida.

- Señor n-no es necesario que se moleste en invitarme - El oficial swan ríe alto y vacilante ante las palabras de Nikolas - No puedo negarme ¿cierto?

- No, en absoluto. Te ayudará para conocer al resto de los chicos y además ¿por qué no? Divertirte un poco novato - Nikolas ríe un poco ante la personalidad amigable del oficial Swan - Bien, se que eres nuevo pero podras encontrar el café de Carver en la calle principal, a las 8 novato.

- Ahí estaré, gracias.

Para Nikolas el tiempo habia volado rapidamente mientras acomodaba las cosas que trajo consigo dentro de su nuevo hogar y las colocaba lo mas decentemente posible en su debido lugar, el camion de mudanza tardaria algunos dias mas con el resto de muebles pero en general todo lucia bastante bien. Finalmente se dio un baño caliente e intento armar un atuendo casual para la reunion que tendria en menos de unos 40 minutos con los oficiales que pronto se convertirian en sus nuevos compañeros.

Tomó una camisa negra, unos jeans junto a sus viejas botas de montaña y se sintió listo para salir. Antes de irse se aseguro de haber cerrado todo bien y se dirigió hacia su auto. Nik se sintió ligeramente nervioso cuando estacionó el Jeep frente al cafetería, tal vez porque sus ultimos "amigos" también habian sido sus compañeros de trabajo, respiro hondo y sacudio la cabeza, no podía dejar que los pensamientos ansiosos nublaran su mente.

Bajo del auto y entro en el establecimiento, tan pronto como cruzo el umbral de la puerta el oficial Swan fué el primero en recibirlo. Éste se dirigió hacia él y le dió un abrazo amistoso.

- Muchachos, él es Nikolas.

- Es bueno conocer a nuevos compañeros, ya se a quién pedirle que cubra mis turnos de noche.

- No le hagas caso, cree que por alguna razón su mujer le odiara menos por pasar tiempo con ella.

- Bueno, ya que no se presentan lo hago yo. Soy Alan Carson, gusto conocerte.

- el gusto es mío.

- Me llamo Thomas Hunt, un gusto novato.

- Theodore Wallace.

- George, aunque todos me llaman Clooney.

- No de nuevo con ese chiste - Todos se ríen en voz alta - El es George Fox, cree que se parece a George Clooney pero a quien se parece es al vagabundo de su edificio.

- Bueno ¿Quién invita la primera ronda?

- Te toca Clooney, me debes todavía $100 dólares.

- Demonios.

Afortunadamente todos los chicos eran amables y alegres, además sin ningún problema todos se habían ofrecido para ayudarle a acomodar los muebles del camión de mudanzas. Así que mientras eso hacían habían realizado una pequeña barbacoa en el patio de la casa. Todo se sentia tan natural al rededor de sus compañeros que le resultaba agradable, era como si se conocieran de toda la vida.

Dio unos pasos y tomo una de las cervezas del barril con hielo, relajandose un poco despues de tremendo dia. En ese momento Theodore se acerco hasta el y tomo otra cerveza a su lado chocando botella con la suya.

- Así que ¿Qué trae a un Neoyorkino como tú a un pueblo como este? - Nikolas sonrió un poco ante la pregunta de Theo, quien tenía evidente curiosidad.

- Necesitaba un cambio.

- ¿De Nueva York? Vaya, los delincuentes deben ser duros para querer relajarse en un pueblo como forks.

- Nueva York no es como lo pintan en las películas, créeme. La tranquilidad de un pueblo pequeño es mejor apreciada cuando vienes de una ciudad tan atareada.

- Forks suele tener sus momentos de accion de vez en cuando, novato. Hace unos meses hubieron múltiples asesinatos inexplicables por todo el condado. Parece que los atacaron animales pero... Yo no creo que fuera realmente asi.

- ¿Animales atacando personas? - El chico asintio bebiendo un largo trago de su cerveza, Nik sintio que este hablaba completamente enserio acerca de lo que contaba.

- El sheriff dijo que simplemente fueron ataques aislados por parte de animales pero ¿Qué clase de animales van por ahí atacando a personas por todo el condado?

- Bueno, suena extraño pero nunca se encontró nada ¿O sí?

- Los perros lograron encontrar huellas humanas que llegaban hasta lo profundo del bosque. -¿Huellas humanas? Nikolas se sintio confuso ante eso ¿Tal vez las victimas? - Solo ibamos dando circulos por el bosque, un callejon sin salida. Pero ¿Sabes que es lo mas extraño? Esas personas que murieron... no tenian una sola gota de sangre.

- Oigan, ustedes dos. Ya está la comida lista.

- Ya vamos.

Nikolas no pudo evitar pensar en todo lo dicho por Theodore, si en verdad habia sucedido algo como eso en una ciudad tan pequeña y tranquila significaba que tal vez no era tan pacifica y tranquila despues de todo. Caminó hacia los demás que estaban sirviendo un poco de la comida que habían preparado, en ese momento, varios chicos includos algunos adultos mas entraron en el jardin.

- Nikolas, ellos son algunos de los miembros de la reservacion; Sam Uley, Paul Lahote, Jared Cameron, Quil Alteara, Jacob y Billy Black - El oficial Swan saluda amistosamente al hombre en silla de ruedas - Oh y no menos importantes a la nueva integrante de los sabios de la reservacion, Sue Clearwater. 

- Sam Uley, vinimos a darte la bienvenida Nikolas, por lo general nos veras cuidando la reservacion y los bosques asi que si tienes duda puedes preguntarnos - Nik asiente apretando un poco la mano del chico que por alguna razon extraña ardia como si tuviera 100 centigrados mas de temperatura.

- Sue Clearwater, es un placer conocerte Nikolas - La mujer señala a sus dos acompañantes - Ellos son mis hijos, Leah y Seth Clearwater.