【13】
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- Buenos días. - dije bostezando una vez que bajé a la cocina para desayunar con Chiara. - ¿quieres huevos? Puedo prepáranos un omelet o... - me detuve al ver la mesa. - ¿qué es esto?
- al parecer un regalo para ti de parte de James Potter. - dice ella mientras se pone de pie y me entrega la nota donde solamente vienen sus iniciales. - ¿algo de lo que me quieras contar?
Era una canasta con varios utiles para hacer galletas como moldes de diferentes formas o sabores de betunes para decorar. Estaban en una tipo canasta con un gran moño rojo.
- quiere que lo disculpe. - dejé la tarjeta sobre la mesa y decidí ignorar el regalo para buscar los huevos en el refrigerador. - por algo muy tonto pero que malamente me molestó.
- ¿y es? - si yo le decía la verdad a mi hermana, ella sacaría sus conclusiones, unas muy acertadas por cierto y no quiero eso. Entonces cambiaré un poco la historia.
- um... me dijo que mis pays no eran tan buenos. - ella me mira con el ceño fruncido. - y hey, mi orgullo es an grande que por ello me enojo.
- pues acepta la disculpa o te va a seguir regalándote cosas. - ella ríe pero se pone a ver de la canasta. - aunque ahora que lo pienso bien... no esta mal.
- si esta mal. - dije tomando de la canasta de sus manos y dejándola en su mesa. - no voy a disfrutar de un regalo el cual es solo porque siente culpa.
- ay vamos Vanessa, el solamente dijo que no le gustaba como cocinabas, no puedes obligar a todos a que les guste.
No, estoy enojada con el por traicionero y por creer que puede restringirme cosas.
- tienes razón. - levanté ambos hombros y seguí preparando el desayuno. - cambiemos de tema.
- aparte apreciaría mucho el que puedas llevarte bien con el. - la miré con confusión. - es el mejor amigo de James y están básicamente pegados el uno al otro. No puedes llevarte mal con el.
- no me llevo mal con el. - al menos no siempre.
- si tu lo dices. - levanta ambos hombros. - y regresando al tema de regalos estamos hablando... - ella saca de su bolsillo una hoja. - mira lo que tengo por tu cumpleaños.
- mi cumpleaños es en cinco días. - la miré confundida pero de igual manera, recibí la hoja.
- solo léela.
- oh por Dios. - dije de lo mas emocionada. Era sobre un aviso de ir a ver un negocio nuevo para el que quiero poner de mis pasteles. - ¿cómo rayos lo conseguiste?
- Sirius me ha ayudado. - puse los ojos en blanco. - oye, el es el de los contactos solamente... no ha pagado nada. Le dije que tu estas muy decidida a pagar el lugar.
- gracias. - le di un abrazo. - y bueno, gracias a tu novio.
- ¿vas a ir a conocer el lugar al rato? Es muy hermoso y grande y esta en el centro por igual solo que en el centro comercial. - la vi con asombro.
- ¿no vas a ir conmigo?
- se te olvida que tengo trabajo. - hace una mueca. - pero dile a Alex ¿va? Y me cuentas que tan lindo esta el lugar. - me da un beso en la frente.
- ay vamos, al menos quédate a desayunar conmigo.
- voy a regresar temprano para la cena ¿si? Cambié de turno. - asentí con la cabeza. - y cenaremos solo tu y yo, basta de ir solamente a la casa de enfrente.
- como si te molestara tanto ver a Sirius. - reí y ella solamente sonrojada se va hacia la salida. - adiós, te quiero mucho.
- yo a ti. - cierra la puerta y ahora solamente soy yo desayunando sola. Esta bien, no tengo problema con ello pero a veces desearía poder pasar mas tiempo cerca de ella.
...
Hoy tuve el día libre, así que me di el tiempo de ir al centro a ver el lugar en el cual me podían rentar para poner mi negocio. Solo si tengo el dinero suficiente, por supuesto. Así que salí de mi casa para poder ir solo que como siempre, saliendo me encuentro con James. Con la única diferencia de que ahora, el genuinamente estaba saliendo por algo de su propio interés y no por mi, solo que fue pura casualidad el que ambos saliéramos al mismo tiempo.
El me sonríe, esperando supongo que la misma actitud, así que eso hice y me voltee para irme caminando pero obviamente, el me alcanza.
- me sonreíste.
- claro, eso se hace cuando intentas ser amable con alguien.
- significa que ya no me odias. - se coloca enfrente mio y camina de espaldas para seguirme el ritmo. - es un gran avance si lo piensas.
- es solo una forma de ser una persona correcta y no tener que ponerte los ojos en blanco cada que te veo.
- ¿a donde vas?
- al centro.
- que casualidad, yo también voy para allá. Pero que casualidad. - se cruza de brazos. - es un camino largo si vas a pie. Así que... podemos aprovechar que ambos tenemos la vuelta e ir juntos.
- no puedo aceptar eso.
- ¿por qué no?
- porque no estoy hablando contigo. - suena tan infantil, pero tengo que mantenerme firme a mi decision. - sería muy hipócrita de mi parte aceptar el que me lleves solo porque lo necesito.
- entonces no hablemos, en todo el camino no nos vamos a dirigir la palabra. - lo miré con los ojos entrecerrados. - te sorprendería lo mucho que puedo aguantar callado.
- lo dudo. - el me toma de la mano para que logre decir que si y une ambas de las suyas para encerrar la mía. - de acuerdo... gracias.
- me parece perfecto el que hayas aceptado.
- ¿a que tienes que ir al centro?
- creí que ya no íbamos a hablar. - le puse los ojos en blanco y me voy caminando hacia su casa para estar de cerca en su carro y por fin irnos. - tengo que ir a comprar unas cosas.
- de acuerdo. - y me abre la puerta para que pueda entrar. - gracias.
- no es nada. - corre para entrar por su puerta y por fin manejar hacia dónde íbamos. - ¿recibiste mi regalo?
- lo hice... si. - suspiré hondo. - no tienes porque regalarme cosas.
- lo sé, quise hacerlo.
- ¿por culpa?
- porque... - se detiene como si estuviera pensando en que decirme y luego voltea a verme. - ¿tu a que vas al centro? - no contesté, ya que el no contestó tampoco. - okay...
...
Llegamos a ese edificio del cual Sirius me consiguió un puesto y como era nuevo, no había casi ningún puesto lleno. Uno que otro, y se veían todos muy amplios y bonitos. Y como yo iba al piso cinco, toqué del botón del elevador, pero James seguía aquí.
- adivino, tu también vas a este edificio.
- error, yo no vengo aquí pero haré mi vuelta una vez que tu termines lo tuyo. - me crucé de brazos mientras esperaba que este se abriera. - ¿qué tal si hay un psicopata ahí y no lo sabes?
- lo dudo mucho pero gracias. - se abren las puertas del ascensor y ambos entramos. Tan solo nos quedamos cada uno viendo de un lado diferente en lo que llegábamos. O al menos eso pensamos, que íbamos a llegar a algún piso, pero el ascensor se atora justo entre el piso cuatro y cinco. Se apagan las luces pero gracias a todos los cielos quedaba una luz supongo que para emergencias pero alumbraba poco y suena una alarma.
- vamos a morir. - dije asustada y empecé a picarle a todos los botones. - no puede ser, yo no puedo morir aun.
- no vamos a morir, Nessie. - James ríe y no puedo creer como puede estar tan tranquilo en una situación así, yo casi hasta lloraba. Estaba llorando. - ¿estas llorando?
- no quiero morir aquí. - intenté abrir de las puertas pero James me toma de las manos para voltear a verlo. - nos vamos a quedar sin oxigeno.
- te aseguro que no va a ser así. - toma asiento en el piso. - ven.
- alguien va a llegar a ayudarnos ¿verdad? No, espera, por favor usa magia.
- no se del todo teletransportar... si lo intentara, podríamos terminar en algun lugar el cual no queremos estar. Puedo um... intentar abrir las puertas.
- por favor, adelante. - este saca de su varita.
- alohomora. - pero no pasa nada. - ese hechizo es para abridor puertas.
- ¿y por qué no funciona?
- no tengo idea, lo juro. - levanta ambas manos. - puedo intentar otra cosa o... - me senté sobre el piso y pasé mis manos por mi rostro para cubrirlo. - okay Nessie, escúchame bien. Todo va a estar bien.
- es lo peor que puedes decirle a una persona nerviosa.
- pero es en serio. - me acaricia la mejilla. - yo estoy contigo y te prometo que soy capaz de hacer hasta lo imposible para que tu estes bien. - le sonreí. - ahora... vamos a picarle a este botón y... esperar ¿si?
- ¿es la alarma? - pregunté y el asiente con la cabeza. - de acuerdo si um... esperemos.
- háblame de algo, de lo que sea. - voltee a verlo. - necesito que te distraigas y dejes de ver a ese botón, el que lo veamos todo el tiempo no va a hacer que lleguen mas rapido.
- y ni va a pasar porque es un edificio nuev y no había nadie y...
- de nuevo te estas preocupando. - me entrega en mis manos una esfera color dorada. - mira esto.
- ¿qué es?
- es una snitch dorada... se usa para jugar quidditch. - levanté ambos hombros ya que no se nada de eso mas que es un deporte. - ¿te gusta?
- me es igual, realmente. - dije mientras me limpiaba las lagrimas y el me sonrie.
- ¿qué tal ahora? - y esta muestra sus alas, literalmente la esfera empieza a volar y me hace sonreír. - lindo ¿no?
- bastante.
- esta me la robé cuando estuve en mi quinto año en Hogwarts. - el me empieza a contar. - y me ha ayudado cuando estoy nervioso casi... bueno, casi toda mi vida.
- si, funciona... verla me distrae.
- es tuya. - volteé a verla de inmediato ante eso. - te la regalo, Nessie.
- ¿me estas regalando algo que has estado guardando por tantos años? No tiene sentido, esto debe ser de lo mas importante para ti y...
- exacto.
- no puedo aceptarla.
- yo acepté tu receta. - cuando la menciona, me hace recordar lo sucedido y se borra mi sonrisa. - y cometí el peor error lo sé pero... - suspira hondo. - escucha Nessie, te extraño.
- no vamos a hablar de es ahora... no es el momento.
- eres mi amiga y no supe manejar las cosas. No suelo tener amigas, creo que no se como ser un buen amigo y arruiné las cosas. Pero me importas mucho, se que piensas que no es así pero te lo juro... hace tiempo que no me sentía tan bien con alguien. Eres increíble y quiero seguir pasando tiempo a tu lado...
- gracias. - el me mira confundido. - por ser honesto conmigo.
- creo que es algo que debí hacer desde un principio. - me toma de la mano. - aparte... Harry te adora y no quisiera que por mi culpa su amistad se acabara. - negué con la cabeza. - y sal con Ron, realmente como dices, no soy nadie para negarte eso per a veces yo... no lo sé, no puedo imaginarte siendo la novia de alguien.
- ¿por qué no?
- solo quiero lo mejor para ti. - hice una mueca, ya que no esperaba esa respuesta pero también la respuesta que yo esperaba, no la iba a recibir nunca.
- me alegra que ya hemos aclarado eso. - dije mientras me ponía de pie y el por igual. - porque yo también te extrañé. - me sonríe. - entonces ¿amigos?
- por supuesto, si. - el dice y nos abrazamos en ese momento. Suspiré aliviada, sabiendo que hemos dejado ese mal rato de lado. Ahora no tenía ninguna preocupación o algo que me hiciera sentir mal. Nos separamos para vernos cara a cara y el mira de mis labios de nuevo, lo cual me hizo sentir nerviosa como de costumbre y cuando hago lo mismo, las puertas se abren.
- lamento la demora, como el edificio es nuevo la alarma nos avisó muy tarde y... - la señorita dice pero salí y le di un abrazo. - woah.
- muchas gracias. - suspiré aliviada. - sigo sin entender como es que tu magia no funcionó. - le dije en voz baja a James.
- oh, este edificio es contra magia. - oh, pero que miedo, ella me ha escuchado. - nada de sus hechizos funcionan aquí.
- tu... ¿sabes de la magia? ¿Y no eres una bruja? - James le pregunta.
- soy una squib. - sonreí ante ello. - ¿vienen a ver un negocio? Soy la dueña del edificio. - esto podría ser de gran ayuda para mi.
- si, yo... vengo a ver el 5B. - asentí emocionada y voltee a ver a James, quien ya estaba sonriéndome.
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