TRES AÑOS DESPUÉS.

Malia, Mattheo, Finney y Megan caminaban a casa de Henry, ya que hoy estaba cumpliendo diecisiete años, mañana cumpliría años la rubia, así que Henry y Malia celebrarían sus cumpleaños juntos, como lo hacían desde hace tres años.

–Sigo sin creer que tu novio y tu estén cumpliendo por fin sus diecisiete –habla Finney con una sonrisita divertida y comenzó a reír cuando noto la mala cara de su hermana.

–¿Cuantas veces tendré que repetirles que Henry y yo solo somos amigos? En serio que me tienen harta con eso –se expresa Malia un tanto molesta –en serio que no los entiendo. La primera vez que les hablé de Henry, Marcus y tu gritaron: "¡nada de novios!" Y se la pasan molestandome con él.

Megan asintió rápidamente en silencio, no pronuncio una palabra, ya que tenía la boca llena con una barra de frutos rojo que estaba comiendo.

–Eso es verdad –exclama la menor defendiendo a Lía –la primera vez que les comente de Jack, también me dijeron lo mismo. Los chicos son tan raros.

–¿Será por que Malia y Henry son superhéroes? –dice Matt en un susurro con obviedad, quien no había pronunciado palabra alguna en casi todo el camino. Finney, Megan y Mattheo eran los únicos que conocían el secreto de Malia y Henry.

Finalmente habían llegado a la casa de los Hart, Finney y Mattheo le abrieron la puerta a sus hermanas, Meg y Lía los miraron con una sonrisa y besaron la mejilla de sus hermanos.

Mattheo y Finney habían sido criados por Marcus para que respetaran y siempre fueran caballerosos.

Los cuatro rubios observaron un tanto extrañados aquella escena frente a ellos, Kris y Piper arreglaban una tabla y a unos metros de ellas había una caja de herramientas.

Kris observo con una sonrisa a los mellizos, la mujer fue a ellos y abrazo a Lía, mientras que Finn, Matt y Meg dejaban sus regalos sobre la mesa de vidrio.

–Hola, mis niños –los saluda Kris con esa típica sonrisita maternal que tanto amaban Malia, Mattheo, Mackenzie, Megan, Marcus, Maddison y Finney –no puedo creerlo. ¡Ya tienes diecisiete años, mi niña! Por favor, ya no crezcas más, aún recuerdo la primera vez que te conocí, te mirabas tan pequeña cuando Henry te trajo a la casa.

Malia sonrió con un sonrojo adornando sus mejillas, Kris siempre recibió a los Bennet con los brazos abiertos. Por eso es que le tenían mucho cariño.

–¿Y ustedes tres que están esperando? ¡Vengan aquí! –Finney, Mattheo y Megan sonrieron emocionados y se dirigieron a los brazos de la mujer.

–¿Dónde esta Henry? –habla Megan sin soltar a Kris.

–Dormido, como siempre –aclara Piper acercándose a los mellizos y espero a que su madre soltara a Lía para abrazarla –feliz cumpleaños, bonita.

–Gracias, pequeña –habla la rubia mayor con una sonrisa y correspondió el abrazo de la menor.

Piper rompió el abrazo con la ojicafé y después se dirigió hacia Megan, Mattheo y Finney para darles un abrazo.

Los tres correspondieron con una sonrisa el abrazo de su pequeña mejor amiga.

–¿En serio sigue durmiendo? –pregunta Megan dejando al aire dicha pregunta.

–¿En su cumpleaños? –dice Finney dejando otra pregunta al aire.

–¿Y en el de Malia? –termina de hablar Mattheo mientras acomodaba sus anteojos.

–Es Henry, seguiría dormido aún en el fin del mundo –dijo Piper y volvió a lo que estaba haciendo junto con Kris.

Matt estaba por abrir la boca, pero guardo silencio cuando una cabellera rubia apareció en la segunda planta, en las manos llevaba cuatro gorros de cumpleaños y tenía otro puesto.

–¡Feliz cumpleaños a Lía y a mi! ¡Feliz cumpleaños a Lía y a mi! –canta Henry bajando las escaleras, sin percatarse del escalon faltante.

–Ten cuidado con el último escal... –dijeron los mellizos Bennet al unísono, aquello confundió a Henry y piso por error el escalón que faltaba y cayo por las escaleras.

Malia, Megan, Matt y Finney comenzaron a reír al ver esa escena.

–No es gracioso. ¡Dejen de reírse, no fue gracioso! –se queja Henry con molestia.

–Oh, por favor, admite que si fue divertido –Malia camino a él con una sonrisa de lado, tomo un gorrito y se lo puso, mientras que les lanzaba los otros tres gorritos a Mattheo, Megan y Finn, quienes igual imitaron su acción.

–Obvio que no –respondió el rubio, no estaba enojado. No podría enojarse con Malia, su dulce Malia.

–Ven aquí, rubio –Lía acerco a Henry y después lo abrazo, sintiendo como los musculos de su "amigo" se relajaban al sentir sus manos sobre sus hombros –feliz cumpleaños, Henry.

El ojicáfe correspondió dicho abrazo con un sonrojo visible adornando su rostro.

–Feliz cumpleaños, Lía –dijo Henry enterrando su rostro en el cuello de la rubia.

El rubio suspiro suavemente cuando un aroma a flores lo invadio.

Él amaba las flores tanto como la amaba a ella.

–Oigan, tortolitos, seguimos aquí –habla Megan, Finney y Mattheo tomaron un cojín y cada uno golpeo a la rubia –¡hey!

–¡Megan! –se quejaron con enojo ambos.

–¿Qué? –la menor abrió los ojos con arrepentimiento al darse cuenta de lo que hizo.

–Por cierto, mamá... Las escaleras se rompieron –dijo Henry volteando la mirada a otro lado, ya que no quería que Malia lo viera sonrojado.

–Papá lo hizo persiguiendo a un mapache –contesta Piper tranquilamente, tomando por sorpresa a Mattheo, Megan, Malia, Finney y Henry.

–¿U-un mapache? –pregunta Mattheo con sorpresa.

–Ah, tranquilos. Lo atrapo en el refrigerador –los mellizos Bennet y el propio Henry se sorprendieron ante aquella respuesta.

–¿El refrigerador? –comenta Malia aún sorprendida.

–Pero no se preocupen. Ya desconectamos el refrigerador y le hicimos unos hoyos para que pudiera respirar –responde Kris con tranquilidad, sorprendiendo más a los cinco chicos.

–¿H-hoyos en la puerta? –dijeron al unísono los cinco rubios, confundiendo a Kris y Piper.

Después de aquella plática tan... Rara, tomaron asiento, Megan se acomodo en su sofá favorito y después saco su teléfono para revisar sus redes sociales. Henry, Malia, Mattheo y Finney tomaron un asiento en el sofá beige de siempre.

El de lentes estaba acostado en el hombro de Malia viendo su teléfono y Finney estaba a su lado acostado boca arriba observando su teléfono, pero dejaron de hacerlo después de oír la voz de Henry.

–¿Lía y yo podemos abrir los regalos? –pregunta Henry un poco emocionado y procedió a tomar uno, pero su madre se lo arrebato apenas lo tuvo en mano.

–No, hasta que regrese tu padre –dice Kris volviendo a dejar el regalo en la mesa.

Henry simplemente soltó un gruñido con molestia y alzo los brazos.

–¿Y cuando volverá? –habla Mattheo con curiosidad.

–Si, exacto. ¿Cuando volverá?–.

–Fue por el pastel de Malia y Henry, también dijo que iría al hospital para asegurarse dr que no tuviera rabia –los cinco rubios se observaron al oír eso, pero decidieron no preguntar y quedarse mejor con la duda.

Malia observó a Henry, pero este simplemente se encogió de hombros sin decir alguna palabra, los mellizos Bennet tenían en cuenta que los Hart no eran una familia bastante tradicional, se dieron cuenta de eso cuando notaron que Piper manejaba la casa, Kris mantenía una vida divertida de mamá y salía cada fin de semana, Jake le tenía miedo a su propia hija, mientras que Henry... Bueno, Henry tenía una doble vida trabajando como superhéroe y también estudiando a la vez. Algo que  siempre le causo cansancio hacer todos los días, pero no podía quejarse, pues amaba proteger Swellview.

–No tenía idea que al cumplir diecisiete años te regalaban un pobre mapache todo tieso y frío –comenta Lía con algo de sarcasmo, haciendo reír a Henry.

El rubio estaba por comentar algo, pero fue interrumpido al oírse el sonido de la puerta, ahí estaban Vance Hopper, Bruce Yamada, Alexander y Avery.

Los seis tenían un regalo en mano, pero la atención de los dos rubios estaba en Vance al verlo con unos globos con estampado de cumpleaños.

–Feliz cumpleaños, rubiesita –dice Avery abrazando a su amiga con una sonrisa.

–Gracias, Avellana –contesta Malia y solto una risa cuando noto la mala cara de Avery.

–Feliz cumpleaños, Lía –dice Alec abrazando a la chica con una sonrisa.

El rizado tardo bastante en soltar a la rubia, provocando un sentimiento de molestia en Mattheo, aunque tampoco entendía muy bien por que le molestaba tanto aquello.

–Será mejor separarnos por que Matt se esta poniendo celoso –dice Malia en el oído de Alec, poniendo nervioso al chico.

–No tiene por que, somos mejores amigos –susurra el de rizos de vuelta en el oído de la rubia.

–Mucho abrazo, ¿no? –dice Mattheo alzando una ceja.

Malia soltó una risa mientras rompía el abrazo con Alec.

–Que celoso, hermanito –la rubia volvió a reír cuando vio la mala cara de su hermano –no te enojes, yo tengo ojos en otro chico...

HEEYY, ando volviendo a reescribir la historia, nunca quedó conforme como la escribo JAJAJ

Noah Urrea as Logan Wells (mejor amigo de Henry y Malia)

¡Las/os/es quieroooo! 🫂🩵