𝟎𝟑𝟔. 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐣𝐨 𝐲 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬
alexitimia ━ ━ vol iii
036. tips and problems
Mia estaba recargada sobre la silla mientras giraba en ella. Su hermana Elena estaba a un lado de ella mirando a todos lados con urgencia. La recién convertida en vampiro aún era una chica inexperta en el tema.
Su ahora novio; Magnus Mikaelson le estaba enseñando lo básico antes de que unos policías entraran a su casa y se las llevaran.
Klaus dijo que tenía un asunto importante por atender fuera del pueblo, se despidió de Mia adecuadamente antes de partir. La chica Gilbert pasaba tiempo con su hermana Elena quien parecía no querer dejarla ir.
Con el accidente reciente Elena tenía el miedo de perder a Mia. La cuidaba de todos e incluso de ella misma con el miedo de que el vampirismo la convirtiera en otra persona y pudiera dañar a su hermana.
Pará Mia, Elena seguía siendo la misma chica de siempre. El que fuera vampira no cambiaba nada para ella o de su relación. Jenna por otro lado estaba feliz de enseñar a Elena con lo relacionado con el vampirismo.
Y aunque no quisiera admitirlo una parte dentro de ella estaba feliz de que Elena fuera vampiro. No podría ver a su sobrina morir y deseaba que tanto Mia como Jeremy fueran inmortales pero al fin y al cabo eran sus decisiones, si ellos querían seguir siendo humanos.
—¿Elena aún quieres ser escritora?—preguntó el pastor Young.
Mia seguía dando vueltas en la silla irritado al hombre cada vez más.
Jenna sólo reía de vez en cuando por su sobrina. Mientras Elena mantenía la calma.
—Recuerdo cuándo le leías historias cortas a April cuando la cuidaban—miró esta vez a Mia por igual.
Mia recordó a la chica de inmediato y se encogió de hombros antes de seguir girando.
—¿Por qué nos ha traído hasta aquí?—cuestionó Elena con urgencia.
—Si eso—Mia paro para alivió del hombre.—Tengo cosas que hacer—le informó.
—¿Ah si y que es eso?
—Pues verá...—comenzó a hablar para callarse. —¿Me está interrogando? Por qué si es así necesito un abogado y al señor Elijah aquí—se recostó sobre el asiento.
Jenna soltó una risa que disfrazó con una tos falsa, Elena sonrió a medias y el hombre se irritó.
—Mis ayudantes pueden protegernos aquí, los vampiros no han sido invitados—el hombre ignoró a la chica por completó y se enfocó en Elena.
Jenna y Elena se pusieron rígidas al escuchar eso. No tenían idea del cómo habían podido entrar al lugar, si ellas no fueron invitadas. Mia era otro caso.
—¿Vampiros como Edward Cullen?—se sentó de forma correcta.—Por qué el si puede entrar sin que lo vean. Entro muchas veces al cuarto de Bella y...
—¡No!—los tres miraron al hombre. —Quiero decir no. No como el. Miren, chicas. Se que suena loco, pero hace años fueron sus padres quienes defendían el tener un plan de emergencia para esto, —miro el reloj y Elena se removió incomoda—. La verdad es que nunca pensé que teníamos que usarlo.
Elena se levantó de golpe llamando la atención de todos.
—Elena—su tía trató de calmarla.
—Lo siento, es que todo ésto me tiene muy nerviosa—murmuró de manera tensa.
—Tiene cólicos—Mia mintió y el hombre puso una cara de incomodidad.
—¿Donde está Magnus?—preguntó Elena de manera nerviosa.
—Magnus está en un lugar en donde no podrá hacerles daño—informo de manera tranquila.
—Magnus nunca nos haría daño—negó Elena—No sabe de lo qué habla.
—si, puede ser un idiota. A mí una vez me gano en el monopoli por que me hizo trampa. El y Kol...
Mia fue cortada por pastor Young quien no quería escuchar a la chica.
—Bueno, lo único que se es que donde quiera que ustedes vayan los hermanos Mikaelson las siguen. Así que mantendremos a Magnus y Rebekah con vida hasta que sus demás hermanos vengas a buscarlos. Tenemos en nuestra posesión una estaca de roble blanco que usaremos contra ellos y con eso exterminaremos a todos los vampiros de una buena vez.—termino de dar su discurso.
Mia lo miró y bostezo levemente antes de parpadear mirando a su alrededor.
—¿Tienen jugo?—preguntó ella mientras se ponía de pie.
La cafetera comenzó a sonar anunciado que el agua está lista.
—Solo quiero jugo de piña.
—¡Pues no tenemos!—el pastor grito perdiendo la paciencia.
—¡Oiga no le grite!—Jenna se acercó a los dos.
—¡Es que no hay jugo de piña!—grito el.
—Tampoco le grite a mi tía J. —Mía lo miró mal.
—¡Es que ella no entiende que tu ni entiendes que no hay jugo de piña!
Entonces Elena explotó.
Mía miró como su hermana explotaba, literalmente. Su cuerpo cayó por diferentes lados, se veían sus órganos por los lados y la sangre estaba por todo el lugar.
Las tres personas veían todo con asombro.
—Si bueno eso no pasó, pero estuviera genial si fuera así.—su querida autora recita.
Retroceso a sólo hace unos minutos:
Entonces Elena no pudo más y explotó. Salio del lugar sin esperar más. Las voces gritando, el ruido de la cafetera y todo lo que pasaba era demasiado para ella.
Jenna al ver que su sobrina salía corrió detrás de ella.
—¡Elena!—grito al ver como un policía se le acercaba a su sobrina con intenciones de golpearla.
La chica al darse vuelta miró al hombre y antes de que pudiera reaccionar la golpeó con su arma y la dejó inconsciente.
Jenna corrió sólo para que otro persona apareciera cuando quiso usar su velocidad para llevarse a su sobrina le lanzaron una bomba de verbena.
Jenna y Elena quedaron tiradas mientras Mia se quedó dentro del lugar.
—¡Aja!—el pastor miró a Mia con recelo. —Le dije que había jugo de piña—señaló la bebida de manera altanera, algo muy raro de ella. —¿Dónde están Elena y Tía J.?
El pastor se acercó a ella antes de embarrarle verbena en el brazo. Mia lo miró con extrañes y siguió tomando de su jugo sin prestarle atención al hombre.
—No lo eres—susurró con alivió.
—¿Qué cosa?—preguntó ella.
—Vampiro.
—Ah no—negó ella. —Soy bruja—dijo de modo obvió.
Entonces Mia vio la oscuridad una vez más.
❍❍❍
—Mia—la chica escuchó como alguien la llamaba. Ella sin embargo ignoró a la persona y se acurrucó más a dormir.—¡Mia!
Mia abrió los ojos para ver a Rebekah mirándola con preocupación.
—¿Si?—preguntó bostezando.
—¿Estas bien? ¿Te duele algo?—cuestionó ella.
—Tengo sed—confesó sentándose. Miro a su alrededor y sonrió levemente al ver su jugo de piña.
Tomó de él antes de recargarse sobre las rejas.
La puerta del granero fue abierta llamando la atención de Mia, unos policías entraron por la puerta.
—Pondremos al otro vampiro aquí—escucha al policía mientras abren la puerta de otra reja.
—Elena conseguiremos sangre para ti—la chica no se había alimentado desde hace un tiempo. Y el olor de Mia la ponía nerviosa.—Pero necesito que trates de levantarte.
Magnus le habló a su novia con suavidad.
—¡Arriba Lena!—Mia apoyo a su hermana. —¡Arriba Elena!— una vez más coreo.—¡Arriba- ¡Auch!—exclamó al ver como su hermana se caí.
—¡Señor!—Rebekah grita—. ¡Necesito ayuda!
El policía camina hasta donde se encontraba Rebekah.
—¿Qué no entienden? !Qué deben guardar silencio!—gruño de forma molesta.
—Mi familia tiene mucho dinero y castillos. Diga su precio para dejarnos libres—señaló a Mia quien levantó sus dos dedos en forma de amor y paz, mientras tomaba su jugo.
—Prefiero verte morir—el hombre se acercó a la rubia quien lo tomó del cuello sacando sus colmillos para asustarlo.
El hombre se safo y retrocedió con miedo hasta llegar a la celda de Magnus. El cual lo tomó del cielo hasta golpear su cráneo con las rejas dejándolo morir.
—¡Toma Mia!—la chica atrapa las llaves y rápido sale del lugar.
—Soy libre—levanta sus brazos antes de escuchar el carraspeo de Magnus quien la mira con urgencia.
Mia se acerca a su reja liberando a Magnus y Elena, por último a Rebekah quien está sonriendo.
—Yo tenía planes—Mia suspiro—Lástima ahora tengo hambre.—le dice a Rebekah mientras salen.
Elena se había ido sin pensarlo con Magnus siguiéndole. El deseo de sangre le estaba ganando y ver a Mia solo aumentaba su deseo. No quería lastimar a su hermana por lo que salió del lugar.
—Vayamos a comer entonces—ofreció la rubia.
—Bien luego veremos películas.
—Hagamos maraton de Harry Potter—propuso Rebekah.
—Es una gran idea.—ella aceptó.
—Necesito ver a Sirius Black una vez más—la chica sonrió.
—El me gusta pero mi personaje favorito es Harry—confesó ella.
—Yo amo a su padre, James Potter.
—Yo dejaría a Klaus por James—ella reconoció haciendo reír a Rebekah.
—Es una lástima que te fijarás en mi hermano. Si no fueras su novia serias la mía y probablemente ya te abría besado—sin saber cómo la lengua de Rebekah habló de más. La chica al darse cuenta de lo que dijo abrió los ojos como platos y miró a Mia alarmada. —¡Y-yo no...
Sin embargo se cayó al sentir los labios de Mia sobre los suyos. Cerró sus ojos y se dejó llevar por en momento. Si su hermano supiera lo que estaba haciendo la metería en un ataúd por el resto de la eternidad.
Abrió sus ojos al sentir como Mia se alejaba. De mala gana abrió lo ojos y miró a la chica quien tomaba de sí jugó.
—Estuvo bien—ella aceptó. —Nunca antes había besado a una mujer—dijo.
—Yo... Vamos a ver Harry Potter
Rebekah Mikaelson no amaba a Mia de la forma en que su hermano lo hacía su relación era la de unas mejores amigas y el beso no había significado nada para ellas. Solo era mera atracción de parte de la rubia.
Esta feliz de saber que no sentía nada más por su amiga por que sabría que entre su hermano y ella. Mia escogería a su hermano sin dudarlo y eso no le molestaba en absoluto. La ponía feliz al saber que Klaus tenía a alguien que lo amara después de todo.
✧✧✧
El cringe que me da este capítulo me hace querer arrancarme los ojos. ¿En qué estaba pensando cuando lo escribí? No se 😭😭😭
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