alexitimia ━ ━ vol i
003. accident

Mía estaba recostada en su habitación cuando un recuerdo se le vino a la mente. 

—¿Por qué no nos lo dijiste? — le espetó Elena a su tía Jenna. 

—Su madre se los iba a decir, y yo no sabía que hacer. — se notaba arrepentida. 

—Entonces dínoslo. 

Jenna soltó un suspiró. —Llegó una adolescente con tu padre dando a luz. Dijo que no podría cuidarte enseguida ellos te adoptaron. Tú padre era doctor y sólo hizo tu acta de nacimiento. Con Mía las cosas son diferentes. — guardo silencio un momento. —Llegó una chica también, la diferencia es que ella era su hermana biológica. Dijo que su familia no podría cuidarla y que ella tampoco, sólo le dijo a tu padre que en un futuro la buscarían. 

Mía se quedó en silencio, no sabía que decir o sentir. Elena no era su hermana biológica y tenía más familia. 

—¿Dijo algo más? — la pregunta tomó por sorpresa a Jenna y Elena. 

—Ella dejó una pequeña carta. — subió las escaleras y bajó después de un momento con un sobre. Se lo extendió y lo tomó. 

Al abrirlo encontró una carta. 

Querida hermanita, no se si tenga el derecho de poder llamarte así pero espero que llegues a entender mi situación. 

Cometí un error una vez, no lo cometere contigo también. Sabía que si te quedabas con nuestro padre sufrirías. 

Eres muy especial pequeña, más de lo que te imaginas. Nunca dejes que nadie te diga lo contrario. 

Te buscaré en un futuro, siempre estarás en mis pensamientos. 

Con amor

Jo P. 

Nunca mencionó a nadie lo que decía las carta. Se lo guardo para ella. 

No entendía a que error se refería o a su padre o incluso de que ella era especial. ¿De qué forma hablaba?. 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un ruido en su habitación. Volteo un poco su cabeza para ver a un Damon sonriente. 

—Hola. 

—¿Qué haces aquí? — preguntó la chica. 

—Vine a verte, sabes. Me enteré que hablaste con Katherine. Solo quería saber como estabas — respondió. 

Ella se levantó y acercó y pudo oler el alcohol. 

—Estas tomado. Será mejor que te vayas. — le espetó. 

—Nunca te haría algo para lastimarte. 

—No dije lo contrario solo te pedí que te fueras. Ahora vete estoy bien. — respondió. 

—Me gustas. — soltó. 

—Tu a mi no Damon y sabes porque. — no quería sonar dura pero no podía evitarlo. 

El rostro de Damon se estristesio antes de enojarse. 

—Solo tienes que darme una oportunidad. — pidió con esperanza. 

—No, ahora por favor vete. 

Mía no sintió nada al momento que le dijo que la quería, sus antiguos novios la habían hecho sentir algo una pequeña chispa por eso aceptaba salir con ellos. Pará saber si ellos la harían sentir. Sobra decir que no funcionaba. 

En este caso con  Damon no sintió nada. 

—Solo una oportunidad. — levantó la voz. 

Antes de que pudiera contestar alguien se asomo por su puerta. Era Jeremy. 

—Oye Mía ¿todo bien? — le envió una mirada mordaz al chico parado junto a su hermana. 

—Si. — asintió,— Damon ya se va. 

El pelinegro estaba furioso. —Te demostré que si puedes sentir. — acorralo a Jeremy antes de que pudiera decir algo. Le dio una mirada antes de romperle el cuello. 

Mía sintió como todo su cuerpo se tensó y como si fuera un interuptor el enojo, la tristeza y el miedo salieron a la luz. 

—¡JEREMY! — corrió al cuerpo de su hermano muerto. Las lágrimas caían sobre su rostro y empezó a respirar con dificultad.

Quitó a Damon de su hermano y al momento de tocarlo el hombre sintió un fuerte dolor. Ninguno de los dos vio la mano roja. El se fue de inmediato. 

Elena al escuchar el grito de su hermana corrió a su habitación. Al entrar se encontró con su hermana abrazando a su hermano menor llorando. 

Elena supo de inmediato que todo estaba mal. 

—¡Mia! ¿Qué sucedió?,— se acercó a ella. 

—Damon el… Lo mató. —susurro. 

Elena se congeló antes de comenzar a llorar y negar con la cabeza. 

Entonces a Mía empezó a respirar con dificultad, estaba temblando y no podía descifrar lo que estaba sintiendo. 

Elena rápidamente la tomó y la intentó calmar. 

—Mía escuchame. Respira conmigo. 

—No puedo, el Jeremy. Esta muerto… — su respiración empeoró. Estaba teniendo un ataque de pánico. 

Elena negó y se puso a respirar con ella tratando de calmarla mientras acariciaba su cabello. 

—Mía mira su mano linda. — le habló Elena. 

Mía vio la mano de su hermano y notó el anillo. Sabía que eso lo trairia de vuelta. 

Solto un suspiró y dirigió su mirada a su Hermana. 

—El trae su anillo. — le señaló. Elena asintió y la siguió calmando. 

—El vio el anillo, por eso lo hizo — Stefan trata de defenderlo.

—No vio el anillo — le aseguró Mía. 

—Es Katherine — gruñe —. Ella ha deshecho todo lo bueno en el.

—No hay nada bueno en el — asegura Elena. 

Mía Abrazo a Jeremy contra su pecho. Tenía miedo y no le gustaba esa sensación. 

De repente Jeremy abre los ojos y respira agitado.

—Esta bien? — le pregunta Elena a Jeremy.

—Si, estoy bien — nos asegura — Damon me mató — se aferra a su hermana asustado. Mientras Mía lo abraza aún más. 

Stefan abraza a Elena mientras ella limpia sus lagrimas y sonríe aliviada.

❍❍❍

—Katherine es igual a Elena. Fue muy extraño tenerla frente a mi— dice Bonnie mientras Mia termina de tachar las cosas que ya están listas para el feria.

Ella no era de hacer estas cosas pero Elena se lo pidió. 

—Es mi antepasado—responde, la chica Gilbert —. Por cierto, lleve la mesa estudiantil a la cafetería.

—Tu antepasado vampira — le recuerda—. Aun no puedo creer que se haya hecho pasar por Elena, no les da miedo que este caminando por el pueblo haciéndose pasar por ti?

—Si lo he pensado, pero no puedo solo pensar en que este haciendo o no Katherine. No voy a dejar que se adueñe de mi vida — responde. 

— Como lo hizo con Damon? — caminan hasta donde los chicos están poniendo el lanzamiento de aros.

— Aquí están los premios — Mía les entrega dos grandes bolsas negras con los diferentes peluches dentro.

—Has hablado con Damon desde que asesino a Jeremy o intento matar a Jeremy?

Dejo las bolsas y la miran. 

— No, Bonnie, no he hablado con el y no lo haré. Y por favor dejemos de hablar de Damon y todo lo que tenga que ver con vampiros — le pidio la chica Gilbert. 

Estaba enojado con el por su hermano y por que había hecho que Mía tuviera un colapsó. Todos sabían lo mucho que Elena amaba a su hermana. Era su adoración. 

La cuidaba como nada. Y él verla en ese estado le dolió. 

— Esta bien, no hablare mas sobre nada que tenga que ver con los vampiros promete y yo sonrio.

— Te quiero — le aseguro —. Ahora vamos a terminar de organizar todo esto para que Caroline se sienta orgullosa.

— Y que no nos asesine — agrega. 

—Ella no me mataría. — dice Mía llamando la atención de las dos chicas. — Me dijo que me amaba. Ella me ama como para matarme. — las dos amigas sueltan una risa y asienten. 

—Por su puesto que si Mía. — le sonríe Bonnie. 

Mía asintió. 

— No se como hace esto todo el tiempo. Es diferente ayudarla y hacer todo lo que me pide a organizar y ver que todo este bien — suspiró Elena. 

— Te ayudaré — la tranquiliza Bonnie —. Yo repartiere los premios de las cajas de cada juego.