Título: Perdida y en busca de un caballero. Parte 2

Kit Walker

Temporada: Asylum

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Ya estabas lista, contabas los minutos para que Kit pasara a recogerte.

Aún no podías creer como habías accedido a subir a su auto el otro día pero que suerte que lo habías hecho.

Tu mente trabajaba en pensar a donde irían esta noche o si tu padre le gustaría saber que su hija saldría con un casi desconocido.

Tampoco le das tanta importancia.

Acomodaste tu vestido, y sonreíste al escuchar el timbre.

Rápidamente bajaste y abriste la puerta.

—Hola —murmuraste al verlo.

—Buenas noches bella dama —hizo una pequeña reverencia y te extendió un ramo de flores.

—Gracias —las oliste—, son preciosas —le sonreíste.

—Igual que tu—Kit también sonrió haciendo que su hoyuelo se marque.

—Un segundo. Las pondré en agua y nos vamos —le hiciste una seña y entraste.

Colocaste las flores en agua y las miraste con una sonrisa. Tomate tu pequeño bolso y regresaste con Kit.

Él aún esperaba en la puerta, volvió a sonreírte y tras tu cerrar la puerta hablaste.

—Ya podemos irnos.

Kit colocó su brazo en jarra para que tú lo tomaras. Reíste por eso y enredaste tu brazo con el de él.

Ambos caminaron hacia la camioneta de él. Kit abrió la puerta para que entraras. Le agradeciste con una sonrisa. Corrió hacia su lado y también entro antes de poner el vehículo en marcha.

En el viaje escuchaban la radio las canciones que estaban en aquel momento de moda mientras hablaban sobre sus vidas.

No tenías idea de a donde se dirigían, pero podías reconocer el camino. Estabas segura de que no te llevaba a ningún lugar alejado o algo por el estilo.

Cuando llegaron te sorprendiste.

—Bienvenida al auto cinema —rio él al ver tu emoción.

—Me encantan las películas —le dijiste.

El compró palomitas de maíz y algo para tomar antes de estacionar en un puesto. Conectó en amplificador de sonido que ahí está al auto y volvió a entrar.

Te miró y sonrió. Hiciste lo mismo.

La película comenzó y ambos se acomodaron en el asiento un poco más cerca del otro.

Había pasado casi 40 minutos del filme y ninguno había dicho nada importante. Sólo algún que otro comentario sobre la película.

Kit tratando de ser casual colocó su brazo detrás de tus hombros. Inevitablemente sonreíste aun mirando la pantalla. Él lo notó y continuó mirándote.

Te diste cuenta de su mirada sobre ti. Fue ahora tu turno de mirarle.

—¿Pasa algo? —murmuraste casi inaudible.

Estabas nerviosa por su repentina cercanía. ¿Cuándo había pasado eso?

Él negó y sin decir nada sólo se acercó a tu rostro, uniendo sus labios con los tuyos.

Sentiste sus cálidos labios moviéndose sobre los tuyos, le seguiste el beso colocando una de tus manos en su mejilla.

Se separaron luego de unos segundos. Un rubor se extendió por tu rostro, Kit aún se mantenía cerca de ti.

—Eres aún más preciosa así —habló en tu oído lo que hizo que te estremecieras.

Soltaste una risita a no que él nuevamente se acercó a besarte.

La película había terminado y ninguno de los dos tenían idea cual había sido el final.

Habían pasado el resto de la cita entre besos y suaves murmuros conociéndose mejor.

[...]

—¿Te veré otra vez? —te volteaste a verlo antes de abrir la puerta de su casa.

—Claro que si —sonrió—. Me verás en tus sueños esta noche y probablemente el sábado a la tarde —guiñó un ojo.

—¿Esa es tu forma de conseguir una cita? —levantaste tu ceja y giraste para introducir la llave en la cerradura.

—Puede que si—murmuro frente a ti al volver a girar.

— Es una cita —dijiste feliz.

Él asintió igual de feliz. Te colocaste de puntitas para besar su mejilla, pero Kit fue más rápido y corrió la cara para hacer que sus labios se junten.

—¡Kit! —lo regañaste al estar en la puerta de tu casa.

Corrió rápido hacia su auto con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Hace un rato no te quejabas preciosa! —dijo antes de entrar.

Negaste divertida y lo saludaste con la mano yaesperando a que sea sábado.