7. Cena familiar
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Las horas de sueño para Harry Potter era algo que realmente apreciaba; desde el final de la guerra, el Salvador del Mundo Mágico había tenido problemas para dormir, sin embargo, con el paso del tiempo, dormir se había vuelto algo relajante gracias a la ayuda que había logrado recibir; y esa noche, Harry había dormido siendo el hombre más feliz del mundo, por que tan solo la noche anterior, había pronunciado palabras que le aseguraban que en un futuro cercano (o al menos eso esperaba, se encontraría formando una familia.
Su familia.
El movimiento de su prometida descansando a su lado provoco que poco a poco sus ojos se abrieran; ladeo una sonrisa al ver como Adhara se encontraba abrazándolo con fuerza del pecho, y respondió aquel abrazo, causando que la pelinegra alzará su mirada.
—Buenos días —saludó con voz adormilada Harry, inclinándose para besar la cabellera de la joven.
—Hola, amor —Adhara dio un beso en el puente de la nariz de Harry, tras ese acto, se estiro para poder alcanzar sus anteojos y parpadeo un par de veces, logrando tener una mejor visión de su novia.
Aun con su cabello desordenado y rostro adormilado, luce bellísima.
—¿Qué dices si hacemos una cena para informarle a nuestra familia que nos vamos a casar? —propuso Harry, acariciando la espalda de la joven, quien se puso en cuclillas mirando a Harry.
Soltó una risita, mientras llevaba sus manos a su boca; asintió con su cabeza y mordió su labio intentando contener su emoción.
—Es una increíble idea —aseguró Adhara, soltando nuevamente risitas emocionadas, provocando que la sonrisa de Harry se agrandará.
—¿Si?
—Sí —afirmó la chica. Tomó el rostro de Harry entre sus manos, para darle besos por todo su rostro—. No puedo creer que realmente nos vamos a casar —confeso, mientras intenta arreglar el desordenado cabello de Harry.
—Nos vamos a casar —susurró besando sus labios—. Seremos una familia —dijo para volver a besar los labios de Adhara.
Las manos de Harry recorrieron la espalda desnuda de la chica y quien mordió su labio, mirando con ilusión a Harry.
—¿Tendremos familia? —preguntó en un susurró y con una pizca de emoción.
Harry asintió sin pensarlo dos veces. Se moría por tener una familia con Adhara. Ahora, uno de los sueños que podía tener es lograr a tener hijos e hijas para poder enseñarles a jugar Quidditch y contarle todas las aventuras que vivió en sus años como estudiante (aunque claro que evitaría mencionar las veces que casi moría).
—¿Quieres tener una familia? —cuestionó Harry a Adhara—. Realmente me gustaría tener hijos... nunca antes lo había pensando —confesó suspirando, mientras acaricia la mano de Adhara—. Pero, realmente, sí... me gustaría ser papá —admitió ladeando una sonrisa.
—Me encantaría tener hijos contigo —afirmó Adhara, mostrando una gran sonrisa—. Debríamos tener siete hijos o hijas —propuso, causando que Harry alzará sus cejas—. ¡Para formar un equipo de quidditch! —agregó rápidamente.
La carcajada de Harry hizo que Adhara formará un puchero.
—¿Siete hijos? —preguntó Harry sorprendido.
—Sí, sí y... después haremos el equipo de quidditch. En ese orden —le hizo saber, mientras juguetea con la mano de Harry.
—Bien, me parece una idea increíble —musitó, recostando a Adhara en la cama, para besar con calidez sus labios.
—¡Pero todavía no! —aclaró, separándose del joven.
—¿Ah no? —preguntó frunciendo el ceño.
—No, no, pero no dejes de besarme, Potter —pidió sonriendo tiernamente.
—Bien, no la dejare de besar nunca, futura señora Potter.
Adhara suspiró tras escuchar la manera en la que le llamó—. Adhara Potter —musitó mirando los ojos de Harry—. No suena nada mal, eh.
—Nada mal, Adhara Potter —susurró, inclinándose una vez más para besar los labios de la chica.
...
Juntar a la familia y amigos de cercano de los futuros esposos no había sido nada fácil. Habían tenido que encontrar un día en el que todos y todas podían reunirse y no interrumpir en sus obligaciones diarias, pero por fin, después de una semana, la cena tan esperada se estaba por llevar acabo en el jardín de la casa Tonks, donde una gran mesa larga se encontraba ya lista para recibir al menos a treinta personas.
Adhara miraba con una sonrisa como los presentes en el lugar se saludaban y convivían entre ellos, dejando atrás todos los prejuicios que habían llegado a tener. Un semi gigante entro al jardín sosteniendo una exótica planta que entrego a Andrómeda, Harry no tardo en saludar dando un fuerte abrazo a Hagrid.
—¿Crees que esa planta se coma a alguien hoy? —preguntó Ron a su lado.
—Espero que no —murmuró divertida Adhara, mientras veía como su tía Narcisa intentaba evitar que Teddy se acercará a la peligrosa planta—. ¿Qué se traen Ginny y Oliver? —preguntó esta vez Adhara a Ron, quien dejo de ver a Teddy para buscar a su hermanita.
Junto con Percy y Bill, Ginny se encuentra haciendo señas obscenas a Oliver, quien finge ignorarla mientras procura prestar atención a lo que Charlie y Luna dicen.
—Nada, no se traen nada —respondió frunciendo el ceño—. Ginny es muy pequeña para él —sentenció, causando que Adhara comenzará a reír.
—Si bueno, es Ginny la que está muy enamorada de él —dijo con algo de burla Adhara, mientras le daba dos palmaditas a Ron, dejándolo solo.
—¡Hola! —habló en voz alta Harry, mientras carga en sus brazos a Teddy—. La cena ya esta servida, por favor, tomen asiento —pidió con una gran sonrisa.
Hubo quienes rápidamente encontraron su asiento, mientras unos se quejaban por no poder estar cerca de quien querían estar. Adhara se dedico a observar a cada uno de los presentes, y es que esa noche sería una que no podría olvidar.
Charlie fue el primero en colocarse una servilleta alrededor de su cuello, mientras que, frente a él, Luna y Tracey escuchan como salvo a un bebé dragón galés verde común. Tracey parece estar realmente fascinada con la historia que el dragonologista se encuentra contando, sin embargo, Juniper se esta encargando de interrumpirle, diciendo que esas son puras falacias.
—No puedo creer que Kingsley realmente vino —dijo Hermione a Adhara, mientras toma asiento al lado de su amiga.
En efecto, el Ministro de Magia y amigo de Harry y Adhara, se había tomado un tiempo entre su apretada agenda para poder estar presente en la cena, sin embargo, lo que Adhara no tenía ni idea, es que Harry había durado horas rogándole al Ministro que ignorará la carta proveniente de MACUSA para que estuviese presente en la cena.
Ahora el ministro, parece estar en una muy interesante conversación con Arthur y la profesora McGonagall, quien sencillamente había dejado de lado sus tareas como directora, puesto que no podía negarle una invitación a cenar a dos de sus antiguos estudiantes.
De otro lado, las hermanas Astoria y Daphne se encuentran con sus respectivas parejas: Draco y George, quienes están escuchando como Blaise y Theo lograron salvar a Neville de que comiera unos calderos de chocolate que tenían una poción de amor, mientras el Gryffindor se lamenta de ser tan despistado; las risas de Pansy y Ginny no hacen falta en aquella historia, mientras que Percy y Bill miran con molestia a Oliver, y es que el jugador de quidditch que no deja de mirar a la menor de los Weasley.
—Puedes comportarte William —pidió Juniper, dándole un codazo a su esposo, quien luce molesto por la presencia de Oliver.
—Que se comporte este bobo —gruño Bill.
—Si así es celoso con su hermanita, no quiero ni imaginarme que le espera a la pequeña Glory —dijo con burla Audrey Ledwell, novia de Percy.
—Oh no, por favor —murmuró Juniper, buscando entre la mesa a su bebé, quien es cargada por Ron, mientras Teddy le da papilla desde su asiento.
—Cariño, con cuidado —dijo Adhara a su sobrino—. Puedes hacer que se ahogue.
—¿Qué se ahogue? —preguntó indignado Ron—. Es una Weasley, imposible que eso pase.
Hermione rodo los ojos ante las ideas de su novio, quien rápidamente dejo de prestar atención a como Teddy alimentaba a Glory por observar como bandejas de plata volaban hasta la mesa y se posicionaban en distintos lugares.
La cena comenzó y la conversación continuó, provocando que Harry y Adhara se sintieran aliviados al ver que estaban todos los presentes la estaban pasando bien.
—Nunca creí que llegar a compartir mesa con Malfoy —murmuró Ron, Hermione le codeo.
—Ron, creí que ya habíamos hablado de esto —musitó.
—Sí, Mione, pero es que... sigue siendo raro —confesó, alzando los hombros—. Digo, solo han pasado cuatro años —suspiró, mirando como Draco y George parecían reír por algo que dijo Daphne. Hermione tomo la mano de Ron que se encuentra sobre la mesa.
—Pero, ya todo está bien —agregó Harry—. ¿No?
—Sí —afirmó Hermione—, y ustedes más que bien —murmuró Hermione viendo la mano izquierda de Adhara.
—Shh, aún nadie se da cuenta —le dijo Adhara, ladeando una sonrisa.
Teddy no tardó en comenzar a tironear de la camisa de Harry para llamar su atención.
—Papi, cansado estoy —dijo soltando un bostezo, mientras se recostaba en su pecho.
—¿Quieres que te lleve a tu cama, lobito? —preguntó a Teddy, mientras acaricia su azulado cabello.
—Nop —negó con su cabeza, y alzó su mirada para ver a Harry—. Papi, ¿puedo ser un lobito como papi Remus? —curioseo ladeando su cabeza.
Adhara miro con ternura a Teddy, mientras observaba como Harry le negaba aquella petición a su sobrino.
—Me temo que no puedes ser un lobito, cariño —le dijo con una mueca—. Tu papi Remus no quería que fueras un lobito —aclaró.
Glory, desde los brazos de Ron, dijo—: Bito —la rubia y adorable bebé Weasley soltó una pequeña risita inocente, al decir esa nueva palabra.
—Lo-bi-to —deletreo Teddy a Glory, mientras la pequeña intenta decirlo—. Yo soy un lobito, tu princesa, tío Ron es un ogro.
—¡Hey! No quiero ser un ogro —se quejo Ron frunciendo el ceño.
—¡Te queda bien ser ogro, Weasley! —exclamó Draco, provocando que los hermanos del pelirrojo comenzaran a reír.
—Cierra la boca, Malfoy —respondió rodando los ojos.
Entre risas, Harry dijo—: Algunas cosas nunca cambian.
—¡Vamos princesa! —exclamó Teddy, quien se dejo resbalar por las piernas de Ron para llegar al piso.
Teddy brinco del pecho de Harry, cayendo de rodillas e ignorando el llamado de atención por parte de Adhara, para tomar la mano de Glory y juntos correr por el jardín.
—Que adorables son —señalo Hermione con ternura.
Con algo de burla, Harry decidió decir—: Deberías tener uno.
Aquel comentario provoco que Ron tomara un ligero color morado, y es que el pedazo de pan que estaba tragando, le estaba ahogando; afortunadamente, Theo, quien se encontraba a su lado, logró salvarlo.
—¡Anapneo! —dijo rápidamente, haciendo que sus vías respiratorias se despejaran, el limpio sus lágrimas y tosió algo sonrojado.
—¡Ronald! ¡Ten cuidado mientras comes! —le reprimió Molly a su hijo.
—¡Mamá estaba muriendo y tú me regañas! —exclamo indignado, mientras sus mejillas se tornaban rojas.
—Lo bueno es que los Weasley nunca se ahogan —murmuró Adhara, soltando una pequeña risita, mientras Harry reía a carcajada, siendo imitado por Teddy.
—Gracias por salvarme, Theo —le dio una palmadita al hombre del chico.
—No es nada, ten cuidado —pidió algo divertido.
—Ay Ronald, eres un tonto —dijo Hermione rodando los ojos con una sonrisilla—. Y no, Harry, aun somos muy jóvenes para ser padres.
—Demasiado jóvenes diría yo —aclaro Ron.
—Pues Harry y yo planeamos tener siete hijos —confesó Adhara, a lo que Harry asintió emocionado.
Ginny, quien tenía oídos en todas las conversaciones, alzó su cuello para poder ver a Adhara con ligera sorpresa.
—¿Siete? ¿Quieren formar un equipo de quidditch o qué? —preguntó la pelirroja.
—Pues sí —dijo como si fuese obvio Harry.
—Están... dementes —murmuró Ginny, luego achino sus ojos, como pensando en aquello—. Bueno, no es tan mala idea —dijo después de unos segundos—. Sí, excelente idea, un equipo de quidditch. ¿Me dejas ser la entrenadora? Me parece grandioso —asintió con emoción—. Sortilegios Weasley será el patrocinador oficial —prosiguió.
—Oh no, ya se emocionó —dijo Ron al ver a su hermanita divagar—. Ya hasta metió a Sortilegios Weasley.
—Sortilegios Weasley, ¿qué? —preguntó George mirando a su hermanito.
—Será el patrocinador oficial del equipo de quidditch que Adhara creará —aclaro Ginny sonriendo.
—¿Crearas un equipo? —exclamó Oliver sorprendido—. ¡Genial! ¿Puedo ser el entrenador?
—¡Ah no! —chillo Ginny—. Esa seré yo, Wood, ni se te ocurra —le amenazó señalándole.
—¿Cuándo lo crearan? —preguntó Blaise emocionado.
—Pues cuando tengan a sus siete hijos —respondió Ron obvio.
—¿¡Estas embarazada?! —chillo Tracey.
Hubo un caos entre los presentes, todos gritando emocionados, comenzando las felicitaciones ante un feto inexistente.
—¡NO ESTOY EMBARAZADA! —exclamó Adhara parándose y soltando una carcajada.
Varios bajaron su cabeza un tanto decepcionados, George y Daphne abuchearon a la pareja, mientras que Ginny se lamentaba aquello.
—Entonces, ¿a qué se debe esta cena? —curioseo Kingsley, con una pequeña sonrisita.
—Realmente yo creía que nos dirían que estaban esperando un hijo —admitió Pansy.
Adhara y Harry se miraron—. Bueno... —hablaron al mismo tiempo.
—En realidad, esperábamos a decirles cuando todos terminaran de comer —comentó Harry.
De pronto, Charlie se llevó toda la comida a su boca y Bill le imito. Glory al ver a su papá con su boca llena hizo lo mismo con su comida, embarrándose las mejillas y Teddy no se quedó atrás.
—¡Lisho! —exclamó Charlie con la boca llena de comida.
—Ew —dijo Pansy con una mueca.
—Ustedes los hombres son medios raros —murmuró Luna llevándose un bocado de estofado a la boca.
—Solo, digan lo que sea que tengan que decir —pidió Draco a la pareja—. Creo que todos queremos saberlo.
—Oh, ya se, ¡adoptaran un dragón! —dijo Charlie.
—No, no, ¡me darán un unicornio! —chillo Daphne.
—Amor, ya tienes doce unicornios, ¿por qué uno más? —preguntó George.
—El trece es mi número de la suerte, Adhara lo sabe —respondió levantando los hombros la rubia.
—Uy, ya se, ¡se mudarán! —exclamó Ron.
—¡Ron! —Hermione le dio un codazo—. ¿Olvidas que tú y yo ya lo sabemos?
—¡Oh! ¡Cierto! —recordó el pelirrojo.
—Bueno, ya, déjennos hablar —pidió Adhara.
Un silencio reino en el jardín, se escuchaban solo los cubiertos de Ron y George golpear contra su plato mientras trataban de comer en silencio. Adhara y Harry se miraron y ella inclino su cabeza para que él hablara primero.
—Bien —comenzó el chico—. Los reunimos porque son personas muy importantes para nosotros —Hagrid lloriqueo en ese momento—, y es algo que yo he deseado desde hace mucho...
—Hum, también yo —le intervino codeándole con una sonrisilla.
—...que nosotros hemos deseado —se corrigió rápidamente sonrojándose un poco—, y decírselo a ustedes es importante porque son nuestros amigos, nuestra familia —todos les miraron enternecidos.
—Así que... —Harry carraspeo y miro a Adhara.
—Harry me pidió matrimonio —algunos ahogaron un grito, ella levanto su mano izquierda mostrando una sortija—. ¡Y le he dicho que sí! —chillo con emoción.
El caos regreso; todos se pararon gritando y felicitando a los futuros esposos. Andrómeda abrazo con lágrimas en sus ojos a Adhara mientras que Molly le decía entre sollozos a Harry lo orgulloso que estaba de él.
—¡Te vas a casar! —chillo Daphne tomando los hombros de Adhara.
—¡Lo sé!
—¡Y con Harry Potter!
—¡Lo sé! —volvió a gritar.
Ambas se unieron en un fuerte abrazo, Theo se aventó a las chicas para abrazarlas también.
—¡Yo lo sabía! —exclamó—. ¡Sabía que todo este misterio era por eso! ¡Aparte! ¡Me haré millonario! ¡Páguenme a todos aquellos que perdieron su apuesta! —grito el Slytherin.
Charlie se escondió debajo de la mesa, Pansy se escabullo y se colocó encima una servilleta cubriendo su rostro, Ginny se escondió detrás de Oliver haciéndole reír.
—Estoy muy orgullosa de ustedes —les dijo Andrómeda, abrazo a Harry con amor—. Ahora ya eres familia muy oficialmente —Harry asintió con emoción y cariño.
Blaise se encargó de que una botella de hidromiel y whisky de fuego llegaran volando, junto con alrededor treinta copas las cuales comenzaron a llenarse del líquido y los presentes comenzaron a tomar una.
Teddy dio un brinco tratando de alcanzar una, pero Pansy se lo impidió de manera divertida.
—No puedo creerlo, imbécil —dijo Draco tomando el hombro de Adhara—. Él cara rajada enserio lo hizo —Harry comenzó a reír tras escuchar de nuevo ese apodo.
—Vamos Draco, pronto seremos primos políticos —él negó.
—No me lo recuerdes, ya es demasiado terrible tener que soportarte en cada cena familiar —le recordó con una mueca.
—Un brindis —propuso Arthur Weasley, todos miraron al señor pelirrojo que mira con una sonrisa a Adhara y Harry—. Por los futuros esposos.
Todos alzaron sus copas y dijeron al unisón—. Por los futuros esposos.
—Por nosotros —dijeron en un susurro Adhara y Harry llevándose su copa a sus labios, sin cortar la conexión entre sus miradas.
Nota de autora:
ola hay alguien aki?
jsjssj les juro que los siguientes caps son mis favs xq salen bodoques y se viene un drama tremendo jijij
en fin
lots of love, cici x
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