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5. Sorpresa de cumpleaños




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30 de julio de 1999

Andrómeda Tonks ya había perdido la esperanza en que Harry durmiera en su propio cuarto y es que la señora sabía que aunque los veía irse a dormir a cuartos separados, ambos eventualmente terminaban despertándose en la noche para buscar al otro y poder dormir plácidamente en compañía.

Así que, terminó por aceptar el hecho de que su hija compartiera habitación con su novio, a quien veía ya como un hijo.

Y a quien más le agradaba aquello es sin duda alguna a Teddy y es que por las noches, el metamorfomago, lograba escalar su cuna y gatear al cuarto de sus padrinos, quienes siempre dejaban su puerta abierta para poder escuchar al bebé en cuanto se despertará, sin embargo no era su llanto lo que les despertaba por la noche, sino los tirones que les daba a las sábanas para despertarlos y que lo subieran a la cama.

Por eso mismo, Adhara y Harry sabían que a las tres o cuatro de la mañana, Teddy se encontraría balbuceando en el piso, esperando a que le hicieran caso para subirlo con ellos.

Esta vez, fue Adhara quien movió un poco a Harry.

—Teddy habla —dijo entre sueños Adhara, para abrazarse de la almohada.

Un tanto adormilado, Harry tomo sus anteojos y se sentó en la cama para poder ver la cabellera morada de Teddy, quien al parecer intentaba abrir un cajón.

—Hey, deja eso ahí cachorro —murmuró Harry parándose con rapidez y corriendo hacía Teddy, quien soltó una risita traviesa.

Olo —habló, pasando sus brazos por el cuello de Teddy.

—Cachorro, sí —repitió Harry, quien deposito a Teddy en la cama, para acostarse a su lado.

El bebé, intento escalara a Adhara y tiro de su cabello.

—No despiertes a mamá, tuvo mucho trabajo, deja que duerma pequeño —le pidió cargándolo.

Teddy palmeo las mejillas de Harry y señalo a Adhara—. Mami ga-ga? —con una sonrisa, Harry negó.

—No amor, tu mami no va a jugar —le dijo con ternura.

Aquella respuesta no le agrado al bebé que ladeo una mueca y froto sus ojos.

Logro escapar de los brazos de Harry, quien se acomodo en la cama, acostándose para ver como Teddy se subía al pecho de Adhara y tiraba de su cabello, logrando despertarla.

—Ya estoy despierta —dijo soltando un bostezo.

Harry ladeo una pequeña sonrisa al ver como Adhara volvía a caer rendida y es que el día anterior habían tenido un partido que había durado ocho horas contra las Flechas de Appleby.

—Teddy mami esta cansada, ¿qué te parece si vamos a ver la tele? —pero Teddy al ver que iba a ser cargado por su padrino, gateo tomando los brazos de Adhara.

—¡No! —grito soltando una risita—. Mami —señalo y balbuceo un poco, desesperado por darse a entender.

—Mami despertó ya —repitió Adhara, sentándose y frotando sus ojos—. Estoy despierta, estoy despierta —susurró soltando un bostezo.

—Mami —Teddy se subió a Adhara apoyando su cabeza en su pecho, viendo a Harry con una sonrisa victoriosa.

—¿Acaso me está presumiendo que está contigo? —preguntó sorprendido Harry, provocando que Adhara comenzará a reír.

—Creo que lo está haciendo —afirmó con una sonrisa—. Osito, ¿te parece si te cuento una historia para dormir?

—Mimir —su cabello tomó un color azulado y Adhara lo arrulló en sus brazos, provocando que el bebé llevará su pulgar a su boca.

—Iré por su biberón —dijo Harry parándose con algo de cansancio.

—Esta historia será de como un hombre lobo enamoro a una metamorfomaga.

—¡Espero sea apta para todo publico! —hablo Harry desde la otra habitación, provocando que Adhara comenzará a reír y que Teddy le imitará en la risa.

—Lo será, Haz —aseguró sonriendo—. Erase una vez, en un bosque encantado, donde las hadas volaban y los unicornios convivían en armonía con los dragones, una joven mujer ninfa que tenía el poder de agradarle incluso a las bestias más horribles del lugar.

El cabello de Teddy tomo un color blanco, mientras veía con asombro las expresiones que utilizaba Adhara para contar aquella historia. Harry no tardo en llegar corriendo para meterse bajo las sábanas y escuchar aquel cuento, no sin antes haberle dado el biberón a Teddy, quien lo acepto gustoso.

Más no todo en el bosque era armonía y felicidad, ya que en las profundidades de aquel mágico lugar, un hombre lobo vivía evadiendo a todo ser o criatura que habitaba en ese magnifico lugar, sin llegar a pensar o imaginar que la joven ninfa decidiera aventurarse por el lugar, y que terminaría topándose con ella.

Harry soltó un pequeño aullido.

Teddy soltó el biberón y con sus ojos bien abiertos, miro a su padrino asombrado tras escuchar aquella imitación.

—Quizá si hay algo de lobito dentro de él —dijo con una pequeña sonrisa nostálgica Harry.

El hombre lobo debía admitir que la belleza de la ninfa le había dejado hipnotizado, más nunca se acerco a ella, no de la forma en la que la ninfa lo hizo. Emocionada por conocer a alguien como él, la Ninfa-Dora —Adhara soltó una pequeña risa por lo dicho—, comienza a visitarle todas las noches para hacerle compañía en su soledad, pero el hombre no parece ceder a entablar una relación con ella, no hasta que un ciervo y una mariposa logran acercarse a él.

Harry estiro su brazo para comenzar a acariciar del cabello de Adhara con ternura.

Eran bastante jóvenes, pero lograron animar al hombre lobo en que tomará la decisión de aceptar el amor que la joven y bella ninfa le daba, como nadie nunca lo había hecho. Así que después de tantas suplicas por parte de la ninfa, el hombre lobo se animo a unirse con la ninfa, y bajo una noche estrellada, donde la luna no podía hacerle daño, se casaron en compañía de las criaturas del bosque, aunque el ciervo y la mariposa no estuvieron invitados —dijo arrugando su nariz, y provocando que Harry soltará una risita—. Fue una sorpresa para todos en el bosque ver a la joven ninfa en compañía del hombre lobo, a quien felicitaron por su unión, y como regalo de su amor, los dioses del bosque decidieron darle a la joven ninfa y al hombre lobo un pequeño cachorro.

Teddy sonrió—. Olo —se señalo con su pulgar dejando nuevamente el biberón.

—Así es, tu pequeñín —Adhara le dio un tierno golpecito en su nariz, haciéndolo sonreír—. Y así, la ninfa, el hombre lobo y el cachorro —Teddy repitió la palabra en voz baja—, la pequeña familia vivió feliz por siempre. Fin.

El bebé soltó un bostezo y Adhara lo acostó en medio de ella y Harry. Teddy encontró la mano de Harry, la cual sostuvo con fuerza.

—Es hora de dormir, cachorro —susurró Harry inclinándose para besar su frente.

—Mimir —repitió cerrando sus ojos—. No... —sin embargo, sus ojos volvieron a cerrarse y abrió un poco su boca para comenzar a roncar, provocando que Adhara soltará una risita.

—Bien, sobrevivimos una noche más a Teddy —dijo un tanto divertida Adhara.

—Sí y será mejor que duermas amor, tienes que descansar.

—Uy, perdón papi —murmuró acostándose con una sonrisilla.

—Te perdono, mami —respondió de manera burlona Harry.

La joven le soltó un pellizco que le hizo soltar una risita.

—Shh, duerme Harry, en unas horas es la fiesta de Neville.

Adhara cerró sus ojos tras meter su mano por debajo de la almohada, sin embargo, Harry no logró conciliar el sueño por que frente a ella, el amor de su vida se encuentra durmiendo en compañía de su hijo, y, aunque Teddy en realidad no sea su hijo de sangre, lo ve como uno.

Y la idea de llegar a tener una familia con Adhara le parece simplemente maravillosa.


...


Andrómeda había salido a hacer las compras y aunque Harry había llegado temprano a casa para poder asistir a la fiesta de cumpleaños de Neville, Adhara tuvo que salir de emergencia a una reunión de trabajo, dejando a Harry solo con Teddy.

Cosa que en realidad no le preocupaba por que había cuidado a Teddy el solo por mucho tiempo, sin embargo, ese día estaba siendo todo realmente difícil y es que el bebé había logrado encontrar ranas de chocolate en uno de los cajones de la sala, la cual no había tardado en devorarse, tomando una energía que Harry nunca había visto en el bebé.

—¡No! ¡Deja ahí! —chilló al ver como intentaba escalar por el sillón para atrapar un jarrón.

Logro lanzarse al bebé y tomarlo antes de que tirará aquella reliquia que Narcisa había regalado a Andrómeda. Teddy soltó una carcajada e hizo una pedorreta en el rostro de Harry para continuar corriendo por todo el hogar.

—¡Venga Teddy! ¡Tengo que bañarte!

—¡NO! —grito abriendo sus brazos, para impulsarse con mayor rapidez en dirección a la cocina.

Se escuchó un estruendo de cosas cayendo y Harry cerro sus ojos con fuerza al escuchar como Teddy soltaba la carcajada.

—Bueno, se cancela eso de tener hijos —murmuró corriendo al lugar en donde hay ollas en el piso, las cuales Teddy se encuentra golpeando, causando un fuerte estruendo—. ¿Cómo rayos...?

Teddy le dedico una sonrisa a Harry.

—Ven acá cachorró.

—¡Papá no! —grito al ver como era cargado por Harry, quien ondeó su varita para ordenar las ollas una vez más.

El bebé aprovecho eso para tomar la varita de Harry.

—¡Oye más respeto, niño! —le dijo al ver como se la había arrebato.

Teddy se removió cual gusano en los brazos de Harry intentando que lo suelte, sin embargo eso no paso.

—Vamos a tomar un baño te guste o no, hueles como a calcetín de Ron —dijo haciendo muecas—, fuchi.

—Fuchi —soltó el bebé, moviendo su nariz de la misma forma que Harry lo había hecho.

—Así es, por eso mismo te bañare.

Se cruzó de brazos y ladeo un par de muecas.

—Oh, oh —soltó el bebé.

—Ay no —susurró Harry al escuchar como Teddy comenzaba a soltar gases y un par de risas divertidas.

Limpiarlo para después bañarlo había sido todo un show y aunque Harry sintió que había durado horas para lograr aquello, tan solo habían pasado treinta minutos. Dejo al bebé en pañales que se rehusaba a utilizar alguno de su ropa y Harry decidió imitarlo colocándose unos simple shorts. Preparo su mamila y aprovecho para tomar una cerveza de mantequilla y aunque el bebé no quería, ambos comenzaron a ver el televisión, en espera de Andrómeda o Adhara.

Afortunadamente, ambas llegaron al mismo tiempo.

—¡Llegamos!

—¡Abu! —grito Teddy—. ¡Mamá! —volvió a gritar emocionado.

—¡Gracias Merlín! —exclamó Harry pegando su cabeza al sillón, causando que Andrómeda comenzará a reír.

—¿Tuviste problemas, Harry? —preguntó divertida Andrómeda al ver como su nieto solo viste su pañal.

—Demasiados —murmuró—. Teddy encontró chocolates y decidió comerlos mientras yo mandaba unas cartas —explicó suspirando—. Corrí tanto que creo que deje un pulmón tirado por ahí —dijo haciendo un ademán de manos, y provocando risas en madre e hija.

—Bueno al menos ya sabemos quien no debe comer chocolate, ¿uh?

Teddy hizo una burbuja de su baba y soltó una risita.

—Será mejor que se arreglen para la fiesta de Neville, yo me encargaré de Teddy y su adicción con el chocolate —bromeó Andrómeda—. Que dices amor, ¿ayudas a tu abuela a ordenar la comida?

Hizo «pap», «pap», al entender lo que decía. Adhara y Harry se apresuraron para subir las escaleras en dirección a su habitación.

—¿Qué sucedió en la reunión? —curioseo Harry cerrando la puerta, mientras la joven se deshacía de su ropa a brincos.

—Pues resulta que hubo todo un cambio de partidos para la semana que viene. Se supone que debíamos jugar contra los Meteoritos de Moose Jaw, pero ahora jugaremos con los Chudley Cannons y ellos juegan realmente diferente a los Meteoritos —explicó mientras abría su armario en busca de alguna túnica decente.

—Demonios, tendrán que cambiar todas las jugadas —murmuró Harry colocándose una camisa gris.

—Y aumentar las horas de prácticas por que tenemos poco tiempo —musitó.

Harry dejo de abotonar la camisa para ver a Adhara—. ¿Mañana practicaras? —curioseo.

—¡Obvio no! —respondió con voz aguda—. Es tu cumpleaños y les dije que saldría del país —mintió.

—¡Adhara! —el chico soltó una carcajada y se acerco a su novia—. Entiendo que tengas que hacerlo, es tu trabajo.

—Pero es tu cumpleaños —susurró Adhara.

—Y dura veinticuatro horas —le recordó, acariciando su cabello—. Tu trabajo es importante...

—Es más importante tu cumpleaños —dijo con voz aguda, pero Harry negó lentamente.

—Seamos honestos, es más importante que las Arpías ganen la liga de quidditch.

Adhara soltó un suspiró y ladeo una mueca—. Sí, tienes razón.

Ambos comenzaron a reír y rozaron su nariz en un tierno beso.

—De igual forma, no teníamos planeado nada,, yo te esperaré en casa hasta que regreses y podremos cenar pastel o algo así —dijo alzando los hombros.

La cazadora de quidditch ladeo una mueca al escucharle decir aquello y es que Adhara llevaba ya tres meses organizando una fiesta sorpresa para su novio, quien nunca ha logrado tener una fiesta adecuada.

—Oh, quizá puedas ir con Ron y Hermione, ya sabes, dicen que desde que nos hicimos padres no salimos —recordó una tanto divertida.

—Cierto, esa puede ser otra opción —alzó los hombros sin saber muy bien—. Ya mañana veremos, por ahora hay que ir con Neville.

—¿Tienes el regalo? —curioseo Adhara.

—Lo deje en la cómoda —señalo.

Ahdara miro a todos lados y rascó su nuca.

—No hay nada aquí.

Al mismo tiempo, ambos dijeron—. ¡TEDDY!


...


Adhara sabía que todo saldría bien y es que Hermione estaba haciéndose cargo de la fiesta sorpresa de Harry. Afortunadamente, Ginny, Pansy, Theo, Draco y Ron (había sido todo un milagro que Draco y Ron accedieran a estar en el mismo lugar juntos) lograron convencer a Harry para salir al Caldero Chorreante y tener un ameno cumpleaños, mientras que en el jardín de la Madriguera, Hermione, Blaise, Daphne, Luna y Neville ayudaban junto con el resto de los Weasley's y Andrómeda a prepararlo para lo noche, montando mesas e inflando globos con distintos colores los cuales eran pateados por George y Teddy, quienes en lugar de ayudar en la decoración se encontraban destruyendo todo a su paso.

Oh a Teddy le agradaba la forma en la que actuaba George, por lo que si el desorejado pateaba algo, el también lo intentaría hacer.

Sería una fiesta realmente intima, sin embargo, Adhara quería que todo estuviera bien organizado ya que Harry nunca ha tenido una fiesta sorpresa.

O una fiesta en general.

—¡Bebé caído, bebé caído! —exclamó George.

Teddy se paro de un brinco y alzó su cabeza para ver a Hermione, quien lo cargo rápidamente.

—¿Estás bien, cariño? —Teddy balbuceó y señalo al desorejado—. ¡George! —el mencionado dio vueltas un tanto asustado y se escondió detrás de la mesa de dulces cubriendo su rostro.

Sin embargo, Hermione no pudo regañarle y es que ver a George divertirse era algo que no sucedía muy seguido.

—Daphne, rescátame —suplicó con voz aguda.

—Recuerda que Teddy tiene como herencia lo torpe, no hagas que lo desarrollé —pidió Hermione bajando al bebé, que corrió en su encuentro con George.

—¡No prometo mucho! —exclamó, para correr detrás de Teddy a quien cargo para llevarlo a sus hombros, mientras perseguían gnomos, ahuyentándolos del jardín.

—Alguien quiere un bebé —canturreó Blaise a Daphne, quien le dio un codazo.

—No, a George solo le agrada Teddy —aclaró.

—Ah, así que ya lo hablaron —señalo con voz soñadora Luna.

Daphne negó con su cabeza, sin embargo había un ligero sonrojo en sus mejillas que la delataba. Blaise soltó una carcajada pero Hermione lo fulminó, provocando que el chico dejará de reír. Ante eso, Neville comenzó a burlarse del Slytherin.

A las afueras del jardín, un torbellino apareció y Teddy soltó un grito que provoco dolor en George debido a que el bebé vio a su madre aparecerse. Corrió entre tropezones y el haberse caído no impidió que llegará hasta Adhara, quien lo cargo un tanto enternecida.

—Hey, esto luce genial —reconoció caminando a sus amigos.

—Yo lo hice todo —aseguró Blaise.

Hermione, Daphne y Neville rodando los ojos, Luna sin embargo, soltó una risita divertida.

—¿A que hora llegará Harry? —preguntó Hermione.

—Recién le mande un Patronus diciéndole que salí de entrenar, debe llegar a la casa en media hora —explicó bajando a Teddy, quien al ver a Charlie salir con un barra de chocolate, comenzó a perseguirlo.

—¡Ayuda mamá! —exclamó el dragonologista al ver como Teddy hacia gruñidos por conseguir un chocolate.

—Creo que están criando un perro —señalo Neville, haciendo que Adhara riera.

—Sí, creo que intenta aullar, le conté la historia de un hombre lobo —explicó—. Me iré a casa y los veo en media hora, ¿les parece bien?

—¡De acuerdo!

—¡Te...! —Adhara se carcajeo al ver como Teddy se encuentra encima de Charlie, comiendo chocolate—. Mamá se encargará de él —dijo un tanto divertida.

Al momento de utilizar el método de Aparición, llegó a su casa al mismo tiempo que Harry.

—¡Amor! —exclamaron ambos emocionados.

Adhara se lanzó a los brazos de su novio, besando todo su rostro con emoción.

—Hola Estrellita, ¿qué tal el entrenamiento? —pregunto bajándola con cuidado para abrir la puerta de la casa.

—Bien, un poco cansado, pero bien —respondió ladeando una sonrisa.

—¿Listas para ganar el partido? —curioseo con entusiasmo Harry.

—Pff, ¡siempre estamos listas! —exclamó con emoción.

—¿Andy y Teddy no están? —preguntó algo extrañado al ver el hogar en silencio.

Balanceándose sobre sus talones, Adhara respondió—. Nop —mostro una pequeña sonrisa y alzó sus hombros—, creo que irían con la tía Cissy.

—¿Entonces que haremos? —preguntó Harry tomándola por la cintura.

—¿Qué quieres hacer? —susurró sobre sus labios Adhara.

Harry ladeo una pequeña sonrisa—. Se me ocurren muchas cosas —canturreó.

—¡Hey! Mente sana muchachito —le reprimió entre risas Adhara.

—Era solo una opción —dijo con inocencia—, ya sabes, para empezar a planear una familia —musitó sobre sus labios.

Adhara se paró de puntitas solo para poder besar los labios de su novio.

—Uh, cuéntame más —pidió en voz baja.

—Pensé en tres hijos...

—Me agrada esa idea —susurró cerrando sus ojos, mientras Harry da pequeños besos sobre su cuello—. ¿Podremos tener una casa con un jardín grande?

—Sí, será un jardín inmenso —aseguró el chico—. Dónde haremos partidos de quidditch cada verano —continuó.

Y aunque Adhara estaba disfrutando de los besos que su novio le daba, sabía que no podía tomar mucho el tiempo por que los invitados ya estaban llegando y ellos tienen que arreglarse.

—Amor, casi lo olvido —susurró separándose de él—. Molly nos invitó a cenar.

Harry relamió sus labios y ladeo una sonrisa—. Uy, hubieras dicho eso antes —Adhara soltó una carcajada al notar la emoción en aquello—. ¿Crees que haga caldero de chocolate?

—Quizá sí —respondió alzando sus hombros.

—Genial, será mejor que tomemos una ducha para arreglarnos.

—¿Me estás invitando a bañar contigo, Potter? —preguntó Adhara como quien no había entendido.

—Lo acabo de hacer.



...


En la madriguera, todo se encontraba en silencio y las velas habían sido apagadas. Adhara había sido capaz de aparecerse de la parte trasera de la propiedad, entrando en dirección a la cocina, encontrándose con Molly y Arthur, quienes se encontraban terminando la preparación de la comida.

—¡Harry! ¡Cariño! —le llamó con ternura Molly—. ¡Oh feliz cumpleaños! —exclamó con emoción, tomándolo de las mejillas—. Diecinueve años, aun me acuerdo la primera vez que te vi. ¡Haz crecido tanto!

—Molly, cielo, lo abrumas —le salvó Arthur un tanto divertido—. Feliz cumpleaños, Harry, ¿cómo te encuentras?

—Muchas gracias, y me encuentro muy bien, señor Weasley, ¿cómo están ustedes? —preguntó dedicándoles una sonrisa ladeada ante el amor recibido.

—Bien cariño, estamos bien —aseguró Molly palmeando sus mejillas—. Hola Ad, ¿qué tal el trabajo?

—Algo cansado, pero nada que no haya hecho antes —dijo sonriendo.

—¿Por que no vamos al jardín? Nuestros hijos no deben en tardar en llegar, han sido los primeros —informó Arthur tomando del hombro a Harry.

—Oh si, Percy tiene mucho trabajo en el ministerio y al parecer también Hermione —continuó Molly—, y con eso que Charlie y Ron están ayudando a George en Sortilegios, ¡nunca se imaginaron la cantidad de ventas que tendrían este verano! —comentó con algo de nostalgia.

—¿Cómo está George? —preguntó algo tímido.

—Poco a poco comienza a sanar su dolor, Harry —respondió Arthur con una pequeña mueca—, poco a poco —musitó.

—Pero descuida, él también vendrá —aseguró Molly con una pequeña sonrisa triste.

En cuanto salieron rumbo al jardín, las velas se iluminaron y al mismo tiempo, todos los presentes gritaron—: ¡SORPRESA!

Harry dio un brinco sin haberse esperado aquello. Teddy grito con emoción y Andrómeda permitió que su nieto corriera al encuentro con su padrino, quien lo cargo aún aturdido por la sorpresa que le dieron sus amigos.

Pronto, todos comenzaron a cantar la canción del cumpleaños, provocando que los ojos de Harry se cristalizaran y mirará a Adhara con algo de emoción.

Teddy por su parte, solo balbucea tomando las mejillas de Harry, para tener su atención.

—Feliz cumpleaños, amor —susurró Adhara besando su mejilla, provocando que Teddy le imitará y también besará la mejilla de Harry.

—Túuuu —susurró tomándola de la cintura.

Yooo —alzó sus hombros ladeando una sonrisa, sin embargo, Hermione se lanzó a los brazos de su mejor amigo para abrazarlo con fuerza.

—¡Ay! ¡Aun recuerdo cuando te vi con tus lentes rotos y esa enorme camisa que traías puesta el primero de septiembre de 1991! —lloriqueó.

Pronto, las felicitaciones comenzaron y Harry, un tanto emocionado y agradecido, comenzó a aceptar todas y cada una de ellas.

—Feliz cumpleaños Harry, cada vez más cerca de la vejez —dijo Kingsley dándole un fuerte apretón de manos y tomándolo del hombro.

—Me alegra verlo aquí, ministro —respondió con cortesía, ganándose un codazo por parte del hombre.

Dos personas más aparecieron en los terrenos del castillo y Harry sonrió al reconocer a la profesora McGonagall y a su gran amigo Hagrid.

—¡Oh no! ¡Llegamos tarde! —exclamó Hagrid al notar a Harry ahí.

Sin embargo, el auror y salvador del mundo mágico ignoro la queja del semi gigante por que corrió a darle un fuerte abrazo.

—Podrás ser el ministro, pero solo hay un Hagrid —le bromeó Bill a Kingsley.

—Indiscutiblemente —respondió con una sonrisa.

—Oh Potter, lamentamos la tardanza, alguien no estaba listo —informó McGonagall viendo de reojo a Hagrid.

—Perdón, creo que me senté en él.

De un bolsillo interior de su abrigo negro, Hagrid sacó una caja ligeramente aplastada. Harry lo miro con una pequeña sonrisa y lentamente lo abrió. Dentro había un gran pastel de chocolate pegajoso con el Feliz Cumpleaños Harry escrito en glaseado verde.

—Hagrid —susurró Harry con mirada enternecida.

El semi gigante sorbio su nariz—. Haz crecido mucho, demasiado —aseguró.

McGonagall le tendió un pañuelo, el cual acepto agradecido; sin poder contenerse, Harry volvió a abrazarlo con una gran sonrisa en su rostro.

—Gracias Hagrid.

—No es nada, no es nada —respondió con sentimentalismo el semi gigante.

Tras los saludos a todos los presentes, tomaron asiento en la gran y larga mesa en forma de u que permite a todos verse entre sí, mientras disfrutan de la deliciosa que la señora Weasley preparo con apoyo de su esposo Arthur y Andrómeda.

—Di la verdad Potter, ¿te esperabas algo así? —le preguntó Blaise con una sonrisilla.

—La verdad es que no tenía ni idea —confesó—. Juraba que al llegar a casa veríamos una película con Teddy —dijo mirando a su ahijado que se encuentra siendo cargado por Percy.

—Ve el lado bueno, una película no es tan divertida como nosotros —señalo Charlie.

—En eso tienes razón —afirmó el chico—. Muchas gracias, por estar aquí.

—No es nada, aquí vivo —señalo Ginny, provocando que se carcajearan y se ganará un zape por parte de Percy—. ¡Au! —chilló.

—De igual forma, tienes que agradecerle a Ad —dijo Ron—. Nos tenía como locos...

—Es cierto —apoyó Draco—. Tres meses de preparación, uh.

Un tanto sonrojada, Adhara les interrumpió—. Basta, ya —musitó.

—Si bueno, ¿y cuando se casarán? —preguntó Theo con emoción, provocando que todos comenzaran a hablar al mismo tiempo.

—¡Ay Teddy con túnica de gala se vería hermoso! —chilló Hermione.

El bebé al escuchar su nombre dejo de morder su mameluco y ladeo su cabeza, mientras Percy cubría sus oídos.

—Es muy pequeño para ser traumado —dijo Oliver al ver como Teddy lucía confundido.

—Y nosotros también somos pequeños para casarnos —señalo con voz aguda Adhara, mientras sus mejillas se tornaban rosadas.

—Eh sí —murmuró un tanto sonrojado Harry.

—Oh no empiecen —les salvó Molly, mientras Andrómeda intentaba contener la risa.

—Solo para aclara, ¿estaré invitado? —preguntó Blaise con emoción.

Al mismo tiempo, Adhara y Harry respondieron—: No.

Hubo risas por parte de todos al ver la reacción de indignación por parte del chico y en cuestión de segundos, el tema de la boda dejo de ser relevante ya que Teddy había comenzado a golpear con su puño la mesa pidiendo chocolate, logrando que George se uniera al bebé para que procedieran a comer todos los postres que habían sido preparados para la fiesta.

Adhara observo con una pequeña sonrisa a Harry hablar con sus amigos y apoyo sus codos en la mesa, luciendo claramente feliz, pero al sentir como alguien tomaba asiento a su lado, giro un poco su cabeza para ver a su madre.

—Luces feliz —reconoció Andrómeda.

—Estoy feliz —afirmó en voz baja.

Con una pequeña sonrisa, Andrómeda dijo—: Me alegra escuchar eso. Tu felicidad es muy importante para mi —confesó.

—¿Qué ocurre mamá? —curioseo girándose un poco para verla mejor.

—Bueno, ocurre que mi hija esta creciendo muy rápido —susurró acomodando un mechón de cabello de Adhara—, y que ya no eres una niña —continuó.

—Oh, madre...

—Y que tienes un gran hombre a tu lado —musitó.

Ambas miraron a Harry, el chico sintió la mirada de su novia y suegra a quienes encontró y les dedico una adorable sonrisa.

—Quiero que seas feliz con él, ¿uh?

—¿Qué dices mamá? —preguntó en voz baja.

—Ad, se que están conmigo por que no quieren dejarme sola, pero yo se que ustedes dos quieren empezar a vivir su vida como pareja, solos...

—Mamá, no —trato de interrumpirles.

—Y eso esta bien. Son adultos, han madurado muy rápido y saben lo que hacen —prosiguió—. Así que si llega el día en que ambos lleguen a un acuerdo mutuo de mudarse, pueden sentirse en la libertad de decírmelo.

—No te vamos a dejar —murmuró recargando su cabeza en su hombro—. Te necesitamos, ambos, Harry y yo —aclaró.

—Lo sé —susurró Andrómeda abrazándola—, pero es importante que lo sepas —beso su cabeza con ternura.

Harry no tardo en llegar a sentarse del otro lado de Andrómeda, llamando su atención.

—¿Ocurre algo? —preguntó preocupado.

—Harry, mamá quiere corrernos de la casa...

—¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? —preguntó alarmado.

—¡Adhara! —le reprimió Andrómeda, dándole un tirón de cabello a su hija.

—Ou —susurró acariciando su cabeza—. Se sintió así —musitó.

—¿En serio nos va a correr? —susurró Harry con notoria preocupación.

—¡Por Merlín Potter! ¡Claro que no los voy a correr! —dijo divertida—. No podría hacerlo, ¿de acuerdo? Solo le contaba a Nashira que cuando quisieran mudarse juntos tengan la confianza de decírmelo.

—Ahh —respiró aliviado.

Adhara miro un tanto confundido a su novio—. Espera, ¿tu lo sabías?

—Sip —respondió llevando su mano a su nuca.

—¿Cuándo planeabas decírmelo? —preguntó ofendida.

—Bueno, es solo que no se había dado el momento, je, je —mostró una sonrisa inocente—. De igual forma, no tengo planes de mudarme —agregó rápidamente.

—Yo tampoco los tengo —dijo esta vez Adhara, viendo a su madre.

—Y por mi eso esta bien —respondió sonriendo, tomando con cariño la mano de Harry—. Los amo —beso la cabeza de Harry y después la de su hija con una pequeña sonrisa.

—También te amamos, Andy.

—Sí ma, te amamos mucho —aseguró Adhara sonriendo.

Con pasos torpes y el rostro repleto de chocolate, Teddy tiro del pantalón de Harry llamando su atención.

—Uy, ¿y a ti que te paso? —preguntó cargando a Teddy.

Dijo «pap», «pap» y mostró una pequeña sonrisa traviesa.

—Sí, ya veo que comiste chocolate —murmuró Harry un tanto divertido.

—Oh Teddy —suspiró Andrómeda quien alzo su cabeza al cielo—. Esto es culpa tuya, Lupin —murmuró, provocando que Adhara y Harry soltaran una pequeña risita.

—Aw, se ven muy lindos —habló Hermione llegando con una cámara—. Les tomaré una foto, así que volteen hacía acá —pidió con emoción—. ¡Digan Snitch!

A coro, los tres adultos dijeron «Snitch», mientras que con voz aguda, Teddy soltó—. ¡CHIIII!

Y tras aquella fotografía, Hermione se encargó de conseguir más recuerdo de aquella noche tan mágica en donde los que alguna vez fueron enemigos, estaban compartiendo ahora postres y recuerdo que aunque en su momento habían sido peleas, ahora parecían ser lo más divertido del mundo.

Mientras todos trataban de evitar a toda costa que el pequeño Teddy consiguiera más chocolate, pero era imposible darse cuenta cuando George se lo arrojaba como si de un perro con hambre se tratará.














Nota de autora:

Ustedes ya deben saber lo mucho que me pone soft escribir de Teddy, pero me pone más soft escribir de George y Teddy <4

Espero les haya gustado este capítulo, el siguiente se me hace muy tierno.

Ah bueh, es que escribir cosas tiernas es mi pasión, ok?

Pd: empezaré a ponerle fechas a los caps para que sea todo más claro (:

Lots of love, cici x

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