📍 MADRID, ESPAÑA

FEBRERO 2022

Tan solo una semana ha transcurrido desde el divorcio, Toni Kroos ha intentado seguir con su vida enfocándose en lo realmente importante, es decir, sus hijos y la presente temporada con el Real Madrid.

Por su parte, los medios no han dado tregua con el alemán estos días, incluso en su último partido en casa, Real Madrid vs Granada, fue el jugador de la actual plantilla más buscado. Tal es el caso que el equipo madrileño tomó cartas en el asunto y comunicó a los medios de comunicación que por un tiempo indefinido Toni Kroos quedará fuera de todos los eventos con la prensa en general.

Ahora, el alemán sale de la ciudad deportiva, como es costumbre en él es el último en irse. Sube a su automóvil y pone rumbo a la dirección que señala aquella tarjeta de presentación que, una semana antes, el psicólogo del club le dio, sí, tras una semana pensando tomó la decisión de ir y ver lo que sucedía. En cuanto llega al edificio, agarra su celular y sale del auto, mira a su alrededor para verificar que no haya alguien de la prensa, posteriormente entra al edificio y va directo con la mujer que atiende la recepción.

— Buenas tardes. — se acerca.

— Buenas tardes, su nombre.

— Toni Kroos, agende una cita con la psicóloga...

— Jazmín García. — completa. — Ella aún sigue en terapia, pero puede esperarla en los sillones de allá.

— Gracias. — asiente.

— Hola, buenas tardes. — llega otra mujer, pero Toni no mira de quien se trata y va directo a uno de los sillones de la sala de espera.

El alemán ni se percató que llegó 20 minutos antes de su cita, así que ahora no tiene otra opción más que esperar. Mientras enciende su teléfono y le envía un mensaje a su exmujer para comprobar que fue por sus hijos al colegio, en lo que recibe respuesta lee los mensajes de su hermano, Félix, él es el único de su familia que sabe de su visita al psicólogo, ya que es a quien más confianza le tiene y sabe que no lo juzgará.

Toni se percata que aquella mujer que entró después de él está sentada en el otro sillón de enfrente y de manera discreta la observa, ¿acaso vienen con la misma psicóloga?

En otra perspectiva, aquella mujer mantiene su vista en un par de hojas mientras subraya algunas frases hasta que uno de sus resaltadores cae al suelo. Así que intentó levantarlo, pero Toni se adelantó y lo recogió rápidamente para después dárselo.

— Gracias. — ella sonríe levemente y toma el resaltador en sus manos.

— De nada. — Toni le devuelve el gesto.

Sus miradas se mantienen fijas el uno al otro por un par de segundos, este momento, de algún modo, les resulta tan familiar y cabe mencionar que no se han visto jamás en sus vidas.

— ¿Vienes a terapia? — pregunta. — Oh, no, olvida mi pregunta, sino porque otra razón estarías aquí. — ríe. — Disculpa, suelo ser algo torpe.

— No, no digas eso. Y sí, vengo a terapia. — el alemán también esboza una sonrisa.

— Ya decía yo, jamás te he visto por aquí.

— ¿Vienes con...?

— Toni Kroos. — la psicóloga sale de su consultorio llamando al alemán, él la mira y asiente.

— Me tengo que ir...

— Descuida, nos veremos pronto por aquí. — responde.

El alemán le dedica una sonrisa para después entrar al consultorio y sentarse en uno de los sillones, quedando frente a la psicóloga.

— Bueno, antes que nada, gracias por la confianza, Toni. Me sorprendió tu llamada hace unos días, pero bueno, sé que te recomendó un amigo mío y, por supuesto, sé tu caso, pero quiero que me lo cuentes desde tu perspectiva.

— Bien... — el alemán se pone nervioso, algo raro en él, debido a que siempre muestra seguridad en todo momento. Sin embargo, eso ha cambiado y todo desde su divorcio con Jessica.

Por primera vez el alemán se siente con la libertad de hablar con alguien sobre lo sucedido, de cómo es que todo su matrimonio de años terminó de esta manera y lo que siente al respecto.

Aquella primera terapia tardó aproximadamente dos horas, pero sin duda, ha quitado un poco de la presión que estos días ha sentido, no solo por su divorcio, sino por otras cosas.

Toni salió del consultorio y del edificio en general, no volvería hasta en una semana y media para seguir con su proceso, mira la hora en su teléfono y camina directo a su automóvil, sin embargo, se detiene al ver nuevamente a aquella mujer recogiendo sus cosas del suelo.

— ¿Estás bien? — pregunta acercándose a ella para ayudarla.

— Oh, hola de nuevo. — ella sonríe con los ojos rojos. — sí, estoy bien, solo que me distraje y se cayeron al suelo.

Toni la mira discretamente, cualquier persona diría que miente, pero decide no insistir, puesto que no la conoce.

— Solo ten cuidado. — responde.

— Sí, lo tendré. — finge una sonrisa. — ¿Terminaste tu terapia?

— Sí, realmente se sintió bien.

— Lo es, he estado aquí por un tiempo y sé de lo que hablas, a veces nosotros mismos no podemos con todos nuestros problemas. Deja te doy un consejo. — dice. — Está bien pedir ayuda, no importa el problema que enfrentes. Y también, todo mejorará.

— Por eso es que vine, mi vida se volvió una mierda hace una semana y media...

— Como lo dije todo mejorará, no sabemos cuando, pero lo hará, confía en el proceso...

— Toni, me llamo Toni Kroos.

— Toni, bien, confía en el proceso Toni. — sonríe causando lo mismo en el alemán.

— Gracias.

— Dalia Monroe. — lo imita y ambos sueltan una carcajada.

— Gracias, Dalia.

— Nos vemos pronto, Toni.

— Nos vemos pronto, Dalia.

Ella se aleja del alemán y sube a un auto que está estacionado a unos metros del futbolista, por su parte, Toni hace lo mismo, pero se dirige a la casa de su exmujer para ver a sus hijos.

Toni conduce por las calles de la capital hasta una de las zonas exclusivas de la ciudad, lo dejan acceder sin problemas, puesto que es propietario de una casa. Conduce por las calles del condominio hasta que se detiene frente a un parque cercano, ya que mira a sus hijos jugar, sin embargo, aquella sonrisa se borra de su rostro al observar a Jessica con otro hombre sentada en una de las bancas del parque. La rabia se apodera de él, al igual que una combinación de sentimientos, ahora entiende el porqué de su divorcio.