𝖈𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝖘𝖊𝖛𝖊𝖞
❝ the host ❞

Una vez que Rose hubo vuelto, decidieron enfocarse en lo más importante ahora.

─ Primero no le di importancia, es decir, simplemente, no quería creerlo ─Comenzó a explicar Will, todos escuchaban atentamente─ La primera vez que lo sentí fue en el cine. 

─ Esa noche también se cortó la luz ─Comentó Mike. 

Rose recordó, el día en el que los conoció. 

─ Luego fue cerca de la granja Nelson, el otro día. Y de nuevo, ayer frente el castillo Byers. 

─ ¿Cómo se siente? ─Max preguntó. 

─ Es como... ¿Saben como se siente una montaña rusa?.

─ Si ─Todos contestaron.

─ No ─Once respondió aparte. 

─ Es como si... todo dentro de tu cuerpo se hunde al mismo tiempo, pero.... esto es peor. Tu cuerpo se enfría y no puedes respirar, lo he sentido antes, cuando él estaba cerca. 

─ ¿Cuándo quién estaba cerca? ─Preguntó James esta vez.

─ El desuellamentes. 

─ ¿El qué? ─Susurró para si misma Rose. 

─ Yo cerré el portal.

─ Lo sé pero.. ¿Y si nunca se fue?. ¿Y si lo encerramos aquí con nosotros?.

─ Este es él ─Will colocó una hoja de papel en la mesa y comenzó a dibujar con un gis una representación del desuellamentes─ Entero, pero aquel día en el campo, una parte de él se me pegó ─Pasó una mano por el dibujo, manchándola de el polvo negro de el gis y nos la mostró─ Mi mamá me lo sacó y Once cerró el portal ─Dio vuelta a la hoja─ Pero ¿Y si la parte que se me pegó sigue en nuestro mundo? ─Estampó la mano llena de gis en la hoja, dejando la marca ahí─ En Hawkins. 

─ No entiendo ─Max habló─ Los demo-dogos murieron cuando Once cerró el portal, si el cerebro muere, el cuerpo también. 

─ No podemos arriesgarnos ─Le contestó Mike─ Debemos esperarnos lo peor. El desuellamentes regresó. 

─ Si, y si así es, querrá pegarse a alguien de nuevo, un nuevo yo ─Continúo Will.

─ Un nuevo huésped. 

─ ¿Cómo reconocemos a un huésped?. 

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─ No lo sé, para mi luce muy normal ─Max comentó, a la vez que bajaba los binoculares con los que momentos antes observaba a su hermano. 

─ ¿Normal? ¿Cuántas veces lo has visto con una camiseta puesta? ─Cuestionó Lucas.

─ Bien, es un poco raro...

─ Más que un poco ─Continúo Mike─ Estaba en una tina con hielo, al desuellamentes le gusta eso, además lo que vio Ce...

─ Pero esta descansando junto la piscina y el desuellamentes no haría eso ─Interrumpió Max.

─ No necesariamente ─Habló Will, todos lo miraron─ Al desuellamentes le gusta esconderse, solo me uso cuando me necesito, es como si estuviera dormido, y, cuando te necesita, se activa ─Volvieron a mirar a Billy.

─ Okay entonces solo esperamos a que se active ─Rose habló. 

─ No, ¿Y si lastima a alguien?.

─ O mata a alguien.

─ Es demasiado arriesgado. Debemos averiguar si él es el huésped ─Dicho eso, Mike comenzó a alejarse. 

─ ¿A dónde vas?.

─ Tengo una idea, solo chicos. 

James, Will y Lucas comenzaron a seguirlo. 

─ Oh, ¿De verdad? ─Rose se quejó mirando a los chicos. 

─ Confíen en mi, y lo siento ─Se fueron alejando hasta que las chicas los perdieron de vista. 

Las tres se miraron con frustración. 

Max y Once se sentaron en la acera, mientras Rose se quedó parada, maldiciendo mentalmente a Mike. 

─ Deberías sentarte ─Le dijo Once.

Rose ignoró las palabras de la chica, y comenzó a caminar hacia otra parte. 

─ ¿¡Tu también!? ─Max la detuvo. 

─ ¡Voy al baño! Dios. 

Siguió caminando hasta llegar al sanitario de mujeres y entrar. 

Rose terminó de lavarse las manos, y se dirigió apurada a la salida, al llegar a la parte de afuera, se detuvo al mirar a la persona enfrente de ella. 

─ Vaya vaya ─Billy dio un paso hacia la chica, sonriendo, Rose retrocedió─ Sabía que mi vista no me fallaba. Rose.... ¿Beckett era? Oh si, la estúpida chica que nunca se despegaba de mi hermana. 

Billy seguía avanzando lentamente, mientras ella retrocedía más, siempre le intimidó aquel tipo, aunque nunca dejó que se notara, por alguna razón ahora estaba más asustada que otras veces, tal vez por el hecho de que puede que tuviera una parte del desuellamentes dentro de él. 

─ ¿Te comieron la lengua los ratones? ─Rose dejó de retroceder cuando sintió su espalda tocando la fría pared, Billy sonrió aún más─ ¿Tienes miedo?.

─ ¿De ti? ¿Quién no lo tendría? Solo mírate ─Rose logró porfin hablar, aún con miedo. 

La sonrisa del chico no hizo más que ensancharse, hasta convertirse en una risa rara. 

Una vez que terminó de reír volvió a dar un último paso, quedando a una distancia demasiado incómoda para la chica─ Y bien, ¿Me dirás qué haces aquí?. 

Rose tartamudeó, el rostro de Billy comenzaba a acercarse más al de ella y lo único que quería era romper en llanto y salir corriendo, un nudo comenzó a formarse en su garganta, su cuerpo temblaba.

─ Oh no, ¿Vas a llorar? ─Soltó una risa amarga, para después con una mano tomar bruscamente la barbilla de Rose─ Respóndeme, ¿Qué haces aquí?.

Antes de que la chica pudiera responder o hacer algo, vio como alguien apartaba bruscamente a Billy de ella.

─ Aléjate ─Ahí estaba James, con una mano agarraba su camisa y la otra formada en un puño dando a entender que estaba apunto de golpearlo, el chico solo se echó a reír, y en un movimiento rápido se soltó, le dio una última mirada a Rose, quien lo miraba con miedo, y comenzó a caminar aún mirándola. 

Una vez que hubo desaparecido por completo, Lucas, Will y Mike salieron de donde estaban escondidos y corrieron hacia la chica. 

─ Santa mierda ¿Estás bien?.

Rose asintió lentamente, aún tenía ganas de llorar y estaba temblando, su padre se acercó también, aunque estaba molesto y quería ir detrás de Billy para molerle la cara a golpes, se tranquilizó y la tomó suavemente del brazo. 

─ Vámonos. 

Comenzaron a caminar de nuevo hacia el mismo lugar donde estaban antes, Max y Once los vieron acercarse y se levantaron. 

─ ¿Porqué tardaron tanto? ─Max habló frustrada. 

─ El imbécil de tu hermano. 

─ ¿Qué? ─Antes de preguntar que es lo que había pasado, fijó su vista en Rose, quien aún tenía la misma expresión de terror─ Oh mierda.

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─ ¿Y de donde mierda esperas que saque cadenas? ─Preguntó con molestia Rose, hacía Mike. 

Después de contarles a las chicas lo que pasó con Billy, y de que Rose se calmara un poco, decidieron llevar a cabo el plan de Mike, todos tenían una tarea, la de Rose era ir a buscar cadenas para encerrar a Billy en el sauna.

─ ¿El almacén? No lo se, solo busca. 

─ Si, bien, pero, por si lo olvidas, Billy aún está allá afuera, no iré sola. 

Mike suspiró pesadamente─ Bien, ve con Once. 

Rose volteó hacia Once, quien solo le sonrió un poco, después volvió a mirar a Mike─ No gracias. 

─ Genial, entonces ve sola a esperar a que Billy te encuentre de nuevo, podrías servir de distracción ahora que lo pienso.

Rose entrecerró los ojos─ Vete a la mierda.

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Once había encontrado lo que le habían pedido, ahora solo esperaba a que Rose encontrara las cadenas. 

─ Maldita sea, ¿Por qué hay tantos silbatos? ─Murmuró Rose, estaba enojada, no por los silbatos, si no por todo lo que había pasado hasta ahora, y lo que estaba a punto de pasar, decir que estaba asustada era poco, los demás parecían estar acostumbrados a tener que hacer ese tipo de cosas, pero ella apenas entendía lo que pasaba. 

─ Oye ─La voz de Once la distrajo de sus pensamientos, volteó para mirarla─ ¿Ya conocías antes a Billy?. 

Rose suspiró, y volvió a voltearse para seguir buscando─ Si, ¿Porqué?.

─ Tal vez... la razón por la que se comportó así... es por que... le gustas. 

Rose dejó caer la caja que tenía entre manos y volvió a mirar a Once con una expresión de espanto y desconcierto─ ¿Qué mierda dices?. 

─ Bueno, no lo sé.

─ Okay, primero que nada, ¿Has visto la edad que tiene él, y la edad que tengo yo? son como 8 años de diferencia.

─ Pero no importa la edad ¿O si?, es decir, si te gusta alguien eso no tiene que importar. 

─ Dios, de verdad te falta mucho que aprender de la vida ─Murmuró de nuevo la chica─ Escucha, no le gusto a Billy, el me odia, siempre me ha odiado, punto, además, nada de lo que hizo muestra señales de que le guste, solo que me odia.

Once asintió─ ¿Y porqué te odia?.

─ ¿Cómo voy a saber? Me odia por que puede. 

─ ¿Cómo?.

Rose finalmente encontró las cadenas, volvió a voltear hacia Once─ Haces demasiadas preguntas ¿Sabías?.

Empezó a caminar hacia la salida del almacén hasta que Once la detuvo.

─ ¿Tu me odias?. 

Rose se detuvo en seco, pero no volteó, la verdad nunca lo había pensado, estaba molesta con Max, pero Once no había hecho nada, no podía culparla, aunque no podía evitar sentir celos por ella. 

Finalmente Rose volteó, y caminó hasta ella─ No, a ti no te odio.

─ ¿Odias a Max?. 

Antes de que contestara, alguien se le adelantó.

─ Hey, encontré los interruptores ─Ambas miraron hacia donde Mike estaba, quien miró el muñeco que Once traía─ Wow, esta cosa es súper escalofriante, déjame verlo ─Lo tomó, haciendo que Once lo mirara con confusión─ Creo que funcionará, ¿Cierto amigo? "Claro Mike" ─Movió un poco la cabeza del muñeco para pretender que había sido él el que lo había dicho y miró a las chicas esperando a que rieran o dijeran algo, pero Once solo lo miraba seria y Rose  tenía una cara de confusión e incredulidad.

─ Dios, estás muy desesperado ─Habló esta, mientras Once le quitaba de nuevo el muñeco a Mike, y comenzaron a caminar a la salida.

─ Oye, Ce...

Once miró a Rose pidiendo ayuda, pero esta solo alzó los hombros y siguió su camino, dejándolos solos.

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─ ¿Rose?.

La chica se detuvo en seco al escuchar una voz detrás de ella, la reconocería en cualquier lado─ Dios, mi vida está salada ─Rose se dijo a si misma mirando hacia el suelo, había tomado unos lentes de sol y una gorra para pasar sin que Billy la viera, aún así, ella la había reconocido. 

─ ¿Qué haces? Mírame. 

 ─ Yo no soy Rose, estás alucinando. 

Elizabeth suspiró frustrada y se puso enfrente de la chica mientras le quitaba la gorra y los lentes─ Lo siento, no sabía que mi hijastra tenía una gemela. 

Rose hizo una mueca─ ¿Qué haces aquí?.

─ Yo debería preguntar eso, Tu padre me llamó, según estabas perdida. ¿Qué estás haciendo? ¿Vienes con un chico?.

Rose suspiró─ Mira, te explico, pero no aquí, ven ─Tomó a Elizabeth del brazo y la llevó hacia donde estaban los demás. 

Al llegar, James se espantó─ Rose ¿que mierda?.

─ Vaya, que linda forma de decirle hola a tu esposa ─Elizabeth bromeó con amargura, para después percatarse de todos los chicos que estaban rodeándolos─ Okay, esto es raro.

Todos miraron a Rose en busca de una explicación.

─ No es mi culpa, lo juro, ella estaba aquí y me vio, y entré en pánico y tuve que traerla para que Billy no me viera y-...

─ Okay okay, cálmate ─Lucas la interrumpió.

─ ¿Alguien me explica que pasa? ─Elizabeth preguntó.

─ Claro amor ─James tomó la mano de la mujer─ ¿Por qué no vamos a casa y allá te explico todo?.

Elizabeth, aunque no estaba del todo convencida, aceptó.

─ Bien tengo que irme ─James miró a su hija, quien lo miraba preocupada─ Oye, vas a estar bien, estoy seguro de que estas en buenas manos ─Miró a los chicos detrás de ellos. 

Rose asintió desconfiada, su padre terminó de despedirse y se fue junto con Elizabeth.