𝖈𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝖘𝖊𝖛𝖊𝖞𝖙𝖊𝖊𝖞
❛ the end? ❜

Rose dejó escapar un grito de terror al mirar la escena frente a ella, Once yacía en el piso con Billy a un lado de ella, y el desuellamentes a punto de matarla. 

Y así hubiera sido, de no ser por que un explosivo cayó justo en la espalda del monstruo, hiriéndolo a él y a Billy, pues estaban conectados y sentían lo mismo.

Comenzaron a caer más explosivos por parte del equipo, debilitando cada vez más a el desuellamentes y a su huésped, al parecer la idea de Lucas no era tan mala después de todo. 

Rose tomó el último explosivo de la caja, y, tras encenderlo, lo lanzó con tal fuerza que casi se va de más, de no ser por Steve, que evitó que eso pasara. El chico la soltó para tomar su radio y gritar.

─ ¡Dustin se nos acabó el fuego!

─ ¡Puta madre!

Todos observaron a Once y Billy, este último había recobrado la compostura, mientras el desuellamentes seguía recuperándose, una vez más, se acercó a Once con la intención de matarla, pero esta vez no fueron fuegos artificiales ni alguien de sus amigos quien la salvó, fue Billy.

Billy se interpuso entre ella y la cosa gigante evitando que la tocara, cosa que sorprendió a todos, se esperaban todo menos eso.

No se necesitó mucho para que después de unos segundos, Billy cayera rendido en el suelo, justo a tiempo para que el desuellamentes comenzara a colapsar y derrumbarse, terminando muerto, lo que quería decir que Hopper, Murray, Joyce y James habían logrado cerrar el portal.

Rose observó a su amiga pelirroja acercarse lentamente al cuerpo de Billy, Maldijo por lo bajo y se apresuró a ir hasta la planta baja, una vez que llegó corrió hasta Max, quien había comenzado a llorar desconsoladamente mientras le hablaba al ahora cadáver de su hermano, se arrodilló junto a ella y la envolvió entre sus brazos, permitiéndole así desahogarse y sacar su dolor.

༉‧₊˚✧ . '୭̥

Había pasado casi un mes desde el incidente de Starcout, un mes desde que la vida de Rose había dado un giro de 360 grados. 

Los días pasaban normales para la ahora familia Beckett, aunque, la idea de que se habían involucrado de más en problemas con el gobierno, la KGB y monstruos de otra dimensión los tenía inquietos a todos, aún cuando se dieron cuenta de que habían "ganado", simplemente tenían un mal presentimiento, pero que más daba, tratarían de seguir con su vida normalmente, como si nada hubiera pasado. 

La noticia de que los Byers iban a mudarse había caído como un balde de agua fría a Rose, por fin tenía a alguien que la entendía (además de Max, pero esta no parecía muy presente), y ahora le decían que tenían que separarse.

Si bien no faltaba ni una semana para que se fueran, la chica sentía que moría, ni siquiera tuvieron tiempo para que Will cumpliera su promesa de enseñarle a jugar D&D, Dustin se había ofrecido a enseñarle, pero Rose se negaba a que alguien más lo hiciera, ni siquiera le importaba el juego, solo quería tener una excusa para estar cerca de Will. 

Rose soltó un grito, el cual ahogó poniendo una almohada en su cara, odiaba no poder decirle todo lo que sentía por él, aunque el chico le correspondiera (lo cual era, casi imposible para ella) no importaba, se iría y la olvidaría, conseguiría a alguien más (tal vez hasta mejor que ella), y se distanciarían.

James entró a la habitación alarmado, con una espátula en manos, blandiéndola como si de un bate se tratara.

─ ¿¡Qué pasó?! ─Gritó, preparado para encarar a cualquier cosa.

Rose se incorporó en su cama con un puchero en labios y lista para romper en llanto.

─ ¡Will! ¡Eso pasó! 

James bajó la espátula─ ¿Qué le pasó a Will?

─ ¿Le pasó algo a Will? ─Elizabeth asomó la cabeza por detrás de su esposo, ambos entraron en la habitación.

─ No quiero que se vaya ─Lloriqueó la chica, los adultos compartieron una mirada y se acercaron a esta.

─ Ah, creí que iba a morir.

James rio, apoyando una mano en el hombro de su hija, ¿Hacía ese escándalo por un chico?

─ Lo podrás ver en vacaciones, no es para tanto, yo digo que es mejor que estén separados, ya sabes, las hormonas y-

─ ¡James! ─El grito de Elizabeth evitó que su esposo siguiera hablando, este se alzó de hombros y se levantó.

─ Tengo que hacer la cena, mejor habla con Lizzy de esto ─Se fue, no sin antes dejar un beso en la parte superior de la cabeza de su hija.

Elizabeth quedó sin saber que hacer, ¿Cómo se supone que le hablas de algo así a la persona que no hace más de un mes te odiaba? Aunque, bueno, si en algo tenía experiencia, era en citas y chicos, claro, en maternidad no, pero es lo que hay.

Se sentó junto a Rose, quien abrazaba su almohada y sollozaba levemente, ¿Qué se hace en estos momentos? ¿Qué haría su verdadera madre?

Puso una mano en su hombro con torpeza, buscando en su mente las palabras correctas para iniciar conversación.

─ ¿Estás bien? ─Preguntó sin pensarlo, y se arrepintió, era obvio que no estaba bien.

La chica negó con la cabeza─ Está pasando exactamente lo mismo que pasó con Max hace un año ─Murmuró. 

Elizabeth sintió pena, esa niña ya había pasado por muchas cosas, no supo que contestar por lo que optó por darle su espacio, pero antes de que pudiera siquiera levantarse Rose la detuvo.

─ ¿Debería ir y decirle lo que siento antes de que se vaya? ─Habló rápidamente, Elizabeth tartamudeó sin saber que responder, Rose pareció pensarlo un poco y se levantó de golpe, espantando a la mujer─ Si no le digo ahora perderé la oportunidad para siempre ─Habló hacia la nada, miró a Elizabeth y sin esperar respuesta salió de la habitación.

─ ¡Hey! ¿A dónde vas? ─James cuestionó a su hija al verla correr hacia la entrada.

─ ¡A hacer lo que tengo que hacer antes de arrepentirme! ─Respondió esta, y sin más, salió de la casa literalmente corriendo. 

Elizabeth bajó encontrándose con su esposo mirando por donde se había ido Rose, este la miró con confusión.

─ ¿Qué le dijiste?

༉‧₊˚✧ . '୭̥

Rose tocó repetidas veces a la puerta, no pasó más de un minuto para encontrarse la imagen de Joyce frente a ella.

─ ¡Rose cariño! Que sorpresa ─Habló la mujer dulcemente, sonriendo hacia la chica que luchaba por recuperar el aliento, había corrido más de 10 calles para llegar hasta ahí.

─ Hola Joyce ─Respondió alterada, se incorporó y sonrió─ ¿Está Will?

─ Claro, pasa ─La castaña se hizo a un lado, dándole paso a Rose, quien entró rápidamente buscando con la mirada a su objetivo─ Está en su habitación ─La chica asintió y sin esperar más, se dirigió a el lugar indicado, encontrando a Will con una caja en manos llena de juguetes, al notar su presencia la soltó y se acercó.

─ ¿Rose? ¿Qué haces aquí? ─Preguntó con notable sorpresa, pero con una sonrisa en el rostro.

─ Me debes algo ─La chica respondió igual sonriendo. 

༉‧₊˚✧ . '୭̥

─ ¿Me llevas contigo? ─Rose lloriqueó, aferrándose al brazo de Will como si su vida dependiera de ello, Will soltó una risa a pesar de que estaba llorando, al igual que ella.

El día de la mudanza había llegado, todos estaban ahí, a excepción de Steve y Robin, ellos habían ido a buscar un nuevo trabajo despues de que Starcout fuera literalmente destrozado.

─ ¿Me prometes llamar mínimo 3 veces a la semana? ─El agarre en su brazo se soltó, ahora la chica había tomado su mano mientras lo miraba.

─ Lo prometo ─Will sonrió, levantando su dedo meñique enfrente de ambos, Rose sonrió grandemente y al igual que el chico, alzó su dedo entrelazándolo con el de él. 

Ambos se sonrieron grandemente antes de unirse en un abrazo, uno lleno de tristeza y sentimientos reprimidos.

Unos segundos después, Lucas, Mike y Dustin aparecieron, Rose se separó para que los amigos pudieran despedirse, se acercó a Once y la abrazó rompiendo en llanto, no llegó a conocer tanto a la chica, pero si lo suficiente para tomarle cariño, Max se unió al abrazo. 

El último adiós llegó, aún cuando nadie lo quiso, tuvieron que separarse, los Byers subieron a sus respectivos vehículos, y emprendieron marcha al que sería su nuevo hogar. 

La tristeza invadía el lugar, mientras los chicos miraban con melancolía el lugar por el que se habían ido. 

Ya no son niños.