𝖈𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝖙𝖍𝖊𝖞
❝ reconciliation, fear ❞

꒦꒷♡꒷꒦

─ ¿En dónde estamos? ─Rose preguntó una vez que Nancy detuvo el auto frente a un edificio grande. 

─ El hospital ─ Le respondió esta, y bajó del auto. 

─ ¿Te sientes mal? ─Volvió a preguntar, viendo como todos los demás bajaban, ella fue la última en salir casi cayéndose por estar observando el edificio, se hubiera estampado contra el piso de no ser por que Will se dio cuenta rápido y la sostuvo─ Gracias ─Le dijo al chico, quien asintió en respuesta─ ¿Sabes qué hacemos aquí?. 

Will se encogió de hombros─ Creo que aquí es donde está la señora Driscoll.

─ ¿Cuál señora Driscoll?.

─ ¿Qué? ¿No pusiste atención a lo que hablamos en la casa de Mike?.

─ No, bueno, no entendí mucho. 

Will río, la tomó de la mano y jaló de ella para alcanzar a los demás, quienes ya estaban entrando al hospital. 

Una vez que estuvieron dentro vieron como la señora de la recepción les gritaba a los demás, pues habían querido pasar todos y solo se permitían dos personas por familia, Rose soltó una risa viendo la escena. 

Al final los únicos que pasaron fueron Jonathan y Nancy, los demás se quedaron en la sala de espera. Rose tomó una revista y tomó asiento en una de las butacas de ahí.

Aun que no duró mucho ya que apenas leyó la mitad de la primera página comenzó a aburrirse, iba a levantarse por otra revista más interesante cuando vio como Will se sentaba a su lado, con una cantidad enorme de caramelos en sus manos. 

─ ¿De donde sacaste eso? ─Le preguntó la chica, refiriéndose a los dulces.

─ Once ─Contestó este, Rose entendió de inmediato y asintió─ ¿Quieres?.

─ Hasta la pregunta ofende. 

Will soltó una risa, y extendió hacia la chica varios dulces, quedándose él con la mitad, Rose los aceptó gustosa y comenzó por abrir una bolsa de frituras, sin percatarse de que Will seguía mirándola, cuando por fin se dio cuenta, lo miró de vuelta, este le sonrió y prestó atención de nuevo a sus propios dulces, ahora la que no dejaba de mirarlo era ella. 

─ Oye ─La voz de Max la distrajo, levantó la vista, ahí estaba la pelirroja parada, mirando a Will como si quisiera decirle algo, este al parecer entendió por que se levantó rápidamente. 

─ Ahmm voy al baño ─Dijo rápidamente, y se fue. 

─ ¡El baño es para el otro lado! ─Le gritó Lucas, quien estaba un poco más apartado, al ver que este se había ido por el camino incorrecto, una vez que Will siguió por el otro lado, Rose miró a Max. 

─ ¿Qué quieres? ─Preguntó, observando como la chica se sentaba en donde minutos antes estaba Will.

─ Volver a ser amigas.

─ No, te puedes ir. 

─ Ay por favor, no puedes estar enojada para siempre ─Rose no contestó, Max suspiró─ Oye sabes q-..

─ Mira ─Rose la interrumpió, volviéndose hacia ella─ La verdad, no me importa que tengas una nueva mejor amiga, me alegra mucho en serio, pero-..

─ ¡Cállate! ─Max esta vez la cortó haciendo que la anterior se sorprenda─ ¿De verdad piensas que te cambiaría así como así? Once es mi amiga, no mi MEJOR AMIGA, admito que si, me equivoqué en el centro comercial y debí tomarte más en cuenta, pero como te pudiste dar cuenta, es muy probable que moramos esta noche, o la siguiente, o alguna de estas, y no quiero pasar nuestros posibles últimos momentos juntas odiándonos, solo quiero a mi mejor amiga de regreso. 

Incapaz de seguir mirando a Rose después de lo que dijo, Max bajó un poco la cabeza evitándole la mirada a esta. No fue hasta que sintió unos brazos rodeándola que levantó la cabeza nuevamente y miró a Rose, quien la abrazaba con fuerza.

─ Era lo único que quería oír ─Dijo la rubia, con nostalgia, y se separó aún mirándola, pero en un movimiento rápido, le dio un golpe en la cabeza─ ¡Pero no me vuelvas a callar!

Max río, acariciando la zona del golpe, claro que le dolió, pero eso no podía importarle menos, con que su mejor amiga no la odiara le era más que suficiente para ser feliz, o al menor olvidarse del dolor─ ¿Entonces estamos bien? ─Preguntó.

─ Claro que no, si no hay regalo de disculpa jamás te voy a perdonar ─Bromeó Rose, haciendo reír a Max, y riendo ella también. 

─ Tengo gomitas, ¿Te sirven como ofrenda de paz? ─La pelirroja extendió hacia la chica un pequeño paquete de gomitas, Rose la tomó rápidamente.

─ Las gomitas siempre funcionan ─Dijo, abrió el paquete y puso varias en su mano, ofreciendo así también a Max. 

─ Oigan ¿De dónde sacaron gomitas y por qué no me dan? ─La figura de Lucas se posicionó en frente de ellas, tenía una de sus manos extendida, dando a entender que el también quería de las gomitas. 

─ Ah no, consíguete las tuyas ─Rose alejó el paquete ahora casi vacío de Lucas, este hizo una mueca de enfado, y se dejó caer en el asiento de la izquierda de Rose, cruzándose de brazos. 

─ Por cierto, ¿Y Will? ─Rose preguntó, desde que se había ido "al baño" no lo había visto. 

Ambos chicos a sus lados alzaron los hombros, Rose se levantó─ ¿Vas a buscarlo? ─Max le preguntó, a lo que la chica solo asintió comenzando a caminar.

─ ¡Oye pero deja las gomitas acá! ─Lucas le gritó, pero no le hizo caso, ahora mismo solo estaba preocupada por Will. 

Pasó por uno de los pasillos, buscando el baño de hombres, siguió pasando por varios pasillos más hasta percatarse de que no tenía la menor idea de donde estaba, y que no sabía como volver

─ Mierda ─Susurró, no le quedaba de otra que seguir caminando hasta encontrarse con alguien que la ayude a guiarse. 

Un golpe en el piso de arriba hizo que se estremeciera, después escucho gritos, un nudo se formó en su estomago mientras el miedo la invadía, no sabe que es lo que la impulsó a buscar las escaleras y subir hasta la siguiente planta, pero lo hizo, las luces parpadeantes solo hicieron que el miedo incrementara, corrió por el pasillo, justo llegando al final de este, de la nada Nancy salió, estampándose contra ella, y cayendo las dos al suelo. 

─ ¿¡ROSE?! ─La voz de Jonathan resonó por el pasillo, la chica levantó la cabeza para mirarlo y después miró a Nancy.

─ ¿Estás bien? ─Nancy no respondió, tomó la mano de Rose, y levantándose jaló de ella para que ambas corrieran, Jonathan también corrió.

─ ¡¿Qué está pasando?! ─Sin detenerse Rose gritó, no esperaba que ninguno de los dos le contestara, y no lo hicieron. 

Nancy abrió una puerta─ ¡Por aquí! ─Jonathan empujó a Rose dentro y entró el también, y cerró la puerta poniendo el seguro, mientras Nancy corría hacia el teléfono de la pared opuesta, lo descolgó poniéndolo en su oreja sin dejar de mirar la puerta aterrorizada─ Está sonando ─Hubo un silencio, nada─ ¡Vamos responde!

─ ¡¿Qué mierda está pasando?! ─Una vez más Rose preguntó, pero no hicieron caso. 

Las luces comenzaron a parpadear, un estruendo resonó por toda la habitación, todos voltearon hacia la puerta, un hombre se encontraba ahí, había roto el cristal de la puerta y sonreía como un psicópata.

─ ¿Y quién mierda es ese?

Jonathan pasó un brazo por delante de Rose e hizo que se pusiera detrás de él, la chica tomó su brazo con miedo y observó al hombre, quien ya había quitado el seguro de la puerta y se adentraba con la misma expresión aterradora.

─ Vine por ti Nancy-lu...