ℂ𝔸ℙ 𝟛𝟘 > 𝖂𝖎𝖓𝖓𝖊𝖗
Voten y comenten todo lo que quiera pliss :))
NOTÉ A ALGUIEN A MI LADO moviéndose y levantándose de mi cama. Sabía que era por la mañana y que por lo tanto, había instituto.
—Michael, ven...— escuché la voz de Ashtray y de fondo la risa del pequeño rubio. —Te voy a preparar un biberón.
A pesar de que era consciente de la situación, no sentía fuerzas para levantarme y prepararme para ir a la institución.
No sé cuánto tiempo pasó cuando me volví a quedar dormida durante unos gloriosos segundos, hasta que sentí unos suaves zarandeos sacándome de mi trance.
—Nena, te tienes que levantar ya. Hay instituto y un examen de Inglés importante. Vamos.— me animó mientras me retiraba las sábanas.
Yo me moví negándome. —Noooo, Ashtray. No, por favor. Tengo sueño.— lloriqueé mientras me frotaba los ojos pegados que tenía.
—Que sí, que tenemos que ir, rubia. Si fuese otro día, nos quedábamos en casa, pero hoy tenemos que ir. Let's go.— Ashtray me agarró y me levantó poniéndome sobre su hombro.
Me aferré a él algo asustada por la repentina acción. —Ay, que me caigo, Ashtray.
—No, no te caes. Ya verás.— me respondió mientras bajábamos las escaleras, cosa que me produjo mareo.
Llegamos a la cocina y Ashtray me sentó en la silla de la mesa, mientras él iba hacia la barra.
—¿Has hecho el desayuno?— pregunté algo asombrada.
Dejó mi plato con una tostada de mantequilla y un vaso de leche.
—Ajá.— asintió mientras preparaba la maleta.
—¿En qué momento?— pregunté otra vez confundida.
Él suspiró derrotado. —Mientras dormías.
—Oh, está bien.— entendí mientras terminaba de comer.
Hoy Ashtray a pesar de todo parecía cabreado, parecía que estaba algo tenso y frustrado, por ello, no quise presionarlo ni nada.
El viaje en el coche hacia su casa fue en completo silencio, solo se escuchaba a Michael llamando a Ashtray mientras reía, sin embargo, él pelinegri no mostraba ninguna señal de complicidad hacia el bebé.
Dejamos a Michael con Fezco, quien iba a dirigirse a la tienda. Y luego dejamos el coche en la casa aparcado, para Ashtray coger su moto.
—Vamos.— me dijo apurándome en subirme en la moto.
—Voy, voy.
Me monté en ella y Ashtray no tardó en arrancar y acelerar para llegar a tiempo. Se comportaba raro, me recordó a lo frío que es con todo el mundo menos conmigo, había olvidado como era él realmente.
—Ey, ey, ¿qué te pasa?— pregunté alcanzándolo en la entrada del instituto.
Él lucía serio mientras su mandíbula cada vez se hacía más notoria. —Nada.
Su paso era rápido, por lo que tuve que empezar a trotar detrás de él.
—¡Ash! ¿Qué es lo que te ocurre?— pregunté preocupada poniendo mi mano en su hombro.
Él no respondió, caminaba con su mirada fija puesto en algo, o mejor dicho en alguien. Su expresión me recordó a la misma que tenía cuando observaba a Mouse antes de su asesinato.
—Oye, oye, espera.— lo llamaba. —¡Ashtray, joder! ¡Para!
Él frenó en seco al divisar a una pandilla de jóvenes junto a una joven rubia, aquellos eran los que también estaban en la fiesta cuando me drogaron. Eran los amigos de Max, y por lo tanto, de Nate.
Todos se nos quedaron mirando, y a algunos una sonrisa se reflejó en sus rostros. Sin embargo, Cassie, quien llevaba algodones en la nariz puestos, nos miraba con algo de miedo.
—Eh.— llamó ella a su grupo. —Vámonos.
Los jóvenes se confundieron dándonos una vista rápida y luego procedieron a seguir a Cassie.
—¿Qué ha pasado?— pregunte confundida ante la situación, no entendía nada.
Él volvió su vista hacia mí sonriéndome suavemente. — Nada, vamos.
Ash agarró mi mano y me condujo a la clase de inglés, donde ambos íbamos a realizar aquel importante examen de la materia. ¿Qué ocurría?
—Joder, pues creo que voy a sacar un diez.— decía Ashtray contento mientras abríamos la puerta de su casa. —Me fue súper bien.
Yo sonreí. —¿Ah, sí? ¿Que estás tratando de quitarme el puesto de número uno en Inglés?
—Creo que ya te lo he quitado, nena.— respondió cuando entrábamos en el salón de la casa.
La escena que estaba ocurriendo allí era algo confusa. Un hombre de pelo blanco estaba sentado y amarrado a una silla, mientras que Rue y Fez lo observaban de brazos cruzados. Una escopeta yacía en la mesa situada al lado del hombre que estaba siendo interrogado.
—¡Mills! ¡Mills! ¡Ayúdame!— gritaba Cal desesperado.
Yo volví mi vista al pelirrojo ignorando los gritos del hombre.
—¿Qué coño está pasando aquí, Fez?— preguntó Ashtray serio a mi lado. —¿Qué hace este aquí?
Fezco respondió. —Estaba fuera en su camioneta, no sé qué esperaba.
—¿La camioneta marrón de ahí fuera?— pregunté yo recibiendo un asentimiento por parte del pelirrojo.
Ashtray se acercó lentamente al hombre mayor, mientras que este no le quitaba ojo de encima. Agarró suavemente la escopeta mientras volvía a fijar su vista en el peliblanco.
—Bueno...— decía mientras se situaba a su lado. —Es hora de que hables, Cal.
El hombre solo rió. —Estáis chalados.
Ashtray frunció su ceño y le proporcionó un fuerte golpe en la cabeza con el mango del arma. Todos los presentes aparte de él y el peliblanco nos sorprendimos al ver a Ash de ese modo.
—¿¡Qué coño hacías ahí fuera, eh!? ¿¡Nos espiabas!?— exclamó Ashtray mientras la cabeza de Cal empezaba a sangrar.
—No, no.— negó rápidamente con miedo ante el pelinegro.
—¿Entonces?— preguntó Ashtray curioso sin recibir respuesta del hombre, lo que lo puso más violento. —¡Habla, maldita sea!
Otro golpe fue proporcionado en la cabeza del peliblanco, quien soltó un fuerte quejido.
—¿Qué hacías ahí fuera?— marcó cada una de las palabras el pelinegro.
Cal suspiró. —Venía a recuperar una cinta.
—¿Una cinta?— pregunté confundida al igual que el resto de los presentes. —¿De qué es la cinta?
Al no recibir respuesta, Ashtray volvió a golpear la sien del peliblanco. —Te ha hecho una pregunta. Respóndela.— ordenó serio.
—Bro...— decía Fez cuando fue interrumpido.
Otro golpe fue dado al peliblanco, quien lucía ya derrumbado.
—¡Que contestes!— exclamó el pelinegro. —¿Qué puñetera cinta?
Cal suspiró derrotado. —Era un cinta... con su amiga Jules.— me señaló.
—¿Jewls? ¿Jelws?— se confundió el pelirrojo él solo. —¿Cómo era?
—¿Por qué coño tienes una cinta con Jules?— pregunté temiendo por la respuesta.
—De verdad, yo no sabía que era menor. No sabía que tenía 17 putos años.— explicaba el pelinegro.
Un nudo en mi estómago se hizo presente. —¿De qué era la cinta?
—Grabé mientras teníamos sexo, pero de verdad, yo no sabía que tenía 17 puñeteros años.— lloriqueó el peliblanco.
Dirigí mi vista miedosa a la de rulos, tenía miedo de ver su reacción. Al verle los ojos llenos de lágrimas, mi irá me controló, haciendo que le quitara la escopeta a Ash de las manos y empezase a darle golpes en la sien al peliblanco con todas mis fuerzas.
—¡Eh, eh, eh!— exclamó Ashtray volviendo a quitarme la escopeta. —Tampoco vayamos a matarlo, rubia.
—¡Eso, pedazo de puta!— lloraba Cal.
El pelinegro entrecerró sus ojos repleto de ira también. Le dio cerca de cinco golpes mucho más fuertes que los anteriores.
—Repite lo que has dicho. Repítelo.— lo retó el pelinegro, al ver que no obtenía respuesta continuó. —Vuelve a dirigirle la palabra a mi novia y de aquí no sales para contarlo, ¿entendido?
Cal asintió rápidamente mientras su cara era bañada por un líquido espeso rojo.
—¿Tuviste sexo con una menor y encima lo grabaste?— preguntó Fezco ahora. —Eso es muy raro, tío, eso no se hace.
—Estoy extremadamente confuso.— comentó Cal mirando un punto fijo.
El pelirrojo bufó. —¿Estás confuso? Yo estoy jodidamente confuso, bro.
—Yo también.— alegué confundida.
—¿Qué clase de pedófilo o pederasta graba... eso, y encima con una menor?— preguntó Ashtray poniendo su mano en la cabeza sin poder creérselo.
Fez pareció acordarse de algo. —Espera, ¿qué asunto de padre-hijo está pasando aquí? Recuerdo que Nate le ocurrió también algo con esa Jewls o Jelws.
—Juro por Dios que voy a llamar a la policía.— exclamó Cal adolorido.
El pelinegro bufó buscando algo en su bolsillo. —Toma, a ver si tienes huevos de llamar.— dijo dejando su móvil en la mesa junto a Carl.
Él no perdió el tiempo, y cuando se disponía a agarrarlo, Ashtray le propinó un fuerte golpe haciéndole quejarse otra vez.
—Vamos, llama.— lo animaba vacilón.
Cal volvió a intentarlo, y de nuevo Ashtray le dio otro fuerte golpe.
—Me rindo, me rindo. No diré nada, de verdad.
—Eh, Millie.— me llamó Ashtray mientras dábamos un paseo.
Habíamos salido a dar una vuelta por las calles de East Highland. Sobre esa hora solía correr un viento bastante agradable.
—Dime, Ash.
—Mañana tengo un campeonato de boxeo.— me anunció parándose. —Me gustaría que vinieses.
Yo me sorprendí al escucharlo. —¿De verdad?
—Claro, es a las 7 de la tarde. Oye, si no quieres venir o algo está bien, no te preocupes.— dijo restándole importancia.
—No, no, claro que sí quiero ir. Allí estaré.— acepté sonriendo mientras volvía a unir nuestras manos y seguir andando.
No sería sincera si dijese que no me cagué viva en el campeonato de boxeo. La gente que estaba de publico cada persona tenía peores pintas que la anterior. Y ahí recordé, son peleas ilegales.
Eso quería decir que si algo le pasaba a Ashtray nadie se hacía responsable, únicamente importaba el dinero.
—¡Vamos, Ashtray! ¡Vamos!— exclamaba desde las gradas animándolo.
Eliminó al menos a 9 individuos, y sólo le quedaba uno. Era un adulto al que se le notaban bastante los músculos; sin embargo, algo me alegré cuando vi que aquel sujeto yacía medio derrotado ya.
—¡Vamos, Ash! ¡Tú puedes con él!— exclamaba aplaudiendo.
Volví a sentir aquel mal presentimiento al cual siempre acababa ignorando y sucediéndome cosas malas. Y ahí lo entendí, ese hombre iba a derrotar a Ash seguramente.
Afortunadamente, ahora tenían descanso antes de efrentarsr en el combate final.
Llegué a donde estaba y llamé a la puerta para luego entrar.
—¡Ash!— exclamé saludándolo y entrando en una especie de camerino suyo.
—¡Ey, rubia!— se levantó del sofá donde descansaba para besarme fugazmente mientras apoyaba su mano en mi mejilla.
Yo sonreí. —Lo estás haciendo genial, Ashtray. Pero el último contrincante tuyo me da una mala impresión. Tengo un mal presentimiento.
—Nena, no tienes de lo que preocuparte.— me tranquilizó dejando caer sus manos en mis hombros.
Situé mis manos sobre las suyas. —Ashtray, ese tío es igual que Dwayne Johnson, el de La Roca. Encima es un puñetero adulto, tú eres joven y no tienes la masa muscular de ese hombre, es mucho más fuerte que tú.
—Millie, que no pasa nada de verdad.— siguió.
Yo continúe a pesar de todo. —Lo que ocurre en estas peleas no le importa a nadie, si sales herido, si te noquean, o si incluso te dan un golpe de muerte.
—Millie...— me decía.
—No, de Millie nada. Ashtray, tengo un mal presentimiento de verdad. ¿Y si te hacen algo? O, ¿y si te dan un mal golpe en la cabeza?
—Rubia, no te preocupes. En el boxeo hay normas.— me contestó haciéndome bufar.
—¿De verdad crees que aquí llevan las normas a rajatabla? Ashtray, aquí solo importa el premio y las apuestas, no la seguridad de los participantes.
Él pareció entenderlo y pensarlo por unos largos segundos. —¿Y qué sugieres que haga?
—Si ves que ese tío se está pasando con los golpes, le das un golpe seco en la garganta. Aquí.— le señalé con mi dedo una zona bastante cerca de la tráquea.
—¿En la garganta? Eso es peligroso.— me dijo confundiéndose.
Yo bufé. —Eso es un golpe pero de emergencia, si ese tipo empieza a pasarse con la agresividad.
Él rió. —Tú sí que eres agresiva, nena.— contestó haciendo que mis mejillas se tornasen calientes y rojas.
—Bueno, me marcho a las gradas.— anuncie mientras sonreía y le daba un breve beso. —Adiós, y ten cuidado, Ashtray. Por favor. Recuerda lo del golpe.
Me volví a las gradas y me senté. Mi pierna subía y bajaba mientras veía a la gente haciendo apuestas sobre quién creían que iba a ser el ganador del campeonato. Tenía miedo, tenía miedo de que algo le ocurriese. Dios, ayúdale.
El presentador no tardó en mencionar su nombre y luego el de su contrincante. Me dio una rápida vista, joder, él también estaba asustado.
Empezó el combate y el contrincante empezó a propinar fuertes golpes a Ashtray. El pelinegro pudo esquivarlos todos, pero en sus ojos se reflejaba el miedo que sintió. Ese tío era rápido y ligero como una hoja a pesar de toda la masa corporal que tenía.
Ashtray le atacó varias veces consiguiendo que se tambaleara levemente, pero sin conseguir herirlo del todo.
El hombre le volvió a intentar darle golpes; y para sorpresa de todos, varios iban dirigidos a su cabeza y a su nuca.
—¡Eh, eso está prohibido!— exclamé mientras estaba atenta de que no le diera ninguno.
El juez hizo caso omiso a mis palabras y mando a continuar la pelea. El contrincante de mi novio volvió a intentar darle en la cabeza y en la nuca, en esta última fue un milagro que no le diese. Un golpe de esos y Ash podía quedar hasta noqueado.
Histérica, recibí la mirada temerosa de mi pelinegro, y enseguida le contesté. Situé mi dedo en la garganta, indicándole lo que tenía que hacer. Este solo asintió devolviendo su vista a su contrincante.
—Qué miedo sentí.— le dije a Ashtray mientras acariciaba su poco pelo. Perdón, Ashtray si lees esto.
Estábamos tumbados en el sofá de su casa, él estaba acostado entre mis piernas, con su cabeza apoyada en la parte baja de mi estómago.
—Y no quiero ni pensar en el miedo que tuviste que sentir tú.— le comenté suspirando.
El bufó mientras contaba el premio, el cual como antes mencioné era dinero.
—Yo no sentí miedo.— me contestó orgulloso.
Yo reí. —Oh, claro que sí. Se podía ver en tus ojos.
—¿Qué dices? No digas mentiras, rubia, eso no está bien. ¿Qué ejemplo le estas dando a Michael?— bromeo haciéndome jalarle los pelos de broma. —¡Ah, ah! ¡Qué bruta eres, siempre igual!
—Yo no soy el por tal de ganar un campeonato le dio un golpe en la garganta a uno.— le contesté bromeando.
Él abrió su boca indignado. —¡Capulla, si tú me dijiste que lo hiciera!
Nos reímos fuertemente hasta que no podíamos casi respirar. De repente, Ashtray exclamó.
—¡Joder, hay casi 5000 euros!— dijo abriendo los ojos como platos.
—No me jodas, ¿en serio?— pregunté asombrada. —¡Eso es genial!
Ambos nos abrazamos fuertemente. Joder, 5000 euros era una barbaridad.
Holisss, pues este es el cap de hoy :)
Me gusta mucho recibir comentarios en algunos párrafos que os gusten o cosas de esas, o incluso mensajes por privado que he llegado a recibir 😭🫶🏻
No sé si os esta gustando la historia o algo de eso, me quedo a veces sin ideas y puede que escriba cosas que no tienes sentido o que no tienen ni que ver, y me siento mal
:(
Si alguien tiene ideas o algo para la historia, estaré encantada de leerla y llevarla a cabo ;)
No se olviden de votar y de comentar mucho porfisss :))))
PD: el epílogo y el final se van acercando :(, pero prometo hacer muchísimos extras después. Pronto conoceremos a Mara 😭💘🫶🏻
~Pauu 👺👺
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