Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ℂ𝔸ℙ 𝟚𝟡 > 𝕮𝖆𝖘𝖘𝖎𝖊


⚠️NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR.⚠️

                       ME DESPERTÉ YO PRIMERA, ya era una costumbre. Fijé mi vista en el reloj de la mesita de noche, eran las 10 de la mañana. Afortunadamente, mi madre vendría en unos dos días, se había marchado de viaje.

—¿Qué haces despierta, nena?— preguntó una voz ronca y mañanera a mi lado.

Yo sonreí. —Son las diez de la mañana.— respondí obvia.

—¿Y? Es domingo, disfrútalo porque mañana vuelve a ser lunes.— me dijo haciéndome suspirar.

—Dios, es verdad. Mañana vuelta al instituto, qué asco.— me quejé levemente. —Pero debo levantarme, Michael tiene que comer.

Me levanté de la cama con pesadez e instantáneamente unos brazos me rodearon y me devolvieron a la cama rápidamente. Ambos nos reíamos divertidos mientras nos dábamos golpes flojamente para picarnos. De repente, una fuerte risa se escuchó a nuestro lado.

Michael estaba de pie en su cuna, agarrado en el barandal de la misma mientras nos veía con una sonrisa en su cara en la que se podía apreciar un pequeño diente en ella.

—Mira quién se ha despertado.— comenté contenta acercándome a mi hermano.

Lo agarré y lo desplacé a nuestra cama dejándolo en medio de nosotros dos. Pronto, se incorporó y se acercó a Ashtray riendo.

—Ashtay.— lo llamó soltando un grito agudo a lo último por la euforia que sentía.

El pelinegro lo sujetó riéndose. —¡Michael!— exclamó mientras depositaba un beso en su pequeña mejilla.

Eso hizo que el bebé se volviese loco y empezase a aplaudir animadamente, actuando como si se hubiese sonrojado ante aquella acción. Eso hizo que el pelinegro volviese a repetir la acción de darle un pequeño beso.

Yo reí con ternura. —Voy a prepararle un biberón a Michael. Ahora vengo.

Lo preparé lo más rápido posible porque no quería perderme ni un segundo de ellos juntos.

—Ya lo tengo.— anuncié mientras entraba a mi habitación.

Lo que vi fue algo raro, Michael estaba sentado encima del estómago de Ashtray mientras le tocaba la cara riéndose; y el pelinegro solo se aguantaba con una cara de esfuerzo.

—Por fin, ha faltado poco para que Michael me mate.— dijo mientras el pequeño se bajaba de él, robándole un suspiro. —Me estaba aplastando, Dios mío.

—¿Le estás llamando gordo?— pregunte ofendida mientras me reía.

El solo sonrió levantando sus manos inocentemente. —Oh, yo no he dicho eso.

—Claro que sí.— reí. —Michael, te ha llamado gordo. Yo tendría más ojo siendo tú con mis amistades.

El bebé sin entender nada solo rió mientras aplaudía. De repente se nos quedó  mirando fijamente, hasta que a Ashtray lo agarró de la mejilla y a mí de los pelos acercándonos.

—¡Ah, ah, Michael!— grité de dolor por culpa de su agarre.

El pelinegro tampoco pareció pasarlo muy bien. —Dios mío, mi cara.

Ambos fuimos obligados a darnos un beso delante del pequeño, quien al verlo se lanzó hacia atrás riéndose mientras se agarraba las piernas.

Vi como el pelinegro miraba con ternura a mi  hermano, por ello le pregunté. —¿Quieres darle tú el biberón?

—¿No quieres dárselo tú? Siempre lo haces.— me preguntó de vuelta confundido.

Yo solo negué. —No, no, dáselo tú. Si quieres.— le  ofrecí.

Él sonrió mientras asentía. Agarró a Michael mientras él sonreía y lo tumbó en sus piernas, mientras apoyaba su pequeña cabecita en su brazo, y con el otro empezó a darle el biberón.

Era graciosísimo, porque el pequeño miraba fijamente a Ashtray, y cuando hacían contacto visual, el rubio se reía.

Me encantaban estos momentos con ellos.



—¿Qué fue lo que te ocurrió ayer en la fiesta?— preguntó Rue algo preocupada. —Te busqué un montón de tiempo y no te encontré, hasta que apareciste.

Yo recordé aquellos momentos y no pude evitar sentir un nudo en el estómago. —Max Brown, intentó sobrepasarse conmigo.

La morena llevó su mano a su boca quedándose helada. —No me jodas. ¿Ese no es el amigo de Nate?

—Sí, ¿y a que no sabes quién estuvo detrás de aquello?— pregunté mientras ella negaba interesada en la conversación. —Cassie. Lo organizó para vengarse de mí por la denuncia a Nate.

—Joder.— se lamentó la morena preocupada. —¿Y cómo te encuentras ahora?

Yo encogí los hombros. —Tú sabes, estoy un poco decaída con todo, pero trato de seguir con mi vida, aunque sé que jamás se me va a olvidar aquello.

—¿Ashtray lo sabe?— me preguntó.

—Sí, cuando me escapé de él Ash me encontró drogada.— le contesté.

Ella se sorprendió. —¿¡Drogada!? ¿¡Cómo que te drogaron!?

—¿Recuerdas que te dije que quería consumir alucinógenos?— pregunté haciendo que ella asintiese. —Pues me engañó, y me dio LSD creo que dijo Ash. Esa droga te hace ver súper borroso y un punzante dolor en la cabeza. Entonces, él me llevó a una habitación, y quiso sobrepasarse conmigo. Por suerte, logré darle un puñetazo y así escaparme, hasta que Ashtray me encontró en la cocina de la casa de Cassie.

—Dios mío, qué horror.— dijo Rue preocupada.

Yo asentí fijando mi vista en los 5 sujetos que andaban por delante nuestra: Ashtray con Michael en brazos, los gemelos Ryan y John, y Fezco.

De repente, una cabellera rubia se acercaba a mí rápidamente y a paso ligero al andar.

—¡Tú, pedazo de puta!— me gritó llamando la atención de todo el mundo. —¡Ven aquí!

Se acercó peligrosamente a mí e intento arrojarme un puñetazo en el rostro, cosa que gracias a Dios pude esquivar.

—¿¡Qué coño haces!?— exclamé empujándola lejos de mí.

Fezco, Ashtray y los niños se acercaron a nosotras rápidamente.

—¡Puta! ¿¡Qué has hecho con Max!?— me exclamó histérica.

—¿¡Qué!?— pregunté yo confundida.

—Max lleva desaparecido desde anoche, y sé que tú tienes algo que ver.— me dijo con una sonrisa de maldad reflejada en la cara.

Ashtray se acercó para meterse en la conversación. —¿Y si fuese así qué? ¿Llamarás a la policía?

—Podría, ¿por qué no?

—Creo que es lo que menos te conviene teniendo un novio denunciado por maltrato, además, podríamos denunciarte a ti también por haber sido cómplice de un intento de abuso sexual. Y antes de que preguntes, sí, fuimos nosotros, ¿y sabes qué? Como se te ocurra abrir la boca, la próxima que va a desaparecer sin dejar rastro serás tú.

Todos miramos a Ashtray tras haber soltado aquel discurso que provocó mi alivio.

La rubia trató de ocultar su cara de sorpresa. —Esto no va a quedar así.

Cassie se alejaba de nosotros súper enfadada cuando decidí arriesgarme. —Cassie.

—¿Qué quieres?— se volvió a acercar a mí, grave error.

Un puñetazo fue arrojado en toda su nariz partiéndosela, la joven se tambaleó y cayó hacia atrás mientras gritaba de dolor.

Yo sonreí y me situé a su lado. —Vuelve a llamarme puta.— la reté.

Ella permaneció en silencio mientras agonizaba, no se atrevía a hacer aquello.

—Ni se te ocurra volver a llamarme puta delante de mi familia, ¿te ha quedado claro?— le dije sin obtener respuesta, lo que me hizo amenazarla acercándome. —¿Te ha quedado claro?

Ella asintió nerviosa y con miedo. —Sí, sí, sí.

—Joder.— susurró Fezco al vernos a Ash y a mí de aquel modo. —Qué miedo e interesante a la vez...


Eran cerca de las tres de la mañana, y para joder aún más ese día teníamos instituto. Un fuerte llanto inundó mi habitación haciendo que Ash y yo nos asustásemos.

—Joder.— se quejó mientras yo me levantaba. —Espera, voy yo. No te preocupes.

—Gracias.— agradecí mientras volvía a tumbarme en la cama, la cual afortunadamente estaba fresquita.

El llanto se aflojó bastante, pero escuchaba como Michael tenía el corazón encogido tratando de volver a la calma.

—¿Está bien?— pregunté algo preocupada.

Ashtray tenía al pequeño en brazos mientras le daba unos suaves golpes en la espalda.

—Sí, es solo que al darle el biberón y él habérselo tomado tan deprisa, se le han creado gases. Ahora solo hay que esperar a que eructe y listo, el pobre lloraba porque esos gases le duelen.— explicó mientras seguía ayudando al pequeño.

El bebé de repente eructó fuertemente, haciendo que Ashtray y yo riéramos fuertemente. Michael comenzó a reír también al vernos así, como si hiciese 5 minutos no hubiera estado llorando desconsoladamente.

—Joder, qué barbaridad.— dije  sonriendo.

El pelinegro asintió mientras dejaba a Michael en su cuna para que volviese a dormir. —Ya te digo.

Varios minutos pasaron y ninguno de los dos lograba conciliar el sueño.

—Oye, Ash. ¿Estás despierto?— pregunté mientras lo observaba.

—No.— respondió con los ojos cerrados.

Yo sonreí divertida ante aquello. —¿Sabes que gracias a todo lo que me has enseñado de boxeo hasta ahora pude defenderme de Max?

El pelinegro abrió los ojos interesado. —Ah, ¿sí?

—Sí, le di dos o tres fuertes puñetazos en toda la nariz.— Ashtray sonrió algo orgulloso.

—Diría que muy bien por eso, pero espero que jamás tengas que volver a pasar por una situación como esa.— se lamentó algo preocupado mientras comenzaba a mirar el techo.

—Ya, bueno...— dije.— Oye, Ash, ¿te puedo preguntar qué hicisteis con Max?

—Rubia, eso da igual. Ya no te dará más problemas y...— lo interrumpí.

—Ashtray puedes decirme qué hicisteis con él o no, ten confianza en mí. Sabes que ni se me pasa por la cabeza huir ni nada de gilipolleces como esa.

Él se lo pensó durante unos segundos. —Lo matamos y luego lo enterramos.— susurro de modo que yo solamente lo llegaba a oír.

Yo me quedé sorprendida ante aquella confesión repentina.

—¿No me dices nada?

—Hicisteis lo correcto, salvasteis a otras mujeres de que ese cerdo les hiciese lo mismo. Hicisteis lo correcto, ¿vale?— le pregunté mientras lo miraba.

El asintió inseguro.

—De verdad, Ashtray. Personas así no merecen vivir.

Me acerqué a él y lo abracé fuertemente, allí noté como él realmente necesitaba aquel abrazo y alguien con quien hablar.

—Te quiero mucho, Ash.— le dije mientras le apretaba un poco.

—Yo también a ti, rubia.


Holisss pues este es el cap de hoy.

Lo siento mucho, es cortito porque me estoy quedando sin ideas jeje. Pero no se preocupen 😼

No se olviden de comentar y votar plis :(

~Pauuu👺👺

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro