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—DIOS, ME VA A ESTALLAR LA CABEZA.— comenté mientras abría mis ojos al notar los rayos del sol posadnos en ellos.

—¿Qué, te lo pasaste bien, rubia?— escuché una voz proveniente de la puerta de la habitación donde había despertado.

Ashtray estaba apoyado en el marco, sus piernas estaban cruzadas al igual que sus brazos; sin embargo, su semblante era tranquilo, y una sonrisa se asomaba en su rostro.

—Lo pasé muy bien, aunque me duele algo la cabeza.— comenté.

Él pareció entenderlo al incorporarse. —¿Te traigo una pastilla?

—Si no es molestia, sí, por favor.

—Por Dios, qué educada.— bromeó levantando ambas manos mientras iba a por una pastilla.

Yo solo sonreí como una tonta, amaba lo bien que me estaba yendo la relación con él. Bien sabía que los primeros meses de una relación son así, ya luego se supone que se va complicando. Pero bueno, aquí estamos para soportarlo todo.

—Gracias.— agradecí mientras tomaba la pastilla con un buche de agua y tragaba todo junto.

—¿Bebiste alcohol?— me preguntó algo serio el pelinegro una vez que terminé.

Yo negué sinceramente. —No, o sea, solo bebí un vaso, nada más. Solo uno.

Él sabía que yo era la persona más mala para mentir, y esta vez era demasiado obvio que estaba diciendo la verdad.

—Cuando os recogimos la verdad es que no olías a alcohol, tipo de borracha.— explicó dándome la razón. —Por cierto, salisteis en la televisión.

Mi cara cambió instantáneamente. —¿Cómo?

—Sí, Fez y yo estábamos viendo la televisión, y al cambiar de canal estaba el concierto de Harry. Y de repente os enfocaron a ustedes dos allí.

—Dios mío, ¿qué parte del concierto?— pregunté algo miedosa. Por favor, que no fuera cuando lloraba, por favor.

Bueno, salías llorando enmorecida y Rue riéndose, no sé cuál era la canción.— dijo encogiéndose de hombros divertido al recordarlo.

—Era la canción de "As it was".— explique mientras asentía. —¡Joder! Todo el maldito concierto estuve súper contenta, y tienen que poner la parte donde lloro en la puta televisión. Todo el mundo lo habrá visto, ¡qué vergüenza!— exclamé tapándome la cara.

Las manos de Ashtray agarraron las mías intentando apartarlas. —Claro que no, ¿quién va a ver el concierto de Harry Styles?

—¿Disculpa?— pregunté ofendida mientras lo miraba malamente. —Espero que estés de coña.

El negó. —No seas tonta, me refiero a que casi nadie lo iba a ver en la televisión, lo verán en sus móviles si eso.

—Ah, bueno.— acepté confusa, ¿qué más da que lo vean en la televisión que en sus móviles?

Además, a mi también me gusta Harry Styles.— anunció de repente tomándome por sorpresa.

Yo enarqué una ceja dudosa. —¿Cómo? ¿En serio?

—Sí, he escuchado varias de sus canciones cuando me dijiste que a ti te gustaba él.— me dijo haciéndome sonrojar.

—¿Y cuál te gustó?— pregunté para comparar nuestros gustos.

Él sonrió desviando su vista. —Sé que es muy típica, pero mi favorita es la de "Sign of the times", si no recuerdo mal el título.

Dios, era cierto que había estado escuchando a Harry Styles.

—¡No puede ser, esa es mi favorita también!— exclamé contenta mientras aplaudía. —Junto con la de "As it was".

Ambos sonreímos algo tímidos después de aquello.

—Espera, ¿a ti no te gustaba Fangoria? Ya sabes, el grupo ese que le gustaba a mi abuela. —preguntó de repente.

Yo rodé mis ojos sabiendo que quería burlarse de mí. —¡Dios, te has cargado el momento, tío!— exclamé mientras le daba un leve empujón y me levantaba de la cama.

—¡Pero si no te he dicho nada, tonta!— dijo él divertido.

—Siempre igual, ¡Fangoria es un pedazo de grupo! Que tú no tengas buenos gustos musicales no es mi culpa.— exclamaba mientras me dirigía hacia la puerta sin mirarlo.

De pronto, unos fuertes brazos se enroscaron alrededor de mi cintura y acto seguido me elevaron en el aire como si de plumas se tratase.

—¡Ashtray!— exclamé riéndome.

—Relájate, rubia. Te noto muy tensa, ¿estás con la regla o algo?

La vergüenza se me subió a la cara. —¿¡Qué!? ¡No! ¡No! ¡No! ¿¡Qué dices, hombre!?

—Bueno, vale, si tú lo dices.

Él me echó en su hombro como un saco de patatas. Empecé a reírme fuertemente, sentía cosquillas en mi barriga a consecuencia de la altura y el movimiento. Llegué a sentir como si me fuera a caer del hombro de mi novio, pero sabía que él me tenía bien sujetada.

—¡Ashtray!— grité divertida.

—¿Qué?— preguntó lanzándome flojamente a su cama.

Ambos estábamos riéndonos a carcajadas durante unos segundos, cuando de repente empecé a toser otra vez. Aquella tos era igual que la que me entró el otro día.

Ashtray cambió su semblante a uno serio mientras me ayudaba a incorporarme. —¿Estás bien?

—Sí, sí, no te preocupes. Siempre me pasa cuando me río mucho.— respondí con una sonrisa.

—Ya hablé con el amigo de Fez que era alergólogo, se me olvidó decírtelo.— me comentó mientras yo le ponía atención.

—¿Ah, sí? ¿Qué te dijo?

—Tu cita es el 5 de octubre, te hará una analítica de sangre. Ya sabes, te sacará sangre y la analizará en un laboratorio, nos darán los resultados unos días después.

—¿En serio me tienen que sacar sangre?— dije con miedo, me daban pánico las agujas.

Él se confundió. —Claro, ¿qué pregunta es esa?

—Es que, yo tenía un juego en mi Nintendo de doctores, y en las pruebas de la alergia había que ponerle solo unas cremas verdes, y la que se volvía lila era a lo que le tenías alergias.

Él pareció impactado. —¿En serio estás comparando un puto juego de tu Nintendo con la vida real?

—Ay, yo que sé.— me encogí de hombros mientras él negaba con su cabeza.

—Vamos al salón, anda.— dijo esperándome en el marco de la puerta de su habitación otra vez.

Me levanté y me acerqué a él, y al momento que me posicioné a su lado, pasó su brazo por encima de mis hombros conduciéndonos al salón.

—¿Dónde estoy?— preguntó una voz ronca y femenina que estaba acostada en el sofá. —Oh, ya sé.

—Hey, Rue.— la saludé contenta mientras la miraba.

—Hey.

Ella se incorporó rápidamente sentándose, pero luego se volvió a tumbar.

—¿Estás bien?— preguntó Ash confundido.

—Sí, sí, es solo que me he levantado muy rápido y me ha entrado mareo.— dijo con los ojos cerrados y su mano posicionada en su frente. —Ahora me levanto más despacio... ¡y listo!

Aquella mientras se volvía a incorporar lentamente parecía que estaba haciendo una serie de estiramientos, por lo que no pude evitar reírme.

—Te traeré una pastilla a ti también.— comentó el pelinegro volviéndose a ir.

—Oye, ¿hoy no tenías una competición, o lo he soñado?— me preguntó Rue de repente con curiosidad.

Yo asentí sintiendo algo de nervios, iba a volver al tapiz. —Sí, hoy es mi vuelta a la gimnasia rítmica.— sonreí no pudiendo ocultar tristeza.

—Eh, ¿estás bien?— la de rulos apoyó su mano en mi pierna mientras se acercaba a mí preocupada.

—Sí, es solo que...— empecé a jugar con los anillos de mi mano, noté la presencia de Ash en la habitación. —mi madre me ha estado molestando con la competición.

—¿Qué te ha estado diciendo?— preguntó Ashtray esta vez mientras le entregaba un vaso de agua y una pastilla a la morena.

Ella le sonrió suavemente. —Gracias.

—Me dijo que debía esforzarme más, que apenas me estaba esforzando últimamente, y que sólo estaba con el móvil.— relaté. —Me dijo que por favor esta vez no la dejase en ridículo delante de todos.

—¿Está tía no tiene otra cosa que hacer?— preguntó Ashtray molesto. —Cada día me cae peor, Dios mío.

La de rulos asintió. —Same. ¿Has estado practicando?

Yo le di una mirada tímida a Ash. —Ajá, un montón.

Recuerdo

¡Vamos, Millie! ¡No te pares ahora!— me exclamaba el pelinegro mientras iba por la flexión 46. —Te quedan 4.

—No puedo más, Ashtray, estoy cansada.— le dije suspirando.

—Claro que puedes.— me animó. —Además, cuando más se avanza es cuando uno está cansado, hazme caso.

Aparte de aquello, hacía mis rutinas mientras que Ash entrenaba. Incluso también me ayudo a montar una coreografía para la competición. Era la primera vez que mi entrenadora no me ayudaba en aquellas cosas. Ashtray parecía muy seguro de sí mismo, además me enteré de que él también había hecho gimnasia rítmica por algunos años, y aún podía realizar varias rutinas.

Fin del recuerdo.

¿Millie?— me llamó Rue pasando su mano por delante de mis ojos, haciéndome volver en mí.

—¿Sí?

—Nada, es solo que te habías quedado en Babia.— comentó divertida haciéndome sonreír.

—¿Estarás allí?— le pregunté a la de rulos refiriéndome a la competición.

Ella pareció emocionarse. —¿Estoy invitada?

—Claro que sí, Rue-Rue.— contesté asintiendo haciéndola aplaudir.

Ash solo nos observaba con una sonrisa sincera por su parte. Él amaba cuando su familia se encontraba bien y en paz.


—Ashtray, no estoy segura de esto.— le dije algo nerviosa a la espera de que me llamasen para ir al tapiz. —Creo que aún no estoy preparada para volver.

—Claro que lo estás, llevas ensayando meses.— me trató de tranquilizar. —Rubia, si hoy te sale mal o algo, no pasa nada. De eso es de lo que los humanos aprendemos, de nuestros errores y fracasos.

—Pero mi madre...— comencé a decir cuando me interrumpió.

—Olvídate de ella, como si no existiera.

Al ver como mis nervios no disminuían, pensó en otro remedio para conseguirlo. Yo observaba cómo la gente estaba atenta a mi aparición al tapiz después de aquel "accidente". Algunos parecían preocupados mientras me buscaban con la mirada, y otros simplemente se estaba riendo mientras me señalaban, cosa que me hizo que mi estómago se revolviese.

—Míralos, se están riendo de ti. Creen que eres débil, Millie.— sentí las manos de mi pelinegro apoyadas en mis hombros detrás mía. —Enséñales, rubia, tu nueva y mejor versión de ti misma. Donde no dejas que nadie te subestime, y donde demuestras que puedes ser la primera en todo lo que te propones.

No sé cómo lo hizo, que provocó que me sintiera segura de mí misma. Me animó a que le demostrase a mi madre y al resto del mundo que me estaba viendo en aquellos momentos que había vuelto más fuerte.

Tan pronto como oí mi nombre salí al tapiz, las miradas estaban clavadas en mí y en mi vestimenta. Bueno, era algo raro pero mi maillot estaba inspirado en Wonder Woman. Había que ir con la temática de cualquier personaje que quisiésemos, y pues yo elegí a aquel.

La música que había elegido era "In The Dark", amaba esa canción y lo alegre que me hacía.

Me metí en el ritmo de la canción sintiéndome completa, realicé correctamente muchísimos saltos. Mi felicidad aumentó al saber que había realizado con éxito dos saltos de los más complejos, que eran de una categoría superior, a pesar de que yo competía con mujeres mayores que yo.

"All of this time, I've been loving a liar", en aquella frase miré a mi madre, quien lucía contenta mientras aplaudía. Una mueca de confusión se reflejaba en su rostro al ver cómo le dedicaba aquel verso.

Me sentía eufórica; sin embargo, ya no sentía la misma emoción e ilusión que sentía cada vez que competía hacia 5 medea por ejemplo. Ahora era como si aquello fuese una obligación para mí, no lo disfrutaba como antes.

—¡Mills LeBlanc!— oía como el uno de los presentadores gritaba mi nombre haciéndome saber que había quedado primera.

Mi familia me aplaudía y saludé a Fez, Rue, a mi padre y besé a Ashtray rápidamente antes de subir al podio. Me sentí feliz al haber vuelto a quedar la primera posición.

—Hola, Millie, ¿cómo te sientes?— me preguntaba un periodista, era mi primera entrevista.

—Bien, bien.— respondí algo seca.

—Bueno, tú ya estás acostumbrada a quedar de las primeras, ¿no es así?— me preguntó acercándome el micrófono.

Yo pensé un rato la respuesta. —Bueno, se podría decir que sí, tampoco quiero presumir ni nada de eso.

—¿Qué ocurrió aquella vez que te desmayaste en el podio?— me preguntó, oh no.

Bueno, sinceramente hubieron varios factores que me afectaron; no había llevado una buena alimentación, tampoco había descansado lo suficiente... fueron muchas cosas en aquellos momentos.

—Ajá, ¿y cómo te sientes con tu regreso a tu mundo?— me preguntó por último, allá iba.

Me siento bien, desde que tenía 5 años siempre me ha apasionado la gimnasia rítmica, pero ya siento que no es lo mismo.— decía algo costosa cuando mi voz empezó a romperse, todo el mundo me miraba. —Ya no me gusta, lo odio.

Las lágrimas se deslizaron por mis mejillas, odiaba el hecho de que mi madre había conseguido que odiase algo que a mí me daba la vida.

—Perdón.— me disculpé al ver que no podía seguir con la entrevista.

—No te preocupes, Mills.

Me giré y me volví a los cuartos de baño. —Odio esto, odio todo ya.





—¡Enhorabuena, Mills, por cierto!— exclamó BB mientras me enroscaba su brazo en mis hombros.

—¡Eso!— apoyó Maddy aplaudiendo.

Era la primera vez que salía con Maddy después de haberme alejado de ella.

—Yo presencié en persona su victoria.— comentó Rue orgullosa haciéndome reír.

—¡Eh! ¿Qué coño haces empujando?— exclamó Maddy a un grupo de niños que venían detrás nuestra.

—Uy, perdona. Tampoco me vayas a pegar.— contestó el niño haciendo que su grupo riese. —Además, chico brazo tienes, tía, se te ve a kilómetros.

¿Se acababa de meter con el brazo de Maddy? Wtf.

Normal que lo veas, si es que eres chiquitísimo.— me metí en la pelea metiéndome con la altura del niño, mis amigas empezaron a reír.

Yo estaba seria, no tenía un buen día, y lo que me faltaba era un gilipollas metiéndose con Maddy.

—Uy, habló la grande.— respondió volviendo a hacer reír a los demás.

—Bueno, al menos soy más alta que tú. En cambio, a ti te hace falta un bote de hormonas para crecer, puto enano.— respondí sabiendo que había ganado.

—Dios, se lo has explicado.— dijo Rue divertida.



Bueno, pues este es el cap de hoy, la verdad no me gusta mucho JSUJSUS.

La última parte donde sale la pelea es basada en hechos reales, se metieron con una amiga mía y yo la defendí jojojo.

Si hay alguna falta o algo lo siento, estoy muy cansada y me duelen los ojos jajajaj.

No se olviden d votar y comentar <3

~Pauu👺👺

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